Partida Rol por web

Escuchas que alguien rasga tu puerta, haciendo un sonido desagradable que te despierta. Mirando por la mirilla ves a Haruki, gimoteando aterrorizado, abres la puerta y muerde tu manga para intentar arrastrarte hacia él, pidiéndote que le sigas. Parece que a Goro le ha pasado algo.

Llegas a la Biblioteca junto a Haruki y ves a Goro, tumbado e inerte en el suelo, está muerto. Un escalofrío recorre tu espalda hasta llegar a la parte posterior de tu cráneo, donde se queda descansando unos segundos hasta que la conclusión llega a tu mente. Alguien ha debido matar a tu compañero; pero, ¿quién ha podido ser?

Parece que Haruki quiere que le sigas a otro sitio por el modo en el que ladra hacia ti, ambos vais a la sala de Arte en el piso inferior. Una vez estáis allí, el perro da vueltas olisqueando alrededor de la habitación, te pones a investigar junto a él, creyendo que debe de haber una pista cerca.

Poco sabías que mientras estabas distraído, las puertas se cierran y un sonido metálico del otro lado parece haberlas atrancado. Miras hacia ambos lados y Haruki ya no estaba a tu lado. Corres hacia la puerta y golpeas con todas tus fuerzas la madera refinada mientras gritas por ayuda. Es inútil, están bien cerradas; sin embargo, no te das por vencido y pasas al menos una hora pidiendo socorro.

Cuando son alrededor de las siete, escuchas un clic y notas un olor a químicos fuertes que hace que te marees, redoblas tus energías en intentar romper la puerta y... no lo consigues. Estás muy débil, el gas que has estado respirando está acabando con tu vida y ya no tienes fuerzas de seguir gritando y luchando, así que, por última vez, metes la mano en tu bolsillo delantero para buscar un cigarrillo, como tantas veces habías hecho en momentos difíciles, tu último cigarrillo. Sorprendentemente, encuentras uno en el fondo y lo sacas, te lo metes en la boca e intentas encenderlo; es inútil, es un cigarro de chocolate. Sueltas una carcajada, burlándote de tu situación y del director que debió pensar que sería divertido hacerte sufrir hasta el final, no sabe que a ti, realmente no te importa nada. Levantas la mirada hacia el techo y lo último en lo que piensas antes de desmayarte, es en tus compañeros boy-scouts.

Has muerto.

Esa mañana os despertáis intranquilos, el ambiente se siente cargado, sentís que alguien ha perdido la vida otra vez; pero no queréis quedar como unos desquiciados frente a los demás, así que como habitualmente, vais al comedor a reuniros todos juntos y desayunar. 

Poco a poco, todos los alumnos supervivientes ocupan las sillas que cada día iban mostrando más ausentes. Estáis casi todos allí, desde Maxwell hasta Tenko, la única persona que falta por llegar es Striker-Tanaka Joaquin. Son las siete menos diez. Tragáis saliva pensando en lo peor; pero uno de vosotros sugiere que quizás sólo se haya quedado dormido un poco más de tiempo, él suele ser vago.

Vais a su habitación y después de tocar la puerta varias veces, no hay ninguna respuesta. Os miráis entre vosotros y decidís empezar a buscar por el colegio para encontrarle, repartiendoos por pisos: Maxwell, Daichi y Naminé buscan en el hotel, Yugure y Risu en la tercera planta; Goro y Haruki en la segunda planta y Togosaki y Tenko en la primera. Al final es Togosaki el que encuentra la puerta de la Sala de Arte atrancada y quita la vara que sujetaba ambos pomos e impedía que se abriese.

Una vez dentro, todas sus sospechas se hicieron realidad, allí estaba recostado frente a un caballete, el cadaver del Ultimate Explorer, vuestro otrora compañero de clase, con la mirada fijada en el techo y un cigarrillo entre los dedos. Un cigarrillo de chocolate.

Togosaki está a punto de desmayarse; pero heróicamente aguanta la compostura lo suficiente para alertar a gritos a Tenko, quien llega a la sala y se horroriza por el descubrimiento, corre a avisar a los demás de lo sucedido y en cuestión de minutos, todos estáis reunidos en la Escena del crimen. Maxwell y Yugure miran pensativos al cadaver, enlazando rápidamente varios posibles escenarios de lo que ha podido ocurrir. Naminé está triste de ver a su compañero muerto; pero en el fondo se alegra de que no haya sido ella. Daichi suelta una carcajada diabólica y se tapa la cara con una mano mientras mira a sus compañeros. Risu está afectada por los acontecimientos; pero determinada a encontrar el culpable. Goro y Haruki están abrazándose el uno al otro para no derrumbarse.

Togosaki:

Oh, no, no ha podido volver a pa-pasar, ahora también Tanaka-kun, ¿por qué no y-yo, maldita sea? *sniff*

Sin ningún cuidado por vuestro dolor, aparece el director, que con mucha pasión, se coloca en el sillón esperando despertar vuestra emoción.

     Monokuma:

Un muerto más, acabamos de encontrar

¡Qué fatalidad, ahora toca investigar!

Para ayudaros traigo una información

¡Que no dejará a nadie sin ilusión!

El director pulsa un botón y en vuestra PDA se ilumina una acción, pulsais el nuevo menú, dios mío, parece que alguien os esté haciendo vudú.

Maxwell es el primero en acercarse al cadáver, aunque manteniendo una distancia prudencial, por si acaso; a fin de cuentas Tanaka había sido envenenado. Sacando de su maleta de cuero la biblia, decide decir unas palabras por el alma de su compañero cristiano caído en desgracia. Así con el objetivo de que su alma pueda cruzar la puerta de San Pedro y alcanzar le Cielo y la Salvación con mayor facilidad.

Una vez terminado, se gira hacia el grupo de estudiantes, y guardando su biblia. Trata de recomponerse un poco antes de continuar hablando, a fin de cuentas, habían caído uno tras otro de sus compañeros cristianos, y era algo que en verdad le molestaba y le dolía, ¿Por qué no murió Goro y su chucho? ¿Por qué no le tocó a Risu? ¿Por qué no a Yugure? ¿Por que no al Negrata?... No, siempre se van los mejores primero..

-Togosaki, sé que esto es duro para ti; pero confío en que puedas realizar la autopsia con el mayor cuidado posible. A fin de cuentas no sabemos qué tipo de veneno ni como actúa.

-El resto hemos de investigar dónde está el veneno y como este fue suministrado en el cuerpo de la víctima.

-También hemos de tratar de descartar el suicidio y así pues, buscar algún indicio de algún sospechoso.

Tenko no había tenido apenas ocasión de entablar amistad con el explorador, pero ver otro cadáver de sus compañeros en tan poco tiempo... Quien quiera que fuese no tenía ningún escrúpulo, y habida cuenta de los miembros restantes, le resultaba difícil desconfiar de ellos. Al menos, más allá de...

Maxwell. ¿Alguna mentira incriminatoria? Tal vez me viste asesinar a Tanaka en sueños porque un emisario de Dios te bendijo con el don divino de la omnisciencia.

Yugure entra en la sala y no dice nada al ver el escenario. Llegados a este punto no puede evitar sentir cierta apatía hacia el cuerpo de su compañero; la tensión emocional acumulada es demasiada. Siente que es probable que se derrumbe en un momento dado, pero por ahora se limita a moverse por inercia, dejando que la costumbre y la experiencia tomen el control de su cuerpo.

Togosaki, ¿la puerta estaba atrancada por fuera?

Puedo fijarme en qué ha cambiado en la sala sin que cuente como investigar, ¿en plan si se ha movido algo con tirada de percepción?

Las palabras de Maxwell suenan como un negro varicinio de lo que está por ocurrir a oídos de Goro.

¡Alto! - Dice Goro ante la propuesta de Maxwell de que Togosaki haga la autopsia.

¡Togosaki, no toques el cadáver! No pueden ser casualidad las palabras de Maxwell. ¿Y si está cumpliendo su amenaza y acabando con aquellos con habilidades más útiles en la resolución de un crimen? ¡Quizás en cuanto toques al cadáver te envenenes tú también! ¿Alguien se ofrece voluntario a tocar antes el cadáver? Alguien que no suponga una gran pérdida si ese es el plan. ¿Maxwell? ¿Por qué no lo tocas tú? Al fin y al cabo, si hay una trampa de envenenamiento por contacto como sugerías, todo apuntaría a ti como culpable y, por tanto, serías el candidato ideal para adelantarte a nuestro forense

Aceptado, tírame un d10 dificultad 5.

Al llegar a la escena del crimen, no pudo evitarlo - AJAJAJAJA ¡Menos mal que tenía que confiar en vosotros, que nadie más iba a morir! Me alegra una vez más comprobar que mi teoría es cierta, esto no parará hasta que estemos todos muertos. - ante la duda que había surgido de que el veneno fuera por contacto, le lanzó los guantes que usó para el apuñalamiento de Makoto - ¿De verdad no habías usado guantes hasta ahora? Menudo cerdo...

Aun así, si el veneno era por contacto, no habría forma de comprobarlo ¿o sí? Sin decir nada cogió al perro y lo echó encima del cadáver - Bueno, con esto saldremos de dudas, a ver que le pasa a la pequeña criatura.

El perro cae de bruces contra el cadaver de Tanaka, gimotea un poco por el golpe; pero parece que se encuentra bien. Ladra a Daichi y luego sube la cabeza para mirar a Goro, esperando sus órdenes.

Maxwell rapidamente se apartó del flujo de la acción, posicionándose tras Namine, aprovechando que ella le sacaba más de una cabeza al joven obispo, y era mucho más ancha de espalda y musculosa que él, sin lugar a dudas, un gran escudo humano por si ocurriera lo impensable.

Daichi había lanzado a Haruki contra el cadaver, el cual podía tener un veneno de contacto; con el objetivo de asegurar la teoría de Goro y las precauciones que sutilmente Maxwell se había tomado con respecto al cadáver de Tanaka.

Girándose hacia el Detective que como mucho pillaba un resfriado, comentó.

-Si estaba cerrada desde fuera, la idea del suicidio desaparece... por lo que es un asesinato;  asumiendo así pues que Togosaki no miente, ¿Qué motivo tendría para decir que estaba cerrada desde fuera?. Por lo que su inocencia estaría casi asegurada.

-Por otro lado confío en Daichi, es un loco psicótico, pero jamás mataría a alguien con veneno, a él le gusta el contacto personal. Lo mismo digo de Tenko, los de su raza son más violentos, no mataría con veneno.

-También confío en que Naminé es inocente, a fin de cuentas, es la única que no ha dado muestras de ser una mala persona o sospechosa de absolutamente nada.

-También confío en la inocencia de Risu, está demasiado perdida y desorientada para ser ella...

Girándose hacia el perro que parecía estar bien, Maxwell sintió que algo andaba mal.

-El Perro es un robot, tal y como la revista dijo. Es normal que no sufra los efectos del veneno... 

Acto seguido le lanzó a Daichi una de las muchas Biblias que este tenía en su mochila, que hiciera lo que tuviera que hacer.

¡Pero qué haces! Maldito bastardo. Rolea esto. ¡Haruki! ¡Muérdele la entrepierna a ese bastardo! - Dice señalando a Daichi.

Ante la biblia recién pasada por parte de Maxwell y el perro intentando hacer un bestialismo muy bestia con su entrepierna, no tuvo más remedio que defenderse de dicho ataque, introduciendo la biblia en la boca del can - ¡Que la palabra del Señor te hagan fallar ante las palabra de tu señor! - dijo acompañado de una maníaca risa. ¡Oh venga Goro! No lo tomes como algo personal, solo estaba ayudando a resolver el crimen, ahora sabemos que el veneno no afecta por contacto, al menos a tu perro.

Avanzo para terminar de una patada lo que Haruki no pudo completar.

 El joven forense apenas si podía mirar al cadáver de su compañero sin repulsión: otro de sus amigos en la academia, brutalmente asesinado por uno de los presentes. Eso era lo que lo perturbaba más, incluso; pensar que había un asesino dando vueltas entre ellos. Sin embargo, él entendía la labor que tenía que cumplir en esa situación; había construido una resiliencia contra el pánico y el miedo que le provocaba el macabro juego. Iba a servir a la investigación; e iba a llevar a cabo esa autopsia.

- ¡Q-que nadie toque e-el cuerpo! ¡Y n-no se peleen en l-la escena del crimen! D-de haber algún veneno que se transmita con el t-tacto, yo podría detectarlo s-sin problema... L-lo más importante aquí es no comprometer la es-escena del crimen, y tirar a un perro sobre el ca-ca-cadáver en cuestión es un r-riesgo inconmensurable... ahora, si me disculpan, me dedicaré a realizar la autopsia. Que nunca las hago sin un b-buen par de g-g-guantes...

- Por cierto, he notado u-u-una sustancia polvorienta amarilla por sobre el cuerpo de Tanaka-san. ¿Alguien q-que le quiera echar un vistazo?

 Los instintos de forense lo llevaron a Miko a casi liderar la situación, primera vez que le pasaba en su tiempo en la academia. El semblante de Togosaki se notaba más serio ahora que en cualquier otro caso. Como si la experiencia lo estuviera endureciendo...

Me quedo horrorizada ante la escena. No me creo que sean tan inumanos para hacerle eso al pobre perro.

Pero panda de animales!! ¡¿Se puede saber que haceis?! me pobgo entre Haruki y Goro para protegerlos de un posivle ataque. Y si hubiese estado envenenado ¿Que? Acaba de morir un compañero y solo se os ocurre hacer el imbecil.

Me agacho y ampiezo a acariciar a Haruki buscando alguna herida o lesión.

¡Oye! ¿Se puede saber por qué esto es culpa mía? Es culpa del maldito bastardo. Esto solo me deja dos opciones:

Opción 1: Daichi es el asesino y por eso sabía que no le iba a pasar nada a Haruki.

Opción 2: Daichi es un cabronazo que quería ver morir a Haruki.

Y con cualquiera de las dos se merecía un buen mordisco en su saco de nueces.

Goro se recompone  y se calma poco a poco.

Y ahora que Tanaka no está... ¿Cómo se supone que vamos a saber en qué salas buscar las pistas?

Se queda un rato meditando sobre lo ocurrido

¿Dices que tiene una sustancia polvorienta amarilla y ha muerto envenenado? No sé... Si te aseguras de que no es veneno, quizás Haruki pueda seguir el rastro de esa sustancia hasta el lugar donde fue obtenida. Pero si es veneno eso no nos servirá. ¿Quizás en el laboratorio de ciencias?