Partida Rol por web

Mientras observan la escena, ven al humano forcejeando para tratar de atar a aquel gigante, mientras que este se sacude para quitarse a Mändil de encima lo que no le cuesta mucho trabajo, el elfo cae al suelo y ahora el Hombre-Sauce presta más atención  a su alrededor.

Toruk agarra otro trozo de la cuerda y tira con todas sus fuerzas, blasfemando en Khuzdul e hinchándose las venas de su cuello a medida que el esfuerzo es mayor. 

Iokese se da cuenta de que es inútil lanzar más flechas y cuerdas sin fuerza bruta, viendo como al humano y al enano se le tensan los músculos y las venas sin apenas lograr nada. Dejando a un lado su arco, se une a ellos para tirar de la cuerda, aún cuando sabe que no aportará tanta fuerza bruta como ellos... Toma una de las cuerdas, rodea un árbol con ella para hacer polea, y apoyando los pies contra el tronco, tira con todas sus fuerzas...

Mändil comprendiendo la dificultad de la tarea decide sumarse a los esfuerzos para tensar la cuerda y desde donde está, queriendo a su vez ayudar ofreciebdo una distracción, empieza a tensar la cuerda. Sin embargo es consciente de que sus débiles musculos apenas serán suficiente.

Los esfuerzos que hacen los aventureros son poco comparados con el poder de aquel bestial árbol animado, quien se abalanza nuevamente contra Barbol, esta vez de una forma más agresiva a un, sabiendo que ahora todos concentras sus fútiles esfuerzos sobre él sabe que en algún momento serán una molestia, así que debe actuar rápido.

Sigan tirando! No podemos rendirnos ahora, amenos que alguien tenga una mejor idea.​ Apesar de que por si solo no podia mover a aquel hombre arbol, quiza entre todos los compañeros podrian hacerlo caer o incarse para tenerlo a merced de barbol.

Mi segunda idea seria ir a un ataque total, mändil intenta trepar en barbol y dile que se aleje un poco, iokense, merick usaran sus flechas con fuego y nosotros le podriamos arrojas ramas o troncos encendidos y arrojarlos.

Toruk tensó nuevamente la cuerda al ver al humano intentarlo otra vez. Seguramente serviría de poco, pero tal vez ralentizara a la bestia un tiempo.

Merick, aún viendo que sus compañeros no conseguían derribar al hombre sauce, cojea hasta una de las cuerdas donde Toruk estaba ya tirando con todas sus fuerzas y se pone a tirar. Sabe que no tiene ni la mitad de fuerza que sus compañeros, pero toda ayuda sirve.

los esfuerzos del humano y el enano parecen desequilibrar el Hombre-Sauce, aunque el mediano se une a los esfuerzos, es verdaderamente una prueba titánica que no imposible derribar a aquella criatura; le cuesta moverse libremente, es jalado por un lado y por otro con la fuerza suficiente no para derribarlo, pero si para descontrolarlo, cualquier esfuerzo adicional podría decidir el rumbo de la batalla.

Mändil vió la situación y decidió tomar su lugar en el esfuerzo último. Agarró un extremo de la cuerda para tratar de ayudar a sus compañeros. Pero su ayuda resultaba difícilmente útil.

Con los esfuerzos conjuntos de Toruk, Iokese e Ikanmes logran derribar al Hombre-Sauce, cae pesadamente al suelo, los héroes se alegran tanto del titánico esfuerzo que festejan la pequeña victoria; el Hombre-Sauce aprovecha la distracción para incorporarse, tras una risa estruendosa risa se escucha -Pobres tontos, festejen este breve contratiempo, pero su suerte está sellada, no se han dado cuenta de lo verdaderamente importante mi misión está hecha el señor oscuro sabrá de ustedes y morirán, es solo cuestión de tiempo.

Dicho lo anterior se interna en el bosque a la carrera, todos saben, por costumbre o por historias que adentrarse en ese bosque no es algo seguro, mucho menos aun siguiendo a una criatura como un Ent. Al recuperar un poco la calma y el aliento revisan a su alrededor para ver el panorama después de la batalla, al llegar la vista a Bárbol ven a este caer al suelo, se desploma pesadamente, Orgulas yace junto a él, al parecer el Hombre-Sauce fue una distracción más entre toda la batalla.

El hombre sauce derribado, lo habían logrado... y sin embargo, las enigmáticas palabras del ucorno amargan esta pequeña derrota. Al salir huyendo, Iokese empieza a frotarse los doloridos brazos por el esfuerzo, hasta que su vista topa con Orgulas y Barbol derribados. Corre hacia ellos, dispuesto a prestarles ayuda, mientras llama a Mandil

- Corre, Mandil, necesitamos tus conocimientos... - apremia a su compañero elfo, mientras llega al lado de los caidos y empieza a revisar sus heridas...

Mändil se concentró con todo el esfuerzo que era capaz de hacer... Yavanna Kementari e Palurien... invocaba mentalmente mientras centraba sus poderes en el ent caído. No sabía si sus poderes servirían igual sobre los guardianes de la dadora de dones, de la misma forma que servían sobre los hijos de Iluvatar.

No sé  hasta que punto servirán mis poderes sobre él.

Sin duda alguna era una pequeña victoria, pero las palabras de amenaza del Ent no había que tomárselas a la ligera. 

Pero lo primero es lo primero, la sangra no había parado brotar de la herida tras el flechazo de aquel orco y Merick ya se sentía agotado una vez la adrenalina de la batalla había pasado.

Se sentó y sacó unas hierbas, se puso a picarlas, aplastarlas y mezclarlas hasta conseguir una pasta verdosa con olor fuerte que se colocó por la herida.

Los esfuerzos de los elfos por sanar a Bárbol parecen tener un efecto bastante más leve de lo que debería, ambos se dan cuenta que está gravemente herido.

Agradezco su ayuda elfos, pero ya no sirve magia alguna en mí, el tiempo ha llegado, he de acompañar a mis amigos en una última marcha...no crean que han fracasado en su misión, todo lo contrario apenas inicia.

Largos y oscuro años han pasado desde que fui útil al mundo, hoy no queda nada que resguardar, el señor oscuro se ha llevado todo, todo menos la esperanza que traen ustedes consigo a este desolado mundo, Arda volverá a ser un verde páramo de montañas azules y grises, lleno de flores y colores que han de resurgir de la marchita tierra cubierta hoy de ceniza.

Mi última marcha inicia aquí y ahora, una parte de mi vuelve al origen, otra los acompañará es la lucha, ya es tiempo...

Con las últimas palabras del Ent, este cierra los ojos lentamente dando paso al letargo profundo y definitivo, los rastros humanoides que hubiera tenido antes han desaparecido, pareciera que siempre fue solo un tronco; del centro de este se abre un gran hueco de donde salen miles de pequeñas plántulas como dientes de león que se unen al viento y se alejan rápidamente por los cielos; del resto de aquel árbol se desprenden 4 bloques de madera de tamaño considerable. 

un sentimiento de abandono y melancolía recorre el cuerpo de los aventureros que ante sus ojos ha caído el último de una raza majestuosa, una victima más del señor oscuro y su funesto reinado sobre Arda, ¿acaso habrá sido que estaba escrito, será que fallaron en su misión? por las palabras de Bárbol pareciera que no, es como si él mismo supiera del inminente destino ya escrito en piedra desde la creación que tomó forma en los pensamiento de Eru.

¡qué hacer ahora? ¿a qué se habrá referido con que una parte suya acompaña al grupo en la aventura? aventura desoladora donde cada día se ve caer a los pocos que quedan en contra de Sauron; ya no hay mucho más que hacer en aquel hermoso claro del bosque, uno de los último lugares verdes y claros del mundo, saben que es momento de marchar de nuevo, con la pesadez de los acontecimientos, con el recuerdo de aquella criatura de la que hoy solo quedan unos pedazos de madera y un tronco hueco y marchito que yace junto al pequeño cuerpo de su amigo druida, un mediano que ha caído defendiendo la única familia que conoció.