Partida Rol por web

Intius había negado con la cabeza a las palabras de Arlesha. Por mucho que sintiera un escalofrío al notar el aterrador aliento corruptor del caos, escapar sin eliminar a quién quiera que hubiera hecho tales aberraciones no era una opción. Con una sensación extraña vio aparecer a Titus. No le respondió, tampoco, mientras meditaba en sus palabras y en la incorrecta actuación del hombre, puesto que sus órdenes habían sido claras. Sin embargo tal vez fuera adecuado que estuviera aquí. Las palabras del tecnosacerdote por el vocotransmisor le causaron nuevas dudas. Pero no era el momento para dejarse llevar por estas. Titus, con quien hablaría más tarde, era evidente que estaba aún herido. Y había logrado abrir aquella puerta

- Yo entraré primero - dice mientras pasa por la abertura abierta con la escopeta preparada- Seguidme y, en caso de duda, eliminarlos a todos

Mis disparos suceden con rapidez mientras mi ceño está cada vez más fruncido debido a la rabia que me da el estar atascado ante una mierda de puerta. Finalmente mis disparos logran atravesar el blindaje, por lo que doy una patada y abro una apertura digna de un humano adulto.

Escucho a Intius mientras recargo mi pistola con un cargador nuevo. Le respondo con mi típica frialdad:

- "No lo dudes."

Una vez está lista, la guardo y sigo al Arbitrador por la ranura que dejé, con el rifle en la mano, preparado para apoyar al líder con cualquier enemigo que le amenace del otro lado.

- Intius Varnias es el primero en pasar por la estrecha apertura en la compuerta presurizada.

- Entretanto, Titus Nihilius cambia el cargador de su pistola automática, al que le quedan cinco balas, por un cargador completo de dieciocho. Guarda el cargador usado y la pistola, prepara su rifle de caza, y después cruza en pos de Varnias.

- Tras cruzar el cierre presurizado, una estancia oscura se revela ante vosotros tres. En el suelo hay marcados claros pasillos entre las puertas situadas aproximadamente en el centro de cada pared.

Esos senderos dividen la habitación aproximadamente en cuartas partes y en cada una de esas divisiones hay una mesa de ceramina con brillantes sucros a lo largo de sus bordes.

Tres de las cuatro mesas están ocupadas con servidores parcialmente completados, y la cuarta tiene charcos de fluidos que indican que ha sido utilizada recientemente.

El fuerte olor a hierro de la sangre reemplaza el placentero incienso de la compuerta presurizada.

Enormes fuelles aspiradores resuellan y sisean mientras bombean aire y líquidos a través de una variedad de burbujeantes mangueras y tubos que se insertan el carne de los "pacientes".

Brazos quirúrgicos automatizados se balancean entre dos de las mesas, cortando o suturando las formas sobre sus superficientes, inmovilizadas mediante gruesas correas de cuero manchadas en color oscuro debido a su uso frecuente.

Cuatro luces en el techo iluminan las mesas, pero las sombras amortajan el resto de la habitación.

El lugar en el que entro es otro antro de herejía basada en la profanación de cuerpos para generar unos servidores impíos que sirven a oscuros propósitos. Veo a los desafortunados rápidamente pero mis ojos se concentran en las sombras, intentando detectar alguna presencia oculta en la penumbra así como alguna salida de la zona aparte del agujero por el que ingresé.

TITUS:

- No observas nada especialmente interesante.

- Aparte de la puerta por la que habéis entrado hay otras tres, pero una de ellas no tiene forma visible de abrirse, seguramente se controla desde otra sala.

Arlesha prepara su arma mientras su nerviosismo se incrementa según se acerta al agujero abierto por sus compañeros. Entra de última en la nueva estancia, y permanece en la parte más proxima a la brecha ofreciendo cobertura a sus compañeros.

Intius ya había preparado su escopeta y se mueve hasta la más cercana de las mesas, aprovechando la cobertura que ésta le ofrece, y revisando el lugar a la vista de cualquier tipo de señales que muestren la presencia de alguien

- Atentos y ofrecer el menor blanco posible. Nuestras vidas pertenecen al Emperador

- El lugar parece despejado, aunque estos tres servidores podrían ser peligrosos una vez estén terminados.

- Sobre los marcos de las puertas es posible leer a dónde conducen, aunque eso requiere saber Leer y Escribir, además de una cierta familiaridad con el Mechanicus (tener Competencia Tecnológica en la lista de habilidades básicas, aunque sea como no entrenada, o tenerla entrenada y en la lista de habilidades básicas).

Me acerco a los marcos de las puertas a intentar leer lo que dice en cada una de ellas. He visto escrituras así antes, pero no estoy seguro de ser capaz de entenderlas.

- Con gran dificultad, Titus lee los letreros:

a) Al Oeste: Domus.

b) Al Norte: Control y Generarium.

c) Al Este: Bio-Cripta Gamma. Esta compuerta no tiene modo de abrirse desde esta habitación.

Intius asiente y guarda su escopeta, para tomar la maza y destrozar los brazos quirúrgicos y los servidores. Hecho esto, señala hacia el letrero del norte, pensando que probablemente la forma para abrir la puerta esté en el Control.

Me acerco a los marcos de las puertas a intentar leer lo que dice en cada una de ellas. He visto escrituras así antes, pero no estoy seguro de ser capaz de entenderlas.

Después de unos segundos, con gran dificultad, empiezo a pronunciar los nombres sobre ellas:

 - "Domus, Control y Generarium, Bio-Cripta Gamma."

Le ayudo a Intius usando la culata de mi rifle para destrozar frascos y otras cosas más delicadas que sirvan para el proceso ese. Una vez hemos terminado, me encamino hacia la puerta del norte. Me quedo detrás de él, cubriendo su entrada con mi rifle y mi rodilla apoyada en el suelo.

CONTROL Y GENERARIUM:

Las puertas de hierro retráctriles se abren para revelar una habitración llena con consolas de control y cableado, aunque vuestra atención es inmediatamente atraída al mismo centro de la cámara, donde un Tecnosacerdote ataviado con los ropajes rojos del Adeptus Mechanicus flota en una estructura de control suspendida del techo, sus mecadendritas esparcidas hacia paneles cercanos como una araña.

El disco de suelo justo debajo de él brilla con un espectro lentamente cambiante de colores pálidos, resaltando sus rasgos. La parte inferior de su rostro es una intrncada asamblea de metales cromados, construidos para parecer la mandíbula y la cavidad nasal de un cráneo humano. Todo lo que hay por encima de esto, sin embargo, parece completamente natural y no aumentado.

Por un instante Intius pensó que, tal vez, era el momento de interrogarlo. De pedir explicaciones. Y sí, no había duda que interrogar a ese hereje (pues con lo que habían visto no podía ser otra cosa) podía tener interés. Si lograban no matarlo, sacarían de él toda información. 

Pero lo primero era purificar el mal, hacer que la rabia e ira del Emperador cayera sobre aquel que había traicionado la Sagrada Confianza Imperial. 

Intius no dudó. Llevaba la escopeta preparada y con el objeto de lograr el mayor daño posible caminó algunos pasos y disparó contra él

- Derribadlo. Si es posible vivo perfecto. Pero no es lo prioritario

Al entrar veo a un tecnosacerdote sobre una plataforma que parece controlar todo lo que hay en el lugar. De seguro que él tiene el control de las puertas así como otras cosas más que de seguro se manejan desde esa posición.

Pienso en amenazarlo y bajarlo de ahí, pero las órdenes son órdenes y soy un tipo muy obediente:

 - "Entendido."

Apunto rápidamente y aprieto el gatillo esperando a que la cabeza del enemigo, espero que la parte de carne de ella, vuele por los aires manchando un poco el lugar.

TIRADA DE INICIATIVA:

- Es 1d10 más vuestro bono de Iniciativa, que normalmente es el Bono de Agilidad, a menos que tengáis algún Talento o rasgo innato que os haga más rápidos. En cualquier caso, podéis verlo en el apartado de iniciativa en vuestra ficha.

CERBERUS:

- Tirada de Perspicacia +20.

TECNOSACERDOTE TEOMA ROCHE:

- Heridas 16.

- Pistola Bolter: 30 m; T/2/-; 1d10+5 X; Pen 4; Cargador: 8; Recarga completa; Desgarradora).

- Blindaje: Frag 3. BR: 3.

- HP 29.

- Iniciativa: 11.