Partida Rol por web

Cuervos de la Tormenta

Ironforge

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30/01/2009, 16:47
Director

Los extranjeros elaboran unos clichés sobre los enanos que en más de una ocasión son asombrosamente acertados.

Bien sea por una celebración, un descanso, un reencuentro, una vieja amistad, etc. La taberna es un lugar de encuentro común para todo el pueblo, cualquier bebida enana tumbaría al humano más robusto. Solo su paladar especial puede apreciar el buen sabor de la cerveza o el aguardiente, además de otros usos como combustibles de tanques de vapor o para improvisar explosivos cuando la pólvora refinada se termina.

Pero quitando esas concepciones todo enano termina en el mismo lugar, sin distinción alguna, soldado, herrero, trabajador, aventurero, comerciante, noble, pobre, viejo, joven.

Glin y Glorick son jóvenes para la edad de su raza, pero cualquiera que no pertenezca a especie pocas diferencias puede encontrar, los hermanos nunca suelen estar de acuerdo y no es de extrañar que uno siga la senda de la espada y en cambio otro busque la verdad en el sacerdocio. Puede parecer que no tienen nada en común, pero no existe una camaradería como la que hay entre los enanos, injuria a uno y habrás injuriado a toda su familia, y solo un loco se buscaría la enemistad de todo un clan enano. Nunca olvidan y nunca perdonan.

No es de extrañar que cualquiera cuya tarea sea buscar a los hermanos Salpicabirra empiece por visitar todas las tabernas de Ironforge, la perla enana y el orgullo de la raza.

Pero la ciudad bulle sin parar día y noche con los tambores de la guerra, las forjas no conocen descanso alguno y las armas tanto para ellos como para sus aliados en tierras humanas jamás cesan su producción. Muchos guerreros valientes parten para no volver jamás en un conflicto sin final aparente, a medida que la Horda y Alianza se despedazan mutuamente por las migajas de un mundo que solo necesita un buen descanso.

Tal vez con el alba de la guerra haya una oportunidad para dos hermanos jóvenes de probarse a si mismo y ganarse la valía ante todos.

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30/01/2009, 17:14
Darr Rockhammer

El último enano en entrar caminaba con una dolorosa cojera, a pesar de su dolor cargaba al hombro un pesado jubón con pergaminos en el que era perfectamente distinguible el sello de Ironforge, cualquiera se daría cuenta que era un correo o tal vez un reclutador.

Algunos de los parroquianos se levantaron para cederle el sitio, pero tras escuchar un comentario referido a su sexualidad se dieron cuenta que aquel enano no necesita la caridad de nadie.

- ¿Es que nadie sabe donde andan esos hermanos Salpicabirra? sin duda en cualquier sito que no sea trabajando, brrrrr. -

Notas de juego

Si se pincha sobre la imagen de un pnj se pueden ver los datos que el narrador haya dejado de él. Ocasionalmente es solo una apartado con la descripción, ya que los jugadores no tiene porque conocer las circunstancias personajes de los pnjs

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30/01/2009, 19:42
Glim Salpicabirra

-Me estaba trabajando a tu hija, si eso cuenta como trabajo

Glim se carcajeó sonoramente, traía una cerveza en sus manos, una pinta doble, tan grande como un pequeño barril. Dió un profundo trago, y se relamió la espuma del bigote.

Desde siempre Glim fué popular entre las enanas de Ironforge, almenos más popular que el calvorota de su hermano, al que algunas llamaban "cabeza de mayal", aunque siempre a sus espaldas. Últimamente se había estado fijando en Myra Tyrngaarde, la vendedora de pan.

Se sentó pesadamente en una de las sillas, cerca del viejo Darr, y dejó caer su escudo a un lado. Se quedó un rato mirando a la hija del posadero, Gwenna Firebrew... lo cierto es que tenía un buen trasero.

-¡Gwenna!

Glim sonrío ampliamente, y esperó a que se acercara un poco.

-Una pinta para mi, otra para el viejo, yo invito a esta ronda.

Con un gesto le indicó a la enana que se acercara un poco, como para susurrarle algún secreto.

No te acerques demasiado a la forja, bombón, que igual te derrites.

Guiñó un ojo a la enana, y después miró con pesadumbre al viejo Darr, la sonrisa se había borrado de su rostro. ¿Que querría ahora? Seguro que nada bueno. Siempre que había que hacer algo los andaba buscando, Glim haz esto, Glorick haz lo otro.

-¿Y bien, que será esta vez?

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30/01/2009, 20:11
Glorick Salpicabirra

Había permanecido desde siempre con la barba escondida entre mi nariz y mi cerveza, me costaba reconocerlo pero era bastante tímido con las mujeres enanas, y aunque los sacerdotes eran líderes espirituales y guías de las masas en las tabernas no compartía la afición con su hermano. Sólo iba a beber, a divertirse con los canticos y las historias que contaban, para enriquecerse con ellas, para alejarse de la aburida monotonía y el trabajo arduo de la forja. De allí puede que fuese de los pocos enanos que consideraba el chasquido y el tintineo constante de martillos contra yunkes ligeramente molesto.

Después de tantos años, ya me había acostumbrado.

 

 Doy un largo trago a la espumosa, mi bigote se agita y hago honor a mi sobrenombre, a mi apellido, a mi casta. Mis ojos viran con relativa pausa y serenidad, haciendo que vibren las pequeñas arrugas que se forman bajo las cuencas de mis ojos, por encima de mis pequeñas y duras mejillas. Mis prominentes cejas oscurecian mi mirada, dandole una profundidad que ayudaba a darme una imagen de enfado constante bastante común entre los de nuestra raza.

 

  - Estarr estamos aquí. - Escupió con expresión de tener pocos amigos. - Sientate y bebe, ¿A qué debemos el honorr de tu prresencia?

 

En ocasiones el tono cuidado y moderado de Glorick podía considerarse una burla para ciertos enanos, nunca se sabía con certeza si hablaba así con aquellos a los que no tenía en gran estíma, a los que respetaba o simplemente a los que quería fastidiar pronunciando sus modales. De cualquier modo, siempre estaba serio o con aspecto enfadado, si estaba calvo era por algo. Pensaba demasiado, eso debía de irritarle...

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01/02/2009, 15:29
Darr Rockhammer

Con paso doloroso Rockhammer se fue acercando hacia la mesa, las cabriolas para sentarse casi dan con sus huesos contra el suelo manchado. Pero apretando los dientes las manos del correo se aferraron a la mesa izándolo en un esfuerzo final.

Dejó caer la mochila sobre la mesa sin ningún pudor, estaba tan llena que amenazaba con reventar, las tiras de cuero estaban gastadas, incluso la hebilla necesitaba un cambio urgentemente.

Sin ningún respeto por la carga el viejo Darr sumergió sus manazas en el interior, parecía buscar aleatoriamente, mientras una salmodia de insultos, blasfemias y calumnias se escapaban alegremente de su boca. Por su puesto todo enano que se precie sabría valorar el ingenio ácido y la dificultad de hacer un chiste que incluyera elfos, orcos, ogros, mujeres, caballos y perros todo en uno.

Finalmente extrajo un pergamino con el signo inequívoco de la milicia, acto seguido agarró una jarra con la siniestra levantándola en señal de triunfo, para luego desaparecer todo su contenido de un trago que asombrosamente solo mancho lo habitual su barba.

- Una cerveza una carta, una cerveza una carta, si hicieran lo mismo por cada cabeza las cosas nos irían mejor brrrr, ¿Aun estáis aquí? Ah, ¡por todos los diablos! aquí tenéis un encargo para fuera de los muros. Una orden de reclutamiento para el sargento Sombrahierro, creo que esta de guardia en la villa de Brewnall, en el margen oeste de Iceflow, apostaría 200 años de mi vida a que el lago vuelve a estar helado. -

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01/02/2009, 23:43
Glim Salpicabirra

Brrrrr! No está mal. ¡La cerveza de los Barleybrews es famosa en todo el mundo! Muchos han querido robar los secretos de su creación, ¡pero jamás se los arrebatarán a esos enanos! ¡Jajaja! ¿Otra vez han tenido problemas con esos malditos trolls de hielo?

La cerveza de los maestros cerveceros Barleybrews era la favorita del mismísimo rey Magni, y que el lago estuviese helado casi todo el año era una bendición, los enanos eran pocos amigos de los lugares en los que podían hundirse y acabar ahogados.

Glim se terminó su jarra de un trago, y la soltó con firmeza en la mesa, sonriendo sin parecer afectado por semejante ingesta de cerveza, al fin y al cabo era un enano.

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02/02/2009, 03:06
Darr Rockhammer

- ¡Arhghghg! ¡Ni aun el día que estos sagrados muros caigan abriré cartas para otros! - Gritó Rockhammer mientras levantaba su puño hacia el cielo con gesto amenazante. Pero no por mucho tiempo, pues con un generoso movimiento de caderas Gwenna Firebrew repuso la sexta o séptima ronda. Y la espuma que ahora se derramaba por los bordes de la jarra, junto con su contenido y casi el propio recipiente terminaron en la garganta de Darr al grito de: - ¡Salud! -

- ¿Por dónde iba este viejo enano? Ah, ya recuerdo. Con tantos soldados destinados a la guerra la mayoría de guarniciones secundarias están con efectivos insuficientes, puede que sean esos malolientes trolls, o esos infragnomos que en ocasiones salen de Gnomeran.

Muchachos el sargento Sombrahierro podría poneros en más detalles, debe llevar meses allí estacionado, haced un buen trabajo y seguro que los lugareños os invitan hasta que os desmayéis de tanto beber. Como desearía la aventura de no ser por esta maldita herida... aprovechad ¡zánganos! que aun sois jóvenes, llegaría el día en que vuestras barbas sean como las mías y será mejor que hayáis aprovechado esa juventud en vez de holgazanear, brrrr. -

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03/02/2009, 04:01
Glorick Salpicabirra

- Vamos, vamos. No erres tan viejo aún.

 

Coloco las grandes manos, menos arrugadas y estropeadas que las de mis compatriotas, pero aunque haya dedicado mucho tiempo en tareas de la mina, otro tanto lo he dedicado a las joyas y las piedras preciosas, a esas menas de mineral que esconden los tesoros que apreciamos como fruto de nuestro arduo y recompensado trabajo.

 Salir de la mina significaba mucho. Nunca habíamos traspasado ciertas fronteras y aquello parecía mucho más lejos de lo que cabía imaginarse. Siempre fui un enano que apreciaba el calor y la compañía dentro de los muros de Ironforge, donde uno se encuentra seguro, en el hogar. Habría que prepararse para la nieve y para los enemigos.

 

 Golpeo la madera con suavidad y miro a Glim frunciendo el ceño.

 

 - Serra mejor que nos preparremos. ¡Anda, apresurrate! ¡Hay cosas que hacerr! ¿No has oido al viejo Darr?

 

 ¿Así que la cojera, eh? ¡JAJAJA! Maldito truhan hijo de un témpano. Enanos con la barrba más larrga he visto con más energías. Perro disfruta de la bebida mientras puedas, no tardaremos en volver. Deja este asunto en nuestrras manos.

 

 Con la mano hago un gesto rápido a Glim, iremos juntos en busca de nuestro equipo para salir, silex y yesca, comida y cerveza para el camino, tabaco y nuestras pipas. Quizás algo de abrigo, y como no, nuestras armas.

 

  Con suerrte ese mensajero borracho se hará cargo de la cuenta.

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04/02/2009, 17:33
Director

Los enanos gustaban de hacer viajes cómodos, a pesar de ser capaces de transportar pesadas cargas con poca fatiga. Aunque realmente ambos hermanos tenían poco equipaje, lo justo y necesario para hacer un viaje más rápido y llevadero.

El camino a Brewnall era harto conocido para todos. Aunque se les planteaban dos rutas distintas, la rápida, si podían abandonar Ironforge y seguir la senda regular hasta desviarse hacia el oeste, a la larga acabarían cruzando el lago helado. Más les valdría andarse con ojo de los lobos hambrientos y en especial antes de adentrarse en las aguas heladas, pues pasarían un estrecho en donde no era raro avistar trolls de las nieves buscando incautos.

Otra ruta más lenta les haría rodear por Kharanos, cerca de las madrigueras de los Yeti, exceptuando a estos últimos y algunas bestias salvajes no deberían tener problemas ni de emboscadas ni de hundirse en el lago por culpa de sus tripas cerveceras. Aunque tranquilamente gastarían el doble o puede que más de tiempo, y el sargento Sombrahierro tenía un carácter peor que la cerveza pasada.

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05/02/2009, 04:04
Glorick Salpicabirra

Ya en la majestuosa entrada de Ironforge (y ,aunque en aquel momento me gustase menos, una salida) ceñí mi equipaje por décimo tercera y última vez en aquella gran construcción de roca, divisando ya la nieve en las montañas contiguas y el colosal descenso que nos esperaba. Afortundamente los enanos eramos seres astutos y, como por lo general no nos gustaban las despedidas, salvo porque solía brindarse con una buena cerveza y en buenas compañias, comenzabamos el camino en descenso, que siempre es más relajado para los huesos y los musculos, almenos hasta que se habituen al buen paso del explorador enano.

 

 Antes de descender a Kharanos pues daba por hecho que tomariamos la ruta más segura decidí ser el que empezase a darle vueltas al asunto, no estaba seguro de que Glim fuese consciente de lo que iba a pasar cuando llegasemos ante Sombrahierro.

 

 - Ese maldito Darr, nos habla del lago, congelado, yah! yah! congelado me deja, sin duda que crea que vamos a tomarr un paso tan peligrroso. Agua para acicalar la barrba, si, está bien.

 Glorick asentía convencido pensando en una buena limpieza de su barba mientras alguna enana la acariciase y meciese con manos blancas y suaves.

- Perro el lago...¡Ja! Tomarremos el paso de Kharanos, así podrremos asegurarnos de que todo está bien por allá. ¿Hum?

 

 No dudaba de que su hermano estaba deacuerdo, pero quería cerciorarse.

 

 - ¿Qué opinas de esta repentina salida? Extrraño, ¿ no te parrece?

 

Levanto los hombros con cierta resignación, de nuevo había empezado a pensar demasiado rápido o quizás demasiado pronto. Sólo tendrían que cubrir el puesto que los soldados enanos más veteranos habían tenido que abandonar para ocuparse de otros asuntos más importantes, aún así, Glorick siempre tenía una idea de conspiraciones y amenazas para cada ocasión, y esta no iba a ser una excepción...

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05/02/2009, 09:11
Glim Salpicabirra

Glim se giró frente a las colosales puertas de Ironforge, y con el puño alzado saludó a la estatua de sus ancestros, que con sus armas levantadas amenazaba a cualquier enemigo que se atreviera a cruzar esas puertas, y al mismo tiempo abrazaba a los amigos que venían despues de un largo viaje.

Golpeó el hombro de su hermano, y se dispuso a comenzar el viaje.

-¡Antes muerto que caminar por el lago!

No caminarían por encima de aguas traicioneras, contaban las leyendas que los enanos que por desgracia se ahogaron en ese lago, quedaron atrapados allí por siempre, y a veces pueden verse sus ánimas torturadas a través del hielo, incapaces de marchar a la otra vida.

-Por Kharanos me parece bien, además allí podremos parar a refrescar el gañote con una buena cerveza.

Nos han dicho que vayamos a Brewnall, no que vayamos corriendo, así que no será tan urgente.

Glim se encogió de hombros ante la última pregunta de su hermano, y comenzaron a descender por el camino nevado.