Partida Rol por web

El atrio previo a la entrada del gimnasio mostraba varios blasones colgados con el logo de la academia, al igual que varios premios y trofeos expuestos en vitrinas; algunos eran medallas, otros eran trofeos y otros parecían ser obras de arte, tales como budas de distintos tamaños y materiales, un casco samurai o una katana.

Las puertas hacia el gimnasio se encontraban cerradas bajo la atenta mirada de la pantalla ennegrecida; probablemente a la espera de que todos estuvieran reunidos de una vez en aquel lugar antes de dar paso a la siguiente parte del misterio.

Tras caminar por aquellos pasillos desde su habitación, siguiendo la guía holográfica que aquella pulsera que tenía en la muñeca le estaba mostrando; aquel alumno secuestrado no tardaría en llegar hacia el atrio en donde se encontraría con una estancia rojiza repleta de los logros de otros. Aunque no podía adentrarse aún al gimnasio puesto que aquellas puertas dobles seguían bloqueadas.

Mientras aquellos alumnos secuestrados se encontraba en el lugar, estos pudieron notar como la puerta que había detrás de ellos se abría nuevamente y, en efecto, una persona más se les unía en aquel pequeño atrio; al parecer poco a poco la gente había comenzado a llegar al lugar.

Cuando aquel alumno entró en aquella estancia este se encontró con... más persona; y teniendo en cuenta que las puertas que daban hacia la entrada del gimnasio estaban cerradas, lo más probable sea que simplemente habían sido los primeros en llegar al lugar.

Todavía no me puedo creer el lío en el que me he metido. En mi cabeza resuenan una y otra vez las normas del concurso, pero sobre todo las reglas siete y ocho. "Una persona o grupo de personas tan solo podrá cometer un asesinato por día." Joder, se habla de matar a gente.

Pero lo peor es la regla ocho, la que dice que si cometes una acción prohibida te matan de inmediato. Creo que esa es la que ha impedido que me haya intentado quitar la pulsera golpeando la contra la puerta o el marco. El miedo a que se dispare lo que sea que inyecta ese veneno.

Y ahora estoy aquí, sola en una habitación desconocida. Y el hecho de que los trofeos y blasones parezcan mostrar el emblema de la academia tampoco es que me despierte tranquilidad precisamente.

Parece que estoy sola, y ya hasta pienso que es algo en contra mío cuando veo entrar a una persona. Ho...hola saludo tragando saliva. ¿E...eres quien... dirá qué... qué pasa...? digo tartamudeando como nunca. Pero cuando veo entrar a otra y luego a otra persona me doy cuenta de que todos somos prisioneros en esta locura de sitio. 13 personas digo en un susurro. ¿Alguien sabe qué está pasando?

Al llegar al lugar, veo a un pequeño grupo de personas que se ve igual de confundidos que yo, al parecer no había sido el único que había pasado por este extraño secuestro.

Hola a todos soy Vincent Sullivan y al parecer todos estamos en la misma situación, de todo corazón espero que podamos llevarnos bien y salir de este lugar en una sola pieza, por lo que entendí, si seguimos las reglas, deberíamos estar bien, pero creo que incluso las propias reglas son un peligro en si mismas así que intentemos colaborar para salir adelante. - digo a modo de saludo mientras agito levemente mi mano.

El atrio previo a la entrada del gimnasio mostraba varios blasones colgados con el logo de la academia, al igual que varios premios y trofeos expuestos en vitrinas; algunos eran medallas, otros eran trofeos y otros parecían ser obras de arte, tales como budas de distintos tamaños y materiales, un casco samurai o una katana.

Las puertas hacia el gimnasio se encontraban cerradas bajo la atenta mirada de la pantalla ennegrecida; probablemente a la espera de que todos estuvieran reunidos de una vez en aquel lugar antes de dar paso a la siguiente parte del misterio.

Tras caminar por aquellos pasillos desde su habitación, siguiendo la guía holográfica que aquella pulsera que tenía en la muñeca le estaba mostrando; aquel alumno secuestrado no tardaría en llegar hacia el atrio en donde se encontraría con una estancia rojiza repleta de los logros de otros. Aunque no podía adentrarse aún al gimnasio puesto que aquellas puertas dobles seguían bloqueadas.

Mientras aquellos alumnos secuestrados se encontraba en el lugar, estos pudieron notar como la puerta que había detrás de ellos se abría nuevamente y, en efecto, una persona más se les unía en aquel pequeño atrio; al parecer poco a poco la gente había comenzado a llegar al lugar.

Cuando aquel alumno entró en aquella estancia este se encontró con... más persona; y teniendo en cuenta que las puertas que daban hacia la entrada del gimnasio estaban cerradas, lo más probable sea que simplemente habían sido los primeros en llegar al lugar.

El atrio previo a la entrada del gimnasio mostraba varios blasones colgados con el logo de la academia, al igual que varios premios y trofeos expuestos en vitrinas; algunos eran medallas, otros eran trofeos y otros parecían ser obras de arte, tales como budas de distintos tamaños y materiales, un casco samurai o una katana.

Las puertas hacia el gimnasio se encontraban cerradas bajo la atenta mirada de la pantalla ennegrecida; probablemente a la espera de que todos estuvieran reunidos de una vez en aquel lugar antes de dar paso a la siguiente parte del misterio.

Tras caminar por aquellos pasillos desde su habitación, siguiendo la guía holográfica que aquella pulsera que tenía en la muñeca le estaba mostrando; aquel alumno secuestrado no tardaría en llegar hacia el atrio en donde se encontraría con una estancia rojiza repleta de los logros de otros. Aunque no podía adentrarse aún al gimnasio puesto que aquellas puertas dobles seguían bloqueadas.

Mientras aquellos alumnos secuestrados se encontraba en el lugar, estos pudieron notar como la puerta que había detrás de ellos se abría nuevamente y, en efecto, una persona más se les unía en aquel pequeño atrio; al parecer poco a poco la gente había comenzado a llegar al lugar.

Cuando aquel alumno entró en aquella estancia este se encontró con... más persona; y teniendo en cuenta que las puertas que daban hacia la entrada del gimnasio estaban cerradas, lo más probable sea que simplemente habían sido los primeros en llegar al lugar.

El lugar tiene una pésima decoración, colores muy brillantes y fuertes, nada relajantes a la vista, las banderas y banderines tampoco parecen de buen gusto.

Qué pésima decisión, esos tonos apenas se ven a corta distancia, ¿de qué sirve un banderín que solo reconoces a 2 metros con buena iluminación? y esa vitrina, es horrible, las placas estan hasta arriba, donde es más difícil leerlas y solo puedes ver el logo, esas copas parecen de bronce y plata, si son los peores premios, deberían ir arriba para que no los van y no llamen la atención.

Me paso a ver los trofeos mas altos en las esquinas, luego veo con desagrado los artículos que no tiene un cristal.

Bueno este par de las esquinas estan bien presentados, pero estas mierdas mas vale que sean de utilería, sera peligroso que alguien las use y un desastre si daña artículos valiosos

Empujo con un dedo la base de madera sobre la que esta puesta la katana para luego ponerla de nuevo en su lugar y de esa forma confirmar el peso, luego hago lo mismo con la estatua mas grande del buda y ver si es pesada o solo plástico con hoja de oro. Tras las quejas miro de reojo al resto de las personas que van llegando, una chica con googles pregunto que pasa.

Claramente, alguna loca nos secuestró para montar alguna tontería en un juego retorcido que espero no sea una recreación de un mediocre espectáculo televisivo de serie B o peor... ¡una programa relleno de MTV!