Partida Rol por web

[Danganronpa] - (Des)Esperanza

Habitación: Tafuna Iwa

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06/07/2019, 11:39
Entorno

Habitación: Tafuna Iwa

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06/07/2019, 11:39
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Tsumiko Komachi llegó corriendo a la habitación de Tafuna y se dispuso a llamar a la puerta, agarrando el pestillo con la mano notó que la puerta ni siquiera estaba debidamente cerrada con el pestillo interno. Tragando saliva, Tsumiko abre la puerta tirandola hacia ella y entra en la habitación oscura de Tafuna.

El corazón le andaba a mil hasta que un singular ronquido la tranquilizó. En la cama, babeando y durmiendo a pierna suelta estaba Tafuna Iwa. Al parecer no se había despertado por el aviso de Monokuma y seguía tan tranquilamente en los brazos de Morfeo.

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06/07/2019, 14:05
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Otro sonido inundó la estancia, unas campanadas hizo que los presentes se giraran hacia una de las pantallas de la estancia; en la imagen podéis ver el logo de la academia y tras este a aquel oso que ya habíais visto con anterioridad, al parecer quería dar un anuncio importante. Lo logras ver en la pantalla.

¡Enhorabuena Alumnos!

¡Hoy me siento extremadamente gener-oso con v-oso-tros!

¡Os he desbloqueado el último piso de la Academia!

¡Divertíos!

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06/07/2019, 15:26
Monokuma

Una pantalla se encendió mostrando a Monokuma con sendas baquetas golpeando un pequeño tambor.

 

¡Pim Pom Pam Pum!

¡Un cadáver ha sido descubierto!

¡Después de un tiempo de investigación, el juicio escolar comenzará!

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06/07/2019, 15:33
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Tanto la PDA de Tafuna como la de Tsumiko vibraron.

Todos:

Venid a la sala de música ¡ahora mismo!

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06/07/2019, 19:44
Tsumiko Komachi

Ni con las campanadas, ni los gritos de Monokuma del primer y segundo anuncios despertaron a Tafuna. Se había dejado la puerta de su habitación abierta. ¿Cómo podía ser tan descuidada? A Dean lo mataron por eso. Bueno... más o menos. En fin, quizás Tafuna pensara que todo eso ya no importaba...

Tuve que sacudirle el brazo un poquito para despertarla. Una vez más, me sentí como si fuera su hermana mayor. No era una mala sensación, aunque un tanto vergonzosa. Sin embargo, después de oir el segundo anuncio, no había tiempo ni humor para pensar en ello. Después de despertarla, fuimos ambas a la sala de música, tal y como nos avisaron por la PDA. El aviso de Monokuma ya lo había dejado bien claro. Sobraba decir con qué nos ibamos a encontrar.