Partida Rol por web

Milos entra en la tienda tras Giani y se une a él en el beso al hombre acobardado. Beber de este mortal no le supone ningún esfuerzo, pues el hombre ya se encuentra débil y medio ido. Todavía hay sangre en sus venas cuando Milos saca los colmillos de su cuerpo, ahora este no se mueve y yace dormido. Su corazón late despacio y desconocéis si sobrevivirá al drenaje.*

Ambos salís del lugar y veis como Aricia se aleja corriendo. Acto seguido, un User paralizado se gira de repente y clava la mirada en vosotros dos. Entonces, la bestia que brilla en sus ojos desaparece como por arte de magia y vuelve a ser consciente de todo cuanto le rodea**

El aspecto de la plaza es aterrador, el suelo esta sembrado con cadáveres y sangre. La batalla ha sido encarnizada y especialmente cruel por el aspecto que presentan algunos de los hombres allí tumbados. Campesinos y gente humilde en su mayoría que distinguís por sus ropas y las manos callosas de labrar la tierra.

Sav, al otro extremo del lugar parece haber estado contemplándolo todo sin intervenir, con su posado serio y una expresión entre la reprimenda y el entretenimiento.

Parece que Giani no tiene intención de quedarse en este sitio ni un segundo más, los demás tenéis la opción de seguirle en la huida hacia los carruajes o quedaros en el pueblo a terminar otros asuntos.

Vuelven en ti. Tus manos gotean sangre y el dolor en tu cuerpo no ha disminuido. Lo único que sientes que ha cambiado es el hambre. Incluso antes de percatarte de dónde estás, te das cuenta que te sientes medianamente saciada.

Luego lo ves frente a ti, un hombre de barba cana con la cabeza colgando sobre sus hombros; de sus manos muertas ha resbalado un mosquete que huele a pólvora y en la lejanía escuchas:

- ¡Se ha ido por allí!

Los recuerdos van llegando vagamente a tu mente. El que tienes en frente no era el único hombre inocente que habías matado. ¿A cuántas familias habías condenado a la miseria aquella noche? ¿Cuántos niños crecerían sin sus padres? y aún peor que aquello: no habías logrado salvar a aquellas mujeres. ¿Cuánta gente te habría visto hacer el ridículo y perder el control? ...eran solo humanos, si. Pero también estaban tus compañeros de cuadrilla, tus iguales ¿trascenderían los hechos de ésta noche a instancias superiores? ¿sabría todo el mundo que eres incapaz de controlarte?*

- ¿Habéis dejado ya de comportaros como neonatos sin la vigilancia de su mentor? - pregunto mirando a los cuatro seriamente. En mi tono no hay rastro alguno de comprensión y mucho menos de diversión. Las consecuencias de esto recaerán exclusivamente en vosotros. - prosigo. Sé de ciertas personas que se alegrarán de vuestra estupidez. - añado en alusión evidente a nuestros "empleadores".

Ha sido una actuación imperdonable y estoy seguro de que habrá consecuencias , crees que no lo se?.De repente doy media vuelta y busco con la mirada a la muchacha .Pero hay algo más preocupante  y es que en este lugar había una de la estirpe o una Giovanni .. No consigo ubicar ese rostro pero se que lo he visto antes era como si lo hubiera visto en un sueño.Meneo la cabeza .Convendria tapar huellas ;quemar el pueblo y los cadaveres antes de salir de aquí a toda prisa.

A medida que los recuerdos se me van acumulando en la cabeza, comienzo a sentir ese sentimiento de culpabilidad tan asqueroso que da cuando sabes que haz hecho algo mal, y lo sabía. Mi puño se aprieta con fuerza, escurriendo la sangre que gotea por mi mano. Me daban igual las muertes, la masacre y la sangre, pero no la vergüenza. Había fallado ante los otros. Incluso probablemente ese perro de praderas que respondía al nombre de Sav me habría visto, con lo prepotente que era. Había perdido mi puesto dominante en el grupo por haber perdido el control. Tendría que volver a ganarme el respeto. No volvería a dejar que ocurriera esa pérdida de control.

Hay voces detrás mío. Parece que los aldeanos nos persiguen fuera del pueblo, aún cuando hemos matado a muchos de ellos y ellos no han hecho nada contra nosotros. Aprovecho el tiempo de ventaja que tengo para curarme y volver a correr. Necesitaba hacer un rodeo al pueblo y buscar de nuevo el carromato. Me preguntaba si podría volver a unirme al grupo.

- Describe a esa mujer. - le digo. - ¿Y como piensas hacerlo para no salir por piernas o sufrir quemaduras? - pregunto enarcando una ceja.

Habia pensado apilar   paja empadada en alcohol  alrededor de las casas y un reguero  alcohol cerca de esa bonita hoguera  .No tendremos ni que acercarnos demasiado y si lo veis mal nuestro buen amigo puede acercar una antorcha .Respondo con cierto fastidio al ver como complican lo que para mi es obvio.En cuanto a la chica , pues morena , joven yo que se 

Todo el mundo estaba huyendo, en pánico... pero estos dos no olían exactamente a eso. Podría decir que le trajeron recuerdos de otra época, pero eso no pasó en absoluto; lo único que consiguió fue aumentar su hambre.

-Ya, bueno. Trancad las ventanas.

Echar mano a ambos es fácil. Reventar el cuello a otro fácil: posiblemente esté muerta ya, o sobreviva para cuando se lance a por ella: tanto da, la sangre se conserva caliente aún. Se lanza sobre el chico, tapando la boca y lanzándose sobre su cuello, con ansia. La alimentación es voraz y rápida: el placer del Beso se diluye rápidamente, como lo hace la vida en el chico, que se desliza cada vez más. Sus últimos momentos en la confusión serán todo lo dichosos que puedan ser, sin saber que su amada ha muerto y sólo vagamente consciente de que su vida se escurre entre sus dedos, demasiado pronto, demasiado rápido...

No es que al Brujah le importe. Arroja el cuerpo a una esquina, completamente seco, después de sacar el cuchillo y destrozarle el cuello, dándole unas cuantas cuchilladas en el estómago y varias en la cara. La siguiente es la chica, pero esta va a ser mucho más lenta, más pausada, más tranquila. va a disfrutar de ello con golosina... y si sigue viva, ella también. La inserción es suave, y empieza a notar el latir de la sangre en su boca mientras succiona lentamente, poco a poco, disfrutando de la sensación. Saciándose. Dejando incluso que la sangre empape su cuerpo, una sensación extraña que hacía tiempo no sentía con libertad.

Una vez termina con ella, gracias al cielo antes de que su sangre muera y con ella una cena decente, se relame y lame la herida para que desaparezca. Pone sus manos sobre el cuello de ella y aprieta una, dos, tres veces. Después de eso le corta las cintas y la deja, desnuda, en el lugar, después de patearla un poco. Si les estaban buscando, ver aquello podía no asociar una estampa de venganza... pero mejor prevenir que curar. Siempre había sido cauteloso en su trabajo, salvo que tras la muerte se "ganaba la vida" de otra forma.

Y ahora estaba saciado. Y optimista. Poco le importaba lo que pudiera pasar con la barriga agradablemente llena.

Si la reprimenda de Sav me incluye no me doy aludido para nada, mas interesado en algo en las copas de los arboles incluso tras escuchar el plan de Usher

-ah.. si, buena idea- digo aun ausente y mirando alo alto -sin duda los mortales se quedaran educadamente parados mientras el fuego les alcanza y no quedará ni uno para contar la historia de lo que ha pasado esta noche. Suena divertido pero yo debería llevar al carruaje estas herramientas para arreglar la rueda. Lo cierto es que preferiría estar muy lejos cuando amanezca-

Apresurando un poco el paso sigo en dirección al carruaje, aunque sigo mirando a lo alto siguiendo algo entre los arboles y la luna

Yo no he intervenido por lo tanto no me va a salpicar las consecuencias de esta barbarie así que me encojo de hombros y me alejo tras Giani. Al fin y al cabo hay que arreglar el carro para poder seguir.

- Aricia y tú sois los culpables de esto. - le digo. Arregladlo.

Luego paro a Giani.

- Tú también. - le corrijo. Yo me encargo del carro. Os mandaré a Aricia cuando la localice. Por cierto, ¿que andas mirando en el cielo? - pregunto elevando momentáneamente la mirada.

Me encojo de hombros y sonrío antes de responder.Savio,si es lo que piensas me parece bien y estas en tu derecho de ver las cosas de ese modo .Vamonos pues y cuando tengamos que pagar por esto estoy seguro que nada recaerá en ti porque nada has hecho y así lo diré si nos preguntan .Me encaminó rápidamente hacia el carro para abandonar el pueblo sin ni siquiera esperar a ver que hacen los demás .

- Vuelve a llamarme así y te arrancaré tu sucia lengua de sierpe. - le digo a User mirándolo fijamente a los ojos. Y ahora arreglad el desaguisado que habéis montado si no queréis quedaos en tierra cuando arreglemos el carro. - añado señalando a las víctimas que había dejado tras de si. No quiero llamar la atención de gente indeseada.

Tras mis palabras cojo el material que llevaba el Malkavian encima y giro sobre mis talones para alejarme de esos dos.

- ¿Por qué me han cargado con esta cruz? - me pregunto mientras me alejo. ¿Por qué tengo que cargar con estos ineptos?

Las palabras de Sav quedan muy atrás porque  no aminoró el paso y sigo mi camino azotando la lengua el aire a mi paso para descargar mi enfado .

Milos se aseguró de que los restos del preciado líquido carmesí que había tomado de aquel aldeano no permaneciesen alrededor de su boca. Sin delicadeza... pero con eficacia.

- Haya paz... ¿fuego dices? Me temo que la noticia habrá corrido más rápido ya antes de que la luz de un nuevo día inunde estas tierras. Lo hecho, hecho está. Lo único que podemos hacer es asegurarnos de poner la suficiente tierra de por medio antes de que sea tarde.

No hago caso al resto de las conversaciones, excepto cuando Sav me pregunta que miro con tanto interes

-las sombras de los muertos, estan por todas partes. Busco entre ellas a mi madre, antes la veía con frecuencia, pero ya hace tiempo que no la encuentro y las sombras son mas y mas numerosas. Claro que eso no es raro-

Asiento con la cabeza como para mi mismo y luego dejo que Sav cargue el saco de material que saqueamos de la carpinteria

Finalmente habéis optado por la misma idea y poco a poco vais llegando todos al lugar donde habíais encallado los carruajes. Es tarde, más de lo esperado.

Bernini y los cocheros os reciben impacientes pero no piden explicaciones por el retraso.

A la llegada de Jäger, percibís en él los sencillos pero evidentes toques de vitalidad: el color de su piel es de lo más saludable y hasta parece que su pecho se mueva con la respiración y naturalidad de un mortal.

Al contrario que éste, Aricia aparece de entre la vegetación con un rostro tenso.

Pronto amanecería y había que elegir cual sería vuestra próxima parada: estáis a dos días de Basilea, la última ciudad en el trayecto antes de llegar al destino final del itinerario, el monasterio negro. Por el tamaño de la urbe, sabéis que probablemente haya un asentamiento de vástagos en Basilea, sin embargo tras el alboroto causado esta noche desconocéis lo provechoso o no de contactar con ellos. Si hacéis todo el viaje del tirón hasta el monasterio, eso os puede tomar entre 3 y 4 días.

Cuando surge el tema de nuestra próxima parada me limito a decir -ayuno y oración son buenas para el alma-

tras lo que empiezo a rezar en voz baja