Partida Rol por web

El grupo deja a la Señora y sale al patio de armas, Gorka habla con otro soldado, también de edad avanzada pero de mejor aspecto, parece que le está dando algún tipo de orden.

Os encontráis en el patio en semicírculo, ahora sí, lejos de los oídos de la Señora y su criada, es hora de elaborar un plan.

Antón se apresuró a preguntar a los viejos soldados.Tenían que llevar el plan a cabo lo mas rapido posible.

-Gorka, ¿cuantos hombres se dedican a la caza? Es decir,¿Cuantos saben manejar un arco?-Antón cogió una espada de madera de un rincón y dibujo un rudimentário mapa del pueblo, algo impreciso pues lo hacía de memoria, pero lo suficientemente claro como para que se entendiese lo que quería explicar- el plan es el siguiente. Todo el mundo se esconderá dentro de las casas. Quiero a todo el que sepa usar arcos, listo desde las ventanas. Don Carlos y yo mismo les cortaremos el paso a esos indeseables y pediremosles que se marchen por las buenas, a fin de evitar cualquier pelea. Ernesto, que es buen tirador, podrá enviarle una flecha o dos de advertencia. Si aun así no cambian de opinión los arqueros empezarán el ataque. Si eso no los hace huir entonces las gentes tendrán que luchar por su pueblo. Vos mismo y él-dijo señalando al otro soldado-podeis dirigír a lo hombres puesto que los conoceis mejor que yo. Si Dios está con nosotros, solo la sangre de los bandidos será derramada esta noche.

Roderigo, ya de metidos en el asunto, decide opinar. "de perdidos al río".

-Señor, si no me equivoco, estos malhechores lo que buscan es causar daño, si nos defendemos en el pueblo irán a por las cosechas del campo, si defendemos el campo, viceversa, y si les plantamos cara de forma abierta huirán. Por que no hacemos que el pueblo recoja las cosechas que quedan y las almacenen en la ciudad. De esa manera solo tendrán un sitio donde hacer daño... la ciudad.

Hace una pausa para aclarar sus propias ideas.

- Luego, podríamos idea alguna serie de ardides y trampas para atraerlos hacia una zona del pueblo, donde los arqueros pudieran tenerlos a tiro desde las ventajas, cerrarles el paso o mismo encerrarlos en alguna casona.

En efecto tienen todo el tiempo de sol para recoger lo que puedan, aun asi no es tiempo de recoger la siembra. De todas formas, pienso que si no los detenemos en los campos se acercarán hasta las casas, pues es ahi donde de verdad pueden aterrorizar a las gentes. Además si nuestras suposiciones son correctas, las gentes del monasterio querrán mantener las cosechas intactas o si no serán los dueños de un lugar pobre-dijo con preocupación, pues la idea de que hombres de Dios hicieran todo eso lo llenaba de tristeza. Su padre y las gentes del monasterio de Muel jamás harían algo asi.

Gorka escucha los gritos de Antón y despacha rápido al otro soldado que sale corriendo por la puerta cuesta abajo rumbo al pueblo.

El viejo soldado vasco se acerca al grupo y hinca la rodilla en tierra ante Antón.

- Mi Señor, he dado orden al resto de soldados para que hagan una batida en el pueblo, que llamen a todos cuantos puedan empuñar un arma y que suban aquí inmediatamente.

Contestando a la pregunta - Todos o prácticamente todos en esta villa saben manejar un arco con más o menos acierto. El problema es que aquí en el castillo, se han llevado prácticamente todas las armas. No habrá armas para todos.

Levantad buen hombre, pues no soy vuestro Señor. Necesito que me digais si es posible que la gente esté lista para la puesta de sol. También quiero que esto se lleve con la mayor discreción posible, que nadie que no sea conocido del pueblo se entere de esta idea o nuestro buen hacer puede truncarse. No quiero que vengan al castillo, nosotros bajaremos al pueblo y desde allí prepararemos todo. Si hay algún tunante cerca no quiero que sepa lo que hacemos. Las armas que tengais serán suficientes, imagino que las buenas gentes de Ibarrela tendrán sus azadas, rastrillos y demás. Lo que necesitamos mas aun que las armas, son las ganas de proteger sus tierras y no me cabe duda de que esas las tienen-le dijo sonrriendo mientras repasaba mentalmente el plan para encontrar posibles errores.

-Mi señor, me parece un buen plan, pero he de advertirle de que no soy bueno con el arco,  yo soy más diestro con el cuchillo, aunque sigo sin ser demasiado bueno en la lucha. Preferiría tener otro papel en la batalla si no es inconveniente. -Digo a Antón un poco acobardado esperando que no le ofenda que le contradiga.

Antón asiente con la cabeza ha Ernesto. Sabía que era de confianza y en verdad le estaba haciendo llevar demasiado peso.

-No te preocupes Ernesto, seguro que alguno de los soldados de Ibarrela es bueno con el arco o la ballesta. Necesitamos que lo sea en demasía si queremos que los miserables se acobarden-dijo dándole una palmada en el hombro- Gorka, decidme cual creeis que es el mejor lugar donde sorprender a los bandidos y quien es el mejor tirador de estas tierras. Kalev, Roderigo... en verdad no os conozco pero si alguien como Don Carlos se fia de vosotros no veo por que debería desconfiar yo. Quiero que hagais una cosa, imagino que no sereis ilustres caballeros disfrazados pero no os preocupeis no necesito que lucheis necesito algo mas delicado. Necesito que vayais al pueblo y os asegureis de que las gentes, que no están acostumbrados a luchar, no delaten nuestras intenciones por muy nerviosos que estén. Y por otro lado también necesito que, si veis a alguien sospechoso...y por sospechoso quiero decir alguien que pudiera ir a contarle todo a los bandidos, lo sigais y antes de que de alarma lo captureis y me lo traigais. Por supuesto vivo-se apresuró en añadir.

Levantándonse y algo confundido, pues la Señora le había puesto al servicio del Vizconde , dice - Si os parece bien Señor, iré yo mismo a llevar la noticia y reuniré a los hombres frente a la taberna. Y os aseguro, si me permitís la licencia, que ningún hombre de esta villa traicionaría a sus vecinos. No obstante actuaré con discrección y avisaré sólo a aquellos en los que confíe plenamente. - Contestando a la segunda de las preguntas -Para ser honesto no sabemos desde qué dirección atacarán, puede que yo no sea más que un viejo de otra época, pero he participado en muchos combates y lo mejor sería pelear desde terreno elevado. Todo dependerán desde donde vengan...- Tras decir esto se prepara para marcharse.

Dejaba hacer a Don Antón, pero se le veía pensativo, más pensativo de lo que acostumbraba aquél hidalgo. Antes de que marchase el soldado y saltándose la  cadena de mando grita al soldado - Buscad a Álvaro en la taberna, no tendrá un brazo útil pero es valeroso y perro viejo. Decidle de mi parte que busque un lugar adecuado donde defendernos o donde emboscar al enemigo.- Después dice a modo de disculpa - Perdonad la intromisión, Don Antón, vos estáis al mando, pero le necesitamos y quizás él pueda ayudarnos con el lugar.

Don Carlos, vuestras disculpas no tienen lugar. Vos sois mucho mas experimentado que yo y bien sabeis que tan solo he participado en algunos duelos con otros nobles por puro entretenimiento. Como decís, necesitamos cualquier brazo capaz de defender la aldea. Gorka, no confies si hay alguien poco conocido en la aldea o que no habite en ella...es decir, de cualquier persona como nosotros-dijo soltando una carcajada, aunque lo decía muy en serio.

Estaba un poco molesto porque Don Antón no me había asignado una tarea y pensé que a lo mejor se había molestado por lo que había dicho antes.

- ¿Que debo hacer yo, mi señor? - pregunté con tono lastimoso

Tampoco es que yo sea el mejor cazador del mundo, pero varias veces me había visto abatir jabalíes con el arco.

Samuel, llevas un arco en tu equipaje,¿no es así? Debí pensar que era de Ernesto. Si te ves capaz puedes ser el arquero que hará que esos hijos de mala madre den media vuelta-dijo con los ánimos renovados-, pero ya sabes que es una tarea harto complicada...lo harás bien-le sonrrió dandole una palmada en el hombro-. Hasta entonces mantente con Don Carlos y conmigo. Algo me dice que el Señor esta de nuestra parte.

- Gracias, mi señor - dije mucho más animado- podeis confiar en mi puntería... yo les diré a los campesinos hacia donde tienen que disparar y cuando tienen que hacerlo... aunque aún no sabemos cuantos son esos bandidos, ni de que armamento disponen, sería bueno saberlo para estar preparados.

Kalev suspiró aliviado. Entre tanto mal... entre tantas posibilidades de acabar ensartado en una lanza como un pollo... al menos sus pertenencias estaban seguras. Las caballerizas de la casa de la señora Beatriz darían cobijo a su carro y a su caballo. Lo cual significaba varias cosas... la primera era que los bandidos no tendrían excesivo acceso a sus queridas pertenencias y lo segundo y quizá mucho más importante... en la refriega, si algo comenzaba a ir demasiado mal, siempre podría escabullirse y tendría su huída asegurada. Con sus piernecitas no había posibilidad de símplemente echar a andar. Hacía falta un transporte.

Cuando Antón les encomendó la tarea de tranquilizar y organizar a los aldeanos el judío le miró con desconfianza.

- Discúlpeme mi buen señor de Muel... mi condición me hace poco poseedor del poder de empatizar con los campesinos del buen valle de Ibarrela. Aún siendo como soy hombre a vuestro servicio y al del buen Carlos de Mayoral, un judío siempre es un judío... lo sé por experiencia. 

Kalev hablaba con voz suave y melosa.

- Pero quizá mi talento pueda estar mejor empleado protegiendo a la señora Beatriz e incluso proveyendo de auxilio a los posibles heridos.

Cada palabra que profería alejaba más y más la confianza que el de Mayoral había depositado en él. 

- Aunque, claro... la estrategia es cosa de guerreros y haré lo que se me encomiende de la mejor manera que me sea posible.

Vaya, vaya parece que ya nos vamos conociendo-dijo con el mismo tono bromista- Me parece bien eso de curar a los heridos, aunque si todo sale como debería a los únicos que habra que curar serán bandidos. Aunque tienes razón, estoy seguro que los judios teneis orejas...asi que ningún mal te hará ir al pueblo y estar atento. Ya se ocupará Roderigo de hablar con quien haya que hablar.

Bajando por el caminito va kalev mascullando por lo bajo, con el gesto torcido... si hay algo que caracteriza a un judío es la praxis, lo práctico que es, ante todo siempre la utilidad, el beneficio, ¿ Qué es eso de actuar así como así? , pues eso es propio de los cristianos, pues ni siquiera los musulmanes se dejan llevar así de esa manera.

Pero los Reinos de la Península ya no son el paraíso de convivencia entre religiones que fueron antaño, ahora son reinos cristianos, en los que se empieza a ver con muy malos ojos a los judíos y que guerrean con los árabes, con TODOS, sin diferenciar entre ellos, sólo por ser de una religión diferente.

kalev lleva observando largo tiempo que el tiempo de los judíos y árabes en la Península no durará siempre, la Iglesia, las Monarquías... ni siquiera en Toledo son ya bien vistos.

Volviendo a lo que nos ocupa, kalev piensa que sólo los de noble cuna pueden permitirse actuar con el corazón, como si viviesen en una novela de caballerías... pero esto es la vida real, y al que no tiene un apellido, sólo le basta con sobrevivir.

En esas está kalev cuando llega a la parte baja del pueblo, en la pequeña placita cerca de la taberna donde antes encontrásteis a Álvaro, está ahora llena de gente.

Cuentas doce campesinos armados con aperos de labranza, Álvaro empuña una espada usando su brazo izquierdo y los cuatro hombres de la Señora hablan con los campesinos cuando llegas.

Todos te saludan y te hacen aspavientos para que te acerques.