Partida Rol por web

Los héroes reaccionaron con rapidez a la presencia de los cazas nazis. Walter, que para algo estaba a los mandos, realizó unos cálculos rápidos y dejó caer los depósitos de combustible de la cápsula para usarlos como bombas improvisadas.

Mientras los depósitos caían hacia los aviones nazis, Johnny abrió una de las escotillas para tirarles un torpedo. La descompresión lanzó por la escotilla todo lo que no estaba bien sujeto al suelo y el propio Johnny se libró por un pelo de caer al vacío. Además una capa de escarcha comenzó a depositarse en el interior de la cápsula. Como consecuencia, los instrumentos comenzaron a soltar chispas al cortocircuitarse uno tras otro: los sistemas de la cápsula dejaron de funcionar.

Impertérrito, el soviético abrió la otra escotilla, se asomó echó mano de su bazooka soviético y abrió fuego apuntando como pudo en dirección al otro caza, lo cual no era nada fácil teniendo en cuenta que estaba a unos 20.000 metros de altura cayendo a toda velocidad en una cápsula.

Así que los depósitos, el torpedo y el cohete competían a ver cual llegaba primero hasta su objetivo.

Los depósitos de combustible, por aquello de que habían salido antes, dieron de lleno a ambos cazas que explotaron de manera espectacular. Aunque desde arriba apenas parecieron un par de chispas salidas de un mechero.

Así que el torpedo y el cohete, el cual sorprendentemente había superado con mucho su alcance máximo, atravesaron el lugar en el que debían estar los aviones y continuaron su camino hacia el suelo.

Dustin vio como el puro que acababa de encender mientras Walter lanzaba los depósitos de combustible salía volando por culpa de la descompresión de las escotillas. Encima entraba escarcha.

- ¡Esa ventaaaaaanaaaaa, que entra frío! 

Resopló indignado mientras comprobaba su paracaídas. 

- Bueno chavales ¿nos vemos abajo? Porque aunque yo de física ando justo veo tanto mar que sería un milagro que el cohete aterrizase en tierra... y a la velocidad que descendemos tampoco tengo claro que me gustase esa opción.

Se desabrochó el cinturón de seguridad mientras se asomaba a la ventana por el lado de Boris. 

- ¿Te importa? Tenía pensado saltar.- dijo mientras se sacaba la escarcha de la nariz - Y os recomendaría lo mismo. 

Miró hacia las masas de tierra. Dos islas estiradas, una encima de otra.

- Creo que es Nueva Zelanda. Es una pena, tenía la esperanza de que cayésemos en Tasmania y le pudiéramos colar al gobierno unas vacaciones como parte del trabajo. Otra vez será. 

Dicho lo cual saltó mientras preguntaba:

- ¿Alguien sabe en cuanto está el record de salto mundial a día de hoy? ¡El último paga las birras!

Aprovechando que tenía la escotilla abierta, Boris se introdujo por ella y activó su paracaidas. La cápsula caía sin control y pronto superarían la distancia segura para abrir el paracaidas, así que no había tiempo de pensar. Ese momento se había terminado en el momento en que abrieron las escotillas y provocaron la descompresión.

Walter vio como Dustin y Boris preferían la ruta turística al aire libre que seguir en el cacharro cohete. Lo cual parecía una buena idea ya que los controles parecían algo fritos.
No obstante estaban más seguros dentro de la capsula que fuera, ya que dentro tan solo tenían que desprender el último modulo y dejar la parte delantera y que se abriesen los paracaidas. Y eso era algo manual, tan solo tenía que romper un panel y tirad de una palanca.

Lo malo es que a Dustin no parecia funcionarle bien su paraca, y si este no se abria lo iba a pasar muy mal. Tenía que hacer algo.

-Dustiiin. Noooo.-

Pegó unas patadas a los controles para que se encendiera lo justito para nivelar el cohete un momento. El suficiente como para que al soltarse el último modulo fuese en dirección a donde estaba Dustin, y éste pudiese agarrarse. Hacerlo de esa manera podía poner en peligro la integridad del módulo, y que alguno de los paracaidas no se abriese correctamente. Pero era Dustin. E iría al infierno por él si hiciera falta.

Dustin vio como su vida pasaba a toda velocidad por sus ojos. Estaba justo en la escena de la fiesta de disfraces que se había corrido en Florencia para celebrar su mayoría de edad cuando algo lo distrajo. Era un módulo que Walter le había lanzado para sacarlo del marrón. Walter era un gran tío. Le había fastidiado el visionado de esa escena de su vida pero total, para lo rápido que iba todo, no valía la pena estrellarse contra el suelo para acabarla. Además sabía como terminaba. Algún día tendría que llamar de nuevo a Paulina.

Volviendo al momento Dustin levantó el dedo pulgar luciendo la mejor de sus sonrisas para indicar a su Walter que se había aferrado al módulo. Luego bajó la mano para tirar de la maldita anilla. La tierra se acercaba a una velocidad desaconsejable.

Por fin el maldito mecanismo cedió y el paracaídas se abrió.

Algún día acabaría de ver esas escenas pero parece que no sería en ese momento. 

Boris descendía a toda velocidad en caída libre mientras el aire agitaba su cabello. Con seguridad tiró de lo que debería ser la correa de su paracaídas, para descubrir con perplejidad que que la correa era en realidad una tira de un sujetador que se había quedado prendida a su espalda cuando la descompresión hizo volar todo por la estancia. Entonces se dio cuenta de que pesaba demasiado poco para llevar un paracaidas en la espalda. ¿Qué cojones había sido de él? No había tiempo de pensar en ello, ni en qué cojones hacía un sujetador allí donde tan solo había cinco rudos hombretones ¿quizá un recuerdo de la última rubia que vino a probar el asiento de atrás?

Un gruñido a modo de maldición salió de la boca de Boris mientras pensaba que hacer. La respuesta llegó rápido cuando vio la cápsula poco más abajo, poniéndose en trayectoria para poder agarrarse. Boris se puso cabeza abajo para ganar algo de velocidad y alcanzarla. Finalmente consiguió agarrarse a un saliente.

-Grracias, muchacho. Pero esperro que tengas un plan para evitarr que esto caiga cuan pesado es contra el suelo.

Agarrándose donde puede , Nicolas se acerca a Walter por si pudiera ayudar en algo. Si los mandos había que tratarlos a patadas, seguramente entre dos tuvieran más éxito. 

Situado al lado de la consola de mandos, mira los botones y palancas para ver si entiende algo mientras le grita al piloto.

HAY QUE BUSCAG UN CLAGO PAGA ATEGUIZAG.

Como puede mira hacia donde se dirigen para ver si encuentra algún lugar menos dañino donde acabar en tierra. 

Walter suspiró aliviado al ver que Dustin y Boris se lograban agarrar a lo que quedaba del cohete. Ahora tan solo quedaba la parte en que llegaran a tierra a una velocidad en la que no murieran en el impacto.

Esto está chupado. En cuanto logre mover esta palanca claro está. Si tan sólo hubiera un ruso forzudo que te cagas dentro del cohete en lugar de agarrado fuera.

Nicolas se había acercado a ayudar. Al menos entre los dos lo tendrían más fácil. En teoría. Aunque el comentario del claro le hizo sonreir.

-Esto no es un avión, es un ladrillo volador. No vamos a aterrizar. Vamos a estrellarnos. Pero si logramos sacar los paracaidas de frenado podremos hacer algo. Ayudame a tirar de aquí.-

La palanca empezó a moverse. Pero ¿sería suficiente?

-¿Clarro parra aterrizar?

Boris buscó algo parecido entre la espesura. Cuando localizó el lugar adecuado intentó poner de su parte para alcanzarlo. Balanceándose sobre el borde del ladrillo espacial podría variar ligeramente la trayectoria de la caída.

¿Una locura? Si. Otra más de una larga lista.

Walter había logrado lanzarle el depósito a Dustin, el cual activó el paracaídas del mismo (sí, los depósitos de combustible desechables del cohete de Danger 5 tenían paracaídas). También pudo activar los paracaídas de la cápsula tirando de la palanca congelada por la baja temperatura.

El problema es que tras todo ese tiempo cayendo la distancia al suelo no era la ideal en ninguno de ambos casos. E incluso con Boris agarrado de brazos y piernas a la cápsula y balanceándola (aunque un observador casual pudiera confundirlo con otro tipo de actividad más, digamos, "íntima" entre el ruso y la cápsula) para que aterrizara en blandito, en el lugar señalado por Nicolas, la velocidad de ambos objetos era más alta de lo recomendable para tomar tierra suavemente.

La cápsula de Dustin aterrizó sobre un árbol gigante destrozando varias ramas en el proceso de precipitarse junto a sus raíces en el suelo. El aguerrido comando quedó colgado boca abajo de una de las cuerdas del paracaídas a unos 4 metros de altura, pero en relativa buena forma, un par de moratones y arañazos. Como aspecto positivo, su puro había aterrizado en la rama de al lado al alcance de su mano. Como aspecto negativo extra, el combustible del destrozado depósito se estaba derramando a los pies del árbol.

La cápsula empujada por Boris casi logró alcanzar el claro al que la dirigía el ruso con la fuerza de su pelvis. 

Casi.

Tras arrancar un par de árboles de raíz y dejarse gran parte de la parte inferior de la misma por el camino, la cápsula se precipitó al suelo cayendo de lado justo en la linde del claro. Walter, Nicolas y Johnny quedaron todos apretujados contra uno de los paneles de la cápsula (que hacía de suelo en estos momentos) mientras que Boris seguía agarrado a un lateral de la misma (aunque ahora en realidad hacía de techo) en una pose muy poco guerrera pero muy sensual.

Aunque ahora estaba colgado boca abajo sobre una enorme charca de combustible Dustin tenía claro que había estado en situaciones peores. Cogió su puro de la rama cercana e instintivamente se lo llevó a la boca. Resopló al darse cuenta de que el combustible tenía la mala costumbre de inflamarse con el fuego así que, resignado, lo apagó intentando evitar que cayeran cenizas y se lo guardó en el bolsillo.

Echó un vistazo alrededor. La cápsula había aterrizado no demasiado lejos. Las ruedas habían quedado esparcidas por todo el lugar. Un momento ¿ruedas? El cohete no tenía ruedas. Fue entonces cuando se dio cuenta de que en el surco dejado por el aterrizaje forzoso había una portezuela de jeep en la que estaba claramente grabada una esvástica. Walter era un crack: todavía no había tocado suelo y ya había provocado las primeras bajas en el enemigo. Con estilo, así, a lo aplastante.

¿Habría supervivientes nazis? Dustin se colgó de la tira del paracaídas para alcanzar la rama. Luego rasgaría la tela del mismo para bajar rápidamente por los jirones. A lo mejor algún 'kartofen' había logrado saltar del jeep antes de que lo convirtieran en un modelo reducido. Y a Dustin le encantaba hablar con los alemanes. ¡Eran tan educados cuando los torturabas! 

El impacto contra el suelo había hecho que los que quedaban en la capsula rebotaran varias veces, para finalmente quedar todos hechos un lio unos con otros. Afortunadamente Walter era inglés y estaba por encima de algunos prejuicios. Aunque eso no quería decir que no saliese de allí lo antes posible.

En cuanto se puso de pie se crujió algunos huesos de la manos, y se aseguró que no tenía nada roto. Luego se aseguró de que Johnny y Nicholas estuvieran vivos y salió de la capsula a comprobar el daño que había recibido.

Al salir pisó algo blandito. Era un brazo. Al parecer había caido encima de un vehículo. Y por el emblema de la manga del brazo uno aleman.

Vaya. Lastima que esté todo aplastado. Podríamos haberlo aprovechado.

Dustin bajó del árbol con mucho estilo y se fijó en lo que parecían los restos de un coche nazi. El suelo de la cápsula había vendido cara su destrucción, por lo visto. El rastro de aceite, gasolina, chatarra y aceite indicaba que, efectivamente, el coche iba por la pista forestal que se perdía entre los bosques enfrente suyo cuando la cápsula le había caído encima y lo había arrastrado consigo en su alocado aterrizaje, hacia su izquierda.

Walter salió sacudiéndose el polvo y se encontró con trozos de nazi por todas partes.

Nicolas y Johnny parecían necesitar un rato más para ponerse en marcha ya que seguían hechos una maraña al fondo de la cápsula (¿o se les habría pegado la actitud sensual de Boris?). Mientras tanto el soviético, extrañamente ausente, casi como un zombie*, se bajó de la capsula y señaló hacia Dustin: -¡Es Dustin!

- Hemos llegado.- señaló Dustin satisfecho encendiendo nuevamente su puro - Lástima que el comité de bienvenida esté indispuesto. Pero ya sabemos por donde hay que ir ¿no?

Señaló la pista forestal mientras pensaba en un plan.

- Estaba pensando que ahora mismo los nazis ya deben saber que hemos llegado y vendrán a buscarnos. Estarán en alerta máxima en la base. Así que podemos hacerlo fácil: nos rendimos, nos meten en su base, bajan el nivel de alerta porque ya nos tienen y después les sacudimos desde dentro. Es un plan infalible. Si además un par de nosotros quedan fuera como apoyo sin que los nazis lo sepan... pues ya está hecho todo. ¿Qué os parece?

Los comienzos de misión hacían que Dustin se sintiera siempre muy optimista. Pero mucho, mucho.

Sacudiéndose todavía el polvo que llevaba encima, sin quejarse para no parecer un enclenque, y aprovechando que se estaba palpando para ver que todo estaba en su sitio, Nicolas lentamente se va situando frente a Dustin.

Con las sucesivas caidas y "aterrizajes" el puro que siempre lleva entre los labios se había ido de vacaciones, por lo que no le queda otra que empezar uno nuevo, esperando disfrutarlo de principio a fin.

Nicolas sabe que de alguna manera Dustin siempre le convence así que su mente ya se ha acostumbrado a decir que sí a lo que idea el australiano, por lo que asiente farfullando...

me paguece bien

preveyendo la que se les puede venir encima, Nicolas intenta recordar todo el alemán que aprendió durante la ocupación de Francia por si le pudiera servir de algo.

Dustin siempre hacía ver que los planes eran fáciles y que iban a salir siempre bien. Lo que pasa es que luego siempre se acababan complicando y liandose, y todos juraban que nunca más le iban a hacer caso.

-A mi me parece también bien.-

Pero claro. Era Dustin. Y es como cuando Walter decía que en ésta ocasión no se iban a estrellar cuando él pilotase. Así que estaban en paz. Más o menos.

-De todas formas tampoco creo que ésten tan en alerta. Hemos venido muy rápido, y hemos eliminado las interferencias con premura. Así que lo mismo podemos pillarlos por sorpresa y todo.-

-De todas formas si el plan es dejarse capturar yo no voy a seros de mucha ayuda. Mi toleracia al dolor físico personal deja mucho que desear. Así que creo que emplearé mejor mi tiempo buscando un trasporte para la huida. A ser posible uno que también logre entrar en la base y sacaros de allí.
Si os parece bien me llevaré a Johnny conmigo.-

- Me parece una buena idea. Si nos capturan yo diré que era el piloto.- contestó entusiasmado Dustin. 

¡El plan iba mejorando por momentos! En cuanto se librasen de los nazis, rescatasen al científico y matasen a Hitler se irían en cualquier vehículo que hubiese encontrado Walter y Johny¹.

- ¡Venga, que me estoy impacientando! Nicolas, Boris, nosotros iremos por entre los matorrales como si nos quisiéramos esconder pero haciendo el suficiente ruido como para ser capturados. Supongo que tendremos que eliminar a unos cuantos nazis para darle realismo al tema, tampoco es plan que nos capturen sin dar guerra. Si cuando estemos repartiendo estopa vemos que la cosa es fácil pues pasamos al plan B: entramos con patada en la puerta.