Partida Rol por web

Al poco de hablar con Laura, ves que aunque preocupada por la gente que había tendida alrededor, seguía estando contenta en cierto modo. Al escucharte, empieza a andar hacia donde el chaval de la katana os había indicado mientras te hablaba.

¡Hola, tato! Vayamos a la enfermería para ver si el chico del pelo blanco y el de las gafas repeinado están bien... Me han protegido ¿sabes?. El tipo ese pegaba unos saltos muy grandes, como si fuese una rana. ¿Qué más? Ah si. Creo que el chico nervioso del pelo blanco, me ha echado una miradita. Ya sabes....jijijiji.

-¿Te han protegido? Supongo que tendré que darle las gracias.

Mientras caminabamos le ofrecí un Mikado a Laura, nunca le ofrecía a nadie solo a ella, tenía un instinto protector sobre ella que daba miedo. De hecho hace varios años cuando estábamos los dos en el colegio intentaron pegar a mi hermana tal fue el cabreado que pille que me descontrole por completo y destroce todo a mi alrededor. Con el tiempo pude controlarme mejor pero cada vez que alguien le hace daño mis poderes aumentan y me cabreo muchísimo cosa que muchas veces juega en mi contra. Quería hablar con el de la katana para decirle sobre el aumento en nuestros poderes antes de la refriega y pedirle que me enseñara a usar una espada.

Poco a poco, los alumnos fueron despertandose de su sueño, para ir gracias a las indicaciones de los alumnos despiertos hacia el hospital. Tal y como os dijo el chico de la katana, el hospital era un edificio blanco, más propio de una gran ciudad que de una escuela, que se veía nada más salir del edificio donde os encontrabais.

Nada más entrar una gran recepción se encontraba ante vosotros y unas flechas muy similares a las que os guiaron hasta el salón de actos, aparecieron indicandoos el camino a seguir. 

Al final de ese recorrido, llegasteis a una sala en la que estaban dispuestas cientos de camillas, como si no tuviera fondo. A cálculo rápido debería de haber una camilla, para cada alumno. Nada más entrar un estresado doctor os recibió hablando para si mismo.

Menuda la que me han liado los "novatos" Psé. Ahora mirar sino se me han intoxicado ninguno

Venga chavales - dijo dirigiendose a vosotros - Coged sitio en las camillas y poned vuestro nombre en las pizarras de la cabecera. Pasareis la noche aqui y mañana ya se os asignará habitación, ¿ok? Tú, peliblanco, ¿qué llevas cargado?.....¿Está sangrando? Tráelo aqui, hay que parar la hemorragia ya.

El médico acababa de ver el mal estado de Tobby por lo que le cargó en brazos y le llevó hasta una camilla cercana a vosotros y cerrando la cortina, tapandoos lo que pasaba alrededor.

Os fijais que que de entre los cientos de camillas ya ocupadas, solo tres tienen las cortinas tapando al que hay dentro al igual que la de Tobby

Me acerco al doctor, extrañado, pues me resultaba raro el hecho de que eran pocas las camillas separadas del resto por cortinas.

Me acerco lo suficiente para que solo él sea capaz de escucharme.

-Perdone, pero... ¿por qué no todas las camillas tienen cortinas? ¿Quienes son aquellos que están en esas camillas?

Realmente me molestaba. Debía de haber una razón para esto y, posiblemente, no una buena.

Cruzaste la cortina para preguntarle al médico. Nada más cruzar, puedes ver como unas mangueras se están conectando a el chaval que había cargado el chico de pelo blanco hasta aqui con el medico enfrente con los ojos cerrados

-Perdone, pero... ¿por qué no todas las camillas tienen cortinas? ¿Quienes son aquellos que están en esas camillas?

Mierda, me has desconcentrado ¡Fuera de aquí, chaval! - dijo echandote del lugar

Pongo mi nombre en la pizarra del cabecero de la cama y observo como atienden rápidamente a Tobby lo que me quita un gran peso de encima. Me gustaría darme una ducha cuanto antes, pero será mejor obedecer al médico, además estaría bien que me traigan una camisa, pero eso ya correría de mi cuenta, tampoco creo que después de esto me dejen llamar a casa, así que lo de pedirle una a mi padre lo veo difícil.

Me tumbo completamente en la camilla y me arropo como buenamente puedo a esperar nuevas órdenes. Mientras yazco en mi camilla descansando y veo las enormes magnitudes del altercado empiezo a preocuparme por todas aquellas almas que allí se lamentaban, unas más, otras menos, empieza así también mi preocupación por los heridos más graves que vi, y por el que ha pasado realmente aquí, nada me gustaría más que una explicación.

Mientras todos estos pensamientos rondaban mi mente mis ojos se acabaron por cerrar por el agotamiento.

Cogí las pizarras de dos camillas contiguas y escribí mi nombre y el de mi hermana luego me acerque al chico de gafas y al albino para decirles:

-Gracias, por ayudar a mi hermana.

Sin esperar respuesta me volví a la camilla para tumbarme y quedarme mirando la puerta a la espera del de la katana. Mientras abrí mi mochila, que había dejado junto a la camilla, saque una de las tres baterías portátiles que tenía y mordí la parte superior aspirando su electricidad como si fuera un vampiro.

Uno tras otro, los alumnos van llenando ese lugar con olor a súperlimpio. Yo la verdad es que me quedé pensando en eso...

Van pasando los alumnos mientras me paro un ratito a pensar.

A ver, Sara, coméntame lo que ha pasado. Sí, a ver, llegamos, los profes machacados, humo que te deja inconsciente, nos quedamos unos cuantos alumnos, los derrotamos, apareció un tipo muy desequilibrado que remata a uno de los matones, se asusta una barbaridad porque no es el que se esperaba, aparece el tal yamamoto que tanto le gusta al desequilibrado, el tal yamamoto se lo toma con mucha calma y resuelve la situación así pim-pam, luego eso y aquí estamos. Y sigue llegando gente!

Van pasando los alumnos mientras sigo ahí pensando un ratito.

Aunque nos parecieran fuertes, podíamos con el matón, y el desequilibrado podría haberse abierto paso apartando matones como él a patadas... Así que supongo que con el tal yamamoto igual. Así que, como consiguieron liarla tanto en una escuela llena de profesores súperhéroes que tienen sus poderes muchísimo más perfeccionado que cualquiera de nosotros?

Van pasando los alumnos mientras sigo ahí acabando de pensar.

Qué guay está la academia ésta, es como que bueno, pensar mis mierdas aquí es muchísimo más interesante que de normal. Como fuAh, me siento tope Miss Marple. Bueno, y la conclusión es que, o ésto es más tocho de lo que me parece a priori, o hay alguien que ayudó al golpe desde dentro (y entonces ésto es más tocho de lo que me parecía al principio), o no estoy entendiendo nada. Entonces eso demostraría que está en problemas, o que está en el meollo, o no estoy entiendo nada. Que ratito más agradable, aquí pensando.

Me apetece dar un paseillo. Voy caminando hasta la pizarra. Escribo mi nombre. Me estiro en la camilla. Cierro los ojos y me concentro en tener los ojos cerrados. Voy notando como cada uno de mis sentidos esquiva mi cuerpo, como si fuera "cincosentidosdinámica" (si aerodinámica es de aire...). Finalmente, soy indetectable a los cinco sentidos. Me levanto de la camilla, y, indetectable, intento salir de la enfermería. Si me pillan diré que estaba muy asustada por el ataque, o algo así.

Asuka no estaba herida, no necesitaba ir a la enfermería, atajo de débiles. Echó a correr detrás de los dos tipos que se habían levantado sin estímulo ni aviso ninguno, persiguiendo a Yamamoto. Ella también les seguiría... ¿a donde llevaba Yamamoto a Yoshio?

Yamamoto ha salido corriendo y tú detrás de él. Mientras le sigues, ves como los otros dos hombres que has visto le siguen, quedandose a su lado. Sin darse la vuelta, Yamamoto parece que te ha sentido y te dice:

¿Por qué nos sigues chavalilla? Haz lo que quieras, llegaras antes

Antes de que te dieras cuenta, habías llegado al hospital, que es donde Yamamoto os dijo de ir. Seguisteis unas flechas en el suelo, similares a las que os llevaron hasta el salón de actos esa misma mañana y llegasteis a una sala en la que estaban dispuestas cientos de camillas, como si no tuviera fondo.

Disculpa, chiquilla - te dijo el hombre más grande de una forma muy seria. Necesitamos preparar todo para cuando lleguen el resto de alumnos. 

Tras esto, se puso de guardián en la puerta, pasando los Yamamoto y hombre del pelo blanco. A los pocos minutos, Yamamoto sale y puedes oirle decir:

Ya está todo. Voy a hablar con el director. Enhorabuena, "Mädchen". Serás la primera que pase la revisión. ¡Shamal! Aqui tienes a una paciente. 

Nada más entrar puedes ver como en la sala, puedes ver como hay en el fondo, tres camillas con las cortinas impidiendote ver lo que hay dentro. De una de ellas, sale el médico que te hizo el examen de capacidades para el acceso.

Vete sentandote en una camilla y escribe el nombre. En un momento, iremos a revisar tu estado. Aunque si has llegado aqui tan rápido dudo que te haya afectado...
 

¿Afectado? - Asuka escribió en la pizarra su nombre - Asuka Langley

¿Que debería habernos afectado?

Asuka no estaba para nada dolorida ni entumecida, se sentía bien. Aunque hablaba con altanería no se notaba para nada, ya que en forma de pregunta no podía hacerse. Tan solo era descarado cuando hacía algun menosprecio lleno de pausas. Cuando la chica multitareas había apedreado al primer matón y el resto se habían centrado en el matón tan duro, ella se había distraído.

Sus poderes habían sido más fáciles de activar en ese momento, pero no habían tenido el poder de muchos de sus compañeros ¡maldita sea! Ahora estaba confusa, los poderes de algunos de aquellos chicos eran alucinantes, ¿qué hacía ella aquí?

Me puse en el margen de una de las camillas acompañada de mis otras yo, la de al lado de la chica de pelo púrpura (Sara), mientras que de pie escribía mi nombre en la pizarra ponía mi nombre. Estaba cansada, pero más lo estaría cuando mis dobles desaparecieran. Con un chasquido, mis copias desaparecieron en nubes de humo, que se dirigían a mi. Cuando el humo me alcanzó, sentí el cansancio de mis copias; del agotamiento me tuve que sentar en la cama y me costaba algo más respirar.

Una vez me recuperé un poco, intenté hablar un poco con mi compañera de cama -Bueno... ¿Que te ha parecido el prólogo de esta escuela? ¿Crees que hemos actuado bien  o que hemos sido meros extras?- le pregunté embozando una sonrisa, mientras pensaba que solo la oí hablar en un momento de la batalla  -Veo que no hablas demasiado, ¿me dirías al menos tu nombre o voy a tener que verlo en la pizarra? Es que me da pereza y estoy cansada para leerlo...- le pregunté a la chica, con un poco de súplica; sentía curiosidad en ella, y quería saber cosas de ella.

Sin observar mucho el entorno fui directo a una camilla al azar y escribí mi nombre y simplemente me recosté, no estaba de humor para nada, mis poderes me habían fallado en un momento critico y eso me enfadaba mucho de momento mi piromanía aumentaba  y tenia que calmarla, pero no sabia como así que simplemente me di unas bofetadas en las cara algo suave para intentar calmarme, lo cual funciono, ero mi mal humor seguía ahí.

Al dar un paso fuera de la enfermería, me repito a mi misma que lo que queda es fácil. Solo tengo que seguir las mismas indicaciones hasta donde yamamoto y esos dos se separaron de nosotros.

Me concentro en mantener mi poder, y me dejo sentir como todo mi cuerpo se vuelve irrelevante en el contexto. Respiro, y sigo caminando.

Con mi nombre escrito en la pizarrita, en algún momento, espero que de aquí no mucho, se darán cuenta de que no estoy. Y cuando me vengan a buscar, encontrarán lo que yo haya encontrado.

Luego de poco rato, ya estoy lo bastante lejos como para que no me puedan ver, así que relajo mi concentración con alivio y deshago mi poder. Por un momento me parece que no sé muy bien por donde era, y me cabreo un poco, pero no mucho. Luego cierro los ojos, me calmo un poco, y me vuelvo a fijar. Ya recuerdo por donde fueron. Empiezo a caminar en alerta por ese camino. No intento activar mi poder, prefiero guardar la concentración para cuando sea necesaria.

Supongo que ahora es cuestión de suerte. 

Te das cuenta de que el camino que había seguido Yamamoto previamente era uno paralelo hasta la sala donde os encontrabais. Seguramente para dejar al herido Yoshio.

Todos os habíais situado en camas casualmente no alejadas entre ellas. A los pocos minutos, Shamal sale de las cortina donde estaba Tobby. 

Bien chicos, ¿estais todos? ¿hay alguien que esté en estado grave? 

El silencio se hizo. No esperaba vuestra respuesta en principio, ya que se quedó callado y mirando al infinito. Tras unos segundos, como si alguien le hubiese confirmado. 

Bien todo entonces. A ver chicos, esta noche os vais a tener que quedar aqui en observación. Ahora iremos pasando y os examinaremos. 

Al poco de estar examinadoos el personal médico de la escuela, entró alguien que conocíais con sendas pilas de papeles.

Eran el chico de la katana y el chico vestido de cuero rojo. Tras dejar los papeles, en el escritorio de la entrada, el chico de la katana se puso en el centro de la sala y empezó a hablar con una sonrisa en la cara. Como si nada hubiese pasado.

Buenas chicos. Un momento de atención. No esperabamos tener que hacer esto aqui, sino en el salón de actos. Pero bueno... Lo primero, una explicación: Lo que habeis presenciado tenía que ser un simulacro para ver como reaccionabais frente a un ataque sorpresa, algo que ocurre más a menudo de lo que parece. Para ello, habíamos levantado las defensas del edificio y teníamos apalabrado con dos ex profesores que simularan el ataque. Teníamos pensado usar gas somnífero para incapacitaros, pero al parecer usamos un lote pasado y los volvió locos y se descontrolaron. Gracias a algunos de vosotros, se pudo reducir a los "enemigos" y actuar a tiempo. Estais todos aquí, para ver si sufrís efectos secundarios, cosa que no es así a primera vista.

La noticia que os acababan de comunicar, denotaba una falta de seguridad muy importante. Antes de que pudieras darle más vueltas a la cabeza, el otro chico, sustituyó al chico de la katana:

Por otra parte, os hacemos entrega de las asignaturas que teneis y que profesores teneis para cada. 

Más cosas que os pueda contar.... Aaaaah si ¿Sabeis que es la competición trimestral, verdad? Otro silencio se hizo. Al parecer no sabía nadie de lo que hablaba, o simplemente tenían vergüenza de decirlo.

Vale, la competición trimestral es por decir así los exámenes de está academia, en los cuales se os evaluará. Para ello, se os dividirá en grupos capitaneados por un profesor y se os someterán a pruebas. 

Para cuando esteis bien (espero), tendremos el listado de asignación y allí podreis ver con quien os ha tocado y vuestros compañeros. Y tambien vuestras habitaciones supongo.

Bueno nada más. Descansad. 

Cuando parece que ya se estaba yendo de la aplicación, se dió la vuelta y os dijo:

Y por cierto, mañana hay clases ya. Que lo de hoy no os deje relajaros

Nada más irse, las enfermeras empezaron a repartir los folletos y el doctor cerró la puerta. 

Al ver aparecer al chico de la katana me levante como un resorte y me acerque a el. Antes de que pudiera hablar con el otro empezó a hablar y nos entrego las asignaturas cuando acabo de hablar me puse a leerlas. Al escuchar la puerta corrí hacía ella haber si podía salir y hablar con el de la katana.