Partida Rol por web

Crónicas de Cuatro Aventureros

Prólogo. Haciendo Amistades.

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19/04/2013, 22:32
Haizti

-No me iré -murmuró suavemente Haizti que apartó un mechón de cabello de la muchacha que caía sobre su rostro. Tras ello, siguió mirando el fuego menguante durante un largo rato. Fuera, el sonido repiqueteante de la lluvia confirmó sus sospechas de que iba a llover. La llovizna arreció y pronto cayó con fuerza. El semielfo tomó algunas ramas apoyadas contra la pared e improvisó un parapeto para que el agua no entrara y arrojó más leña al fuego, convirtiendo la cueva en un lugar luminoso, cálido y protector.

Había terminado de llover cuando se tumbó de espaldas, los brazos cruzados tras su cabeza y cerró los ojos. Ya habían pasado varias jornadas desde que dejara Irati y después Fago. Los recuerdos se agolpaban, pero Haizti dejó que el sueño lo alcanzara para evitarlos.

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19/04/2013, 22:56
Asha

La noche pasó y con ella los nubarrones para dejar paso a un sol que perezosamente iba extendiendo su cálido abrazo iluminando las hojas perladas de rocío con el mismo tono cálido de las llamas que habían llenado de sombras el interior de la cueva en la que Haitiz se había refugiado para pasar la noche. En el aire vibraba el sonido de un bosque que dejaba a sus criaturas nocturnas dormir para que otras ocuparan su lugar con sus gorgeos y sus pasitos apresurados sobre la hierba.

Asha despertó, el fuego hacía tiempo que se había apagado pese a que sus brasas aún latían con un brillo rojizo entre la corteza grisácea de la madera quemada. Se estiró sobre el suelo como si de un gato se tratara inspirando al tiempo que sus manos topaban con algo que, desde luego, no eran ramas esparcidas.

-...-abrió los labios para decir algo pero antes de emitir sonido alguno se tapó la boca con ambas manos para no perturbar la paz del chico. Tendido, con los ojos cerrados, parecía menos extraño, más relajado. Quizá menos triste.

Sí, puede que triste fuera la palabra que ella buscaba. Seguramente si le preguntara él respondería con algún juego de palabras como la noche anterior y la chamana no sacaría nada en claro de ello. Gateó un poco hasta llegar a él y se inclinó sobre su cuerpo, observando curiosa la mezcolanza de características de sus rasgos mientras que, con una mano se quitaba de encima las agujas de los pinos adheridas a la piel o a la ropa.

Quizá sí debería buscarle un nombre por el que llamarle, pensó de pronto. No sabía cuál era el destino que perseguía el semielfo, pero, a no ser que contradijera a las enseñanzas por las que se regía ella, seguramente no era incompatible con su propio viaje, así fue como Asha decidió acompañar a Haizti. Quería pensar que aprendería algo, ella no estaría sola y él, en cierto modo tampoco. Se frotó la frente pensando en las reacciones del chico la noche anterior y llegó a la conclusión de que no había estado mal, sin plantearse que la súplica de que no se fuera podría haber sido real y no una especie de delirio producto del cansancio.

Se  incorporó procurando no hacer ruido y apartó unas ramas en la entrada que antes no estaban ahí. Fuera, la bruma cubría el suelo arrastrándose entre las rocas y avanzó por el bosque durante un tiempo, buscando entre los arbustos, había visto esa especie de bayas dulces negruzcas de las que los pájaros se alimentaban...y si se alimentaban de ellas los pájaros no podían ser malas. Las hojas de esas plantas también eran punzantes, como la de los pinos, la naturaleza protegía sus frutos y, si bien no hacían daño al tocar la piel, sí eran molestos. 

Algunos minutos más tarde regresó con un pañuelo en el que llevaba las bayas. no era gran cosa, pero después de haber abusado de la generosa oferta de ardilla y manzana se sentía algo obligada a ofrecerle algo a Haizti.

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19/04/2013, 23:24
Haizti

Haizti la había sentido despertar y levantarse. Había sentido su fugaz contacto e incluso cómo lo observaba mientras permanecía tumbado. La oyó salir y solo entonces abrió los ojos. No había querido interferir con lo que fuera que la muchacha hubiera decidido. Partir en silencio y sin despedidas o buscar un sitio donde aliviarse.

Sin embargo, vió que sus cosas permanecían en la cueva de modo que supuso que su segunda opción era la válida. Se sentó y estiró, bostezando, y, finalmente, salió fuera tras avivar el fuego con algunas ramitas. El sol aún no calentaba, pero su luz en los preludios del invierno era un privilegio. Miró alrededor sin ver a la muchacha. Su fijo oído captó el sonido del agua, un pequeño regato cuyas aguas crecidas por las lluvias de la noche hacían que bajara más caudaloso y ruidoso. Entró nuevamente en la cueva y sacó algo de su zurrón. Si dirigió entonces hacia el sonido y cuando vio el pequeño arroyo, se despojó de sus ropas y se lavó frotándose vigorosamente con la saponaria de su zurrón. Mientras se vestía, los olores del bosque húmedo lo envolvieron como un agradable perfume. Fue entonces cuando las vio a los pies de un gran roble. Una notable cantidad de setas, grandes y jugosas, fragrantes y que serían un estupendo desayuno para acompañar las cebollas silvestres recogidas la víspera.

Tomó tantas como pudo y deshizo sus pasos hasta la cueva, momento en el que sorprendió a Asha que regresaba con algo envuelto en un trozo de tela.

-Buenos días, Asha -saludó-. Hay cerca un pequeño arroyo de aguas crecidas. Justo ahí detrás -dijo con una vaga indicación de  cabeza-. Si quieres puedes ir mientras preparo algo para desayunar. Setas con cebollas silvestres.

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19/04/2013, 23:58
Asha

El interior  de la cueva estaba vacío y por un momento Asha sintió una profunda decepción que se agarraba a su vientre. Sin embargo el sonido de las ligeras pisadas de Haizti y su voz la hicieron volverse con tanta brusquedad que parecía de nuevo haber sido sorprendida en algún tipo de fechoría infantil.

-¡Estás aquí!-exclamó con una sonrisa sincera dibujada en los labios. Por la explosiva alegría de su voz parecía que le saltaría al cuello para abrazarle de puro alivio al verle ahí, detrás de ella con comida entre los brazos, pero no se acercó a él, dudando de si realmente ese muchacho estaría preparado para algún tipo de contacto pues era evidente que el chico estaba acostumbrado a estar solo.
Inspiró hondo para calmarse.

-Buenos días, Haizti-definitivamente he de buscarle un nombre distinto. Decidió.-Tengo bayas-alzó el paño con las pequeñas frutas- las tomaremos con las setas-dijo despreocupada entrando en la oquedad para dejar el pañuelo con las bayas en el sitio que había ocupado el mestizo al dormir y salió dando pequeños saltos.

-¡No tardaré!-aseguró siguiendo la dirección que le había indicado Haizti con la cabeza. No le costó mucho seguir el sonido del agua y ahí estaba el agua, gristalina en su centro con los remolinos de espuma por las corrientes que chocaban contra las rocas. Sin dudarlo se desentendió de la ropa y se metió en el agua, con un quejido agudo, casi un chillido, por lo fría que estaba. La piel se le erizó  y el espíritu del dragón en su interior abrió las fauces deleitándose con la fresca temperatura. No quiero meterme, no quiero meterme, no quiero... repetía mentalmente su propio y extraño mantra tras el cual se obligó a sumergirse para salir echándose el cabello hacia atrás.

-¡¡Queee fríiiiiaaaa!!-exclamó al bosque con una mezcla de queja y risa. 

No se demoró en disfrutar del mordisco de las gélidas aguas del arrollo y salió temblando de allí, escurriéndose el pelo una vez estuvo limpia.Al regresar a la cuevecilla, el olor de las setas y las cebollas llenaba el aire y guiaba hacia la localización de Haizti.

-Volví-dijo despreocupada, arrepitiéndose al tiempo de decirlo pues seguramenteel chico le señalaría lo obvio de su afirmación.

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20/04/2013, 12:17
Haizti

Para cuando la muchacha regresó, el aire estaba cargado del olor de la comida, un aroma que hizo que el propio Haizti salivara mientras aguardaba a Asha. Había cortado unas finas ramas de un arbusto aromático y tras pelarlas y quitar todo resto de hojas, había pinchado con ellas los medios hongos y las cebolletas silvestres de forma alterna. Había olisqueado y probado una de las bayas, especialmente dulce y aunque su aspecto señalaba que su temporada ya había acabado, había conseguido molerlas en su escudilla hasta lograr una pasta espesa con la que había cubierto las improvisadas brochetas. Y al calor de las llamas, el resultado parecía especialmente apetitoso.

-Justo a tiempo -y en su modo de decirlo parecía que simplemente había terminado la frase comenzada por ella-. Hay tres varas para cada uno. Y agua fresca para beber -señaló levantando su odre de agua. Dicho aquello, cogió una de las brochetas clavadas en el suelo junto a la hoguera y empezó a comer.

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20/04/2013, 12:40
Quarion Ringëril

¿Y qué haces aquí? -la preguntó sin bajar el arma ni un solo momento- se de humanos que aparecen de vez en cuando, pero a ti nunca te había visto.

Luego murmuró una serie de palabras y Skoll se relajó un poco, pero no se movió ni un solo centímetro hacia ningún lado- ¿Conoces a alguien del Círculo?

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20/04/2013, 14:18
Berhanu

Humanos que aparecían de vez en cuando. Papá, por ejemplo, aunque no sabía cuándo fue la última vez que pasó por allí. De hecho, no me hubiera sorprendido que hubiera conocido a alguna mujer y se hubiera quedado con ella un tiempo. “Ah, sí, una hija, pero no te preocupes, la niña sabe cuidarse sola”.

A la primera pregunta, dije, dejando la barra de jabón a un lado, te respondo que, aparte de lo obvio, vengo a hablar con los druidas. Quiero abandonar el bosque por la linde sur, y me gustaría tardar no más de dos jornadas. Precisamente porque os conozco, y sé que si voy sola me voy a tener que detener cada trescientos latidos a explicarle a un elfo suspicaz escondido detrás de un arco mis intenciones, venía a solicitar una escolta.

Con respecto a la segunda pregunta, proseguí la explicación, ¿has visto muchos humanos con este color de piel por aquí? Papá ha tenido que estar aquí al menos una vez en el último año, y yo misma pasé una temporada en el Círculo hace unos años. No sé si todavía conozco a alguien, los druidas se mueven... os movéis mucho.

Aunque estaba acostumbrada a temperaturas más bajas, la combinación de piel mojada y aire frío me estaba dejando la piel como un gabán de lana perlado de bolisas, y lo que me faltaba era pasarme el resto del viaje moqueando, o peor aún, con fiebre. Con la tontería, y conociendo la parsimonia con que los elfos afrontaban las situaciones, me veía esperando todo el día a que el decidiera que no era una amenaza.

¿Te importa que me ponga algo encima? Pregunté al elfo del arco mientras señalaba mis cosas, que había dejado a unos pasos de donde me encontraba. Me quedan unas cuantas jornadas de viaje, y no quiero pillar un resfriado.

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20/04/2013, 22:17
Asha

Asha sonrió haciendo aparecer dos graciosos hoyuelos cuando Haizti habló con una entonación que daba la sensación de continuar la frase que ella había empezado.
-Huele muy bien-y, como queriendo dar peso a sus palabras, su estómago emitió un gruñido de protesta por la demora-huy, perdón-rió brevemente cubriéndose el vientre con ambas manos.

Entró rodeando el fuego hasta alcanzar a Haizti y se sentó junto a él, manteniendo un palmo de distancia entre ellos.

-¿Hacia dónde vamos a ir?-le preguntó tomando una de las brochetas cuyo aroma hizo que se le hiciera la boca agua antes de morderla y deleitarse con el abrumador sabor del desayuno. En sus palabras quedaba implícita su decisión de acompañar al mestizo, su compañía no le resultaba desagradable por lo que por su parte no tendría problemas...pero no estaba segura de que funcionara en sentido inverso, una cosa era aguantar como a una especie de mascota a una chica una noche en la que se avecinaba un buen chaparrón y otra consentir que le acompañara durante su viaje.

Fuera cual fuera.

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20/04/2013, 22:20
Quarion Ringëril

Quarion destensó el arco y guardo la flecha, y mientras desencordaba el arma contestó- He estado siete años fuera, así que no se nada de lo que ha pasado en estos últimos años, al menos nada que sea de importancia -y entonces se acordó- claro, puedes ponerte la ropa que necesites para estar cómoda, no vayas a enfermar por culpa de un malentendido.

Puso las manos en la rama, y se descolgó en dos tiempos, uno quedando colgado de los brazos y otro cuando se soltó de la rama y cayó sobre la ligera capa de nieve que cubría el suelo del bosque- ¿Puedo preguntar el motivo de tu migrac.. -carraspeó- viaje hacia el sur?

Comenzó a andar hacia la chica y cuando llegó a una distancia de unos cuatro metros, se acuclilló e hizo un gesto para que el lobo se le acercara, el cual pasó por debajo de su brazo derecho hasta que la mano del druida acabó sobre la cabeza del lobo, donde empezó a acariciarle entre las orejas.

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21/04/2013, 00:13
Berhanu

Cuánta amabilidad. No solo bajó el arco, sino que incluso me permitió que me pusiera la ropa para que no me convirtiera en una estatua de hielo. No, en realidad no hacía tanto frío, pero me gusta el dramatismo.  Y lo hizo sin tenerme esperando horas, un punto a su favor. Aunque todavía le faltaban muchos para compensar haberme estado apuntando con el arco. Hablando de lo cual, no hubiera tenido más que recoger el mío del suelo y, mientras hacía carantoñas al lobito, ¡zas! El ástil de una flecha asomando entre los omoplatos, como la banderita de unos colonos. Pero no, no era para tanto.

El elfo parecía bastante joven, al menos para los suyos. Probablemente ya había vivido durante más años de los que yo viviré nunca, y seguramente no se había cortado el pelo en todo ese tiempo. O puede que simplemente tuviera un rostro inmaduro, nunca se podía saber con ellos. Por alguna razón, además de darme la espalda y toquetear al chucho, se interesó por el motivo de mi viaje. No tengo claro si por ser amable porque le apetecía, si por ser amable para compensar su actitud anterior, o por ser amable para sonsacarme información. Probablemente no era lo último, pues no es que saberlo le fuera a servir de nada.

Papá no ha vuelto a casa aún, respondí al cabo, mientras me ajustaba las correas de la armadura. Tenemos una cabaña en un monte bajo de la sierra, y no he tenido tiempo de hacer acopio de suficiente comida para los dos para todo el invierno, así que me voy a buscar trabajo y pasar la estación a alguno de los asentamientos del sur.

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21/04/2013, 14:41
Haizti

-Hacia donde nos encaminen nuestros pasos -respondió el semielfo concentrado en la comida. Su respuesta había sido tan abstracta como siempre. No implicaba que fueran a viajar juntos, ni tampoco lo desdecía. No marcaba una dirección física, como si el destino no tuviera importancia. No establecía una meta, porque tal vez no la hubiera. Cuando limpió la primera brocheta y tomó la segunda, se volvió hacia ella-. Te haré una pregunta. ¿Qué sentido tiene la tuya? ¿Qué has querido decir realmente?

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21/04/2013, 16:37
Asha

Asha le miró como si no hubiera seguido el hilo de los pensamientos de Haizti.


-¿La mía?-no recordaba haber hablado de una propiedad suya-¿mi qué?-se rascó el puente de la nariz con el pulgar y tomó la siguiente brocheta una vez acabada la primera-¿Realmente? Pues solo eso, que olía muy bien.

No parecía hacerlo a propósito y se sentía bastante desorientada con el chico, sin saber por dónde cogerle.
-¿Qué tal si pruebas a ser un poco más concreto?

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21/04/2013, 16:40
Haizti

-¿Qué quieres decir exactamente con eso de hacia dónde vamos a ir? -dijo con su habitual flema el semielfo, antes de empezar a comer la segunda brocheta.

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21/04/2013, 16:44
Asha

-Aaaaaahh-Se balanceó hacia atrás mientras alargaba el "a" unos segundos- Bahamut sabe que no tengo un destino fijado, y he decidido que podría ir contigo a donde quiera que sea que estás yendo.

Dio un nuevo bocado limpiando restos de las bayas machacadas de la comisura asomando fugazmente la punta de la lengua,la actitud despreocupada no llegó a subir a sus ojos que, fijos en el elfo, se encontraban ensombrecidos por el miedo a que le dijera que no. ¿Y si no encontraba a alguien tan majo (quizá majo no fuera exactamente la palabra) para seguir su camino y con él el viaje de armonía con su totem dragón?

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21/04/2013, 21:13
Haizti

Masticó parsimoniosamente mientras reflexionaba con rapidez, en un proceso inverso, acerca de lo que la desconocida acababa de decirle. Ignoraba quién era Bahamut y poco le importaba. Consciente de la necesidad de la joven de ocupar los silencios con palabras, tarde o temprano lo sabría. Y fue entonces cuando supo que su subconsciente ya había decidido. Se dejaría acompañar por ella. Aprendería, a base de observarla, cómo debía comportarse con los humanos, cómo hablar, cómo moverse. Y en compañía de ella, pasaría más desapercibido de lo que lo haría yendo en solitario. El bosque pronto acabría y con él la seguridad que proporcionaba. Había sido alertado de que su presencia no siempre sería bien recibida y ya había vivido un largo exilio por su condición de mestizo, abandonado por su propia madre.

Sí, iría a donde sus pasos le llevaran. Y esos primeros pasos los haría con ella.

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21/04/2013, 21:33
Haizti

Masticó parsimoniosamente durante unos segundos antes de responder.

-En ese caso viajaremos juntos pues nada impedirá que camines junto a mí si así lo deseas -dijo tras tragar. Bebió un largo trago de agua y se secó la boca con el dorso de la mano-. Pero debo decirte que no voy a ningún lugar en particular. Solo a dónde el camino me lleve. Vi cerca una trocha, hollada por las ruedas de los carros, los cascos de monturas y pies de hombre. No sé a dónde conduce. Mi intención es tomarlo. El resto está por venir.

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22/04/2013, 00:02
Asha

Aguantó dolorosamente la respiración sin darse cuenta, agarrando la brocheta quizá más fuerte de lo recomendable, mientras el medio elfo masticaba considerando sus palabras. Cuando habló,  dibujó una sonrisa en su rostro sin poder evitarlo.

-¿De verdad puedo ir contigo?-no le importó la confesión sobre su falta de objetivo fijo, quizá porque, para ser un errante, Haizti se las apañaba bien. Tenía habilidades de rastreo, sabía orientarse en la espesura y aprovechar los recursos a su alcance. Una verdadera joya, sin tener en cuenta su parsimoniosa (no era exactamente la palabra que Asha buscaba) forma de ser. Probablemente fue ésta la que frenó el impulso de la chica de abrazarle encantada con la decisión, no le gustaba frenar su carácter pero por temor al rechazo procuraba mantener el control y con él las distancias.

Terminó su segunda brocheta y empezó con una tercera pese a la sed. Cuando hubo limpiado la tercera brocheta pidió el odre de agua extendiendo el brazo y bebió de él hasta saciarse.

-Voy a rellenar los odres- dijo en una especie de arrebato de responsabilidad, sacando el suyo propio de entre sus pertenencias. No estaba vacío, pero renovar el agua con parte de la del arroyo vendría bien. Y así, sin más motivos, desapareció durante un breve periodo de tiempo para regresar con ambos odres repletos de agua fresca del arroyo, con el agua resbalando por su superficie creando un camino de gotas allá donde éstas caían. Guardó su odre y se colocó su arma, colgándose a la espalda sus pertrechos, tal y como los había llevado hasta ahora; después le extendió a Haizti su propio ofre sin esconder la alegría que le impedía dejar de sonreír.

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22/04/2013, 13:27
Quarion Ringëril

-Si quieres te puedo acompañar yo hacia el linde sur -la comentó el elfo- la verdad es que tengo que iniciar un viaje y puede que si camino un poco hacia los límites de lo salvaje me acabe animando.

No tenía ningún tipo de necesidad de ser acompañado. Skoll era la única compañía que necesitaba, pero tenía que admitir que, cuando no se tiene un rumbo decidido, es muy difícil comenzar un viaje, y tampoco se le ocurría ningún lugar al que acudir, así pues, ese viaje hacia los límites de lo salvaje podría ser el primer paso para después atreverse a comenzar a vagar por el mundo.

Seguro que en realidad no era para tanto- Además -siguió hablando, pero esta vez parecía hablar al aire- si vas a empezar a buscar los Druidas del Círculo acabarás pasando la noche aquí y sin haberlos encontrado, pues hace tiempo que se fueron.

Su semblante no cambió ni un solo momento, parecía tenerlo tallado en piedra. Hablaba pero sin poner mucha entonación en las palabras, por lo que era difícil discernir si tenía algún tipo de doble sentido o de sarcasmo.

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22/04/2013, 18:13
Berhanu

¿Se fueron? espeté, ¿todos?

Los druidas se mueven mucho, a pesar de la creencia popular, pero ellos mismos aseguraban que ese Círculo había aguantado allí varias generaciones, lo cual, siendo la mayor parte de ellos elfos, era un número de años suficiente como para producir mareos al pensarlo.

¿Y tú qué haces aún por aquí? pregunté antes de que me pudiera responder, porque tienes pinta de druida.

Pieles mal curtidas por encima, trato brusco, animal de compañía del tipo que no verás con una dama de ciudad (salvo que lo lleve alrededor del cuello). No le crecían hongos detrás de las orejas, ni tenía un nido de aves en la cabeza, pero daba el pego.

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22/04/2013, 18:29
Quarion Ringëril

-No es que se hayan ido muy lejos, solo que las reuniones cambian de lugar dependiendo del ciclo lunar -dice mientras señala el cielo- y estoy aún aquí porque, como te dije, tengo que iniciar un viaje. Por eso no estoy con los demás druidas.

La verdad es que eso de que los humanos eran duros de cabeza se estaba demostrando- ¿No le acababa de decir exactamente eso? -pensaba mientras continuaba hablando. En fin, tendría que tener paciencia pues se encontraría con gente como esa chica, o puede que peor.

Eso le daba mucha pereza, pero tenía la determinación de completar su instrucción- Por cierto, ¿cómo te llamas? ¿o nos vamos a llamar "chica" y "elfo" respectivamente?