Partida Rol por web

 Con los vendajes proporcionados por el obispo, Miko pudo improvisar lo que fue un decente cubrimiento de su latente herida; aunque eso no significara que estaba fuera de riesgo. Con la cara cortada como la tenía, tal vez tuviese algún impedimento en el habla o le dolería comer por el resto de su vida. Solo el tiempo lo diría. Lo único que sabía era que hablar le dolía enormemente en aquel momento, especialmente por el discurso forzado que tuvo que dar durante el juicio que agravó sus heridas.

 Pero el tema principal en aquel momento era Maxwell, al cual las garras de Monokuma dejaron en un pésimo estado. Y Togosaki, debido a su propio cuadro, no estaba en las mejores condiciones para salvar al muchacho. Por lo que el pálido y acongojado forense hizo lo que mejor sabía hacer cuando una situación lo superaba: lloró. Lloró pensando en que su amigo y compañero de academia estaba desvaneciéndose en frente de ellos. Sin ser capaz de poder salvarlo.

 Ya que... ¿qué importaba que fueran robots? ¿O cualquier otra cosa? Esto se sentía real para él... entonces era real.

Toda esta situación me tenía tan agotada, que no fue capaz de interponer mía tiempo entre ellos. Cada vez la situación iba peor si es que es posible. Cuando todas las situacion se calmo mire a mi alrededor en buscar mis compañeros. Togosaki parecia estar bien, dentro de lo que cabe pudo curar sus heridas, sin embargo Maxwell era otra  historia. Así que corrí hacia él para ayudarlo. Me quite la chaqueta para ponersela en las heridas  e intentar evitar que se desangre.

Ey, vamos, aguanta, hemos llegado muy lejos para que te rindas ahora. Eso sí¿En qué demonios estaba pensando?

Miro a queTenko que parecía estar controlado y a Togosako que estaba llorando.

Vamos, deja de llorar, trae las vendas que te han sobrado y ayúdamet más idea de medicina que yo. Aún respira ¿no? Pues aún no lo hemos perdido. 

. . .

Tenko se movió desde su posición, acercándose al herido Togosaki Miko y cogiéndolo en brazos lo acercó junto dónde estaba Enrico Maxwell. A fin de cuentas, si no lo movían, era probable que este no lo hiciera por su propia cuenta. Sea cual sea la opción que este tomaría, no podría excusarse en su debilidad de no haber llegado a tiempo.

Risu estaba paralizada sin saber que hacer o como actuar, tan solo estaba de pie mirando a sus alumnos, dos heridos, uno con el cerebro totalmente lavado y una cuarta que intentaba ayudarles. Sabia que aun les faltaban un par de monedas al menos para poder usar ese botón de la maquina. ¿Pero quien lo había puesto hay si Sinichi estaba muerto y Monokuma no estaba operando como debería?

-¡Monokuma! Soy Ichida Risu, termina la simulación, el juego a concluido. -Dijo con voz autoritaria, después de todo no sabia que mucho mas podría hacer.

 Siendo motivado por Namine para intentar hacer por Maxwell, y siendo literalmente empujado por Tenko hasta su compañero herido, Togosaki no pudo quedarse ahogado en sus lágrimas y tuvo que aplicar sus conocimientos médicos de la mejor manera que pudo. Con las vendas que el mismo obispo le había proporcionado, el joven forense hizo el mejor esfuerzo para salvar la vida de su compañero, dejando de lado sus propios dolores y la sensación de desesperación que corría por su espalda.

Togosaki Miko logró salvar la vida de Enrico Maxwell, al menos dejó de sangrar, pese a ello, su estado era deplorable y lo que es aún peor, parecía encontrarse inconsciente. Era necesario llevarlo de inmediato a la enfermería para que le pusieran suero o algo para devolverle toda la sangre que había perdido hasta ahora.

¿Simulación? ¡Esto no es una Simulación, es un Juego de Matanza Mútua!

¡Sé que eres Ichida Risu, una estudiante más! ¡Ahora id a disfrutar del maravilloso día que hace!

. . .

Yukiashi Tenko agarró con cuidado y delicadeza a Enrico Maxwell entre sus manos mientras lo sacaba de la habitación. Al parecer no iba a dejar a Maxwell atrás. A diferencia de los demás, a ellos sí que parecía bastante dispuesto a dejarlos atrás. Sin decir absolutamente nada, se llevó al jovel obispo, aún con corona de pinchos sobre su cabeza, lejos del lugar.

Enrico Maxwell y Yukiashi Tenko abandonan la habitación.

-Monokuma, esto tiene que terminar, muestra la salida o iré yo en persona a buscarla. Sinichi esta muerto, tu trabajo ya a terminado. -Vio por el rabillo del ojo como Maxwell era trasladado a la enfermería por su propio autómata y eso la tranquilizo y le dejo vía libre para centrarse en el director. En ese momento recordó que en el libro ponía que algunos habían sobrevivo y al ser un registro, mas que un libro, tal vez pondría como sucedía, si eso no funcionaba, aun tenían una posibilidad.

 Por su parte, Togosaki siguió de cerca a Maxwell y a Tenko hacia la enfermería. Con la esperanza de poder hacer algo más por el pobre obispo. Después de todo, la perdida de sangre fue importante, y necesitaba un mejor cuidado. Y algo le hacía suponer que Tenko podría no ser el indicado para hacerse cargo del hospitalizado obispo.

Esperad voy con vosotros. Miro de reojo a Monokuma mientras salgo con los demás de la habitación.

Ante la falta de respuesta por parte del director, Ichida se arrodillo en el suelo, para abrir el libro que había cogido en la sala de ordenadores y busca las paginas que hablaran de los supervivientes, si había detalles de los asesinatos, era lógico pensar que también los habría de cuando sobrevivían y por que. Si hacia falta iría por orden, primero la cuarta y después la sexta y séptima.

¿Sinichi? ¿Quien es ese Sinichi?. No hay ningún alumno registrado que se llame Sinichi. ¡De todas formas si está muerto mal por el y por su asesino!. ¡No cuenta para el juego!. ¡Tendrá que esforzarse más y matar a la persona adecuada en la próxima ocasión!.

¡Ahora vete de aquí! ¡No es el momento del Juicio Escolar!

Tras decir esto, Monokuma también desapareció detrás de su trono.

Ichida Risu se quedó sola en la sala de Juicio, rebuscando en aquel libro por una respuesta a sus dudas, la victoria que estos habían logrado. La pregunta era evidente. ¿Cómo lo habían logrado?. Para fortuna para ella, con aquel pesado libro, quizás el último atisbo de su vida previa a quedarse sin recuerdos, podía alcanzar a llegar a una respuesta.

En la Cuarta Repetición -Supervivientes: Enrico Maxwell, Kurozen Masaru y Matsuno Ichie.

En la Sexta Repetición -Supervivientes: Togosaki Miko, Suzuki Muriko y Kawamoto Yuichi.

En la Septima Repetición -Supervivientes: Enrico Maxwell y Fukumori Daiki.

Todas hablan de lo mismo, el número de Supervivientes se redujo a 3 o menos tras pasar el último Juicio Escolar, se inició el protocolo de "recuperación", lanzando un gas que hacía a los Robots dormirse y posteriormente desbloquear las puertas para que la Academia fuera desintoxicada antes del inicio de la siguiente prueba.

En el caso especial de la Séptima Repetición, antes del último caso se encontraban vivos Shinobu Iki, Hikari Yugure, Togosaki Miko, Enrico Maxwell y Fukumori Daiki. Al haber cometido Shinobu Iki el doble asesinato sobre Hikari Yugure y Togosaki Miko, tras una resolución acertada por los dos votos de Enrico Maxwell y Fukumori Daiki. Estos vencieron y se inició el protocolo de "recuperación".

Ichida busco rápidamente entre las hojas el protocolo de "Recuperación" era una posibilidad mínima, pero no dejaría en su intento de buscar todo lo útil que aquel libro pudiera dar.