Partida Rol por web

¿Agua?

Trato de controlar su impulso de lanzarse a lugar de que manaba el liquido elemento.

-Si me permiten, estoy realmente sediento. -Añadio tratando de mantener la compostura.

Y dicho y echo se acerco a donde manaba el agua y se preparo para beber al menos hasta satisfacer su sed.

El baño está bastante destrozado, y su ubicación responde a la misma que el baño de mujeres. Te das cuenta que hay varios destrozos. Y encuentras en las paredes y en los bancos desvencijados lo que parecen ser restos de disparos.

Las taquillas están todas abiertas, y vacías.

Hace mucho que nadie ha entrado aquí. Meses, por lo abandonado que está todo y las manchas de óxido.

Tienes sed. Y hambre

¿Recordabas el sabor del agua, su frescura, la sensación de necesidad saciada? Mo podrías decirlo. Lo que sí es seguro es que tu cuerpo recordaba.

No podrías decir si el agua esta buena o mala. Pero sí que la necesitabas. Que sabe bien.

Hambre... ha dicho "tres". Sí. Tienes hambre

En cierto modo me esperaba esto, aunque al verlo ciertamente me da asco, todo sucio y destartalado además que no allá nada interesante, me desanima, sin mucho mas animo salgo inmediatamente del baño.

Una sensación de vació me llena y de repente me doy cuenta de que tengo sed y hambre, mucho no podía hacer, aunque podría saciar mi sed en el baño pero entrar a ese baño todo sucio, me volvía el asco. Así que mi única opción es ir al baño de las chicas,

-boy al baño de mujeres.

Toca la puerta del baño de las chicas

¿Hola Puedo pasar?.

y espero respuesta.

Me siento frustrada. Después del esfuerzo de abrir las taquillas, de la vaga esperanza al encontrar las ropas y la cartera... me doy cuenta de que estamos como al principio.

Es angustioso no recordar. Sin embargo, empiezo a tener la certeza de que lo que necesito saber está en algún lugar dentro de mi cabeza. Es imposible que me hayan quitado todo el conocimiento acerca de mi propia persona. Eso es. Tal vez sólo han borrado el camino hacia esa información que necesito. ¿Quién o quienes? No lo sé. Tampoco sé por qué pienso en varias personas cuando me pregunto acerca del origen de esta pesadilla. Espera... sí, ya sé: pienso en un grupo porque he visto demasiados aparatos y ordenadores en esa especie de laboratorio devastado que hay al girar el pasillo.

No es mucho. En realidad es casi nada. Pero me conforta pensar que aún conservo cierta lógica. Y también iniciativa.

Ahora ya sé dos cosas de mí  misma. Tendré que conformarme con eso: conocerme a medida que me vea actuar. Analizarme en la misma medida en que analizo a mis "compañeros". ¡Qué extraño tener que descubrirse una misma como si se acabara de conocer!

Si lo pienso mucho creo que me pondré a gritar. Siento crecer la angustia y la congoja. Las aparto de  mi. Por ahora prefiero la lógica y la iniciativa. No quiero pararme más.

Alguien ha hablado. Es el otro hombre, que acaba de regresar. Le contesto:

Pasa, por favor. Señalo la foto que la mujer morena aún sostiene en sus manos. ¿La conoces?

Escucho la respuesta de la mujer y entro:

Hola, como les va. Saludo aunque después de unos segundos parezco entupido, no fue hace mucho que las deje y estos momentos son los menos oportunos para preguntarles como le va… definitivamente a ninguno de nosotros le va muy bien.

El baño de hombres esta hecho un desastre. No había nada útil y no quise revisar los otros cuarto, es mejor andar en grupo nunca se sabe lo que pueda ocurrir y si alguien esta solo nadie lo podría socorrer.

¿como les va a ustedes?

- ¿Cómo crees que nos va?

Replico de forma grosera, me echo la mano a la boca intentando calmarme y evitar que cualquier otra frase "borde" pueda empeorar esta situación. El chico está en el marco de la puerta mirando estupefacto, ni siquiera quiero girarme y ver a las otras mujeres que me acompañan.

- Oh... per... perdona. - me sonrojo de forma significativa y me acerco al grifo, me apoyo en el lavabo mientras dejo caer todo mi peso sobre mis hombros. Estoy cansada, desorientada y por un momento, al encontrar este baño, había pensado que algo bueno podría salir de aquí, pero no es así... Lágrimas comienzan a caer por mi mejilla, mis manos tiemblan de angustia. - Disculpa... soy una estúpida.

En ese momento veo caer la gota de agua del grifo, lentamente, de forma rítmica, golpea contra el cuerpo del fregadero llevando una melodía que acompaña el ambiente de soledad que ahora mismo vuelvo a sentir. Extiendo la mano y dejo que las gotas caigan sobre mí, me refresca y por un instante sonrío ante la sensación.

Me giro y me apoyo contra el fregadero, me sujeto la sábana mientras miro la ropa. - Creo que deberíamos taparnos un poco, al menos estaremos más cómodas. - sonrío intentando cortar la tensión.

Emociones. Todos tenemos las emociones a flor de piel. Eso nos humaniza, pero al mismo tiempo complica esta situación extraña que vivimos.

Miro a la mujer que acaba de hablar. Leo la angustia en su cara. Presiento que en la mía se reflejan sentimientos parecidos. Quisiera tranquilizarla... pero ¿cómo dar tranquilidad si yo misma siento el miedo crecer dentro de mi?

Pero no tenemos elección: si nos dejamos vencer por el miedo no encontraremos jamás la salida... si es que la hay. Por un momento siento un vacío enorme en el estómago. Lo aparto. Intento respirar hondo. Yo también sonrío: Tienes razón. Deberíamos vestirnos.

Hago un breve recuento de lo que hemos encontrado. No tenemos para todos. Primer problema.

Tal vez por eso, para evitar enfrentarme a esa cuestión, recuerdo que el último hombre en llegar aún no ha respondido a mi pregunta. Me dirijo a él de nuevo: Mira esa foto. ¿La conoces?

De pronto, la situación se ha vuelto extraña. Me encuentro con que las mujeres, que hasta el momento se habían mostrado faltas de dudas y de dolor, ahora empiezan a caer en lo mismo que yo. Y eso me da miedo: una cosa es sentirlo yo y reaccionar yo... Otra cosa es que todos estén igual. No vamos a ir a ningún lado. No así.

Las miro. Tengo puesto el chandal que me ha tocado en suerte, pero ellas se tienen que repartir lo demás. No se me ocurre cómo lo harán, pero no es lo que me importa al momento. El hambre no se ha ido, y no me he olvidado que hay agua, pero no hay comida. No hay a nuestro alrededor más que ruinas, y si además de ello se termina este grupo extraño que hemos formado... Estaremos muertos. Ahora sí, no habrá sueño del que despertar, no habrá nada.

El terror que me da ese mero pensamiento hace que mi piel se erice hasta dolerme. Hasta ese momento, no tenía frío; ahora siento helada toda la espalda y parte de la nuca. Una de las mujeres pregunta a uno de los hombres por la fotografía, y se la exhibo mientras miro a nuestro alrededor. Tenemos que salir de allí.

- Le decía a él - señalo al hombre que estaba con nosotras - Que mejor vamos a buscar comida. Allí tienes agua - mi dedo se desvía, apuntándole el grifo a quien acaba de llegar - Con eso nos alcanzará por ahora, si queremos caminar un poco. Vamos, no sabemos qué pueda haber aquí...

El pensamiento me aparece de golpe en la cabeza. Quien nos ha encerrado seguramente ya sabe que no estamos allí. Quizás nos quiere volver a ver allí adentro... Y yo no volveré allí. Nunca. Al menos, no para volver a dormir.

Miro a la chica enojada, con cara de vergüenza, como no con la pregunta que hice, un poco más y seguro que me hubiera dado una cachetada, aunque de todas formas no me sentía nada bien, de hecho algo incomodo.

Con sus disculpa solo atino a darle una sonrisa y decirle, no te preocupes.

Con respecto a la petición de taparnos contesto: Disculpa en mi caso no tengo mucho que ponerme, en el baño de hombres no encontré nada útil, aunque espero que en los otros cuartos, encontremos cosas útiles.

Con respecto a la foto: La tomo y la miro observando todo los detalles para ver si reconozco algo en ella.

Con respecto a la interrupción de la pj3:

O muy bien agua la verdad que el baño de hombres estaba tan mal que ni me atreví a tomar un poco de agua, además aquí se nota que esta mucho más aseado, doy una escueta sonrisa y prosigo.

Si creo que seria bueno ir a buscar comida y por su puesto cualquier otra cosa que sea útil. Con esto ultimo me acuerdo que tengo hambre y mi cuerpo me dice que necesita comida ya que me a sonado el estomago de solo escuchar la palabra comida. Por cierto gracias por ofrecerme un poco de agua. Contesto cortésmente.

Agua, agua, agua... tanto oirla mentar y sentirla en mi mano me ha avivado el deseo de tomar un sorbo. Pacientemente dejo que mi mano se llene como si de un cuenco se tratase y tomo lentos tragos de ella... pasados unos segundos en los que he calmado este deseo y tranquilizado mis nervios me giro y le acerco la ropa a la otra mujer, que como yo, aún sigue tapándose con la sábana.

- Toma, al menos te sentirás más segura.

El joven que ha entrado se disculpa, del mismo modo lo hago yo, haciendo ver que la situación nos ha puesto a todos tan tensos como extraño es el lugar que nos rodea.

Me agacho a la silla con la que antes forzaron la puerta de la taquilla e intento arrancar un trozo de pata o algo contundente.

- No sabemos qué puede haber allí fuera. - comento a mis compañeros mientras espeor que alguno me ayude. - Será mejor estar prevenidos, lo último que querría es volver a ese... cuarto.

El miedo dió paso a la incertidumbre, la duda nos asaltó en cada paso que dábamos, nos sentimos seguros al encontrar el vestuario, la ropa, el agua, el carnet de la chica desconocida... ahora, en mi caso, ese miedo da paso a la ira, es hora de ser precavida sin caer en el pánico.

Gracias.

Acepto la ropa que me tiende la otra mujer. He estado a punto de sugerirle que nos la "repartiéramos", pero descarto la idea inmediatamente. No ganamos nada si las dos seguimos necesitando la sábana para cubrirnos... y ella parece manejarse con la suya mucho mejor que yo.

Respiro hondo. Busco con la mirada un sitio para vestirme. Uno de los servicios. Me basta con entornar un poco la puerta. No quiero aislarme en exceso. Esa sensación de miedo no me abandona, aunque sigo intentando mantenerla a raya.

Una vez que me he cambiado, regreso con los demás. La mujer que me ofreció la ropa está intentando arrancar un trozo de silla para utilizarlo como defensa.

Tiene razón. Me agacho para ayudarla. No es nada fácil.

Observo con sorpresa cómo tratan de arrancar la pata de la silla. Tan raro me resulta que soy incapaz de decirles nada, ni para ayudarles, ni para decir que no estoy de acuerdo. Es que no lo sé, y la duda se apodera de mí como no lo había hecho desde que la puerta se abrió en la que era mi habitación. Temía que me hicieran daño al salir, temía encontrarme con alguno de los que me hubiera encerrado... Y no se me ocurrió buscar cómo defenderme si en verdad me encontraba con alguien o algo. Quizás es que muy dentro mío creo que no vamos a encontrarnos con nada raro... O quizás sea que estoy convencida de que no me podré defender si algo me encuentro. Al fin de cuentas, desperté desnuda en una habitación sin recordar nada... En su momento, no debo haberme podido defender. Menos ahora, que ni siquiera sé lo que soy capaz de hacer.

Al recordar eso, empieza a dolerme todo el cuerpo otra vez. Y tengo miedo: tengo muchísimo miedo de nuevo. Esta vez no sabría decir a qué, aunque la vez anterior tampoco lo sabía, y me parece que nunca lo voy a saber...

Los ojos se me humedecen de nuevo. Desvío la mirada, y reparo en que uno de los hombres me está mirando. No tengo idea qué es lo que ha dicho, en realidad no sé siquiera si ha dicho algo. Sólo sé que sus ojos están puestos en mí, y no me hacen sentir temor. No sé por qué me estará mirando. De todas formas, creo que no importa.

El agua cayendo atrapa mi atención. No quiero alejarme de ella mucho, porque en algún otro momento tendré sed de nuevo. Al observarlas tomar, una de las otras hizo algo que me dio una idea. Tenía la mano como si formara un agujero, y allí el agua se quedaba estancada hasta que era tomada. Posiblemente haya un objeto allí que cumpla con esa misma función, o parecida, y pueda llevarlo conmigo lleno de agua.

- ¿Alguien vio algo aquí parecido a...? - junto las manos flexionando los dedos, y les muestro que mis manos pasan a estar llenas de aire - Para llevar agua a donde vayamos.

Y empiezo a buscarlo.

El hombre se adelanta unos pasos alejandose del grupo, buscando algun camino o nueva habitacion. Se empieza a agobiar al estar parado en el mismo sitio.

-Voy a adelantarme un poco chicos, si alguien quiere acompañarme es bienvenido.

Miras la foto de la joven... pero nada. No hay ningún recuerdo, ninguna sensación reconocible. No se evoca en tu mente nada. Estás seguro que no la conoces

"Uno" coge la ropa que le tiende "Dos". Se trata de ropas demasiado amplias para ella y los pantalones vaqueros no se sostienen en su lugar, mientras que tanto la blusa como el jersey quedan demasiado holgados. "Uno" debe por ahora sujetar el pantalón con la mano si no quiere terminar con él por las rodillas.

Luego ambas mujeres se arrodillan y se ponen a tratar de romper una silla para usar las patas como improvisados garrotes. Van a tardar algo de tiempo pero probablemente lo consigan. Tres se pone a buscar en el baño algún recipiente en el que puedan llevar agua. Sin embargo en el baño no logra encontrar nada.