Partida Rol por web

Asintiendo con la cabeza y mirando con curiosidad a su maestro.

- Como ya te dije maestro, confio plenamente en ti. Antes de conocerle sabía que sería alguien especial, pero cuando le he visto pelear... esos poderes... y esa mirada... sin duda tiene algo, no sé, no es un vástago cualquiera eso está claro. Pero me pregunto si será la persona que necesitamos. Supongo que el tiempo dirá, sí, el tiempo dirá.

Mira en todas las direcciones como si tuviese miedo de decir lo siguiente.

- Siempre me ha parecido ridícula la Mascarada y la lucha entre los clanes de clanes. Ya lo sabes.
Mira el reloj de oro de su muñeca. Se nos hace tarde.

Tu sire te miró y te dió la razón con la cabeza. Fue en ese momento cuando llamó a Peter para que preparara el coche para partir. No lo pudiste oír, su comunicación telepática con el gohul era plena, igual a la de un gran maestro con su chiquillo, pero sabías por su concentración que así era. Salisteis de la casa y entrasteis en el coche, dónde te dió el mismo pañuelo que ayer. Lo siento Petrok, si todo va bien hoy será la última vez que tendrás que ponertelo.

Una vez atado frente a tus ojos os volvisteis a poner en marcha. Te parecía que estaba siguiendo un destino distinto que la anterior noche, pero te sentías algo desorientado por la falta de tu sentido ocular. Hoy vivirás tu primera Vaulderie completa, si así lo elige Ezequiel. Nuestro nuevo Arzobispo y líder eligirá a su "equipo de gobierno", los seis elegidos para llevar su causa por la sociedad cainita y dónde se dará paso a los nuevos miembros tomados en cuenta por el Vinculum. Todo lo que te decía te sonaba tan nuevo. Nunca habías oído hablar de tantas tradiciones del clan, ni de la secta, pero algo dentro tuyo te decía que ese era el momento. Los elegidos darán su sangre a los nuevos "paladines" del clan, creando así unos lazos eternos.

Mientas intentabas llegar a entender todo lo que te estaba diciendo sentiste cómo el coche aparcaba y tu sire te quitaba la venda de los ojos. Ya hemos llegado. Bajasteis del coche y pudiste ver que estabais ante el antiguo Liceo de Varsovia, el cual creías cerrado desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

¿Tienes alguna duda antes de entrar?

Mientras hace un ademán con la mano. - Esperad maestro Estaba totalmente desconcertado, no entendía nada, como si le hablasen en otro idioma. Era la primera vez que se sentía...desprotegido y desvalido. ¿ Qué es una Vaulderie ? ¿ Y qué pasa después de que beban esa sangre ?

¿ Equipo de gobierno ? Por Dios...

La Vaulderie es el más alto ritual para los jovenes y los antiguos miembros del clan, empezó tu sire. Se trata de un ritual de amor y lealtad eterno. Siempre se suele realizar el día posterior a que alguien haya sido ascendido a Arzobispo del Clan, o cuando una manada lleva un alto tiempo junta. El Arzobispo elije las personas que le ayudaran en la dura tasca de hacer llegar su mensaje y su liderazgo por todos los canales que permite nuestra existencia, y los jovenes, elejidos por su madurez y trabajo realizado para el clan crean el más grande de los lazos de unión entre dos Vástagos. El Arzobispo leera un pasaje del Libro de Nod, mientras ellos, beberan la sangre de los 7 elegidos, reforzando así su lealtad al nuevo gobierno, aunque es algo más simbolico que físico. La atadura desaparecerá con el tiempo, pero el recuerdo de esa lealtad perdurará, dependiendo del tipo de gobernante que haya sido.

Tiene ganas de huir, de alejarse de allí, de volver a su laboratorio y seguir sus investigaciones. Todo esto... Se alegra por haber vuelto a ver a su maestro, después de todo le admira y sin él no sería lo que es ahora. Pero desde que llegó ha descuidado lo que más le importa, sus estudios. Lleva dos días sin trabajar y eso para Viktor es fuente de jaquecas y constantes preocupaciones. Es como si estuviese desatendiendo sus obligaciones, como si le faltase una parte de él. Puede incluso llegar a ser normal, tantos lustros seguidos haciendo lo mismo, rutina y más rutina. Y es algo absolutamente encantador. Toda esta historia, mezcla de fantasía y política no le gusta lo más mínimo. No duda que ese Ezequiel es una personal especial, pero a él le trae sin cuidado todo esto. Las luchas de poder, La Mascarada , clanes, vampiros, humanos... Nada de eso le importa. sólo aislar el gen.

Asiente con la cabeza mientras tiene la mirada perdida en la puerta, analizando todo lo que escucha de su maestro, le sigue pareciendo una tradición y como todas las tradiciones, algo arcaico y sin mucho sentido.

Su único anhelo es que acabe todo cuanto antes, cumplir con su maestro y acabar de una vez: No perder más trabajo.

Bien maestro, creo que lo he comprendido. Entremos ya.

No puede evitar que sus palabras denoten un evidente nerviosismo a la par que una creciente ansiedad.

Al entrar, la imagen que víste era más la de un circo romano que no la de un antiguo anfitreato de finales del siglo XIX. Estaba claro que allí alguien había movido unos hilos para que se decretara una orden de protección de interés histórico en el local, pero sólo conservando su exterior, cómo si estubiera cerrado, mientras el interior cambiaba y seguía "vivo" cómo antes. Cuantas decisiones importantes sobre el clan habrian sido tomadas entre esas paredes. Pudiste ver a un seguido de Vástagos ya sentados. Un gran pupitre en el centro de la sala, hundido dos pisos hacia abajo, y cómo tu sire te mostró con la mano un sitio libre. Aquí lo podremos oír bien... La sala poco a poco se iba llenando, siendo pocos los sitios vacíos que había en la sala. Miraste el reloj, y pudiste ver que era ya cerca de la una de la madrugada. La puntualidad no era una de las virtudes del clan -pensabas-. Hasta que salió él, Ezequiel, delante de todos vosotros, vestido con un largo traje negro, a modo de túnica, y una capa de color violeta, que, según oíste nada más verla, era curtida con la piel del cuerpo aletargado del último líder del clan. Sabías que era un gran maestro de la Vicisitud, pero no lograbas a saber que modificaciones había hecho en su cuerpo, hasta que, ya más cerca del pulpito lo pudiste ver. En mirar el discurso víste un tercer ojo en el centro de su frente, y dos brazos que tenía a la altura de la cintura. Buenas noches, ancianos y jovenes del clan, es una enorme grácia para mi el poder líderar a tan impresionantes hombres y mujeres, iluminados en la fuerza, y el intelecto. No te terminaba de parecer mala su primera intervención, ...iluminados de la fuerza y el intelecto... Después de eso habló sobre la Primera Ciudad, de Caín, de las traiciones, y de la Yihad...Esa absurda guerra que los nietos del Primero iniciarón, y que es lacra hoy para nuestra estírpe. Los tiempos, han cambiado. La historia debe ser reescrita, y nuestro deber es ser uno de los clanes que lo haga posible. Las sectas están muriendo. Tanto la Camarilla cómo el Sabbat deben ser reestructurados. Es la hora del intelecto. Del corazón. De la ciencia. Cada vez te empezaba a gustar más. Es la hora de reunirnos en la nueva Enoch, y hacer realidad la Cartago de la que nos habla el sagrado Libro de Nod. Parecía que hablara de algo de la antiguedad, cómo si se tratara de escritos místicos. Viste cómo algunos de los presentes asentían con la cabeza y otros negaban rotundamente, pero la verdad es que tu entendías poco.

Éste es el camino por el que he venido hasta aquí. La nueva filosofía que pedía la mayoria del clan, para escribir un futro, no vivir un pasado. Para difundir un mensaje, pero para ello necesitaré ayuda. De todo el clan, sobretodo, pero tambien de los seis representantes del clan, de mi figura. Eso debía ser los elejidos de los que te habló tu sire antes de entrar. Esos seis, que ocuparan el puesto de Obispos, de Consejeros del clan quisiera que fueran: Kartarirya, Corine Marcón, -hizó un gesto para que se levantaran-. Así os verá todo el clan. Velya -prosiguió-, Koel y Maolmuire Zachariah. Tu siere se levanto del sillón. Si desean ayudarme en esta honorable causa, vengan a mi lado. Todos los elejidos empezarón a andar, incluido tu sire. Se fueron por un pasillo lateral, y a los 10 minutos salieron a la sala, vestidos con las mismas túnicas que Ezequiel pero de color morado. Se pusierón a su lado. Con tu sire a su derecha.

Petrok finge un denostado interés la primera parte del discurso de Ezequiel pero poco a poco aunque su cara no cambie, en su interior empieza a apreciar cada vez más a ese nuevo líder. A la par que comienza a darse cuenta de que al fin y al cabo, puede que la política y la ciencia puedan ir unidas. Puede que al fin el llamado líder, sea una persona interesada en lo realmente importante. Que sea una persona que no pierde el tiempo en politiqueos ridículos, en pequeñas luchas entre iguales que no tienen ningún sentido.

Al empezar a nombrar a los elegidos, no podía evitar que un cierto nerviosismo se apoderase de él, mientras movía sus dedos y de cuando en cuando miraba al suelo. Al oir el nombre de su maestro, no fue una sorpresa para él. Era un nombre que esperaba se nombrase, conocía bien a su maestro y sabía que tanto interés en ese Ezequiel estaba motivado por algo. Su maestro iba a ser uno de los elegidos, eso estaba claro.

Petrok sabía desde el día en que Ezequiel ganó el combate, que su sire estaría cerca del poder y por ende, él mismo.

Aunque esté mal decirlo, no podía evitar sentir un cierto orgullo mezclado con un sentimiento de vanidad al saber que su maestro, su sire. El de Petrok, no el de otro, ahora era uno de los grandes del clan.

Les oías rezar unos antiguos cánticos extraños para ti. Te diste cuenta de que vivías totalmente ajeno a tu clan, estudiando la genética de una sociedad que, pesa a formar parte de ella, desconocías. Te resultaba todo tan extraño, pero a la vez familiar. Hasta que terminarón de rezar, y se sentaron en unas sillas al lado del trono de Esequiel, quien habló de nuevo. Pero no sólo necesito a sabios consejeros, que me ayuden en mi política y mi mensaje. Necesito tambien a jovenes valientes, formadas en las artes de las ciencias, de la filosofia, del místicismo, y del arte de la guerra. Las palabras de Ezequiel te encisaban. No sabías ni cómo ni porqué, pero en ese rato ni te diste cuenta cuando preparaban las sillas y el trono, ni el banco que ahora estaba posado frente a esos siete vástagos, esperando a que alguien lo ocupara. Mucho tiempo ha durado nuestra condena, y la absurda guerra iniciada antes del diluvio se ha cobrado valiosos amigos. Por eso, porqué sabemos que nuestro tiempo en éste mundo puede ser caduco, necesitamos instruir a nuevos miembros en las bellas artes de los Tzimisce, para que lleguen a ser paladines y templarios de nuestra vida. En ese momento viste cómo Ezequiel posaba en ti su mirada, para volver a hablar. Científicos, cómo Petrok Privchenko, había dicho tu nombre, no te lo podías creer. Baja porfavor... En ese momento una fuerza interior te hizó bajar hacía abajo, por el pasillo dónde antes bajó tu sire. Viste por la espalda a tres vástagos más, esperando tras una puerta, pero no puedes recordar nada hasta el momento en que te víste sólo, sentado en ese banco. Será el Vinculum eterno entre los vástagos la señal de nuestra unión. Nuestro poder, a la larga, será tu poder. Nuestra vida, en algún momento, estará en tus manos. En ese momento levantaste la vista, y pudiste observar a Ezequiel y a los otros seis consejeros sacandose una extraña daga de oro y plata, con oja curba, de sus túnicas. Incluido tu sire. Se hicieron un pequeño corte en el brazó, y mientras Ezequiel rezaba unos extraños salmos ininteligibles le pudiste ver, mirandote a los ojos. Bebe!. Y de nuevo, esa fuerza interior, te impujo a abrir tu boca. Poco a poco iba entrando en ella, rozando tus lavios, la sangre de esos 7 elegidos. El Vinculum del que me habló mi sire -pensaste-. Por suerte, por lo que te pudo decir antes de entrar, ese vinculo es más símbolico que real. Nunca sería cómo el que tenías con tu sire. Y bien Petrok, ¿qué puede ofrecernos tu ciencia, cerebro y estudio al clan?

En ese momento oíste una voz, susurrandote desde la espalda: ¿seguro que es a ellos a quien debes seguir? Fuiste moviendo la cabeza por los lados, pero no pudiste ver nada.

Todo aquello parecía diferente, extraño, fuera de lo normal... aunque a la vez conocido, es difícil de explicar pero es como si ese gen que tanto tiempo llevo estudiando llevase en su interior la codificación genética que hiciese que de alguna manera este acto no resultase extraño para mí, que aunque no lo haya vivido antes, sólo por ser un miembro del clan me resulte familiar.

Es bastante extraño pero me encuentro por primera vez... agusto. Esta gente bueno, es MI gente. Soy uno de ellos, participo de eso que llevamos todos en común y de lo que tanto he estudiado durante tantos , tantos años. Es aquello que nos hace diferentes a los demás vampiros, no son esas tranformaciones, ni nuestra conciencia interior, ni nuestras ganas de aislarnos. No, es... eso.

Cuando suena mi nombre el corazón me da un vuelco ( no literalemente por supuesto, pues ya estoy muerto ) y me levanto despacio de mi asiento mirando fijamente a mi maestro a la vez que noto las presencias a mi espalda. Al hablarme el líder directamente aunque manteniendo el pose, por dentro no doy crédito a lo que está sucediendo.

Empujado por esa fuerza interior que jamás había sentido, bebo sin ansia pero con ganas y gusto, saboreando la sangre de esos hombres, esa sangre con tanta fuerza en su interior que es el resultado de la mezcla de miles de litros de sangre consumidos...

Hablando con todo respeto a su sire mirándole fijamente como si no existiese nada ni nadie más:

Estoy trabajando desde hace décadas en algo muy grande mi señor. Se trata del aislamiento del gen Timiszce del propio gen vampírico que aislé hace unas décadas. Se trata de estudiar ese gen que nos hace ser lo que somos, que supone la verdadera diferenciación de nuestra especie, la más alta y más distinguida, de la demás chusma vampírica. Por lo que he podido averiguar, somos los únicos vampiros puros y sobretodo en las más antiguas generaciones, el gen podría ser casi el del propio Caín.

Petrok evita hablar de su idea preconcebida de inocular el gen a otro vampiro para observar el resultado o incluso a un humano.

Cuando siente esa voz a sus espaldas mira de reojo hacia detrás y no le da la menor importancia... por el momento.

Después de mirar más profundamente detrás tuyo corrovoraste que no había nadie en tus proximidades, excepto Ezequiel, tu sire, y los demás elejidos. Además, tras observar con más detenimento te diste cuenta de que no había nadie más cerca aparte de los que estabais en el anfitreato. ¿Dónde estaban todos esos vástagos que antes llenaban todos los asientos? ¿Cuanto tiempo había pasado desde que Ezequiel te llamo a su presencia?... Muy extraño, cómo todo lo que te había pasado desde que volvió tu sire. Por suerte, tanto al nuevo líder del clan cómo a sus ayudantes parecía gustarles la explicación que les diste sobre tus estudios. Interesante Maolmuire... -dijo mirando a tu sire-. Un joven interesado en nuestro pasado, aunque sea el genético, -firigiendose ya a ti- muestra un gran antiguo en el futuro. Es una lástima que no más jovenes estén interesados por nuestras costumbres y nuestra realidad- Somos diferentes a los demás hijos de Caín, cómo muy bien has dicho, pero podria sernos perjudicial pensar que esa diferencia nos hace superiores. Parecía molesto por tu apreciación, pero a la vez agradecido por tu sinceridad. Se le veía hombre de saberes inexcrutables, alguien digno de ser admirado. El camino de la superioridad sólo nos podrá llevar a los mismos errores en los que caieron nuestros compañeros, los Lasombra. Su envidia y odio hacia los Ventrue, es a la vez su inspiración y su debilidad.

Hizó un largo silencio, cómo queriendo que todos los presentes reflexionaran sobre sus últimas palabras. Más que un líder político parecía un líder espiritual. El título de Arzobispo le iba que ni pintado -pensaste en un momento de desconcentración-. Víste cómo hablaba con los demás miembros de su "consejo", viendo cómo sólo quedabais tu sire y tu dentro de la sala. Ahora, con más intimidad quería comentarós un trabajo, muy importante para nuestro futuro, y que te provará a ti, Petrok, cómo merecedor del título de paladín del clan, o de la deshonra que quizá nos lleve a la destrucción. Sus palabras rotundas pero reveladoras te estremecían pero a la vez alagaban. Dentro de unos días, en Barcelona, se iniciará un Cónclave que quizá permita iniciar de nuevo los cimientos de nuestra sociedad o nos termine de destruír. Cómo ya sabeis, los últimos sucesos nos hacen creer que el tiempo de los vástagos se está terminando en ésta tierra de nadie, de penurias y corrupción. Los Antediluvianos, hace tiempo, iniciaron una lastimosa guerra que ha creado odios y víctimas innecesarias desde antaño, y que nosotros, cómo ilusos, hemos seguido, llegando a olvidar las razones por las que luchamos. Víste a tu sire asentiendo inconscientemente, con la mente perdida suponías que en alguna parte del País Vasco, dónde le conoció y empezó a tener con él esas profundas charlas. Montoya, el principe de Barcelona, ha preparado ésta Cónclave, el primero en que los 13 clanes cainitas estamos invitados. Precisamente para tratar éste tema e intentar forjar una tregua entre los miembros de todas las sectas cainitas, a la espera del violento destino que Diós nos tiene preparados. No terminabais de entender, ni tu ni tu sire a que venía toda ésa explicación, que no llevaba a ningún lugar. El filo de la cuestión, presiguió Ezequiel, es porqué dentro de tres días debo partir a Moscú durante un tiempo, y ya que nuestros amigos de secta no iran -estaba claro su punto de antipatía hacia los Lasombra, seguramente por la forma en que habían tratado a vuestro clan-, no quisiera que la presencia del Sabbat no estubiera allí. Parecería una ofensa. Había pensado en que vosotros dos fuerais allí en nombre del clan, para hacer todo lo posible para lograr forjar la paz. ¿Te ves capacitado para ello Petrok? -dijo mientras te miraba-.

¿Los Lasombra? , ¿ Pero de qué demonios va todo esto ? ¿ yo con otros vampiros ? ¿ Representando a un clan que hasta hace poco ni recordaba ni me importaba..? Oh, Caín... esto es demasiado para mí hoy.

La cabeza me daba vueltas y sentía náuseas y ganas de devolver sólo con pensar en otra aventura, en representar a mi clan y volver a perder más días de investigación. Las incomodeces de un viaje tan largo, para reunirme con , con... otros vampiros. Pero mirándolo por el lado bueno, unos días con mi sire tampoco estarían mal, aunque sólo fuese por recordar los viejos tiempos y ponerme al corriente del clan. Llevo tantos años encerrado en mí mismo que acabo de descurbrir que no sé nada de nostros del gen hacia afuera. Además ver a otros vampiros tampoco tiene porqué estar tan mal, conocer otras formas de vampirismo y en fin... darme una vuelta.

Asiente con la cabeza y mira a su maestro de reojo mientras sonríe:

- Me veo de lo más capacitado, estoy deseando participar activamente en el clan y serviros mi señor. Lo que vos mandéis.

Esta última frase la remarca pronunciando las palabras una por una , el mosquear al obispo del clan no era lo más inteligente y a veces su franqueza la juega malas pasadas a Petrok. Tantos años aislado...

- ¿ Cuando salimos mi señor ?

La salida será mañana del aeropuerto de Varsovia -dijo Ezequiel sin más dilaciones-, a las 23:30 horas. Sería recomendable que estuvierais allí almenos una hora antes, os íba diciendo mientras os daba los billetes. Estaba claro que, fuera cual fuera tu respuesta vuestro lider tenía claro cual terminaría siendo vuestro futuro. Si no hay ningún problema, sobre las 3 de la madrugada llegaréis a Amsterdam dónde tendríais que pasar el día para a la noche siguiente, a las 22 horas salir hacia Barcelona. Allí, en el aeropuerto os estará esperando uno de los siervos de Voldor, un antiguo cientifico del clan que lleva unos siglos residiendo en la ciudad.

Para cualquier duda o problema -dijo mirando a tu sire-, tienes mi telefono. Espero que representeis al clan cómo se merece.

Una vez dicho ésto os invitó con la mano a salir. Miraste el reloj, y pudiste ver que ya pasaban casi 15 minutos de las 4 de la madrugada, y salisteis del local por detrás, viendo cómo Maolmuire buscaba con la mirada, seguramente a ver dónde Peter había aparcado el coche. Andasteis un rato por las inmediateces del lugar, a la espera de que alguien de los dos dijera algo, en total silencio. Cuando te fijaste, viste que aún llevabas en la mano esos billetes que, ni siquiera, habías pensado en guardar en la incomoda americana que te habían "recomendado" llevar. ¿Lo sabía ya todo tu sire de antemano? ¿Estaría percatado de todo lo que pasaría antes de ni siquiera verte?... lo único que sabías con claridad es que tu vida había dado un vuelco de 180º. En ese momento, tu sire empezó a decirte algo, pero te era algo difícil prestarle atención. Tenías demasiadas cosas que preparar y empaquetar y poco tiempo para hacerlo, cuando algo en tu interior te recordó que además, sería interesante llevarte algo más de tu tierra. Quizá no la volverías a ver más. Petrok -te dijo Maolmuire agarrandote del brazo para llamar tu atención-. ¿Estás bien? se le veía preocupado por ti. Sabía que no era tu costumbre vivir de ese modo, alejado de la ciéncia y tan inmerso en los temas políticos de la sociedad vampírica, pero el hecho de poder conocer a ese cientifico te daba un poco de esperanza en tus estudios. No has dicho nada desde que salimos de allí dentro. Quisiera saber cómo ves las cosas. Por lo visto, tendremos que estar un tiempo trabajando juntos, y quisiera que no hubiera temores guardados en el interior entre nosotros. En ese momento te diste cuenta que estabais delante mismo del coche, con Peter al volante. ¿Prefieres que vayamos a casa andando con calma para hablar y que nos toque el aire?¿o vamos en el coche?...

¿ Un científico esperando ? magnífico, así podré charlar de otros campos científicos con alguien. No es que me interese demasiado pero nunca está demás conocer los avances en otros campos.

Despidiéndose con la cabeza de Ezequiel y los demás abandona el local a paso firme. Al llegar a la calle , ya bastante más relajado y en ese estado pos-shock, de gran tranquilidad petrok prefiere ir caminando a casa aunque por otro lado, ya bastante movidita ha sido la noche como para más discusiones y muestras de sentimientos que tanto aborrece. No , ya está bien por hoy.

No guardo nada para mí maestro. Miente descaradamente- Es sólo que han sido muchos cambios en pocas horas, desde que llegaste todo ha cambiado. Han sido un cambio detrás de otro, es sólo eso que estoy abrumado ante tanto cambio. Necesito algo de tiempo para digerir todo esto. Hace apenas un par de días llevaba una vida tranquila centrado en la ciencia y ahora...

Suspira mientras se pasa la mano por la cara. Si no os importa maestro me gustaría volver en coche y descansar, seguro que mañana veré el mundo con otros ojos como se suele decir y estaré ya más tranquilo y comunicativo.

Diciendo esto comienza a andar buscando el coche.

Mientras Maolmuire te abría la puerta del coche podías percivir en su mirada que algo no terminaba de convencerle tu última explicacion, pero era un hombre precavido y te conocía bien. Sabía que era tu primer contacto, própiamente dicho, con el clan, y eso podía significarte tener que cambiar demasiadas cosas en esa vida. Peter -le dijo a su esclavo nada más entrar-. Mañana nos tendrías que hacer un favor. Iría bien que, por la mañana temprano, hicieras llegar un equipo de mudanzas para llevar algunas cosas a Barcelona. Y se puso el cinturon. El gohul asintió. ¿Equipo de muedanzas? ¿Mortales trasteando tus cosas mientras descansabas? ¿y en tu própia casa?... notabas que te estabas empezando a irritar por tus adentros, hasta que, girandose a ti mientras Peter empezaba a poner el coche en marcha añadió: No te preocupes, se trata de mis demás gohuls. Alquila tambien una furgoneta para llevarlo todo por carretera, porfavor -añadió a su gohul, volviendo a mirar hacia la carretera-. Pides la factura y en Barcelona te extenderé n cheque para que lo mandes. Habían sido muchas cosas, pero en parte tu sire tenia razón, no teníais mucho tiempo para pensar en lo que os deparaba vuestro nuevo futuro. Mañana a esa hora ya estaríais camino a Amsterdam, cómo bien había dicho Ezequiel, y de allí a Barcelona.

La noche era tranquila, almenos a lo que se refería a movimiento en la ciudad, porque en lo que refería a ti la tranquilidad se truncó en el momento que víste esa lucha. Tu sire te había dicho que Ezequiel llevaría cambios pero... ¿por que tambien en tu vida?

Al poco rato llegasteis, pero, a tu piso, a ese antiguo almecen que, ahora, te mirabas con una "calidez" especial. Casi nunca había salido del país, ¿quien sabía si volverías a verlo? Bajasteis del coche, y entrasteis en él. Mientras abrías la puerta te pudiste percatar de que no estaba cerrada con los dos pestillos, lo que te extraño, pero... había tantas cosas extrañas últimamente en tu vida...

El problema empezó cuando entrasteis... Te pareció oír un extraño ruido abajo, en el laboratorio, cómo el que habías oído hacía unas horas al despertar, pero miraste detrás tuyo y tu sire estaba a tu lado. ¿Qué estaba pasando?. Bajasteis corriendo hacia el piso inferior, y allí le visteis. Era un ser con capucha, vestido con ropajes negros ocultando su figura. Estaba removiendo tus cosas, tirando parte de tus papeles e investigaciones por el suelo. Estaba claro. Buscaba algo. Notaste una fuerza en tu interior, un escalofrío que encendía tu sangre al ver ese espectaculo. Hasta que tu sire se avalazó hacia él. Pudiste ver perfectamente cómo tu sire y ese desconocido forzejeaban. Lo había pillado por sorpesa, y quizá por ello no estubiera preparado, pero eso no fue suficiente. Hasta que le tiró al suelo, y quitandose la capucha te miró... Era un ser deforme, horroroso. Le notabas la Béstia, cada vez mayor en su interiory cómo sus ojos se volvían cada vez más rojos. Veías a tu sire totalmente paralizado. Totalmente horrorizado por el semblante de ese monstruo, y miles de oscuras imagenes vinieron a tu mente. En ese momento pudiste ver cómo sacaba un revolver negro, apuntandote a ti, y disparando. Quizá fuera por la distancia, o por el miedo irracional que estaba empezando a fluir en tu interior, pero pudiste notar cómo tus colmillos empezaban a surgir, cómo si estubieras a punto de ir a cazar, notabas una fuerza interior apoderandose de ti, hasta que, perdiste el control de tu cuerpo, sumiendote en la Béstia.

Rötschreck:

Ya perdido todo el control de tus actos pudiste ver cómo el itruso y Maolmuire forzejeaban. Éstabas cegado, entre una ira y un terror que habían anulado todo tu ser racional, hasta que, saltando, te uniste al forzejeo, tirando al intruso al suelo, algo malherido, clavandose en su brazo un trozo de metal que había en el suelo. Seguramente el que había usado para entrar. Por el suelo pudiste ver tu vieja katana, un arma lejendaria regalo de tu mujer. Nunca la habías usada, pero en verla allí la blindaste con todas tus fuerzas golpeando a ese pobre infeliz mientras un corte transversal le rajaba todo su pecho, sumiendole tambien a él en la locura. Su chaqueta cayó al suelo, mientras parte de su sangre caía sobre tu boca. Una sangre dulce, imponente... con toda la fuerza del poder de caín... Una sangre de un "hermano" que invadiendo tu dominio sólo se merecía una cosa. Morir. Oíste un fuerte disparo y algo más de sangre caió encima de tu cuerpo, mientras veías cómo ese "monstruo" malformado estaba agonizando de dolor. Y tu aprovechaste el momento. Era él o tu, y no querías terminar tu existencia ese día. Le clavaste fuertemente los colmillos en su yugular, empezando a sorber con deleite la sangre que, anteriormente, ya te había "dejado" probar... hasta la última gota... notando cómo su ser y su fuerza entraba en ti mientras, tu sangre, se hacía algo más espesa en tus venas.

Poco a poco tu ser volvió a la normalidad, ese ser había desaparecido, y en su lugar solamente quedaban cenizas y esa chaqueta negra que había caido al suelo durante la pelea... Te sentías aturdido, algo deshorientado, hasta que sólo oíste lograr una frase de tu sire mientras miraba si estabas bien, ayudandote a levantar... mmmmmm, el dulce sabor del amaranto.

Mareado, confuso y muy muy cansado comienzo a dar vueltas a la estancia mientras me paso la mano por la cara, impregno mis dedos en la sangre del vástago y después la miro con curiosidad, mirando después a mi sire.

Pero, por qué...

Me agacho y analizo la chaqueta del vástago cogiéndola y dándola la vuelta, mirándola del derecho y del revés , oliéndola intentando encontrar algo, nada.

Después me levanto y acaricio la catana, no entiendo como he sido capaz de usarla. La tenía de adorno, era un regalo y juré no usarla jamás. Pero ha aflorado mi instinto de supervivencia más primitivo, ese instinto de conservación me ha hecho pelear, he perdido el control y no he podido resistirme. Esa bestia se ha apoderado de mí. Me he convertido en un vulgar criminal.

Después agarro a mi sire por el brazo y añado:

¿Estás herido? le observo detenidamente buscando alguna herida. ¿ Qué ha pasado? ¿ Quién era ese ?

creo que hay algo que mi sire no me ha contado... y no sé si será seguro pasar aquí la noche, claro que tampoco queda tiempo para arriesgarse a salir

¿Crees que es seguro descansar aquí?

Tu sire se levantó del suelo, y tocandose un poco el hombro te miro: Poca cosa la verdad, sólo algunos rasguños. ¿Te falta algo?. Miraste atentamente por tus papeles, esparcidos por el suelo, mientras intentabas ordenarlos. No sabías si era devido a la tensión pero no tenías muy claro si faltaba o no algun documento, aunque tu intuición te diria que no. Tenías todas las hojas de los informes numeradas, por una pequeña manía que tenías en tenerlos siempre ordenados. En cuanto te levantaste siguió hablando. Sobre si es seguro o no, la verdad, poca cosa más hay. Informaré a Ezequiel de lo sucedido pero tambien tenemos que empezar a empaquetar todo lo que nos tengamos que llevar. Parte de razón tenía, aún había mucho por hacer, y poco tiempo para terminarlo todo. Al mirar el reloj pudiste ver que aún era temprano, pasaban sólo 5 minutos de las cuatro de la madrugada, y aún quedaban poco más de cuatro horas para la salida del sol, aún así tenías que ser algo rápido, y cojer lo más importante. Yo lo tengo todo aún en un almacen, por lo que no te preocupes si te tienes que llevar muchas cosas... si por algo no cupiera todo lo menos importante lo dejaria para más adelante. Veías que ya tenia el telefono móbil en la oreja mientras te hablaba. Seguramente estaba llamando a Ezequiel, pero parecía cómo si ese no estubiera atento a la señal. Hola señor, dijo al rato, espero no molestarle... En ese momento víste cómo le empezaba a relatar paso a paso lo que había pasado tras vuestra llegada en el piso. El intruso en el laboratorio, el ataque que reciviste... revivias cada momento mientras oías cómo él lo relataba, incluso supiste con pelos y señales todo lo que había pasado mientras la Béstia dominaba tu ser. Incluso tu diablerie le comentó... hecho que te molesto un poco pero, tarde o temprano lo sabría igualmente. Además, por suerte para ti en la cultura del Sabbat esa clase de actos no estaban penados de forma alguna, menos en los casos de violación del dominio... pero en unos días te encontrarías con más vástagos. Si, el asaltante estaba totalmente desfigurado, cómo si fuera algun tipo de Nosferatu, pero me extrañó su atuendo... llevaba una chaqueta negra de cuero, con una capucha que tapaba totalmente su rostro... pero en ningún momento le importó ocultar su verdadera apariencia por medio de sus artes... Supongo que a medida que Petrok vaya desarrollando la "herencia" de ése vástago podremos saber más o menos de que se trataba. Claro, pensaste. En ningún momento habías caido en el traspaso de poderes que habías oido que se recibian mediante la diablerie... El "alma" absorvida de la presa en caso de ser de sangre más espesa, transfería algunas dotes que tubiera pero, ¿cuales debían ser las que habías aprendido. Si, la chaqueta aún está aquí... Dijo mientras se arrodillaba para revisar su interior. A simple vista no parece haber nada. Íba sin documentación, sin dinero, ni telefono,... nada de nada. Tenía claro que si era apresado en el intento no quería dar ningún tipo de información... pero... espere, me parece ver algo. Dejo de hablar en seco, girando la capucha. Fue allí dónde víste en extraño símbolo, muy pequeño, cosido con tela blanca...

Era cómo una extraña estrella que intentaste grabar en tu mente mientras tu mentor le mandaba una fotografia a él.

Intentaste grabar esa imagen en tu mente con todo detalle. La suabe curbatura de las puntas, los circulos que había en el exterior. Incluso lo que te pareció ser un ojo en el centro del pentagono del interior de dicha estrella.

En ése momento tu sire te miró: Te mando una copia tambien a tu telefono Petrok... así la tenemos todos. Si señor -sabías que en ese momento ya volvía a hablar con Ezequiel. Tenías una buena memoria, por lo que esa fotografía no te hacía mucha falta, pero una imagen valía más que mil palabras, así si la gente no entendía lo que les contabas siempre podías enseñarsela.

Claro señor, muchisimas grácias. Y colgó.

Veías cómo tu sire se volvía a poner el telefono en el bolsillo de la chaqueta. Miraste vuestros trajes nuevos, habían terminado de deshilachados y con algun que otro desgarrón. Ezequial nos manda a 5 de sus gohuls para que vigilen mientras descansemos, además, así podran terminar de empaquetar por la mañana. Por todo lo demás, aunque debamos esperar a saber que era antes de tomar ningún prejuicio, se le comentará este hecho a Montoya. Como líder de la camarilla en la ciudad dónde estaremos debe estar informado de que casi nos mata un posible nosferatu.

Esto es indignante!

Está claro que ese hombre buscaba algo, pero... ¿ En mi laboratorio ? no tiene sentido. Mis investigaciones no incumben a nadie. Creo que más bien está relacionado de algún modo con mi sire, con su nueva posición en el clan y con la mía por supuesto. Ya lo decía yo! , Petrok no entres en política, no la busques. Pero al final, la política siempre te encuentra. Maldita política y malditas intrigas. Esta visto que las intrigas palaciegas no son sólo cosa de humanos, a los vampiros por ser el eslabón más alto de la cadena, todavía nos afecta más

Estando sumido en tales pensamientos, Petrok asiente con la cabeza a todo lo que su maestro le va diciendo, oyendo sin apenas escuchar.

Está visto que poco más podemos hacer hoy

Necesita de un largo descanso para poder poner todas las ideas en orden, en cuanto al símbolo, su memoria fotográfica hace el resto. Ese símbolo no pasará despaercibido para Petrok en el futuro.

Sire, con tu permiso me gustaría retirarme a descansar. Esto ha sido demasiado.

Espera hasta que llegan los Goauls sin hacer realmente nada, más que matando el tiempo hasta sentirse seguro, cuando llegan se mete en su recinto de descanso tras despedirse lacónicamente de su sire y desearle un buen descanso.

MIERCOLES 5 DE ENERO (18:15 horas)

A ésas horas de la tarde, ya empezando a oscurecer, despertaste en la bodega de ése avión junto a tu sire, ahora uno de los antiguos importantes del clan. Miraste tu reloj al levantarte de ése cuviculo rectanguloso de metal con cierre casi hermetico. Los vástagos de Ezequiel que llevaban el avion privado de su domitor así lo nombrarón, aunque para ti era lo más extraño dónde haber podido dormir en toda tu vida.

Ya levantandote, algo absorto por el tambalear del avión pusiste tu mano en el bolsillo y notaste ése pedazo de tierra dentro de la bolsita de cuero que siempre llevabas junto a ti, de ése jardin que compartiste hace años con Sara, tu mujer, justo cuando estabais a las afueras de Varsovia, justo antes de tu condena, pero a la vez liberación por parte de Maolmuire. Toda la demás estaba dentro de los camiones que junto a todas tus demás própiedades, además de las de tu sire, viajaban desde el este europeo hasta la costa mediterranea de la ciudad de Barcelona. Un viaje muy largo, y más para alguien que casi no se había movido en toda su existencia de las tierras polonesas.

El día de ayer dió más bien poco de si. Sólo despertar tenías allí a todos los gohuls mandados por el nuevo líder tzimisce terminando de empaquetar todas tus cosas para luego ir hacia ése avión, meterte en un largo viaje en su bodega y llegar a Amsterdam justo para comer un poco e ir a dormir en un viejo motel a las afueras de la ciudad holandesa para, de nuevo, volver aquí, y ni siquiera esperando a que despertarais.

El Cónclave, por lo que os dijo Ezequiel no empezaría hasta dentro de dos días, pero aún y así, por sus palabras antes de iros pudiste deducir que estaríais bastante tiempo alejados de vuestra tierra, pero almenos estabas junto a tu sire, en un momento en el que tu madurez, tal y cómo te dijo ayer antes de ir a descansar, te había llevado a embarcarte en un futuro trascendental para los cainitas.

Esperabas llegar a entender un poco más a la llegada en Barcelona, junto a ése científico llamado Voldor que os acobijaría con el durante unos días. Al menos, dispondrías de un tiempo para poder contrastar opiniones con otro cientifico, diferente a todos los que habías conocido hasta ahora.

Por las informaciones que te dió tu sire acerca de él, se trataba de un antitribu, alguien que había renegado del Sabbat por sus crueldades y descontroles, pero por lo que sabías, residia en la ciudad cómo un paria consentido por el Príncipe. No había terminado de traicionar a vuestra secta, pero por lo vísto ésos dos días, con la Vaulderie y la reunión que tuviste el día en que cometiste tu primera diablerie, a parte de todo lo relacionado con ésa voz que oíste murmurandote en el anfiteatro, delante de todos los líderes del clan, ya no sabías en que pensar, en quien tenía la razón o si alguna vez alguien la había tenido.

Todos hablaban de cambios, pero aún no habías tenido la oportunidad de saber en qué.

Tu sire, en ver que ya estabas despierto te tocó el hombro levemente, mirandote y diciendote: Buenas noches Petrok, por lo visto ya falta poco para la llegada a nuestra nueva ciudad. Ésas palabras te hicieron replantear el comentario que ayer tubo tu sire contigo, sobre alquilar o vender tu refugio en Varsovia. Según él durante todo ése tiempo no serviria de nada tenerlo vacío, y además, todas las cosas que habían en su interior ahora estaban viajando por carretera. ¿Nervioso? -te preguntó habiendo podido perfilar tus dudas desde el primer momento-. Si tienes alguna duda comentamela Petrok. Aún nos queda cerca de media hora para aterrizar, y espero que ya en ése momento el gohul de Voldor esté aquí para llevarnos ha saber dónde descansaremos éstos días.

Aún desperezándose y bastante harto de toda esta situación.

¿Vender o alquilar mi casa? pardiez!! , empiezo a pensar que jamás volveré a verla. Creo que van a conseguir que me maten. Esto no me gusta absolutamente nada pero no me queda más remedio.

Ahora soy parte de la alta cúpula del clan , lo quiera o no así que más vale que ya que voy a estar alejado de mis investigaciones, desempeñe la misión encomendada lo mejor posible. Lo hecho, hecho está

Poder hablar con otro científico siempre es agradable pero Petrok no sabe hasta qué punto puede ser productivo y en qué nivel se encuentra tal científico.

Aunque por supuesto mejor eso que encapuchados en la sombra...

Se acerca a su sire y colocándose el flequillo en ese gesto tan característico suyo no puede evitar preguntar abiertamente a su sire sobre el Cónclave.

Aclarándose la garganta - Sire... hummm... Me preguntaba si podrías explicarme un poco más acerca de ese Cónclave antes de que lleguemos.

Nunca he estado en nada parecido y no sé muy bien en qué consiste, cuál es el protocolo y demás. No quiero llegar allí y quedar en mal lugar. Ya me entiendes...

En ése momento pudiste ver una disimulada sonrisa en los lábios de tu sire. Realmente, esa preguna tambien me la he hecho algunas veces. Su respuesta te sorprendió enormemente.

Él, alguien con mucho más rango y experiencia que tu, alguien viajado y abierto a demás culturas por lo que has podido ir comprendiendo con el tiempo, y demasiado inmiscuido en la política por tu sorpresa, dúdando lo mismo que tu en ése avión. No sabías si realmente era lo que pasaba o te estaba vacilando.

Ésta es la primera vez que la Camarilla abre de tal forma una reunión, tanto hacia su secta cómo a las demás. Te sorprendió, y en eso momento podías hasta llegar a comprender un poco su ilusión en todo ello. Serías los primeros, desde los años posteriores al diluvio y al inicio de la Yihad que asistiríais a ése tipo de reuniones. Además, por lo que os comentó Ezequiel, precisamente para terminar con éso. Con ésa deisgregación, por ése odio incondicional e irracional entre unos y otros, por ése xenofismo entre miembros de una misma condenación.

Supongo que Voldor nos comentará más en Barcelona. Él lleva viviendo cerca de la Camarilla desde hace casi un siglo, y conoce mucho más sobre sus costumbres y protocoles. Notabas una gran confianza de tu sire hacia ése científico que había renegado hacía tanto tiempo de vuestres creencias y formas de funcionar, pero realmente, ¿cuales eran ésas creencias? ¿que diferenciaba Sabbat y Camarilla excepto las Tradiciones y la forma de observar la diablerie y el Abrazo? ¿en que se diferenciaba tener a un Príncipe de un Regente? ¿o un Primogenito de un Arzobispo?...

Eran muchas dudas que nunca te habías parado a observar. Nunca te habías visto inmerso en algo que no fuera la ciencia y el progreso, y descubriste, quizá demasiado pronto por tu gusto, los miles de debates que habían rodeado siempre a los de vuestra condición.

Supongo que no diferiran mucho de nuestros actos y reuniones -te dijo tu sire-, exceptuando la violencia y la diversión claro -bromeó, recordando tu primera Vaulderie, y cómo Ezequiel terminaba con su antecesor en el cargo-.

Pero sobretodo, se tu mismo -te dijo poniendote una mano en el hombro, intentando acercarse hacia ti sin caer por las pequeñas turbulencías-. Estamos aquí porqué nos han invitado, porqué Montoya ha creido importante terminar con ésa estupidez, pero no podemos ocultarnos tampoco ante ellos. Te dijo sentandose a tu lado. O les gustamos cómo somos o no les gustamos, pero tampoco tenemos que pretender hacerlo a costa de nuestro albedrío.