Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Segundo.

Iocanthos, Demarcación Golgenna, Sector Calixis.

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11/06/2013, 00:11
Xerxes von Braun.
- Tiradas (1)
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11/06/2013, 00:26
Tercio Veridio.
- Tiradas (1)
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11/06/2013, 02:07
Arlan Hex.
- Tiradas (1)
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11/06/2013, 18:46
Iocanthos: Joven Ashleen.

- Iniciativa: 7.

ORDEN DE INICIATIVAS:

1) Tauron (11).

2) Tercio (10).

3) Xerxes (10).

4) Matones Ashleen (7).

5) Vladymir (5).

6) Arlan (4).

7) Scythia (0). - La Adepta Sororita no interviene en el combate a menos que sea atacada directamente. Se queda mirando despreciativamente a los jóvenes atacantes.

- Tiradas (1)

Notas de juego

- Declarad acciones y haced todas las tiradas que sean necesarias al mismo tiempo.

- Estas tiradas no serán ocultas.

- Empieza el combate. Los matones os atacan en principio con los puños y a patadas.

ATENCION CAMBIO DE ESCENA:

- Seguimos a partir de ahora en la escena: "¡Acólitos, a la batalla!"

- Allí sólo aspectos mecánicos, declaraciones, tiradas, etc.

- Una vez finalizado del todo el combate, volvéis a esta escena y ponéis un resumen narrativo de todo el combate.

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22/06/2013, 23:37
Sacerdote Tauron Faith.

Un loco hablando extrañas palabras que suenan a insultos es una situación que las palabras podrían calmar, pero de pronto, un grupo de matones fanáticos de alguna índole, armados y atacándonos es otra cosa, una cosa donde la vida pende de un hilo y las armas deben salir a relucir.

Antes de que podamos darnos cuenta de lo que estaba pasando, un grupo de jóvenes con llamas pintadas en la cara nos comienzan a atacar con sus revólveres, por lo que corro a esconderme detrás de unas cajas metálicas en las cuales cubrirme. Llego allá y saco uno de mis revólveres para poder defenderme. Abro fuego en contra de los enemigos, pero fallo mis disparos. Rápidamente nuestros atacantes entienden nuestra superioridad y huyen velozmente por unos callejones de la ciudad, situación en la que estamos claramente en desventaja por no conocerla. Solo uno de ellos queda en la zona, habiendo caído por una razón para mí desconocida.

Estamos pensando en qué hacer con él cuando Xerxes nos indica que las fuerzas de la ciudad llegarán en cualquier momento al sonido de los disparos. Nos disponemos a largarnos cuando el enemigo que queda comienza a retorcerse de dolor, pero en ese momento aparece un extraño vértice de energía oscura, que parece provenir de la misma Disformidad. Aparece y comienza a causar algo, algo herético en Itsua.

De un momento a otro este comienza a cambiar, mutar de una forma horrible: Alas sale de su espalda, garras de sus manos y su cuerpo completo de vuelve la imagen horrible de un demonio del Inmaterium. El miedo se apodera velozmente de mí y pierdo el control de mi ser, por lo que no soy capaz de evitarlo y comienzo a huir despavoridamente.

Cada uno de mis pasos se suceden de manera veloz. No miro atrás y mis pensamientos se concentran en como debo seguir huyendo, en como debo seguir alejándome de esa criatura impura. Me alejo lo más rápido pensando en que debo huir para que la corrupción no toque mi alma y no debo detenerme por nada del universo.

No logro huir demasiado pues mis pensamientos se calman. Logro ver que estoy huyendo como un cobarde y que no puedo abandonar a mis compañeros. Que debo ser el bastión en el que se apoye el débil, el consuelo del herido y la luz del perdido. Me detengo en seco levanto la cabeza con orgullo de saberme un hijo del Dios-Emperador y saber que he vencido al miedo, preparado para luchar. Lamentablemente no logro darme la vuelta y encarar al terror, pues unas ráfagas de fuego golpean mi brazo y mi espalda, derribándome y sumiendo todo en las tinieblas de la inconsciencia.

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23/06/2013, 01:02
Sacerdote Tauron Faith.

La luz vuelve a mis ojos y despierto con sobresalto después de lo ocurrido. Recuerdo con claridad todo lo sucedido, desde la batalla con los jóvenes a mi caída por los rayos del demonio en mi contra. Me pongo de pie y entiendo que estoy sumamente herido, pero no me desanimo pues estoy vivo y eso es mucho pedir en la situación actual y en lo recién vivido.

Me giro y veo como el demonio se va del cuerpo de Arlan y abandona esta dimensión para ocultarse en la Disformidad que le concibió. Veo que mis compañeros están vivos y agradezco al Dios-Emperador por ello a medida que me acerco hacía el grupo.

Es entonces que veo que Arlan está tirado en el suelo y albergo esperanzas de que aun esté vivo. Pero los guardias sobrevivientes comienzan a acercarse con cautela a él, listos para rematarle en el acto. Pienso rápidamente en qué hacer para evitarlo y no concibo otra cosa que acercarme rápidamente para evitarlo, mientras miro a Xerxes, nuestro líder, para ver si interviene de alguna manera antes de hacerlo yo.

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23/06/2013, 01:39
Inquisición.

TAURON:

- Del cuerpo de Xerxes mana humo y un intenso olor a carne humana quemada.

- Está tosiendo y sangrando, por lo que aún está vivo, pero no parece que esté muy lúcido ni consciente.

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23/06/2013, 02:27
Sacerdote Tauron Faith.

Mirando a Xerxes, entiendo que no está en condiciones de intervenir, por lo que tendré que intentarlo yo. Si fallo... bueno, ya es lo suficientemente malo como para no intentarlo. Al avanzar, lo más rápido que puedo hacía Arlan, comienzo a gritar mis palabras. Imposible que alguien que sea capaz de escucharme no se haya alertado antes de lo ocurrido con todos los disparos y gritos, por lo que no me podría reprochar ninguna clase de escándalo que no haya empezado antes:

- "¡ES UN MILAGRO! ¡EL DIOS-EMPERADOR NOS HA BENDECIDO! Uno de sus hijos había caído bajo el influjo de la Disformidad terrible e insidiosa, pero ha sido purificado en cuerpo y alma. La Fe inquebrantable de la Hermana de Batalla y el valor de estos bravos luchadores ha eliminado completamente la esencia del demonio innombrable del cuerpo de este pobre ciego. ¡Ahora ha sido bendecido con una segunda oportunidad para servirle a ÉL! ¡Si es SU voluntad que viva, será un devoto hijo de nuestro Padre Soberano! Regocijémonos de saber que nuestras almas prisioneras tienen salvación si ÉL nos mira con su infinito amor y luz. Todos debemos honrar al único Dios-Emperador de la Humanidad por limpiar nuestras almas y cuerpos del mal. Debemos honrarlos por darnos la salvación completa de nuestras almas a pesar del terrible enemigo acechante..."

A medida que avanzo, intento hacer suficiente escándalo para que los guardias me miren y distraerlos de su propósito, hasta el punto en el que me pongo al lado de Arlan y me arrodillo a su lado, abrazándolo y cubriéndolo como a una víctima a la que proteger mientras continúo mi perorata.

Notas de juego

Dime si alcanzo a llegar antes de que hagan algo para así continuar con mi discurso una vez que lo tenga abrazado.

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23/06/2013, 13:16
Arlan Hex.

Un nuevo planeta, nuevas incomodidades que constituían un rutinario proceder en cada proceso de aclimatación y, una vez más, extraños desconocidos obsesionados con hacerles frente tan pronto ponían un pie en tierra. Todo nuevo y a un tiempo, nada nuevo bajo el sol.

La amenaza no parecía ser gran cosa y para el psíquico era la oportunidad de ejercer sus nuevas potencialidades. Buscó refugio, escapando con la cobertura de unas cajas a cualquier disparo. Su presencia nunca sería tan intimidante como la de Vladymir quien tan sólo por su tamaño y armas sería un imán para el primer fuego cruzado. La mente de Itsua ardió, con el fuego lento y ardiente de su poder, una mezcla de dolor y placer, como los dedos de una mujer a la que nunca tendría acceso.

Vio caer a varios de los enemigos agitados por las convulsiones generadas por la fuerza de una sinapsis que obedecía a reglas diferentes a las comunes. Y los vio caer también bajo el fuego de sus compañeros. Hasta que quedó uno solo. Y fue allí donde su arrogancia le pudo. Abrió su mente para un nuevo golpe, un poder escasamente utilizado. Bajó sus barreras y la mano de la disformidad, el caos y la corrupción, aprovecharon su ocasión.

En una agonía irrepetible, Itsua Cadian, otrora Arlan Hex, se vio golpeado y desterrado de su propia mente, bajo el férrero y demoníaco control de una entidad que no entendía de piedad ni de humanidad. Sintió como si sucios y podridos pesudópodos tantearan viscosos todos y cada uno de los rincones de su mente, extrayendo cuanta información útil hubiera, mientras encerrado en el rincón más oscuro, padeciendo una esclavitud de la que jamás podría escapar, asistía como impotente a la transformación de su cuerpo, al ataque a sus compañeros y, finalmente, con alivio, a su propia muerte. Había fracasado. Una vez más y, por fin, la muerte pondría punto y final a lo que jamás hubiera debido ser.

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23/06/2013, 18:29
Xerxes von Braun.

¿Es que las llegadas a todos los planetas iban a ser así? Y por así quería decir iguales: desembarcaban, caminaban un rato y aparecía una panda de matones dispuestos a darles una paliza o robarlos. Parecía que todo grupos violento y subversivo en el Sector Calixis se había puesto de acuerdo para actuar de aquella manera en cuanto los acólitos de la Inquisición, de cuya presencia se suponía que no sabían, ponían un pie en tierra. No se quejaba, si era parte de su trabajo lo aceptaría como había aceptado como Cuestor que todo Guardia Imperial era un mentiroso y potencial ladrón.

Siete enemigos les rodeaban, además del descerebrado que les había distraído de la emboscada: tres delante, interponiéndose entre ellos y el querubín que les guiaba, y cuatro a su espalda. Sin esperar orden alguna, Tercio abrió fuego alertando con aquel estallido a las autoridades del espaciopuerto. Pero si el embaucador era rápido disparando a las primeras de cambio, Xerxes lo era aún más calculando. Y tras un vistazo al crono, ordenó algo.

- ¡Concentrad vuestro fuego en esos tres! ¡No disponemos de demasiado tiempo!

Él mismo disparó contra uno de los que taponaban su camino, un tiro que por certero resultó mortal para el ratero. Y así unos y otros siguieron disparando mientras el psíquico hacía que se retorcieran. El propio Cuestor fue el objetivo de varios disparos, uno de los cuales le alcanzó en el pecho. Pero el combate había estado decidido desde un primer momento, y los que no estaban muertos, huían o intentaban levantarse del suelo.

- Debemos irnos de aquí. ¡Ya!

De igual modo que las autoridades habían escuchado sus disparos hacía escasos segundos, los acólitos podían oír ya el tronar de los pasos de los que habían mandado para detenerlos. Precisamente se disponían a alejarse corriendo cuando los gritos de dolor del último matón anunciaron la llegada de un nuevo participante en aquel juego.

Notas de juego

Parte I

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23/06/2013, 19:13
Xerxes von Braun.

El tiempo pareció detenerse y reanudar su transcurrir con lentitud inusitada, acomodándose a los caprichos de la criatura que ya solo con su llegada pretendía torturarnos. Los cambios que obró en el cuerpo del psíquico que le había abierto paso tan solo eran el aperitivo de un ardiente primer plato. Plato con el que fue más que generoso, con conocidos y extraños.

Xerxes cayó al suelo aterrorizado, sin poder dejar de ver por mucho que intentó evitarlo –y lo intentó con uñas y manos- el engendro que a la fuerza le habían obligado a incluir en su bestiario. Allí sobre el adoquinado, patético intento de humano, intentó escapar de una realidad que le terminó encontrando.

Con dos lenguas de fuego le despertaron y le abrieron los ojos a un mundo de angustia y tormento; un mundo del que fue expulsado con la misma rapidez con la que le trajeron. Sin tiempo ni para gritar se vio rodeado de un infinito abismo negro. Pero allí, en la oscuridad que engullía su alma sin cuerpo, brilló una luz: pequeña al principio, tímida y trémula, pero que en un parpadeo se transformó en un deslumbrante faro que lo llenó de esperanza. Y el faro lo empujó de regreso a su cuerpo.

Xerxes abrió los ojos y miró sin sentir nada. Primero hacia su pierna izquierda, negra y quebradiza (sin bota), que como una hoja seca en otoño apenas se sujetaba ya al tronco del Cuestor. También se fijó en la carne que como la cera se había derretido dejando en su pecho un amplio cráter veteado de brillante y oscuro rojo.

Lo que quedaba de Xerxes extendió un brazo. Con sus dedos crispados (ahora abiertos, ahora cerrados), pareció querer asir con fuerzas la poca vida que ya le quedaba. Estaba más allá del dolor y del llanto, y entre los silbidos de un moribundo que no puede llenar de aire sus pulmones maltrechos, pareció querer decir algo…

Notas de juego

Parte II. Fin.

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23/06/2013, 22:24
Sargento Vladymir Ostrogov.

Del mismo modo que las autoridades habían aparecido nada más aterrizar su lanzadera para darles la bienvenida, la escoria de aquel mundo intentó emboscarles en las calles para ofrecerles otro tipo distinto de recibimiento. El guardia gruñó exasperado al ver aquello, pues parecía que siempre se las arreglaban para dar con toda clase de matones, y el tiempo de la Inquisición era demasiado valioso para perderlo con semejantes indeseables. 

El combate sucedió de forma rápida, más aún al ser alertados por su líder de que debían escapar de allí, o las autoridades les arrestarían, pues su llegada estaba próxima. Los rufianes no habían supuesto un reto, y ya escapaban de allí cuando ocurrió aquello sobre lo que todo guardia imperial estaba prevenido. 

"Aléjate de los psíquicos, cuando se descontrolen sus poderes, no querrás estar cerca..."

Parecía que aquel al que conocieron como Itsua ya no controlaba aquel cuerpo, aquel cuerpo que mutaba a un ritmo exageradamente rápido, adaptándose a la forma de aquel que parecía ser su nuevo ocupante. Otra vez aquellas terribles experiencias, aquellas visiones infernales... Que volvieron a ser demasiado para Vladymir, que se precipitó al suelo, tapándose los ojos y revolcándose entre alaridos. 

Pero en su interior sabía cual era su deber, y al final, aquello se impuso a cualquier miedo que generara aquello. El cuerpo de psíquico y la entidad que había en él eran terribles, sí, y era capaz de lanzar rayos de fuego que estaban causando estragos... Pero si le dejaban salir de allí, segaría muchas vidas inocentes antes de que le detuvieran. Y éso no podía ocurrir. El guardia se levantó y disparó con su rifle a la abominación, al tiempo que pronunciaba una sola frase, una frase que parecía empezar a actuar como amuleto de buena fortuna con él.

-El Emperador protege.

El vostroyano, de hecho, sintió la presencia del Emperador en aquel disparo, que calcinó la carne de aquella cosa, provocando severos daños. A pesar de ello, y de los otros golpes que lucía, el antiguo Itsua aún estaba en pie... O mejor dicho, flotando. Pero, finalmente, y después de que el guardia imperial fallara una ráfaga semiautomática del rifle, fue la sororita la que tumbó a aquella aberración. El cuerpo exangüe perdió sus mutaciones, y la presencia, tras unos instantes, volvió al lugar del que hubiera salido. 

La batalla, sin embargo, se había cobrado su precio. Mientras el sacerdote gritaba algo a lo que Vladymir no prestó mucha atención, vio que el líder, Xerxes, yacía destrozado cerca. Pero alzó una de sus manos y, aún herido, Vladymir se acercó rápidamente, con intención de socorrerle o, al menos, escuchar sus últimas palabras. 

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24/06/2013, 09:26
Tercio Veridio.

Y estábamos de nuevo ante la típica emboscada de matones en el típico callejón, si es que se le podía llamar emboscada a eso. Resultaba patético ver cómo aquellos tipos pretendían darnos una paliza con sus manos, mientras aquel loco seguía gritando estupideces sin sentido. Pero yo no tenía ninguna intención de perder más tiempo del necesario, y mientras aquellos tipos hacían crujir sus nudillos uno de ellos mordía el polvo abatido por el fuego de mi pistola. Luego habría quién diría que no seguí órdenes, y es cierto, pero ¿Para qué esperar cuando estaba tan claro que había que hacer?

Mi ataque les hizo ponerse en guardia y sacaron sus pistolas, pero la rapidez de mi reacción les había dejado aún sorprendidos. Von Braun nos dirigió hacia el este, justo por donde se había marchado aquel angelito volador que debía llevarnos hasta nuestro objetivo, sabiendo que las autoridades no tardarían demasiado en intervenir. Yo también me había dado cuenta de eso, pero teníamos tiempo más que suficiente para acabar con los enemigos.

Algunos más cayeron bajo el fuego de nuestras armas, poniéndoles en fuga rápidamente. Y aquí habría terminado el combate, con un puñado de bajas de inconscientes matones y apenas unos rasguños entre nuestras filas, rápido y letal, así debía ser. Sin embargo, ocurrió algo que no debía ocurrir pero que no resultaba del todo sorprendente que ocurriese. La habitual sensación que provocaban los poderes de los psíquicos, a la que podía decir que estaba casi acostumbrado, no se desvaneció como de costumbre, sino que creció y creció hasta convertirse en algo físico y tangible.

En un instante de verdadera confusión, entre llantos y gritos de amigos y enemigos, contemplé sin poder moverme un poderoso fragmento de la disformidad. Yo no entendía nada de eso, pero ver a aquel demonio que antes había sido Arlan Hex  se me antojó la explicación más gráfica y clara de lo que significaba. Llovía fuego en el callejón, derribando a todo aquel que se encontraba cerca. Yo mismo sentí el calor y dolor de aquella lluvia demoniaca mientras el monstruo  batía sus alas y se elevaba en el aire. Pero casi diría que el fuego fue lo que me hizo reaccionar, desenfundé mi rifle y disparé con todo lo que tenía para acabar con aquel monstruo.

Entre aquella nube de plomo y fuego no pude discernir si alguna bala había alcanzado el objetivo, pero el hecho es que los ataques del resto de mis compañeros consiguieron acabar con el demonio y dejaron atrás el inerte cuerpo de Itsua.

“Está… ¿Está vivo?” – me pregunté mientras me acercaba apuntándole con ambas armas.

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24/06/2013, 13:51
Agente de la Autoridad.

- Tercio comprueba que Arlan tiene profundos tajos de espada e intensas quemaduras de rifle láser, pero de algún modo milagroso sigue vivo, aunque inconsciente. Todavía respira.

- Los guardias del Administratum, más envalentonados ahora que el demonio ha desaparecido, se acercan y os apuntan a todos con sus rifles láser. Uno lleva un lanzallamas ligero y otro un lanzamisiles de tubo de un solo misil. Hay una docena de guardias, más otros cuatro muertos en el suelo. Portan abrigos antifragmentación y cascos antifragmentación y llevan insignias de la Fuerza de Defensa Planetaria de Iocanthos (una fuerza que en Iocanthos es apenas inexistente y no es más que un apéndice subordinado del Administratum local de Puerto Amargura).

- Los jóvenes Ashleen, que durante el combate ayudaron a tiros contra el demonio, han desaparecido del lugar, incluso el último que había caído en el suelo, alguien (seguramente uno de los suyos) le tiene que haber ayudado a escapar.

- Xerxes parece encontrarse en muy mal estado, recibió al menos cuatro rayos de fuego letal. (¿Hiciste la tirada de Resistencia para ver si perdías el pie?)

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25/06/2013, 12:21
Tercio Veridio.

Ante la atenta mirada de los agentes de la autoridad, que dudan si abatirnos o no, guardo mis armas tan rápido como las había sacado antes. Con la mirada hice un rápido recuento de bajas: Arlan había caido, aunque sorprendentemente su pecho mostraba un tenue movimiento que denotaba que aún seguía con vida; von Braun estaba a las puertas de la muerte, aunque vivo, con un pie casi volatilizado; Ostrogov estaba herido pero parecía que se mantenía en pie, al igual que la hermana Sororota, quién parecía casi ilesa; y Tauron...

"Por el emperador... dichosos sacerdotes y su parafernalia" - pensé después de escuchar la perorata de Tauron.

Había que actuar rápido, alguien tenía que asumir el mando en ausencia de von Braun, o de lo contrario la misión se iría al traste y con ella nuestros aún vírgenes traseros. Aprovechando aquel "milagro" que el sacerdote acababa de pregonar, me acerqué a los amenzantes agentes de la ley con las manos en alto.

- ¡Rápido! Necesitan atención médica ¡No hay tiempo! - era probable que exigieran una identificación, pero no revelaría nuestras identidades si no fuera necesario.

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25/06/2013, 12:46
Inquisición.

TERCIO:

- Tirada de Engañar o de Carisma.

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25/06/2013, 12:53
Tercio Veridio.
- Tiradas (1)
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25/06/2013, 12:57
Iocanthos: Puerto Amargura: Kerred Smyk.

- Sois detenidos y desarmados, pero Tercio logra convencer a los guardias de que no rematen a Arlan. Finalmente, un equipo médico traslada a Arlan y a Xerxes a la Contaduría del Administratum. El resto les acompañáis, como prisioneros.

- La Contaduría del Administratum es una de las pocas estructuras de Puerto Amargura que no es de construcción barata ni de aspecto destartalado. Sus megalíticas y ominosas torres de piedra negra, decoradas con los símbolos del Administratum y el Imperio, se yerguen sobre los bloques de viviendas.

Guardias armados vigilan a los transeúntes desde las balconadas y refugios fortificados, y únicamente los ciudadanos que tengan negocios legítimos pueden acercarse al lugar (el acceso al interior está todavía más restringido).

- La adepta interlocutora Sabetha Kosloff, cónsul encargada del edificio, no es muy popular para funcionarios ni ciudadanos, y nunca abandona los sombríos corredores de la Contaduría si puede evitarlo.

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25/06/2013, 13:02
HOROLOGIO.

TRANSCURRE UNA HORA.

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25/06/2013, 13:04
Vidente Aristarchus.

- El Vidente Aristarchus se presenta en la contaduría, identificándose como Acólito Inquisitorial con un emblema de oro de la Inquisición y sus códigos de identificación.

- Ordena que seáis puestos de inmediato en libertad y que se os devuelvan vuestras armas.

- Cuando se entera de lo sucedido con Arlan, y sobre el estado de Xerxes, ordena que ambos permanezcan en este lugar recibiendo las mejores atenciones médicas, pero que a Arlan se le mantenga sedado en todo momento.

- También envía un mensaje astropático al Palacio del Tricorne, para solicitar que la próxima Nave Negra que pase por Iocanthos para llevarse el diezmo de psíquicos, se lleve a Arlan a la Sagrada Terra. Su destino final es incierto. Seguramente, será vuelto a examinar como si no fuese un Sancionado, sino un psíquico descontrolado. Si no se le considera lo suficientemente fuerte o estable como para resistir la influencia de la disformidad, será sacrificado.

- Para Xerxes ordena que sea atendido como merece un siervo predilecto del Imperio para que os pueda acompañar de regreso a Escintilla cuando volváis.