Una llamada en la puerta de madera interrumpe tus pensamientos.
Te giras y ves ante ti a tu viejo amigo el orco.
- ¿ Molesto?
Y bien señores, ¿creen que ha oscurecido lo suficiente como para poder partir?
El tauren esperaba expectante a que comenzaran a aparecer el resto de la compañía y que el viaje comenzara en breve.
Levanto la vista del pergamino y veo una figura familiar recortada en las sombras.
- Veo que tus observaciones son tan certeras como tu espada
Rio entre dientes agradeciendo la compañia de un hermano de batalla.
- ¿Que te trae por la biblioteca?
Rhuptus se encoge de hombros,
- Nada en concreto, llevo todo el dia dando vueltas por el castillo, no me apetece salir a la calle con tantos humanos ahi fuera. No tengo nada en contra suyo pero no me siento comodo. Te vi de refilon y pase por si te apetecia hablar un rato, hace solo dos dias que no nos veiamos pero me han parecido años.
En eso tiene razón señora pero cualquier lugar nos brinda conocimiento y experiencia, no es necesario salir lejos pues la naturaleza donde uno la mira nos va a dar muchas lecciones. Vamos pues entonces.
Dicho esto permite que la dama camine primero y el la sigue
Busco al resto de los componentes del grupo, a ver dónde se encuentran y así saber cuándo partimos de nuevo.
- Vaya... no te hacia tan sentimental
Una vez mas compruebo lo dañino que es pasarse con la cerveza... ;-)
- Yo tampoco confio en esta gente, pero son aliados contra un enemigo poderoso. Seria estupido rechazar su ayuda, aunque mas estupido seria bajar la guardia. Son aliados, no amigos.
Cierro el pergamino que estaba leyendo y me guardo el esbozo del mapa.
- Se acerca la hora de partir. Veamos que nos depara el camino.
- Tendre en cuenta tus palabras amigo. Vayamos, estoy cansado de no sentir el aire limpio en mis pulmones.
Os reunis en la sala comedor del palacio. Volveis a veros las caras despues de un dia de descanso y libertad por la ciudad. Toca volver a la aventura. Algunos mirais lo que hay sobre la mesa. Atillos para viajar. No hay nadie en el salon. Permaneceis unos instantes en silencio y ois unos pasos apresurados. Por la puerta de donde el butacon del conde aparece Israel.
- Mis buenos aventureros. Veo que llegasteis antes que yo, disculpadme. Ahi teneis unos atillos con viandas para el viaje. En el establo teneis las monturas listas para partir. Volved sanos y salvos de vuestro viaje. Os deseo la mejor de las suertes.
Doy por supuesto que os vais de viaje ya? no?
Si... por supuesto.
La armadura de Arthur había cambiado desde la última vez que lo vísteis. En vez de llevar su armadura normal y corriente, llevaba una ornamentada, con varios símbolos religiosos y un cinturón con el símbolo de la órden de la Mano de Plata. Una larga capa, de un color grisáceo, que llegaba hasta los pies del paladín colgaba de su espalda.
No os defraudaremos en la empresa, lord Israel. Partiremos de inmediato.
Después de hacer una pequeña reverencia, Arthur cogió su atillo de la mesa y esperó a los demás.
Quiebratormentas tomó la pequeña mochila con dos de sus dedos y la ató con fuerza a su cinto de forma que parecía una pequeña saca comparado con el gran corpachón del tauren.
Tened por seguro que volveremos, Lord...
Hizo un leve gesto inclinando su cabeza mientras los diversos adornos que adornaban su cornamente tintineaban con cada movimiento.
Cassius se ato la mochila a la espalda de modo que parecio mas un excursionista que un profesional de la inflitracion y el latrocinio. Pero eso era parte de su trabajo. Ocultar las apariencias.
- Muchas gracias por todo esto, Lord Israel - Hace una respetuosa reverencia- Pronto volveremos a vernos con la cabeza de algun horrendo demonio.
De momento no digas nada ni modifiques el post que he puesto describiendo el cambio de clase, haz como si no lo leyeras y sigueme el juego, así nos evitamos confusiones, simplemente parece que me he comprado una armadura nueva. En cuanto te pille por el msn hablamos en condiciones de lo del paladín guerrero.
Alkarik, sin ningun tipo de ceremonia, se dio media vuelta y salio de la estancia en direccion de los caballos mientras pensaba...
Una hora de camino en la oscuridad... buscar a un demonio... derrotarlo y volver de nuevo...
Con un poco de suerte estaremos aqui para el desayuno.
Gracias señor - exclamo haciendo la correspondiente reverencia. Luego me dirijo hacia la puerta esperando a que el resto salga.
- No os defraudaremos milord!! - Tras eso se dio con el puño derecho en el pecho. El saludo que los guerreros orcos hacen a sus jefes en las tribus.
Tras ello se dirige hacia la salida y acompaña a Alkarik.