Partida Rol por web

Miro al edificio ese, supuesto bastión de la autoridad portuaria. No sé cual es el protocolo, pero si todos los colonos van a cierta zona, asumo que es esa la forma normal de ingresar al mundo. Escucho las palabras de los miembros del grupo y doy mi escueta opinión:

 - "Creo que debemos hacer lo mismo que los colonos. Luego presentarnos ante el que será nuestro patrón y luego hacer nuestro trabajo. Nada más, nada menos. El resto es llamar la atención innecesariamente y meternos donde no nos llaman."

Afirmo con fuerza el maletín que llevo, dentro del cual está mi fusil de caza, arma predilecta para exterminar blancos a distancia y darles muerte antes de que sepan lo que ocurre. Es un arma delicada y refinada, digna de respeto y admiración, por lo que la cuido como si fuese parte de mi integridad física.

Espero la respuesta del líder antes de moverme, mientras miro con curiosidad disimulada el ambiente marítimo que nos rodea y que es completamente nuevo para mí.

La cansina verborrea de unos y otros empezaba a ser molesta para Itsua. A cada paso parecía que todo debía ser debatido, comparado, analizado. Pero faltaban los hechos. Y la voz del primero que debería haberse pronunciado. Intius Varnias.

Agarró con firmeza las correas de la mochila y empezó a andar en la misma dirección que habían seguido los colonos.

-¿Vais a seguir debatiendo acerca de la inmortalidad del cangrejo u os vais a poner en movimiento? -se le oyó decir confome avanzaba hacia la zona de pasarelas.

Intius esperó a que Von Braun continuara hablando pero se detuvo y no siguió la explicación.

-Pues di lo que sepas. Le inquirió. Mientras tanto avancemos.

Asintió ante los consejos del resto, tampoco le parecía bien que presentarse ante la autoridad portuaria fuera lo más discreto y menos aún cuando nadie parecía hacerlo.

-Vayamos hacia donde los colonos entonces, parece que podemos saltarnos a la autoridad portuaria. Los que ya habéis estado en una misión de incógnito sabréis cual es la mejor forma de proceder, me gustaría escuchar vuestras ideas, a tenor de lo que sabemos de este planeta.

LAS ZONAS DE ATERRIZAJE:

- La amplia zona central en la que estáis se compone de varias plataformas de gran tamaño, ennegrecidas por el calor que desprenden las turbinas de los vehículos orbitales que aterrizan en ella, así como varias docenas de plataformas más pequeñas para vehículos de vuelo atmosférico.

Cada una de estas plataformas está suspendida sobre un lecho de estabilizadores en continua actividad que contrarrestan el bamboleo de la isla.

Esto causa bastante desorientación a quienes no estáis acostumbrados al efecto, pues el horizonte no deja de oscilar y mecerse pese a que estáis pisando suelo firme.

-No relacionarse con nadie -dijo Itsua recordando una escena de un pasado reciente en Coscarla, mientras seguía andando-. Y tener en cuenta que hay muchos oídos dispuestos a escuchar y a vender información. Nunca ir en solitario y confiar en tus compañeros. Pero ten en cuenta que no son ideas, son hechos, y deberías conocerlos ya.

Intius Varnias comenzaba a hacer timbrar algo en su interior. De igual modo que lo hacía el miembro del Munitorum. Cada uno por razones distintas. El primero por su escaso empaque. El segundo, por asumir con demasiada fluidez un estatus que nadie le había negado expresamente en sus no exentas de pedantería muestras de lo que debía o no hacerse. Y aquello constituía un peligro. Intius aún no había hecho gala de un liderazgo eficaz en lo que era una misión de alto peligro. Cada palabra de Von Braun era una piedra en el camino del primero, más dado a conciliar que a ejercer. De ser Vladymir quien liderara el grupo, ya hubiera acallado a Von Braun con un culatazo en la boca. Pero incluso él se mostraba discreto, cuando no tenía a punto una mala propuesta. Solo Titus parecía ser consciente del trabajo en ciernes y Tercio estaba demasiado callado para su gusto.

No, aquello no había empezado bien. Y era muy posible que acabara mal.

XERXES:

- No te dejas marear por el extraño efecto de los estabilizadores de las plataformas.

- A fin de cuentas, una vez caminaste por un terreno que se estremecía bajo los disparos de baterías de artillería balística de gran potencia.

TERCIO:

- Has caminado por zonas altamente inestables y en ruinas en las subcolmenas de Mordia, entre deshechos industriales tóxicos y enormes cubas llenas de ácidos... Esto para ti no es nada.

En aquel universo la información era tan valiosa como peligrosa, por eso a Xerxes no le gustaba la idea de compartirla con quien no sabía si estaba preparado para comprenderla. Muchos eran los que sabía memorizar, aquel no era un ejercicio especialmente complicado, el problema era que no todos los que memorizaban asimilaban los conocimientos correctamente. No eran pocas pocas las ocasiones en las que malinterpretaciones habían llevado a la herejía…

- Si es lo que ordena, pero no olvide que hay muchos oídos dispuestos a escuchar y a vender información- le dijo, empleando las mismas palabras usadas por Arlan.

Consideró que aquella era la mejor forma de poner freno a su curiosidad, al menos durante un tiempo. La otra opción era decirle las verdaderas razones tras su recelo a compartir la información. El problema era que sin duda ofendería al Arbitrador pues el cuestor todavía no había conocido a nadie que no se ofendiese ante lo que era un hecho: la gente se corrompía con facilidad. Si aun a pesar de aquello seguía empeñado en “saber” obedecería, aunque censuraría los detalles que consideraba que podían resultar controvertidos para mentes como las de algunos de sus compañeros.

El lugar es extraño y no me gusta mucho lo amplio del horizonte y esa masa de agua. Estoy más acostumbrado a los salones de metal y piedra, a los pequeños callejones inferiores o a los altos edificios, más altos que los Titanes. Esta clase de lugares más agrestes me hacen sentir fuera de sitio, pero eso carece de importancia pues tenemos una misión entre manos que ninguna incomodidad menor puede interferir.

Finalmente el grupo se decide por seguir la lógica de los colonos, lo que me parece bien y comienzo a moverme con ellos mientras me pregunto qué mierda es un cangrejo y si realmente es una clase de demonio inmortal como dice Itsua. No es algo que me preocupe pero no me gusta lo que no puedo asesinar.

Luego comienzan a hablar de los protocolos a seguir en una misión de infiltración y escucho las palabras, aunque me parecen razonables y sobre todo lógicas. Creo que el sentido común es un gran aliado cuando se debe decidir entre lo que hacer y lo que no hacer. Obviamente todo ello está limitado al grado de desesperación en el que esté sumida la misión y qué tan importante es controlar los factores, caso en el que muchas veces se desecha la tapadera con tal de cumplir el objetivo, pero eso es algo que se debe evitar a extremo pues a muchos efectos se considera una misión fallida:

"Es complicado para esta clase de misiones pues la tapadera debe llevarse hasta el final y la misión no siempre tiene un límite claro entre cumplida o aun en proceso. En el caso de mis trabajos anteriores era muy simple pues un objetivo con pulso es un trabajo sin acabar, pero en estas situaciones uno no siempre sabe si ha hecho las cosas bien o no. Debo meditarlo y debo tener cuidado. No dar pasos en falso y cuidar de los detalles siempre."

Camino junto al grupo cuidando de observar bien el entorno y mantener la guardia alta a pesar del aparente pasivo clima que nos rodea. No me gusta ser sorprendido y no lo permito por más que todo se vea calmado alrededor.

Al menos las instrucciones de Itsua habían sido claras, esos eran unos buenos consejos de alguien veterano así que los tendría en cuenta. Sería mejor que Von Braun contara lo que sabía en otro lugar.

-Bien, como decís este quizá no sea el mejor lugar. Aunque a Intius le parecía que estaban allí solos y nadie les escucharía, pero tampoco quería esperar a que volviera la lanzadera con los mercenarios. Vámonos de aquí, buscaremos un lugar seguro donde hablar y organizarnos.

Aquel sitio resultaba demasiado extraño y las plataformas flotantes habían estado a punto de desorientar a Intius. Afortunadamente se había acostumbrado a ellas lo justo para saber donde estaba y hacia donde querían ir. Se encaminó hacia el mismo sitio por donde habían salido los colonos.

TITUS:

- Eres demasiado ágil para que un simple bamboleo extraño de los estabilizadores automáticos de las plataformas pueda contigo. Tú que te has columpiado en improbables acrobacias entre las más intrincadas maquinarias del Mechanicus, eres capaz de sobreponerte a esto y a mucho más.

INTIUS:

- A punto estás de marearte. Sientes unas profundas náuseas y la sensación del vómito subiendo por tu garganta, pero logras sobreponerte a tiempo para salvaguardar tu dignidad. Estás pálido y respiras un poco mal, pero por lo demás estás bien. No vas a mostrar debilidad ahora, tienes una misión que cumplir.

- Veamos... no olvidéis que somos mercenarios, mercenarios zarrapastrosos para ser más exactos ¿Y qué es lo primero que hacen los mercenarios? - paseé la mirada de uno a otro pero en realidad no esperé una respuesta.- ¡Beber! Bueno, y buscar furcias y... bueno, algunos tienen otros gustos más... exóticos... A lo que voy, necesitamos comportarnos como ellos - mejor comentar aquello antes de que el tipo de Monitorum se cargase la tapadera de un plumazo con su lenguaje grandilocuente.- Un mercenario ha estado aquí y allá, en todos sitios y en ninguno y le encanta alardear de sus proezas con otros mercenarios y demás gente desgraciada e impresionable. La mayoría de estas historia son una auténtica mierda, ni siquiera son ciertas, pero lo que le importa a quién las escucha son los detalles... no tiene nada de especial decir que mataste a un tipo, eso lo puede hacer cualquier, pero si dices que le clavaste un machete en la tripa a un tipo mientras estaba en el retrete entonces la cosa cambia... detalles, amigos míos, la clave está en los detalles... así que sugiero que cada uno tenga preparada una historieta por si llega el caso. Sigamos con la tapadera... motivación ¡Muy importante! No nos queda dinero de nuestras últimas misiones, el trabajo escasea, de modo que nos hemos gastado lo que nos quedaba en un pasaje a este sucio lugar para investigar esas misteriosas muertes. Es un trabajo y, por tanto, habrá recompensa, ahí tenéis la motivación... pero claro, no hay más información que esa, así que hay que empezar a investigar ¿y por dónde se empieza a investigar? - una vez más no esperé a que nadie contestara.- Eso me lleva a lo primero que dije ¡Beber! Los antros están llenos de gentuza que se entera de todo... bebe con un desecho humano, invítale a beber si lo crees conveniente, gánate su confianza y ¡Voi la! información fresca al instante... ¿Me seguis?

- El Neonato Hex sufre una vergonzosa caída y a partir de ese momento sólo es capaz de desplazarse tambaleándose como un borracho a la mitad de su velocidad normal caminando.

- Mientras vuestro psíquico permanece indispuesto, veis que no hay mucho más que hacer en la zona de plataformas de aterrizaje (a no ser que uno quiera subir o bajar de un transporte orbital).

Además, hay guardias armados del Administratum que miran con extrema suspicacia a cualquiera que se demore demasiado en esta zona.

Aparte de los taciturnos y mugrientos técnicos que corretean por el lugar, tampoco hay nadie más con quien hablar, y esos técnicos no tienen aspecto de saber nada interesante o útil.

- Las plataformas menores, de vehículos atmosféricos, están casi todas vacías. En las pocas que hay alguna aeronave posada, ésta parece muy antigua y fuera de servicio.

Escucho las palabras de Tercio y las encuentro coherentes... exageradas pero coherentes. De seguro que a él le será fácil llevar a cabo aquella operación de reunir información y de camuflaje entre los mercenarios, pero para otros de nosotros no sería tan simple. Dudo que Von Braun sea capaz de beber algo de un vaso sucio sin llenarlo en antiséptico antes o de tocar a una furcia sin cubrirse antes completamente de aislante.

Mientras camino veo como el psíquico se cae y solo puede arrastrase. En ese momento caigo en la cuenta de que las plataformas podrían causar un efecto molesto en las personas, por la inestabilidad y el movimiento tenue, pero no es algo que me afecte. Retraso el paso lo suficiente como para no dejarle solo, pero no hago siquiera el intento de ayudarle pues no es algo que me incumba ni sería propio de mercenarios.

LA SENTINA:

- Abandonáis la zona de las torres de aterrizaje, adentrándoos en la zona que los locales llaman simplemente "la Sentina".

- Se trata de un desordenado conjunto de pasarelas, camarotes, corredores y cubiertas cobijados a la sombra perpetua de las plataformas de aterrizaje. Cada centímetro de espacio está ocupado por algún tipo de vivienda particular o negocio.

Es aquí donde vive hacinado el grueso de los varios miles de habitantes de la isla.

- Desplazarse por este lugar es complicado, la iluminación es muy deficiente y no existe ningún tipo de señalización.