Por favor, entregadme todas vuestras PDAs.
Togosaki, cubra las cámaras con los manteles de misa.
Profesora, vaya al Aula y traiga libretas y bolígrafos.
Tenko, le dejo a cargo de que nadie más salga de esta estancia.
Este es el momento del contraataque.
Nadie deberia ir solo, Monokuma puede atacar, como ya hizo contigo...
Alguien debe ir con Risu y nadie debe quedarse solo.
Nadie puede salir de aquí sin permiso, eso te incluye a ti curilla...
Tenko se puso serio, estaba en juego mucho y no se fiaba de nadie, y las palabras de Togo tenian cierta logica, por qué monokuma revelaría al master? para que no sospecharamos de ella e inculparla, o era que podrián ser cualquiera de los otros? Risu por ser profesora de robotica tenía opciones, Maxwell para expiar nuestros pecados en su locura de fé, Togo, pareceia tonto, pero quizas... no lo fuera tanto... No podia confiar en nadie, y menos en Maxwell.
El joven forense, ignorando complemente si iba en contra del reglamento de la academia tapar las cámaras, tapa las cámaras con los manteles que encontró por toda la capilla. Luego de las alfombras, la iglesia debía tener runa fijación muy grande en los manteles. Durante toda esta acción, no pudo evitar mantener su mirada en Namine, planteándose con temor si efectivamente Monokuma había revelado lo de la mente maestra.
- ¿Hacen falta las libretas y bolígrafos? Sería poner en mucho riesgo a Risu.
Maxwell vio como Togosaki en efecto, colocaba los manteles sobre las cámaras y las pantallas; algo que hizo sonreír al joven Obispo, pero no lo suficiente como para demostrarse feliz ante ellos, tan solo ligeramente más aliviado en una situación de tensión y de vida a muerte.
-Así es, -dijo finalmente- será una conversación secreta.
Me ofrezco para ir con Risu para conseguir papel y lapiz... alguien mas?
-No. -Sentenció Maxwell- Tu te quedas vigilando que nadie haga nada sospechoso.
Maxwell se masajea las sienes, respira profundamente y finalmente suspira.
-¡De acuerdo! -Exclamó- ¡Iré yo!. ¡Pero que no salga de aquí ninguno de vosotros tres!.
Puede ir Togo, a Nanime no la dejo sin vigilar...
Maxwell ahora se veía realmente molesto con Tenko, no solo estaban perdiendo el tiempo en estos instantes, sino que además, parecían no estar al tanto de qué era lo que estaba pasando entre esas cuatro paredes; por lo que tratando de adquirir y reunir todo el buen humor que pudo, respondió.
-Si vamos a estar discutiendo qué hace qué cosa no vamos a terminar en la vida. -Comento el Obispo- O en la no-vida.
Tras esto, agarró de la mano a Risu y la encaminó al exterior. No sin antes, girarse y lanzarle a Togosaki el Taser.
-Miko-kun es el que te vigila a ti mientras tu vigilas al Matermind. No quiero muertes, sino la verdad.
Veo que aún no te fias de mi y me vuelves a engañar con tus palabras... luego si te está aplastando una losa y no tienes fuerza para salir del lio, ya me llamaras curilla mentiroso, te deberia dar vergúenza...
Yo no soy la Mastermind, monokuma miente. ¿Y si vamos todos juntos? No creo eque separarse sea buena idea.
Ichida Risu es empujada fuera de la estancia por Enrico Maxwell, el cual también sale afuera.
Togosaki recibe el taser un tanto sorprendido, mientras ve como tanto Risu como Maxwell se van de la estancia a buscar lápices y libretas. Se notaba que el obispo estaba cabreado, al igual que Tenko. El joven forense prefería no meterse de lleno en esa enemistad, por lo que simplemente se guardó el taser en un bolsillo para evitar que pareciera que él compartía el pensamiento de Enrico.
- E-e-espero q-que vuelvan p-pronto...
¡Espero que me hayáis echado de menos!
Dijo a viva voz, con una amplia sonrisa, tan amplia que incluso mostraba sus filosos colmillos. Sin tiempo que perder, continuó andando por la alfombra roja de la Capilla hasta llegar al altar, posar sus guantes en el mientras se movía hacia detrás de él, bajo la enorme cruz de madera, la misma que habían usado para crucificar a Makoto días atrás.
¡Es la hora de convertiros a todos al Cristianismo!
Maxwell dejó sobre el altar tres cruces metálicas que sonaron bien alto y claro cuando chocaron contra el mármol del altar. De forma sigilosa, también saca un par de portafolios con cartulinas blancas y unos cuantos rotuladores negros, y con ellos comienza a escribir un mensaje.
¡El Acero representa la Fuerte Unión que nos Entrelaza!
Tenéis que seguirme la corriente.
Representaremos esta "obra" teatral.
Así podemos engañar a quien nos vigila:
Mastermind
Pensará que esto no es más que una reunión.
Ahora coged el resto de las cartulinas y poneos las cruces.
Pillo una cartulina, un rotulador y una cruz, la cual cuelgo boca abajo....
Ahora si!!! Esto va más con mi rollo.
Togosaki estaba a punto de preguntarle a Enrico por Risu, pero esta apareció poco después que él. No sabía que podía significar aquello. Luego mira incrédulo al pequeño obispo mientras este empieza a armar toda aquella pantomima con la idea de engañar a Monokuma. De todas las distintas formas de engañar a las cámaras, tenía que elegir una que incluyera la evangelización de todos los presentes. El joven forense suspira irritado, pero le sigue la corriente.
Miko se pone la cruz y toma la cartulina y el rotulador. Le da un breve vistazo a las cámaras antes de acercarse a Maxwell.
- E-estoy list-to...
Cierto Togo, que ha pasado, os vais juntos y volveis revueltos... que ha pasado por ahi?