Partida Rol por web

- Vladymir se retira a una de las tres habitaciones asignadas a los Acólitos y a los agentes libres.

- A sus órdenes Mamá Ostrogov - dije por lo bajo cuando ya se marchaba, y no pude evitar acordarme de Arlan.

Me pregunté dónde estaría Arlan ahora mismo, aunque podía hacerme una idea. Nos había enseñado los peligros de la disformidad ¡y de qué manera! Supongo que es el precio que uno debe pagar por servir al Emperador, unos de una manera y otros de otra. Aún así no conseguía ver a Arlan como un hereje, a pesar de su transformación y todo eso.

" ¡Bah! Sólo el Emperador sabe si volveremos a encontrarnos algunas vez" - pensé, dando por zanjado el asunto.

- Bueno, bueno, bueno... pues ya hemos llegado a nuestro destino - dije tras un largo trago.- Me sorprende que tanta gente haya cruzado el Yermo sólo para venir hasta aquí a vivir en una tienda y dormir en el suelo... Será la fe y la devoción - dije encogiéndome de hombros.

VAN PASANDO LAS HORAS DE LA NOCHE...

Fumamos y bebimos casi en silencio. No me importaba, mientras tanto me dedicaba a observar el entorno, la gente del lugar... aunque lo que si que me importaba, más bien me inquietaba, era el deliberado silencio del tal Forst, ni una palabra acerca de lo que le había preguntado la Hermana. Sin embargo, no alcanzaba a discernir a qué se debía su silencio ¿miedo tal vez? ¿o quizás respeto por el hermano Lamark y sus asuntos? También cabía la posibilidad de que no supiera nada (cosa poco probable) o que no hubiera escuchado la voz de la Hermana entre tanto gentío.

En cualquier caso, si no descubría nada o no me daban algo de conversación, no tendría más remedio que retirarme pronto. Era aún pronto para amortizar la barra libre que nos había regalado la Eclesiarquía.

TERCIO:

- Te ha parecido que Forst le contestaba a la Hermana Scythia, en un tono de voz que sólo pudo escuchar ella. Por su lenguaje corporal dirías que no le dijo gran cosa, ¿puede que porque se sintiera intimidado por una Sororitas?

- Si quieres interactuar con él, puedes hacer una tirada oculta y secreta de Indagar +0.

- Tercio observa que, en un momento dado antes de retirarse, la Hermana Scythia habla con el dueño de la Clota Llorona.

- Aprovechando una vez que tiene que ir al servicio, pasa por la barra y charla también con Forst un rato.

Tercio escucha a Forst hablando con unos lugareños sobre sucesos recientes y se une a la conversación:

- "Sí, conocí a un guardia de mayorales que llegó hace poco con un rebaño, hará algunas semanas. Me contó antes de partir hacia el Sur tras vender su negocio para unirse a los de Seth, que no piensa volver nunca más a Desesperanza. Al parecer perdió la mitad de su rebaño por culpa del agua contaminada y los cuervos de esquisto, y no vio una sola alma en todo el yermo, ni una.

Y había algo más, pero no quiso decírmelo; o estaba demasiado asustado o creyó que le tomaría por loco." -

- "Pues no creo que le vaya muy bien a su amigo con esos exaltados de la Redención Roja.

Dicen que ese fanático asesino, Seth la Voz, solía llevarse bien con el abad Skae como siervo del Dios Emperador que es, pero le dio la espalda cuando el misionero anunció que iba a construir la catedral. Afirmaba que este lugar está maldito.

¡Que el Emperador nos ayude si envía a su ejército contra nosotros!" -

- Eso te lo puedo corroborar yo mismo - dije metiéndome en la conversación.- No hay ni un alma en el yermo salvo esos malditos cuervos... son asquerosos ¿Cómo diablos ven si no tienen ojos? Pero no sabía nada de eso del agua contaminada ¿Es un problema en toda la zona? Quiero decir ¿Aquí, en Desesperanza, el agua está también contaminada?

Renata cogió el Ilho que Tercio le tendía con una sonrisa y un guiño.

-Gracias, caballero -dijo al tiempo que escanciaba el licor en las copas de los aún presentes-. Fe y devoción. De alguno do casi diría que son los motores de los hombres. Y de algunas mujeres -añadió riendo por lo bajo-. Aunque no siempre se cree en lo mismo o se siente devoción por iguales objetivos. Bah, la vida es así. Mi padre fue uno de esos grandes hombres movidos por la devoción y la firme creencia en su labor. Dicen que era bueno en lo suyo. No lo dudo. Pero eso lo llevó a la muerte así que, ¿dónde deja eso el valor de la fe y la devoción? Algo que es una promesa de muerte no es bueno. No para mí. Pro a según y quién decirle que tan solo buscas vivir bien y cómodamente te hace merecedor de un buen interrogatorio y una amenaza de hoguera -Renata se ahuecó el cabello con ambas manos, dejando el ilho a un lado. Sacó un espejito de algún lado y se miró en él-. Tengo un aspecto desastroso. Otro viaje como este y me convertiré en una vieja sin atractivos. Y mi osito se volverá de piedra. No le he visto tan callado en la vida. ¿Te pasa algo, Kurt? -agitó una mano y retomó el cigarro-. Ni caso. Y bien, señor Pelofino, ¿cómo es que acabaste con esta cuadrilla de siesos y rancios? No es donde me hubiera figurado conocer a alguien como tú. Más cuando en la frente se te lee muy clara la palabra, problemas -comentó entrecomillando con las manos la palabra problemas.

- Bueno, supongo que les hacía falta alguien con mis habilidades, y visto lo visto no se equivocaron... tienen todos un sentido del deber muy elevado y en este trabajo a veces hay que ensuciarse las manos... se puede decir que tienen fe y devoción por la causa, aunque excesiva para mi gusto. Es cierto que no son los tipos más divertidos del mundo - dije encogiéndome de hombros.- pero te puedes fiar de ellos, no son de los que te dejan tirado. Es fácil decir que soy algo así como un generador de problemas, sobre todo cuando soy soy el que tiene que tratar con individuos de la peor calaña para conseguir algo de información decente... Yo prefiero verme como un solucionador de problemas, quién ha sido el causante es otra historia.

- "Nadie sabe cómo ven, o siquiera si ven realmente. El caso es que parecen seguir a los heridos y enfermos. Son malditos carroñeros.

En cuanto al agua, aquí está bien, pero en los páramos seguramente habrá muchas pozas envenenadas. Basta con que algún desalmado arroje un cadáver dentro." -

- Y vosotros ¿qué pensáis? Quiero decir... ¿Creeis lo que dice ese tal Seth, eso de que este lugar está maldito? - les dije a ambos.- Yo he oído que están ocurriendo cosas extrañas por aquí, lo más raro que ha llegado a mis oídos tiene que ver con estatuas que sangran pero... francamente, no estoy seguro de si debo creérmelo o no.

- "Bueno, algunos Ashleen parecen creer que este es un lugar de mal agüero desde hace mucho...

Yo realmente no opino que sea así. Creo que si la Catedral ha sido erigida aquí es porque es lo que San Drusus, y el Emperador, quieren que sea.

Yo también he oído eso de las estatuas que sangran y otros sucesos en apariencia inexplicable, y pienso que se trata de alguien que trata de perjudicarnos. Este asentamiento está destinado a convertirse en un lugar muy próspero cuando lleguen las rutas de peregrinos, pues en esa colina puso sus pies el propio San Drusus y esta Catedral será consagrada en su nombre.

Seguro que hay gente en Puerto Amargura que nos desea algún mal porque no quieren que Desesperanza prospere y les quite volumen de negocio." -

- "Sí, la Cantamuertes de nuestra tribu en los páramos dice que este es un lugar maldito y que la catedral no debería de habese edificado aquí. Es una mujer sabia y si ella lo dice, será por algo." -

- Puede que tengas razón, quizás hay alguien que no desea que esto salga adelante - respondí a Forst.- pero ¿quién desearía que esto no llegue a buen puerto? Yo antes que boicotearlo trataría de aprovecharme de ello, lo que dices, cuando la catedral esté terminada habrá muchos peregrinos que vengan aquí y eso hará que prosperen los negocios... Lo que no entiendo, Forst, es por qué decidiste venir hasta aquí a montar tu negocio, quiero decir que antes de que comenzaran las obras de la catedral aquí no debía haber prácticamente nada ¿es cierto?

Por otra parte, la opinión que tenían los Ashleen sobre si el lugar estaba o no maldito me parecía también interesante. Si la teoría de Forst era correcta, quizás fuese una tribu de Ashleen quién estuviera detrás de los sucesos extraños.

- Supongo que las tribus de Ashleen llevan en el yermo mucho más tiempo del que soy capaz de imaginar - le dije ahora al Ashleen.- quizás lo que dice la Cantamuertes de tu tribu tiene que ver con algún suceso que ocurrió hace mucho tiempo, antes incluso de la llegada de San Drusus a este planeta... y puede que tenga que ver con el nombre del asentamiento... Desesperanza ¿A qué viene ese nombre tan tétrico?

- "No, aquí no había nadie antes de que el Abad Misionero Skae llegase con su idea de erigir una Catedral dedicada a San Drusus y al Emperador. Yo fui de los primeros en seguirle como peregrino, antes era un simple comerciante de pieles en Puerto Amargura.

Sobre lo del nombre, alguien lo dijo y ya se quedó. La vida es muy dura en este desolado planeta, y el carácter de sus gentes es siempre pesimista, por lo que ese tipo de nombres, Puerto Amargura, Desesperanza, parecen lo más natural." -

- "San Drusus llegó a este planeta hace dos mil años. ¿Quién puede saber mucho sobre esos tiempos legendarios? Probablemente nadie. Aunque la Cantamuertes es depositaria del saber popular, transmitido de boca en boca de generación en generación." -

- Vaya... pues espero que este sitio no esté realmente maldito, sería una desgracia para todos vosotros que habéis dejado atrás vuestras vidas para venir hasta aquí... El Emperador estará contigo, Forst, pase lo que pase - dije, animándole.- Por casualidad ¿No sabrás de alguien que haya presenciado alguno de esos sucesos extraños? Y por cierto ¿Qué se ha hecho hasta ahora para tratar de resolver el misterio?

Después me volví hacia el Ashleen de nuevo, que seguía convencido de que aquellas tierras estaban malditas. No le culpaba, supongo que las tribus del yermo eran supersticiosas y muy tradicionalistas. Además, no descartaba que el cadáver andante que encontramos en el viaje tuviese algo que ver con lo que decía.

- ¿Crees que podría encontrar alguien aquí en Desesperanza que pueda contarme más acerca de esa supuesta maldición? Quizás algún anciano de alguna tribu o algo así - me parecía poco probable encontrar allí un anciano pero había que agotar todas las posibilidades.- La verdad, me gustaría hablar con ese Seth, pero por lo que cuentas parece un tipo peligroso... Por cierto, eso que has dicho antes, la Redención Roja ¿Es algún tipo de banda rebelde o algo así? No he oído hablar de ellos.