Partida Rol por web

Me levanto más cansada de lo que me acosté. Me siento como si hubieran drenado toda la energía del cuerpo. Me dirijo al comedor esperando encontrar a los demás. Pero solo esta Maxwell. Tato de entablar conversacion aunque me sienta un poco incomoda con el dadas sus opiniones y teologia.

Bu... Buenos días por decir algo. ¿Has podido descansar algo? ¿ Se sabe algo de Yuichi?

Al llegar al comedor, todavía no se creía lo que había pasado... Eran tres los que faltaban ya en el grupo de alumnos, pero con suerte Kawamoto volvería, aunque no estaba seguro de que volviera sano y salvo. De todas formas no era hora de dejar que lo que sucedió el día anterior les dejase sin ánimos ni esperanzas. - Tenemos que evitarlo. - dijo primero casi de forma inaudible, pero se armó de valor y alzó un poco más. - ¡Tenemos que evitar que esto vuelva a pasar! Yo... No sé lo que verían en aquellos vídeos esas dos pobres chicas que les instó a matar, pero si Monokuma tiene tanto poder de convicción, debemos tomar medidas para evitar que vuelva a ocurrir algo así. - miró ahora a la cocina, lugar de donde se sustrajo la primera arma del crimen. - Quizá deberíamos eliminar todos los objetos que se puedan usar como arma, aunque nos complique un poco la vida diaria, creo que es una buena opción para evitar más incidentes. - pero no pudo evitar recordar el plumero-katana - Aunque seguro que Monokuma se las ingenia para hacer que nos matemos, yo... - dijo nuevamente con la voz muy cortada y baja - Yo no sé que hacer, lo siento chicos... - y acto seguido apoyó la cabeza entre sus manos y masajeaba ligeramente sus sienes con los dedos pulgares. Definitivamente no iba a desayunar, el recuerdo de ayer ya le llenaba el estomago de malos sentimientos.

Esa noche, apenas pude pegar ojo. Nunca antes me había encontrado en una situación tan peliguada como esa y, desde luego, uno no terminaba conciliando el sueño después de ver como una pila de libros aplastaba a la empollona del grupo. Había sido una muerte con cierto tono de justicia poética, pero también bastante horrible.

-No he podido dormir ni lo más mínimo -respondí al saludo de Namine, como si hubiera dirigido su pregunta únicamente hacia mí-. Probablemente Yuichi no tarde en regresar. Estará bien. Conociendo a ese maldito oso, si quisiera hacerle daño o acabar con él, lo habría hecho de manera pública, para que lo viéramos todos.

Entro en el comedor con una maceta debajo del brazo. La planta era casi tan alta como yo, y despedía una agradable fragancia. Mientras los demás hablan voy a la cocina a coger un cuchillo y me pongo a pelar los cogollos.

- Ha sido todo tan irreal, que parece un sueño, o una pesadilla más bien. Hay dos cosas que podemos hacer, una es intentar descubrir quién maneja los hilos de Monokuma. Es una máquina, pero improvisa sus diálogos y reacciones, así que tiene que ser alguien a quien las señales de la cámara le llegan prácticamente en tiempo real, así que debe estar cerca, o es uno de nosotros.

Fijo la mirada en Maxwell, su obsesión religiosa daba con el perfil de psicópata manipulador que encajaba con o que estaba sucediendo.

- O bien, exponer todos nuestro caso, explicar por qué nuestro talento es más útil y necesario para la humanidad que el de los demás, y permitirle al elegido graduarse. Por las matemáticas del proceso, cuando sólo queden 4 o menos personas vivas, Monokuma eliminará la posibilidad de salir para los supervivientes. Es una de las cosas que le pregunté.

Sigo trabajando mientras charlo, quería reutilizar la maceta y para eso tenía que limpiar todo el producto.

Masaru entra en el comedor y se va directo a preparar un desayuno.

No está muy hablador, más bien está solemne. Pero solemne o no, tenía hambre.

Preparó desayuno para varios porque pensar con el estómago vacío era perjudicial para la salud.

Viendo como aquellos compañeros empezaban a llegar, hablando sobre temas diversos, el joven Obispo no pudo hacer otra cosa que dejar de mirar a los monitores por la llegada de Monokuma y una respuesta por parte de este; así que se giró hacia ellos y les respondió uno a uno.

-No he podido descansar apenas, no sé nada de Yuichi y espero que se encuentre bien; puede ser un bobo, un idiota, un estúpido, un imbécil, un retrasado, un gilipollas, un tonto, un lerdo... pero lo que sí sé es que tiene buen corazón, y esa cualidad es la que Dios busca, incluso por encima la capacidad de saber atarse los cordones correctamente. Cosa que dudo de Yuichi.

-Sobre el hecho de que una vez que queden 4 estaremos atrapados por siempre... esto tan solo deja 5 Oportunidades para los Asesinos de cometer un asesinato (individual)... o 10 suicidios...  o 3 asesinatos dobles y 1 suicidio... o 2 Asesinatos Dobles y 2 Asesinatos Individuales... o 1 Asesinato doble, 1 Suicidio, 3 Asesinatos Individuales...

-Pero bueno, eso solo pasará si entramos en su juego. Así que mientras nadie vaya a matar a nadie, todo estará bien... A fin de cuentas el Ser Humano tiene el Don de la Adaptación, podemos convivir y vivir en estos lares; no es necesario caer en la tentación.

Ichie llegó al comedor todavía desolada. La tortura mental a la que fue expuesta la Ultimate lexicologist y su posterior final, aún estaban grabadas a fuego en su mente. ¿Que mente perversa y sádica estaba instaurada en el creador del oso de peluche? Ella no podía responderse esa pregunta y dudaba que ninguno de los de allí pudiesen. ¿Estaban obligados a seguir esas reglas del macabro juego si querían salir de allí? No estaba dispuesta a asumir aquello aunque temía que alguno quisiera intentar un asesinato nuevamente.

- Déjame que te ayude Masaru, necesito hacer algo para despejar mi mente. Nunca pensé que Sukuki actuaría de esa forma... Comentó la Ultimate Model mientras ponía a calentar la tetera y buscaba las bolsitas de té. Oye Masaru, ¿De veras crees que podremos salir con vida de aquí? Estoy asustada... Sus palabras eran sinceras. Hasta entonces había pensado que estaban sometidos a una novatada de comienzo de curso pero allí no había ni rastro de profesores y se habían producido dos muertes. Confio en que siempre estarás conmigo y me protegerás. No quiero quedarme sola ningún momento y creo que todos deberíamos procurar ir en grupos, ¿No creen?

Entonces reparó en que Kawamoto no les acompañaba. ¿De veras iba a sufrir un castigo por ponerse en contra de Monokuma?

- ¿Que ha sido de Kawamoto?

El director aparece delante de todos los presentes saliendo de una trampilla del techo.

     Monokuma:

Bueeeeenos días por la mañana, chicos. ¿Cómo estáis, listos para afrontar otro precioso día atrapados dentro de la academia? Ufff, estoy tan emocionado que no he dormido desde ayer, ¡qué divertido está siendo esto!

     Monokuma:

Bueno, ¿qué hay para desayunar?

Masaru asintió con la cabeza.

Buenos días, princesa. Buscaremos la forma de salir de aquí, no desesperes. - Le dijo a la modelo en voz queda.

Me preocupan las noches. Alguien puede decidir que el método más sencillo de salir de aquí es a costa de los demás. Buscan que nos enfrentemos en un duelo mortal. Ya lo hemos visto. Por eso especialmente de noche deberemos protegernos unos a otros.

Mientras permanezcamos juntos podremos mantenernos con vida hasta que encontremos un modo se salir. De hecho, deberíamos dividirnos en grupos e inspeccionar cada esquina de este lugar. Es imposible que este lugar sea hermético. No mientras haya alimentos. ¿Alguien ha revisado los cuartos de... sus cuartos? Si sus pertenencias ya no están en su lugar, entonces eso significa que alguien ha accedido a este sitio para llevárselas. Si algo puede entrar, hay una entrada. Si algo puede salir, hay una salida.

En ese preciOSO momento llegó Monokuma pidiendo desayuno y Masaru soltó todo el instrumental con el que estaba haciendo el desayuno.

De pronto no tengo hambre. ¿Nos vamos, princesa?

Salgamos de aquí - Le dice en un susurro.

Y si no lo conseguimos, al menos intentémoslo juntos

Le coge de la mano y le dedica una sonrisa

Me había levantado luego de una noche tranquila de sueño,relativamente,dado que apenas llegue a mi habitación había vomitado bastante y después de eso bebí bastante agua para rehidratarme,mi madre y mi padre siempre me remarcaban lo importante que era la misma para el cuerpo y las funciones del mismo,y si bien ambos eran jovenes parecían con sus consejos mis abuelos.

Antes de irme al comedor note en el baño de mi habitación que en mi rostro tenía los ojos rojos,debí de llorar bastante cuando dormía,a lo que me dí cuenta que lo de manera cosciente podía mantener bajo control no pasaba lo mismo con mi subconsciente.

Al llegar al comedor vi que se encontraban allí Maxwell,Daiki,y Hikari a lo que dije:

-Buenos días a todos,espero que hayan tenido una buena noche de sueño.

Si bien intentaba mostrarme fuerte solo era apariencia dado que por dentro estaba destrozado ya nada sería lo mismo y lo sabía,monokuma era un maldito oso sádico pero lo derrotaríamos si nos mantenemos juntos,cuando escuche decir a Daichi decir lo que dijo agregue:

-Tienes razón me gustaría proponerles que evitemos caer de nuevo bajo la influencia de las palabras de monokuma,lo que paso ayer lamentablemente ya paso pero no debe volver a pasar,si nos mantenemos unidos de seguro que nos podremos salir de aquí todos.

No sabía si era por mi buena o mala suerte con respecto de mi vida,pero siempre había en mi aquella esperanza que nacía en los momentos mas oscuros,después de todo a los superheroes de comics que mas admiraba se encontraban batman,spider-man y deadpool principalmente porque dos son anti-héroes y el otro es un héroe pero que ante una pelea no renuncian a ella y pelean incluso en peleas que saben que pueden perder mantienen siempre la esperanza.

Después de ello fui a la cocina a prepararme mi desayuno para comerlo y esperar a que llegaran los demás.

Me levanto de golpe ante la aparición de Monokuma.

¿Pero de donde sales siempre?

Antes de dejarle responder me acuerdo de Yuichi.

¿Dondé esta Yuichi? ¿ Qué le has hecho?

Al igual que la pasada noche Ichida no pudo dormir demasiado y eso se le notaba en la cara, por eso cuando entro en la cocina procuro no mostrarla al resto. -Holas... -Dijo casi sin ganas mientras buscaba un sitio para sentarse, no sin antes conseguir algo de desayuno. La verdad es que después de lo de anoche cualquier cosa que comiera le sabría a cartón, pero su cuerpo necesitaba despertarse y un desayuno nutritivo era la mejor opción.

Al ver a Monokuma con ellos allí y luego buscar con la mirada al uke de Maxwell (tras lo sucedido en el juicio ya había decidido quien seria el seme y quien el uke.) y puesto que no había escuchado que nadie se lo preguntara directamente, decidió hacerlo.

-¿Donde esta Yuichi? ¿ Qué le has hecho? -Curiosamente las voces de Hikari e Ichida se solaparon en la misma pregunta.

      Monokuma:

¿Yuichi, quién es ese? No conozco ningún Yui... oooh, os referís a Kawamoto-chan.

Bueno, digamos que he conjurado un hechizo para que muestre su verdadera forma.

     Monokuma: 

Si no me vais a dar de comer, me iré a comer en solitario. Ah, también os he abierto las puertas para que exploréis el segundo piso. ¡Bieeeen, nuevas formas de mataros entre vosotros! Byeeeonara!

Y diciendo esa expresión tan común de la Ultimate Artist, Monokuma desaparece de la sala con otro bote acrobático. 

Ambos recordáis que tenéis en vuestro inventario una parte de la historia que podéis compartir con los demás. O sea, "Breve historia sobre Hope's Peak"

Al menos Hyudo-san le había apoyado un poco, pero dudaba que fuera posible, Monokuma era un ser extremadamente manipulador. Estaba completamente de acuerdo con Kurozen, debía haber alguna forma de escapar, tenía que haberla... ¿Realmente uno de ellos sería el responsable de todo esto? No estaba tan seguro de esa afirmación por parte del chico, pero era una posibilidad, aunque de ser así, ¿por qué poner su cuello en juego participando también? Solo una mente muy enferma podría estar haciendo esto.

Escuchó las palabras de Monokuma y no pudo evitar mirar su PDA - Bueno, no tengo nada de hambre y si hay una forma de escapar ya hemos comprobado que en este piso no es, así que deberíamos revisar las nuevas habitaciones. No iré a la enfermería en todo el día, no vaya a ser que luego aparezca alguien con un bisturí en el ojo y algún fumeta me acuse. - carraspeó un poco. - Estaré en la sala de música, seguramente haya algo entretenido allí por hacer. - la música siempre le había ayudado a evadirse cuando las cosas iban mal y ahora le vendría muy bien escuchar alguna melodía.

Golpeo con las manos la mesa. -¡Ese director es lo peor! -Se cruzo de brazos. -Seguro que ha escondido a Yuichi en alguna parte, para alguna de sus locuras. De lo único que podemos tener claro que es esta convida. Según sus reglas no podría matarlo ¿No? -Quería agarrarse a algo por muy clavo al rojo vivo que fuera.

-Sugiero que nos separemos y lo busquemos. -Dijo poco antes de termina su cafe y tostada.

Camino hacia la salida

Viendo que aquel oso lo ignoraba, el joven Obispo salió de la estancia sin decir nada.

- Soy toda tuya, salgamos de aquí juntos. Le susurró la joven a Masaru.