Partida Rol por web

-Esperad (dice Rodrigo con cierta premura). Creo conveniente que seamos dos personas las que hagamos las guardias. Por ahora Francisco podría quedarse en la primera guardia. Nuestro compañero (señala al soldado 1) y Moshe podrían hacer la segunda y luego yo me ofrezco a hacer la tercera con aquel que está durmiendo (dice señalando el fondo de la cueva, donde duerme el soldado 2). Quedémosnos uno en la entrada de la cueva y otro más adentro, vigiliando a Lucía y a los demás. Puede parecer demasiada seguridad para sólo esta compañía, pero nunca se está demasiado seguro en las escoltas, y tu, Moshe, aunque no lleves algún filo encima no puedes negarme que cuatro ojos vigilen mejor que dos.

Dicho esto espera las posibles respuestas mientras busca un sitio para acostarse.

Razonable es -respondíle a Rodrigo-. Está bien planeado. Yo quedaré en guardia con el soldado en la segunda guardia, como decís... Et ahora... ¿Cómo una niña puede haberse convertido en bruja? -le dije entonces a Lucía, atreviéndome a hablarle directamente tras haber tanteado a su tía previamente-. Al menos eso dice, muchacha. Ahora no estás ante tribunal, sólo gente que te escolta. ¿Habédeisnos algo que decir?

Estoy luchando entre convulsiones por mi vida.

Marta va hacia Moshe corriendo y comienza a gritarle en la cara, mientras habla su saliba salta de su boca y cae sobre Moshé en pequeñas gotitas que van salpicándole la cara -¡No te atrevas a hablar más con Lucía, ella no es una bruja, todo esto es un error y ha sido acusada sólo por haber estado en un aquelarre del que ella ha sido víctima. Bastante tiene con estar condenada a muerte como para aguartar el que la acuseis como bruja. Os maldigo señor!- Dicho esto escupe al suelo, y se queda mirando a Moshe. Los soldados después de la escena quedan estupefactos, pero no se atreven a decir nada.

Alcé la mano con la palma extendida, como para requerir la calma de los soldados por si fueran a represaliar a la tia. Nada de eso quería, más me limité a sonreir, bajando la mirada a la vieja, como un niño dándosele una reprimenda.

Un cabalista es bueno.

Un cabalista es sabio.

Jamás se altera, y sigue los Mandamientos de Dios.

No habla más de lo indispensable, y si entra dentro de sus posibilidades, su palabra es lo que la Tradición hebrea manda y dispone.

El nombre de Hashem lo tiene siempre presente, aunque lo omita, porque él es la Existencia.

El cabalista no es orgulloso, ni sobrepasa la ley. Es temeroso de Dios, y pone mente en la bendición, amen de evitar la mentira todo él.

He escupido veneno de alacrán decenas de veces bajo el sol abrasador egipcio, tras sacármelo de mis pies -le dije a Marta-; he soportado latigazos en Alejandría, donde el conocimiento no es arcano ni recóndito, por defender el poder de Jehová; en Arabia, he pisado los templos donde durmió Salomón, donde guardó sus tesoros bajo innumerables maldiciones y prohibiciones, y he vuelto vivo por los caminos de Sefarad. Vos podéis maldecirme, señora, cuantas veces queráis; pues yo habría ya de haber muerto varias y, sin embargo, hablo aquí con vos en estado de suma pureza. Veo además que poco consejo háceme vos de lo que le dije... ¿quién puede ser más afín aquí a vosotras... que un servidor? Et que yo no la trato a la su sobrina de bruja... ¡sino vos!, ¡vos cuando arranca de su ser esos enormes trazos de ira!

Si prosigue su comportamiento terminará encerrada junto a la niña. Miró al cielo, deseando que amainase y que pudieran proseguir el viaje, y preparó un buen tazón de algo parecido a un caldo, para entrar en calor durante su guardia.

Toma Iván esto te reconfortará, le digo intentando que mejore su estado. Has de recuperarte pronto seguiremos a nuestro destino.

Me incorporo cuando Francisco me despierta, bebo un poco del caldo y parece que me encuentro mejor. Sigo con una fuerte fiebre y noto mi cuerpo débil y mi mente embotada, pero parece que hará falta algo más para llevarme al otro mundo.

Una cama en una posada y una moza que me cuide, no pido más.

Parece que Moshe y la tia se han enzarzado en algún tipo de discusión  cosas de viejos seran  pero me mantengo escuchando y mirando a Lucía. Verla encadenada me produce rechazo, más sabiendo yo lo que ocurre en los festivales de la cosecha, en los que buenos dineros que he conseguido en ellos y las cosas que he visto y echo en los mismos.Cosas que harían avergonzarse a un Abad. No puedo evitar cabecear negativamente pensando en la mala suerte de la muchacha y en la mia propia, viendo  el lamentable estado en el que me encuentro.

Gracias  digo a Francisco apartando la mirada de la cadena que lo une a la muchacha.

Por lo menos hemos evitado que la linchen , espero que los del Santo oficio sean misericordiosos y le perdonen la vida.

Comíendose un mendrugo de pan, en cierto modo, mojado; Rodrigo alza la vista hacia la pequeña disputa que acaba de acontecer entre Marta y Moshe. De reojo puede ver como Iván lucha por su vida al lado de la hoguera, aunque poco a poco parece que va recuperándose, y en la boca de la cueva puede ver como aún las gotas siguen cayendo, lo que parece que terminará formando un río eterno.

Sus ropas estaban cada vez más secas gracias al calor de la hoguera, aunque haberse sentado con el pantalón mojado le ha dejado el culo lleno de barro. Con cierto refunfulleo se acomoda bien en el suelo de piedra, distribuyendo mejor la presión de su cuerpo sobre sus nalgas frías y mojadas.

-Tranquila señora (dice mientras deja de lado el mendrugo), todos estamos de acuerdo en que su sobrina estaba en el lugar incorrecto en el momento más inadecuado, aunque hayan sido los hilos del destino los que la han llevado a esa situación. Pero debe pensar que ahora mismo tenemos la misión de llevarla ante la justicia... por ello no deberíamos tacharla con ningún adjetivo de tipo despectivo hasta que una entidad superior dictamine su futuro. Yo, personalmente, acabo de conocerla, así que no tengo el poder de juzgar su comportamiento o la forma de actuar frente a diversas situaciones hasta que pase más tiempo en su compañía.

Dicho esto, intentando calmar los humos, mira su mendrugo de pan con una cara que mezclaba una mueca de asco y pena a la vez, por lo que alarga el brazo y lo sostiene cerca de la hoguera.

Marta se queda mirando a Moshe realmente le ha impresionado su discurso, sin mediar palabra se da la vuelta y se vuelve a sentar, y desde allí les dice a todos,-mi sobrina fué engañada para formar parte de un rito prometiéndole riquezas, amor y bienestar el resto de su vida. La pobre no está acostumbrada a esta clase de mentiras, y miradla ahora,parece una loca, la han dejado trastornada y no hay quien le saque de la cabeza que van a venir a por ella. Dice que el aquelarre no quedó completo y que el diablo ha enviado a sus demonios para buscarla y llevarla con él. Todo el castigo de Dios ha caido sobre nuestra familia y encima condenan a muerte a una pobre chiquilla que no sabe nada de la vida, que su virginidad ha quedado mancillada y su honor por el resto de la eternidad. Su nombre y el de nuestra familia está manchado por siempre jamás sólo por cuentos de viejas y suposiciones inciertas de viejos charlatanes amparados por Dios-. Marta comienza a llorar a lágrima viva y termina diciendo,-terminen con su trabajo llévenos hasta Toledo y dejen de instigarnos con sus burlas y malos modos.- Dicho esto Marta de arrulla en una manta seca, mientras se seca su capa de viaje, y entre sollozos comienza a dormir.

-Vamos a organizar las guardias, ¿quien va a hacer la primera guardia conmigo-. Dice el soldado3 al grupo.
 

Se desata su grillete y se lo pasa a uno de los soldados que han de descansar, Yo estaré con vos en la primera guardia. Estaremos atentos a lo que haga el cielo por si durante la noche amainara de proseguir el camino.

Los guardias miran a Francisco con cara seria y asustada, y se santiguan, -lo siento, pero ni mi compañero ni yo queremos estar cerca de esta....chiquilla,-dice el guardia2 mientras mira a Marta.-Para eso vinieron, nosotros somos gente temerosa de Dios, haremos lo posible por entregar a la....a Lucia a las autoridades y defenderemos el puesto con la vida, pero no quisiera yo que me rozara siquiera como a vos, a saber lo que os ha traspasado-. Dice negando con las manos y la cabeza a Francisco.

El mayor mal es el que hacen los hombres.  Digo a la tia.  Que engañen a una muchacha para perder su honra es triste, y en verdad que lo lamento. Debemos entregarla en Toledo y allí le daran confesión y absolución y puede que olvide esas chiquilladas del Diablo  Digo no del todo convencido de las artes de los párrocos, pero sabiendo que eso a algunas gentes las reconfortaba. Y mas vale que lo haga porque sino irá a la hoguera. Pienso compadeciendola.

Riquezas,amor y bienestar....¿No prometen eso en el Cielo? No,no creo que fuese por ahí.

Señores, no creo que haga falta atarla a ningún sitio, ¿a dónde va a ir con la que está cayendo? Digo a Francisco y a los guardias, algo cabizbajo al ver como tratan a Lucía.

La honra puede perderse de muchas formas -dije a colación del último comentario de Iván-. Sea más traumática o menos, que a buen seguro que la deshonra siempre es la misma... ¡Guardias! -les llamé la atención a los guardias que andábanse remilgados ante la vigilancia nocturna-: atisben bien entonces la entrada, y nada dejen que venga o se les escape; quién sabe si alguien puede que nos haya seguido en la marcha -dejé caer...-. Yo puedo hacer la segunda guardia, si nos importa -diciéndole ya a mis compañeros-.

La noche va pasando léntamente y sobre las dos de la madrugada el guardia.. escucha un ruido que proviene de más allá de los árboles.-Voy a ver que pasa por allí, guarda bien la entrada y estate atento-. Le dice a Francisco el guardia3 que vigila junto a él.

El guardia3 se interna en el bosque en dirección a una colina pelada de árboles. Ha dejado de llover hace una media hora, el aire está puro, cristalino y frio. Puedes ver como la luna llena ha salido por detrás de la colina y recortada frente a la luna sobre la colina Francisco ve a una figura encapuchada que está mirando en la dirección del guardia3. En un momento dado oye un crujido, el guardia3 ha debido pisar algo y la figura encapuchada se lanza en su dirección. Al cabo de 30 segundos ois un grito desgarrador, es un grito humano como de alguien que pierde la vida de la forma más cruel posible.

Francisco al mirar un momento al interior de la cueva para ver si están todos, ve como Lucia lo mira fíjamente, con esa sonrisa espeluznante y dice.-Ya estan aquiiii-, como entonando una cancioncilla.

Recordaba como la tía de la niña la excusaba y ahora le rebanaría el cuello a ambas, y sospeso si era momento de hacer ajusticiar a aquellas siervas de satan y así quitarse de en medio la posibilidad de atraigan el mal hacia ellos.

¿Quien esa allí? fue lo primero que se le ocurrió preguntar, mientras agarraba su hacha y escudo y de una patada iba avisando a los que no se hubieran percatado del grito. Alguien nos ronda y rápido las antorchas.

¿Eeeeh?¿qué ocurre?¿qué ha sido ese ruido?  digo mientras me despierto y torpemente me voy poniendo las prendas que me había quitado. Todavía sentía la fiebre , pero el tono de Francisco no dejaba lugar a dudas, nos estaban atacando. Mire a Lucía y me puso los nervios de punta  ¿pero que tiene esta muchacha?

 Saque el cuchillo del cinto y lo blandí hacia todos lados, nunca había sido diestro en su manejo, y ahora victima de la fiebre me costaba un mundo sostenerlo.  Calma Iván,calma......son solo cuentos de viejas, no pierdas la calma.
 

Han atacado al soldado de guardia, allí al lado del bosque un hombre o eso me pareció ver. 

    Soldado, a mí, le dijo al que estuviera más dispuesto, vayamos a por aquel que ha atacado a vuestro compañero. Vigilad bien puede no estar solo, y no pierdan de vista a esas dos. El tono que dijo estas dos últimas palabras era de desprecio. 

-¡Vamos!-. Dice el guardia2 dos que coje sus armas y se dirige fuera de la cueva. -Estad atentos a lo que pase- Os dice a todos.

-Dime Francisco, ¿que has visto? vamos hacia allá.

Veis como Francisco y el guardia2 se dirigen hacia el bosque y hacia la colina donde la luna llena se recorta, y se pierden en el.