Partida Rol por web

chicos, continuad que os perdeis

Rendor mira a ambos compañeros, - Bueno vamos ya, no tenemos tiempo que perder - dijo este poniendo rumbo a burdeles.

- Perfecto. Estoy de acuerdo contigo. Dirijámonos a un burdel donde puedan decirnos dónde se hacen fiestas de alta alcurnia que precisen los servicios de este tipo de señoritas.- Dice Gabriel mirando a sus compañeros.- Podríamos incluso preguntar en este bar mismamente, dónde podemos encontrar un burdel... y si hay alguno de lujo, mejor, más posibilidades tendremos de encontrar a nuestro amigo.- Termina diciendo Gabriel, encaminandose hacia al tugurio y entrando en el mismo.

El tugurio es el más tugurio de entre los tugurios. Oscuro, con olor a excrementos y orines, y un olor aún más fuerte para vosotros a sangre. Un cadáver está tirado encima de una mesa con múltiples heridas de arma blanca. El resto de las personas, unas cuatro en total, no deja de miraros en silencio

- Buenas noches señores, alguien sabe donde hay por aquí algún burdel - dijo Rendor en tono serio

Se levantan los cuatro y sacando un cuchillo de carnicero cada uno te dicen

Si tienes dinero para putas, tienes para darnoslo a nosotros.

Bravucones, justo como a mí me gusta...

- Si tienes valor para alzar la voz, tienes para morir.

Frank desenfunda la espada y da dos pasos al frente.

- Mis compañeros les van a hacer una serie de preguntas y nadie de aquí saldrá a pie hasta que no estén satisfechos.

Rendor al ver la reacción de estos, cosa que se esperaba, desenfundo su preciosa espada de plata y clavando la punta de la espada en el suelo se dirigió a los individuos. - A ver quien va a ser el primero o preferiis todos a la misma vez, mi espada tiene sed de sangre y gracias a vosotros no se irá vacia - dicho este levanta la espada y la blande en posición de ataque.

Gabriel, siempre atento a lo que pudiera pasar, desenvina su espada y les habla a los lugareños del bar.- Caballeros, a pesar de que sois uno más, si os fijáis bien, nosotros llevamos armas y armaduras de gurrero. Lo que sugiere que estamos acostumbrados a la lucha y el combate.- Dice Gabriel si dejar de mirar a sus contrincantes.- Solo queremos información. Si no nos la dan iremos a otro sitio a buscarla, pero no creo que quieran salir malparados como el pobre infeliz que está rajado en esa mesa.- Termina diciendo Gabriel sin ninguna emoción en sus palabras.

Los bandidos no se acobardan. Saben que en un entorno tan cerrado ellos tienen ventaja, ya que no se pueden usar bien las armas largas.

Al ver que los malenates del bar no se amedrentan, tomo la determinación de atacar. Lo primero veo la situación en la uqe me encuentro y cómo puedo ser más letal (ver en notas). Y una vez estudiado la situación actúo.

- Recordad, solo necesitamos a uno vivo... aunqe nos puede servir el dueño del bar.- digo antes de atacar.