Partida Rol por web

Han atacado a tu compañero ha sido allí donde clarea el bosque, ha sido alguien no pude ver mucho iba tapado con una capucha y el grito me hace presagiar algo atroz. 

Todo esto se lo va diciendo mientras se acercan al lugar del echo.

Rodrigo se despierta de repente ante los gritos de Francisco: sin duda algo estaba pasando. Casi como un resorte se levanta dejando una rodilla en el suelo e intentando atisbar qué se veia más allá.

-Joder, ¡tened cuidado ahí fuera! (grita). Vosotros (mirando a Moshe y al guardia 1) preparad cualquier arma que tengáis y estad en guardia, Moshe, échale un ojo a Marta y a la niña. Iván (dice mientras carga su ballesta), tu quédate en el suelo, si quieres siéntate, pero a menos que la cosa se ponga más fea no te quiero en pie.

Inmediatamente se quita el escudo de la espalda y lo deja contra la pared. Con rapidez se coloca cualquier pieza de armadura que no llevara puesta (excepto la capa) y pone su escudo de pie delante suyo, apoyando la ballesta sobre el mismo, apuntando a la entrada de la cueva.

Estoy enfermo, no muerto y no pienso morir tirado en el suelo sin hacer nada.  Puedo servir de distracción ......poco más..... pero ya es algo.  Digo mientras miro  hacia la entrada de la cueva. ¿créeis que Francisco y el otro guardia se las apañaran solos?

Me apuré de pie enseguida, apoyándome en el bastón que siempre me acomañaba.

¡De acuerdo! -le respondí a Rodrigo mientras le veía armarse, al tiempo que notaba que Ivan hacía grandes esfuerzos por aportar en una posible defensa-. Me quedé entonces con la tía y la sobrina, y no dudé en que usaría los poderes secretos de Adonai, Señor de Sefarad, si fuera menester en una situación complicada...

El guardia2 se dirige a tí en voz baja -he oido un ruido por detrás de aquellos árboles, rodea tu por allí- te dice señalando una ladera que bordea la zona, -y te dejas caer en emboscada en cuanto yo te diga-

Asiento a la orden de mi camarada, y me acerco con tanto cuidado como puedo esperando la orden de este para atacar.