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Danza Macabra. Sexto Episodio: Sed de Sangre

4. El Complot

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08/05/2013, 16:36
Director

El Jefe de la Guardia contestó a Samuel

- El problema es que la oquedad al aljibe está en el patio de armas, precisamente para que el agua se extraiga desde el interior del castillo. Otros aljibes tienen escorrederas que filtran el agua a otra parte, pero éste no.

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08/05/2013, 16:37
Pedro de Alcántara

- ¡PUTA MADRE! PUES MANDAMOS A LOS ALDEANOS PRIMERO A ABRIR UNA BRECHA Y LUEGO ENTRAMOS NOSOTROS ¿QUÉ SON? ¿SIETE? ¡NOSOTROS MÁS DE CINCUENTA COÑE! entramos y les fostiamos.

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08/05/2013, 16:39
Director

- Con toda mi lealtad Señor, esos aldeanos son los que pagan impuestos. Si mueren muchos, TODOS pasaremos hambre. ¿No sería más juicioso que una parte de ellos ataquen por un lado y distraigan a los cazadores para que el resto entre por el otro lado? y otra cosa, no hemos encontrado el cuerpo de ese compañero vuestro. Habría que encontrarlo y darle sepultura, ¿Dónde pretendéis enterrarle?

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08/05/2013, 17:36
Yejiel Amzalag

Me paré a reflexionar unos instantes, para decir—. Eso dependería de las convicciones de cada uno. Si los aldeanos están lo suficientemente motivados para entrar, y los guardias se ven pronto superados, no opondrán resistencia, y se podrían minimizar las bajas.

—Incluso detenernos delante de las puertas a decir que están en clara inferioridad, y que si se entregan no tendrán repesalias de ningún tipo podría hacer que los soldados de Don Juan se entregasen. Con que uno sólo de esos hombres nos hiciese caso, ganaríamos mucho — termino diciendo. La verdad es que así no correría la sangre, y se podría conseguir mucho.

Aparte añado sobre Don Antón—. Y sí, Don Antón necesita sepultura, no podemos dejarle a su suerte. Pero podemos dejar su cuerpo reposando en la iglesia, y hacer un funeral cuando esto acabe. Ahora el tiempo juega en nuestra contra, y no podemos dejar que esa gente se asiente en el castillo.

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08/05/2013, 20:17
Fedro Fabián de Falces

¡Cierto es! ¡Don Antón! -dijo viéndose asaltado por un gran calor-. ¡Qué habrán hecho con su cuerpo los indeseables! En mi opinión, don Pedro, habríamos de entrar con los aldeanos -eché una mirada un poco acechadora-... Cuando acabemos con esos lobos, comprenderán que hemos acabado con la maldición... ¡No hemos encontrado ya sus ocultas pieles! Siendo así, que tal que nosotros -me referia a mis compañeros de peregrinaje- que cuando demos justicia ese truhán de Juan iré finalmente a Compostela a ver al Santo y también a rezar por esta villa y su legítimo -dueño, me refería, aunque poco sabía yo de la historia del lugar, pues tan sólo creía en la justicia para hacérsela al malogrado don Antón...-. ¡Vayamos! ¡Que no son lobos, sino hombres en menor número!

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08/05/2013, 20:26
Braulio, siervo de Fedro

Valerosas palabras del "condenado" -pensaba yo mientras escuchabas las palabras de don Fedro-, no creo que su madre pariera a un esmirriado engendro de pocos recursos... amanerado y holgazán, si..., pero no todo es recto en la viña del Señor...

Ejem... esto... -dije-. Así es don Pedro... Son dos los honores a reestablecer: el vuestro para con estas gentes y darles justicia, y el nuestro por la pérdida de un hombre que sólo iba a rendir culto al santo Apóstol... ¿qué mas hay que pensar? -pero entonces vi la propuesta del hombre de armas-, sin embargo, entrar en tropel puede no ser suficiente... hemos de engañar a esos ineptos... dejen vos a unos en una parte y otros entraremos de pasada y ocultos... ¿no será así mejor? Yo puedo entrar como señuelo, no tengo los huesos como para escalar... Además, puedo enarbolar mi lanza sobre mi caballo: ¡si tienen las puertas abiertas se darán por muertos ante la cabalgada!

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09/05/2013, 11:29
Samuel Sánchez

- Recuperaremos el cuerpo de mi señor - dije con el puño en alto.- Así podré darle digna sepultura y saldra mi deuda para con el hombre que cuidó de mi y me trató tan bien... Señor noble era, si, y yo su siervo, pero por Dios que me trató como a un hijo en muchas ocasiones... se lo debo... Dicidme pues que debo hacer y lucharé con todas mis fuerzas, aunque no tengo mi arma haré lo que pueda.

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09/05/2013, 12:21
Don Carlos de Mayoral

- Yo también iré de señuelo, no me encuentro con fuerzas para combatir.- miró con mala cara a Don Pedro, que ya de todos era sabio que un lío de faldas había enemistado a ambos de por vida -Braulio, unos cuantos aldeanos y yo podemos presentarnos ante la puerta principal, pedir la rendición y luego atacar. En ese momento, el resto puede ir por el lado contrario y pillarles desprevenidos.

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09/05/2013, 12:23
Pedro de Alcántara

- La muralla es compacta pero hace años que debía haberse arreglado... además no es muy alta, los aldeanos nos darán todo el cáñamo que tengan y con las cuerdas treparemos... treparéis por la parte Sur cuando estemos atacando la entrada principal. Así les iréis por detrás, quiero a mi hermano vivo a ser posible ¿De acuerdo?

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09/05/2013, 12:25
Director

Los aldeanos se mostraron de acuerdo, no cambiaba mucho para ellos tener de Señor a Don Juan en lugar de a Don Pedro, pero ese tipo de cosas eran muy comunes entre el vulgo. Tenían lealtad a un Señor que les trataba a patadas y que era un auténtico hideputa, pero era "su" hideputa.

No obstante, pese a que el jefe de la guardia estaba de acuerdo en el plan, hizo una propuesta respecto al pobre Don Antón:

- Si a todos les parece bien, enviaré un par de aldeanos a batir el bosque por si apareciera el cuerpo de Don Antón entre la espesura, me cuesta creer que lo hayan llevado con ellos si querían tomar el castillo de forma rápida aprovechando que nos habíamos ido...

Y así se hizo entonces, el medio centenar de personas volvió por donde habían venido (esta vez parecía que no quedaban más trampas) y una vez en el pueblo, tres mujeres se dedicaron a compilar cuerdas hasta juntar una docena de ellas de diversos tamaños, no todas valdrían y más de dos y más de tres hombres tendrían que trepar por turnos usando la misma cuerda.

Notas de juego

Pasamos de escena.