Partida Rol por web

Lazar estaba en el suelo y se consigue levantar sin problemas, poniendo rumbo de nuevo hacia su objetivo, con mucha más rabia que antes. Por su parte Teodor, hace que el hombre con el garrote que se dirije a Markus, empiece a alzar el vuelo y se situe a unos 3 metros por encima del suelo.

Markus clava sus ojos en el arquero a su lado y este asiente ante sus palabras, con la cual dispara una flecha a su compañero en el cielo, la cual se clava contra la armadura de cuero de su compañero.

El hombre que combate contra Matei le devuelve el golpe, pero se nota que el noble es mas ducho en la lucha y lo para sin problemas, al tiempo que una flecha golpea su armadura, pero sin hacer ninguna herida en su cuerpo.

En ese instante desde cada sombra más oscura cerca del arquero de la izquierda, empiezan a salir unos brazos hechos de oscuridad pura, los cuales comienzan a atacar al hombre sin pausa, pero queda claramente que son movimientos torpes, sin un buen control, que erran cada ataque.

De nuevo llueven flechas desde la espesura del bosque, las cuales golpean de nuevo contra Markus y esta vez una contra Lazar, quizá les vean como los más desprotegidos y fáciles de eliminar...

Veis como el guardia que ha hecho volar Teodor, está completamente pálido ya que está volando y no es capaz de controlar su cuerpo, y veis el temor que tiene a ver que puede caer contra el suelo.

Mientras Matei sigue combatiendo contra el hombre, que contra todo pronostico aguanta los ataques del noble.

Pese a todo lo que se desarrollaba a mi alrededor, mantengo mi concentración en el hombre que mantengo en el aire.
Le intento haber subir unos metros más mientras le doy la vuelta para colocarlo cabeza abajo.

Teodor se concentra, pero no es capaz de seguir moviendo el cuerpo del hombre, el cual se resiste a la magia del vampiro.

Los zarcillos de la masa de oscuridad donde se aloja Ramirez, comienzan a golpear de nuevo contra el enemigo, aun que esta vez, dos de ellos consiguen golpearle, uno fuertemente en un costado, haciendole torcer el cuerpo, y el otro aunque golpea, parece que la armadura es capaz de repelerlo.

Lazar aún con rábia en su cuerpo no aacba de avanzar a por su enemigo, y Markus empieza a buscar sobre los cadaveres de los guardias caidos algun lugar donde esconderse y alimentarse.

En ese instante, veis como un carruaje parecido a los vuestros pero más lujoso, aparece por el lado opuesto a los bandidos que os han asaltado, además va acompañado por un grupo de 6 jinetes bien pertrechados, los cuales cargan inmediatamente a vuestra zona, haciendo que vuestros enemigos huyan de inmediato.

Tras eso veis como un hombre se baja del carruaje y se dirige a vosotros.

El hombre parece de la zona y lo primero que os fijais es que su belleza es inhumana, sus rasgos, facciones, no son para nada corrientes.

Me queda claro solo con la primera mirada, que los hombres que combatian con los salteadores, son otros vástagos, con lo cual me acerco a ellos sin problema, ya que parecen cansados y heridos.

Buenas noches señores. Lamento no haber llegado unos minutos antes y haber podido ayudarles contra esos salteadores de caminos, es una lastima lo que le ha ocurrido a sus carruajes y hombres.

¿Que les trae por estas tierras? Yo estoy de paso, y si quieren no sería un problema acercarles hacia su destino.

Observo con atención al hombre que se nos acerca con buenas palabras, sus facciones resultan cuanto menos llamativas, aunque más resultaban las acciones que estabamos tomando al ser ayudados por sus hombres. escojo mantener un perfil bajo por el momento.

-Sin duda habeis llegado en el momento preciso buen señor. Estamos de paso y hemos sido asaltados de mala manera.
Gracias por su ayuda.

Hago una reverencia de agradecimiento, puedo no ser el más educado cortesano, pero en mis tierras de origen un favor es algo que obliga.

Una vez levanto la cabeza de nuevo observo a mi grupo, desde luego hay otros más indicados que yo para ejercer de heraldo del grupo.

La gran masa de oscuridad se fue disipando hacia el interior como si fuese absorvida por algo, hasta que finalmente se vio que era ese algo...la oscuridad era absorvida por la boca de Ramírez en un torbellino oscuro y siniestro.

Mientras los tentaculos sostenian con fuerza al asaltante al que habían estado golpeando.

Ramírez no parecía contento, y aunque intentaba disimularlo no terminaba de logarlo.
--Nunca esta de mas la ayuda-- dice finalmente --Aunque me habéis privado de la diversión.-- ahi estaba el disgusto otra vez.

Ramirez avanzo hacía su presa y cogiéndole de la barbilla lo obligo a mirarle.
--Corre, corre y vuelve con tus amigos a tu pueblo, y diles que volveré. Cuando ya casi se hayan olvidado de mi volveré, y todos suplicareis por vuestras vidas y las de vuestros descendientes. Temed a la oscuridad.

Sin mas solto al cautivo el cual diligentemente obedeció y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Finalmente se volvio hacia el recien llegado --¿Y a donde os dirigis mi señor?

Mi actuación en el combate ha sido del todo lamentable. Con suerte los demás integrantes de mi comitiva habrían estado tan pendientes de salvar sus propios traseros que no se habrían dado cuenta. Al menos eso deseaba.

Me levanto del suelo sacudiéndome el polvo y miro de refilón a aquel vástago de insultante belleza.

¿Un compañero de clan? 

Nos acababa de ahorrar un bochornoso combate, pero eso no significaba que fuera un amigo.

Me acerco con calma a los que charlan y me quedo detrás de mis compañeros, escuchando por el momento.

Escucho a los primero vampiros que se han acercado y veo como otro se queda detrás, a unos pasos de ellos. El otro aún parece anonadoda por el combate, lo cual me parece normal ya que no tiene nada de aspecto de guerrero.

Ofrezco mi mano a aquel que me pregunta hacia donde vamos y en cuanta la estrecha le hablo.

Myca Vykos, del clan Tzimisce. Y vos sois?

Ahora mismo me dirijo a Bistriz, debo encontrarme con el Principe Radu para unos negocios.

- Lazar Damjanich

me presento saliendo de detrás de mis compañeros extendiendo también la mano a Myca

- Nos hemos quedado sin transporte. Sería muy amable por su parte ofrecernos acompañarle hasta Bistriz.

digo recuperando la compostura y mi porte altivo

- Creía que no había muchos vástagos por esta región, menuda casualidad, no?

añado entornando la mirada y sonriendo por si aquel comentario metía en un apuro a nuestro nuevo amigo.

--Ramirez--dice sin mas
--¿Casualidad? Creo que ya he mencionado antes que no creo en las coincidencias ¿no? Pero ya que vamos en la misma dirección ¿porque no ir juntos?-- pregunta retoricamente mientras los zarcillos de sombras reptan por el suelo en dirección a Ramirez y se introducen por su boca

--Y decidme señor, si no es mucha indiscreción ¿que negocios son los que os llevan a Bistriz?

Me encojo de hombros con una sonrisa.

Esta zona es territorio de Mitru, que se ha proclamado príncipe, y esos eran sus hombres. Es realmente celoso de su dominio, aun que no tiene tanto poder como los príncipes de otras zonas.

Me giro hacia Ramirez especificamente por sus preguntas.

Casualidad, suerte... aveces ocurre y mi educación al respecto es clara, no puedo dejar abandonados a su suerte en medio de la nada a los hijos de la noche.

Principalmente diplomacia, nuestro clan no ha estado especialmente unido, y con la llegada de los Tremere, necesitamos más unión.

Y vos, que os lleva hasta Bistriz? Digo al tiempo que les hago un gesto para que me acompañen hasta el carro y poder continuar el camino.

Atiendo a la conversación de nuestro nuevo amigo, desde que se ha presentado como Tzimisce he optado por un discreto segundo plano, no es que tenga especial inquina a su clan, pero es bien sabido que nuestros clanes no han tenido relaciones cordiales que digamos.

-Mitru... Un nombre que no he de olvidar.

Sigo al grupo hacia el carro, no es que sean especialmente aconsejable subir al carro de un desconocido, que además puede tener ofensas pendientes contra la pirámide, pero tampoco queda mucha más opción.