Partida Rol por web

Danza Macabra. Sexto Episodio: Sed de Sangre

1. El Leproso

Cargando editor
17/01/2013, 02:35
Yejiel Amzalag

Parecía que el resto del grupo sí que conocía al pobre leproso. Desde luego, yo no tenía ni idea de quién era. Lo que sí que sabía era lo que había que hacer para no contagiarte la lepra, y con suerte algo más, pero mientras pensaba en esto, algo me arrancó de mis pensamientos.

Y eso fue las bofetadas de Braulio al noble. Ahora era evidente o que de noble tenía poco, y todo era un engaño, o que el noble era más palurdo de lo que parecía. Sea como fuere, si con eso se callaba y dejaba los versos para las mozas, me contentaría.

No aguantaba ni una canción más.

- Tiradas (1)

Notas de juego

A ver qué sé de la Lepra...

Cargando editor
17/01/2013, 10:41
Don Carlos de Mayoral

Escuchó la explicación del leproso con pena e ira . ¡ Qué despropósito!

Miraba con incredulidad al de Falces, no le caía mal aquel hombre aunque de faltas fuere sobrado. Pero mejor le hacía el tal Braulio,  hombre valiente y válido que por nacimiento no había merecido los honores que merecía per sé.

¡Cuán valor tenía el hombre de fortuna! ¡Eso era tener la cojonada grande!

Soltó una risita el hidalgo al  contemplar la escena y luego ya serio explicó el asunto a los nuevos compañeros

- Doña Ana de Fonsalba es una mujer a la que ayudamos ha no mucho tiempo. Su padre la encarceló en su castillo y este buen hombre la dejó prendida de su talento...escoltamos a la buena dama hasta el monasterio de Irache, donde al parecer debíais reuniros. EL Barón de Navarte y los suyos nos siguieron y nos dieron caza... acabamos con la vida del pobre hombre en buena lid, no tuvimos más remedio- dice a modo de disculpa, pero lo peor de todo era lo que tenía que relatar a continuación. Casi no se atrevía y se encontraba realmente débil, pero era su deber

- Sabed Erramún, con toda la pena de mi corazón que llegamos al monasterio, pero un mal sueño de Doña Ana la llevó a caer por la ventana y... despeñarse.

 

Cargando editor
17/01/2013, 10:51
Director

La lepra es una enfermedad muy poco contagiosa en contra de lo que la gente dice, para contagiarse tiene que haber mucho contacto con la persona en cuestión, no vale un apretón de manos o estar cerca.

El cuerpo se cubre de llagas que expulsan líquidos vitales, en las zonas donde hay llagas el enfermo deja de sentir esas partes de sí mismo que se van pudriendo poco a poco. El cuerpo en definitiva, se pudre lentamente y en pocos años (entre 1-5) el enfermo muere.

Respecto a las leyendas que rodean a la enfermedad, un hombre  que conoce la magia y la ciencia como tú, no cree en ninguna.

Cargando editor
17/01/2013, 11:03
Braulio, siervo de Fedro

Braulio miró hacia abajo cuando oyó lo de que se había despeñado la tal Ana, como compadeciente, aunque aún se preguntaba qué hacía ese leproso por esos lugares. ¿Iría también a ver al Santo? Sin duda alguna que las palabras de su amo no eran apropiadas, pero tenía las mismas ganas de saber el porqué de aquel mal suyo, el de su piel.

Nadie queda así por recibir una paliza de unos amos... -pensaba Braulio para sí, y miró a su señor de nuevo, que seguía vigilante y avergonzado-.

Cargando editor
17/01/2013, 13:04
Samuel Sánchez

" Aquí pasa algo raro... " - pensé al ver como el tal Brulio abofeteaba a su señor.

Pensé que igual todo era mentira, pues en mi papel de siervo jamás se me habría ocurrido pegarle a mi señor. Una cosa es discutir un acto o sugerir algo, cosas que pueden tomarse como una falta de respeto pero que en el fondo son inofensivas, pero llegar a las manos es harina de otro costal. Aunque quizás lo que más extraño me pareció fue la reacción del supuesto noble...

" Ya decía yo que tiene más pinta de bardo que de señor... pa mi que se han cambiado los papeles para viajar más seguros - pensé haciendo alarde de mi astucia.- si no de que iba a ir un siervo con una lanza de caballería ¡Menudo ardid! Tengo que contárselo a mi señor..."

Cargando editor
17/01/2013, 17:02
Aleixo d'Ocampo

El Caballero escuchó las palabras de Don Carlos con atención. Ahora ya recordaba el acontecido y a la memoria le vino el triste final de la tal Ana de FOnsalba. Estaba claro que para los amantes no se aguardaban destinos felices. Sin duda aquella era una unión impía a todos los efectos... si es que eso existía realmente.

El Caballero sacudió la cabeza tratando de quitarse aquellas ideas extrañas que le habían ido acompañando desde que perdiera la facultad del habla sólo unos días atrás. Tras esto escupió en el suelo y notó de nuevo el tenue sabor oxidado de la sangre en el paladar. ¿Cuánto tiempo iba a tardar en cerrar aquella maldita herida? Ni con aquellos ungüentos del judío había conseguido sanar completamente.

De un modo o de otro, asegurándose primero de que no olvidaba armas o cualquier otro pertrecho en aquel lugar dejado de la mano de Dios, comenzó de nuevo a andar. Al paso, golpeó suavemente el hombre de Don Antón e hizo además de continuar la marcha. Una vez el leproso estaba a salvo de lobos, lo que de él fuera ya era cosa suya.

Cargando editor
17/01/2013, 17:29
Erramún

Véis cómo sus rodillas tiemblan como flaqueando y véis que el hombre se vence hacia delante arrodillándose y pasándose dos asquerosos muñones que tiene por manos por la cara, llorando desconsoladamente.

- Dejadme...

Cargando editor
17/01/2013, 17:31
Don Carlos de Mayoral

Mira al hombre compasivo y os hace un gesto para que continuéis camino.

Cargando editor
17/01/2013, 20:51
Antón

Antón se había quedado perplejo con el trato de aquel hombre hacia el vizconde... pero nada comparado con lo que sentía en ese momento. Se dio cuenta de la desgracia de aquel hombre y aquello le rompió el corazón. EN aquel viaje había visto la desgracia de un pueblo entero, no de uno si no de varios. La pena de una mujer acusada de ser bruja y violada por los hombres hasta tener a un pequeño bastardo con aspecto de criatura inhumana pero aquello. Primero la lucha por permanecer junto a su amada, luego aquella enfermedad y por último la locura de Ana que la llevó a la muerte... Aquel hombre estaba maldito, con la peor maldición que podía ocurrírsele a Antón. Y entonces recordó a la joven María...

El noble en lugar de cabalgar se dirigió hacia el hombre.

-Erramún, sabed que soy hombre de palabra y puedo imaginar lo que sentís. Hablad, si vos me ordenais-dijo a pesar de ser un noble- que marche así lo hare. Pero pedidme lo que quisierais, algo que esté en mi mano para ayudaros a soportar la carga de vuestra terrible maldición y removeré las tierras desde aqui a Santiago y desde santiago hasta Muel para hacerlo.

 

Cargando editor
18/01/2013, 01:16
Yejiel Amzalag
Sólo para el director

Notas de juego

Imagino que no sé ninguna manera para curarle o para paliar su dolor de alguna forma, ¿no?

¿Podría tirar para saber si su enfermedad tiene un origen mágico o un origen mundano? (previa inspección, claro)

Cargando editor
18/01/2013, 11:24
Samuel Sánchez

- Mi señor - le dije en voz baja.- Creo que será mejor dejarle, está afligido por la pena y... la verdad, no sé cómo podríamos ayudarle.

Le decía la verdad, pero lo cierto es que lo que no quería era pasar demasiado tiempo junto a aquel tipo, no quería levantarme al día siguiente con la cara llena de pústulas.

Cargando editor
18/01/2013, 13:45
Antón

Antón sabía que Samuel tenía razón pero sentía que el formaba parte de la maldición de aquel hombre. Quizás si no se hubiesen cruzado con Doña Ana no hubiera ocurrido aquello y, de alguna forma, sentía la necesidad de ayudar a aquel hombre. Asintió levemente a las palabras de Samuel pero permaneció en silencio esperando cualquier respuesta por parte de aquel pobre desdichado.

Cargando editor
18/01/2013, 19:15
Braulio, siervo de Fedro

El hombre casi cuarentón que estaba hecho Braulio reparó ante las palabras del jovencísimo Samuel, y pese a la diferencia de edad, parecía como si el chico hubiera leido el pensamiento del hombre de armas, el cual no se había atrevido a pronunciar por el desconocimiento de aquella historia.

Lo mejor sería dejarlo -pensaba-, cuando "el mal entra y se le olvida", a veces ni Dios es capaz de... -no terminó de pensar su frase por el miedo ante tal blasfemia estimatoria-.

Cargando editor
18/01/2013, 19:27
Fedro Fabián de Falces

Todo esto callado, pensando para sí mientra miraba la escena.

El Santo se va a aburrir, -el Vizconde resoplaba desde su caballo tras tanta palabrería con el leproso-.
¡A sus pies, mi Gran Santiago! -el resto podría ver cómo levantaba sus palmas al cielo, como un imbécil.
Vaya trago el no llegar
a tiempo... tras querer ir.

¡Vaya cuadro!
¡Qué empalago!
-mordiéndose los labios y negando su cabeza ante el ofrecimiento de Antón a Erramún-.
No le quiero deprimir -al Santo Apóstol-
Por Dios, ¡No le entre lumbago!
De esperarnos en Santiago,
de pie sobre su retablo,
¡que en breve hemos de salir!
-decía esta última frase casi irónicamente, como si creyera que el viaje continuaría no precisamente en breves.

Aaaay , Señor... -resoplando y aburrido mientras se imaginaba alguna de las mozas que le alegraban las buenas noches estivales en su Falces natal-.

Cargando editor
21/01/2013, 17:10
Erramún

Cuando el Vizconde se le acerca el hombre- que continúa camino por uno de los márgenes sin levantar la vista -,éste levanta la vista y muestra una sonrisa, que hace evidente que también la dentadura está maldita  o quizás sólo sea que el hombre no es de los que se frota la boca con yerba, diciendo

- Sóis harto amable Señor. Pero nada deseo ya... -vuelve a mirar al suelo y continúa andando a un ritmo tan lento que ni el mismísimo Don Carlos al borde de la muerte llevaría...

 

Cargando editor
21/01/2013, 17:14
Don Carlos de Mayoral

El Hidalgo se acerca al de Muel y a Samuel y les dice

- Dejad a este pobre desgraciado, que ningún consuelo se le puede aportar ya pues no véis cuán desgraciado puede llegar a convertirse un hombre por el amor de una doncella... marchemos a Cotaña y allí halle yo mi descanso en este oprobioso camino que tanta muerte y dolor nos está trayendo.

E invita a la comitiva a continuar camino hasta la ya muy próxima villa. ¡ No en vano quería descansar el Hidalgo!

Cargando editor
21/01/2013, 17:17
Director

Toda enfermedad como esta es mundana, sí has oído hablar de un hechizo de curación de la Lepra por medios mágicos, pero es uno de tal poder, que tú ni siquieras imaginas cómo podría llevarse acabo. Y por supuesto, está fuerísiiiiiiiiiiiiiiiisima de tus posibilidades.

Cargando editor
21/01/2013, 17:18
Director

El grupo pronto rebasa al leproso y continúa a Cotaña, enfilando un sendero amplio entre un frondoso bosque.

Notas de juego

Escena cerrada.