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[D&D 3.5] El Caso de Nav Hidad

Capítulo 7. El Regreso.

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19/07/2018, 08:45
Director

La intervención de Shalt con la ayuda del gran trasgo sirvió para estabilizar a Voran Tak. Pese a que sus heridas tenían muy mala pinta lograron cortar la hemorragia en pocos minutos y el anciano vigilante de los caminos comenzó poco a poco a reaccionar y a recobrar la consciencia.

Cuando el vigilante abrió los ojos y vio que sus tres compañeros seguían con él, sonrió. Aquello dejó perplejos a los dos guardias y también a la drow. Era la primera vez que veían a ese hombre sonreír. Había demostrado ser un cascarrabias desde el primer momento en que lo conocieron y nunca hubiera pensado que pudieran llegar a congeniar con él. De hecho, Cavatina se la tenía jurada por la forma en la que se conocieron y Voran la hubiera matado a golpes por el mero hecho de pertenecer a la raza de los elfos oscuros.

Lo cierto fue que aquella misión les había cambiado a todos. Cavatina empezó a confiar en la gente. Shalt se demostró a sí mismo lo que valía. Voran demostró ser un hombre valiente y leal con sus compañeros, que hubiera dado la vida por ellos o por los niños que finalmente pudieron rescatar entre todos. Y los más importante, había superado sus odios y prejuicios al menos de cara a Cavatina. Y Roht… bueno Roht no cambió demasiado, pero podía sentirse orgulloso de haber sobrevivido en un combate tan desigual.

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19/07/2018, 08:45
Voran Tak

- No pensaba que viviría para contarlo… - Murmuró Voran con dificultades, pues todavía sufría un evidente dolor fruto del combate. - ¿Estáis todos bien? – Preguntó. – Me has demostrado que me equivocaba, Bruja. – Sonrió ante aquel último apelativo que en ésta ocasión dijo en tono de broma cariñosa. - ¿Por cierto, dónde están los niños?

Voran se levantó a duras penas ayudado por Shalt y Roht. Apoyado sobre el hombro del shaltiano comenzó a caminar hacia la salida de la gruta acompañado por la drow y el gran trasgo. Registrar la caverna en ese momento no era algo prioritario. Lo más importante era encontrar a os chiquillos y recuperarse de sus heridas.

 

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19/07/2018, 08:45
Director

Una vez en el exterior se encontraron en el blanco manto que tapaba el bosque. Sobre éste se hallaban todavía los cadáveres de los lobos y el trasgo contra el que había peleado nada más encontrarse con la caverna. Las huellas de los niños se alejaban en dirección al bosque, pero no había ni rastro de ellos.

El cielo anunciaba tormenta y si no los encontraban antes de que se desatara, el frío y la nieve podrían acabar encargándose de lo que no habían conseguido los trasgos. Si habían salido corriendo, debían correr en su búsqueda cuanto antes. El problema era el delicado estado de Roht y sobre todo de Voran.

Todos se miraron con expresión de seriedad. Cuando pensaban que todo había pasado, ahora les quedaba iniciar una nueva cacería. Por suerte o por desgracia, sabían que uno de los niños había sufrido heridas severas y a los otros dos les costaría bastante avanzar arrastrando al tercero.

Shalt dejó a Voran a cargo de Roht y miró a Cavatina. Ésta asintió con la cabeza. Pese a que realmente no hacía demasiado que se conocían, habían llegado a un grado de sincronía envidiable. Al final podía ser que incluso acabaran siendo novios formales de verdad. Los dos se encaminaron hacia el bosque con paso decidido y entonces…

Los tres chiquillos salieron de entre unos arbustos corriendo al encuentro de Cavatina y Shalt. Por suerte no haría falta iniciar una búsqueda en medio de aquel bosque helado. Dos de los niños estaban sucios y demacrados y el tercero además, presentaba una fea herida, pero estaban vivos y al fin y al cabo eso era la importante.

- ¿Se ha acabado todo? – Dijo finalmente la niña a punto de estallar en un mar de lágrimas.

Notas de juego

¿Algo que hablar o preguntar a los niños? ¿Queréis registrar algo antes de regresar al pueblo?

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20/07/2018, 11:02
Shalt Goldfind

Notas de juego

Shalt está satisfecho

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20/07/2018, 11:53
Cavatina

Finalmente salieron de aquella infesta cueva, Roht había demostrado tener un aguante realmente increíble, parecía que al final el grandullon lo era por algo, y Voran, aunque nunca había conocido a ningún humano con ese mal carácter.... en el fondo llegaba  entenderlo, mucho había pasado y aún así seguía vivo, ese carácter era una especie de coraza.

Aunque al principio acepto ayudarlos por su libertad y no es que ya no la quisiese, ni le importase, pero ver esas miradas en los niños, aquellas miradas de autentico terror y la esperanza que apareció en esos ojillos cuando los vieron, nunca había sentido nada parecido, la gente por lo general no se alegraba al verla y aun que la niña se asusto, los demás no.

-Deberíamos llevarlos a casa, este necesita ayuda- cogió al niño herido embrazos para que no caminase, ni se esforzase -creo que todos necesitáis ayuda medica- y sin más se puso a caminar, parecía que su libertad estaba ya garantizada -tranquilo te pondrás bien- le susurro al pequeño.

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20/07/2018, 22:15
Shalt Goldfind

-Lo que yo decía, Plata... Serías una madraza. En estándares humanos claro, no digo que te los fueses a comer sino lo contrario- Esbozó su sonrisa socarrona que vino seguida inmediatamente por un quejido de dolor provocado por una de sus muchas heridas.

-Hacedme el favor y adelantaros. Enseguida volveré_dijo adoptando un tono mucho más serio que de costumbre, señalando con la cabeza hacia el interior de la caverna, evitando ser demasiado concreto con lo que iba a hacer para que los niños no se diesen cuenta.

En cuanto se hubieron perdido entre los árboles, empezó a cavar con sus manos en la fría nieve, llegando en seguida a la húmeda tierra. Enseguida completó el agujero puesto que el cuerpo al que debía dar cabida era pequeño.

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21/07/2018, 01:51
Roht «Martillo Invencible»

Viendo el estado en que estaban Voran y el mismo, Roht pensó en que poner a los niños a salvo era lo primero, antes de descansar ellos un poco, todo sea dicho. Así, viendo las intenciones de Shanlr, hizo un gesto con la cabeza para que lo dejaran solo, a sus cosas. Después de todo, los rituales humanos en aquella zona escapaban un poco a la comprensión del gran trasgo, que prefería honrar a los muertos de otras maneras.

- Vamos, camaradas. Dejemos a Shalt con sus cosas. Hay un trabajo,que acabar. Llevemos a los niños con sus familias y terminemos el trabajo. - Añadió.

Atrás quedaría aquella cueva llena de cada eres de trastos. A Martillo Invencible le hubiese gustado inspeccionar el lugar en busca de pistas u objetos diversos, pero primero los niños y las heridas después, no le dejaban centrarse en sus inquietudes diversas.

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22/07/2018, 12:42
Director

Cavatina y Roht partieron con los niños camino de regreso al Nav. Resultó que la suerte estaba de su lado. La pequeña que habían rescatado respondía al nombre de Siria Ripfang. No era otra que la hija del rudo guerrero que reclamó sus servicios en Nav Hidad, el hombretón conocido como Ripp, casado con Branda su afligida y gentil esposa.

Otro de los niños, era Tohere Thaboth, el nieto de aquellos destrozados campesinos que habían perdido a su hijo y que se estaban ocupando de la crianza del chiquillo. Por desgracia, de los tres niños, Tohere era quien había recibido la ira de aquel trasgo y necesitaba urgentes atenciones médicas, que sin duda el clérigo Eagar Dabras podría proporcionarle.

El tercer niño era un joven de tan solo ocho años que precedía de una aldea llamada Nusria. Dijo que se encontraba en un valle, el cual normalmente estaba cubierto de nieve. A ninguno de ellos les sonaba el nombre de aquella aldea, en la que según explicaba tan solo vivían tres familia que se dedicaban a la caza. Su nombre, Brend Benfor tampoco les daba muchas más señas acerca de a donde debían llevarlo para devolvérselo a sus padres.

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22/07/2018, 12:43
Voran Tak

- Es una jodienda. – Dijo Voran Tak. – No creo que esa tal aldea, Nusria, se encuentre en Athellolis. Sabría de su existencia. Hace más de veinte años que recorro los caminos y ni pajolera idea… - Gruñó mientras negaba con la cabeza. – Es posible que sea un territorio del norte. Puede que umnio o al norte de Keatar… - Tomó aire. – Será difícil…

Desandando sus pasos llegaron al lindero del bosque. Se encontraban de nuevo en el camino que conducía desde el Nav hacia la granja de los Thaboth. Justo en el punto en el que se encontraron con las huellas del trineo, huellas de pisadas de lobo y arbustos con ramas quebradas.

En ese momento cayeron en la cuenta de algo. Aquellas marcas en la nieve les habían conducido hasta la guardia de los trasgos, pero… no había ni rastro de ningún trineo. Salvo que estuviera oculto en el interior de la caverna, algo no acababa de cuadrar en todo aquello.

- ¿No hemos visto ningún trineo en la caverna, verdad? - Intervino Voran en ese momento. 

Notas de juego

Mientras Shalt acaba con sus quehaceres, podéis hablar con Voran o los niños... Y decidir si esperar a Shalt o partir hacia la granja o la aldea.

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22/07/2018, 13:55
Director

Shalt regresó al interior de la caverna. Era evidente lo que pretendía. No cabía en su cabeza que un pobre niño torturado como previsiblemente había sido y cocinado a las brasas, fuera ahora pasto de las bestias salvajes. Aquel chiquillo necesitaba una sepultura digna y de eso se encargaría él.

Cuando se encontró de nuevo en el interior de la caverna donde había tenido lugar el combate volvió a contemplar los cadáveres de aquellos malsanos seres de piel verde. Pese a que todos estaban muertos y bien muertos, el gran número de cadáveres provocaba cierto temor en el shaltiano. Sabía que era imposible, pero en el deplorable estado en el que se encontraba, no aguantaría un solo combate más.

Al penetrar en la última de las estancias, observó que la hoguera donde se estaba cocinando aquel chiquillo, todavía estaba encendida. Al aproximarse a ella, contemplo con horror la carne calcinada de aquel niño y tuvo que soportar el olor a pelo y carne quemada. La imagen que vio en ese momento no la olvidaría nunca, pero se veía en la responsabilidad de hacer algo.

Cuando bajó el cadáver del palo al que permanecía atado con cadenas, se dio cuenta de que no iba a ser tan fácil transportarlo hasta el exterior. No por el peso que pudiera acarrear, sino porque quemaba con ganas. Debería esperar a que se enfriara si no quería abrasarse las manos. Eso le dio tiempo para fijarse mejor en el contenido de aquella estancia.

En un lateral se encontraban algunos colchones de paja piojosos. Debía ser el lugar que empleaban aquellos seres para descansar. En otra zona olía de forma nauseabunda a heces y a orín. Al acercarse contempló que su olfato no le engañaba, pues era allí el lugar que aquellos incivilizados seres utilizaban para llevar a cabo sus necesidades. Hacia el fondo de la misma encontró algo que realmente le llamó la atención.

Se trataba de un arcón semi oculto entre una cavidad de la misma roca. Al acercarse a éste y tirar de él, advirtió que no estaba cerrado con llave y se apresuró a abrirlo. En su interior se hallaba algo que le hizo sacar una sonrisa pese a la terrible situación en la que se encontraba.

El arcón contenía monedas, haciendo un cálculo a ojo, por un valor de no menos de mil piezas de oro. También pudo encontrar un estuche que contenía una cubertería de plata. Varias cadenas, broches, pendientes y anillos que pese a que no parecían mágicos, sin duda eran valiosos. Además encontró una figurita de jade y dos de marfil que correspondían a piezas de ajedrez, un caballo, la de jade, y dos peones de marfil.

Junto a la pared pudo observar también varias armas escondidas bajo unas mantas de piel. Se trataba de dos espadas cortas, un hacha, así como un escudo de metal con una heráldica que representaba un águila en su interior y varias dagas. Todas las armas estaban realmente afiladas y posiblemente fueran mágicas. No entendía entonces porque aquellos trasgos descerebrados no las habían empleado en el combate, teniendo en cuenta que les habían plantado cara con armas melladas.

Llevaba ya algunos minutos esperando a que se enfriara el cuerpo sin vida del niño y se acercó a éste para comprobar su temperatura. Todavía ardía con ganas y bufó fastidiado al alzarse de nuevo. Fue entonces cuando reparó en algo. Olvidado en el centro de la caverna había lo que parecía ser un cuaderno con tapas de piel.

Shalt se acercó y lo agarró. Al abrirlo notó que faltaban algunas páginas. Al encontrarse cerca de la hoguera entendió que habían empleado el papel para encender el fuego. Se encogió de hombros y fue a dejar el cuaderno en el suelo cuando se percató de algo. Creyó haber leído algo que le interesaba sobre manera. Al volver a abrirlo no encontró de primeras la página que buscaba y comenzó a ojearlo con impaciencia.

El cuaderno resultó ser un diario. El diario de un buscador. Al parecer se trataba de un hombre (o de una mujer), que se encontraba en una búsqueda, cuando posiblemente fue capturado por los trasgos. Al parecer faltaban las primeras páginas y las últimas, aunque también alguna entre medias. Pero cuando leyó las palabras Árbol Enjoyado y quien fuera que escribiera aquellas líneas situara dicho objeto en las proximidades de la ciudad independiente de Heslek al sureste de donde se encontraban, hizo que se alterara su ritmo cardíaco.

Notas de juego

Acaba de enterrar al niño y dime que vas a hacer con el tesoro. Cómo lo vas a transportar, repartir, ect... y alguna impresión acerca de lo que has encontrado.

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22/07/2018, 16:05
Shalt Goldfind
Sólo para el director

Mientras esperaba que el cuerpo del desdichado infante alcanzase una temperatura adecuada para poder manipularlo, se dedicó a apilar todo lo de valor que logró encontrar en la cueva.

Pese a ser un buscador, lo cierto es que no entraba en sus planes el saquear aquella horonda cueva de trasgos, pero el tener que hacer tiempo le impulsó a hacerlo y en verdad sacó mucho más de lo que habría esperado.

Una de las dagas halladas reemplazó la que usualmente ocupaba la caña de su bota. El oro y las bagatelas halladas las posó sobre su manta de viaje, la cual levantó como si de un hatillo se tratase con tal de poder transportar todo aquello de forma más cómoda. El resto de armas las situó en su cinto o mochila de la forma más cómoda, así como el diario, el cual guardó tras cubrirlo con un pedazo de cuero cuadrado sin curtir.

 

En cuanto tuvo todo preparado, reparó en que la carne ya no abrasaba y podía dedicarle, ahora sí, toda su atención.

Con cuidado levantó el cuerpo del niño y lo llevó hasta el exterior. Nadie se merecía que sus huesos se olvidasen en un sitio tan apestoso como aquel. Nadie excepto los trasgos que habían matado, claro.

Se arrodilló junto al agujero que había cavado y depositó al niño en el interior con suavidad. Debido a que la carne ya se encontraba cocinada, fué facil separar la parte baja de la pierna izquierda, de la que extrajo sin mucha dificultad el femur de la misma limpio de carne.

Depositó el jueso junto a él y procedió a cubrir el cuerpo con tierra. Shalt conocía las costumbres funerarias de aquellas tierras, por lo que era plénamente consciente de la importancia que solían dar a poder enterrar alguna parte del difunto, por pequeña que fuese, cerca del hogar. Dudaba que fuese a servir de auténtico consuelo a la familia, pero si lograba mitigar su dolor se daría por satisfecho.

Envolvió el hueso con tela de la forma más respetuosa que pudo y lo introdujo en la mochila.

Respiró hondo mientras trataba de poner en orden sus pensamientos.

-Heslek...dijo para si. Parecía que su estancia en Nav Hidad empezaba a tocar a su fin.

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23/07/2018, 22:50
Cavatina

Miro al niño y luego a Voran -este o no cerca, deberíamos llevarlo, no lo hemos rescatado para dejarlo ahora aquí, sus padres estarán muy preocupados- realmente Cavatina no se reconocía ¿preocupada por humanos? ¿hasta que punto le había cambiado esa experiencia? -de todas formas deberíamos esperar a Shalt, igual él sepa algo de esa aldea.... Voran deberíais ir a ver al clérigo y recibir algo de cuidados y tu también Roht, al menos hasta que venga Shalt y averigüemos algo más dela ubicación de esa aldea-

-No, no recuerdo haber visto ningún trineo, igual podríamos preguntar al niño, aunque esta bastante herido, no se si podrá si quiera hablar- miro al otro niño el de Nursia -¿tu sabes algo? ¿alguno de vosotros tenia un trineo?-

Notas de juego

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27/07/2018, 16:05
Director

En cuanto Cavatina formuló la pregunta acerca del trineo, los tres niños comenzaron a lanzar afirmaciones al aire difíciles de entender, pues hablaron todos a la vez sin orden ni concierto. Voran puso paz y se convirtió en el moderador de la conversación otorgando el turno de palabra a los pequeños.

- ¡Los trasgos tenían uno! – Alzó la voz el nieto de los Thaboth cuando Voran le dio la orden.

- ¡Me llevaron en él cuando me cogieron! – Recordó la niña con los ojos enrojecidos y a punto de llorar, una vez el vigilante le dio la palabra.

- A mí también me cogieron y viajamos en uno. Estuve atado todo el tiempo… - Observó el niño herido con un hilo de voz en su turno de palabra.

- Iban y venían con el trineo. – Añadió Tohere. – Si el trineo no está… puede que hayan salido a buscar más niños... - Dejó caer.

Pase mucho miedo... - Continuó la pequeña Siria.

El niño ese que se murió... - Brend estalló en un mar de lágrimas. - ¡Luego lo cocinaron!

A partir de ese momento la conversación volvió a derivar en un caos, pues todos hablaban a la vez. En esta ocasión Voran no se vio con ánimos de dirigir la orquesta, pero ya sabía lo que quería saber. 

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27/07/2018, 16:11
Voran Tak

- Entiendo… - Afirmó Voran al que le cambió el rostro de inmediato.

Aquello quería decir que si bien habían dado un buen golpe a aquella organización de maleantes, lo cierto era que muy posiblemente todavía no hubieran dado con todos ellos. Que todavía quedara algún piel verde en la zona y que aquellos hechos atroces pudieran repetirse, llenaba de rabia y odio a aquel veterano vigilante de los caminos.

- Estoy bien, Plata… - Respondió Voran a Cavatina, acerca de su estado de salud. – Y… - La miró a los ojos y no pudo hacer nada más que desviar la mirada antes de proseguir. – Siento lo que pasó en el bosque cuando te encontramos… - Suspiró. Era evidente que realmente sentía remordimientos. – Te juzgué mal… - Volvió a mirarla. – Eres… - Buscó en su mente el adjetivo adecuado. - …buena persona… - Concluyó.

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27/07/2018, 16:28
Director

Reemprendieron la marcha sin más dilación. Irían primero a la granja de los Thaboth, les quedaba mucho más cerca que la aldea. Les darían una gran alegría a esa pareja de ancianos a los que lo único que les quedaba que daba sentido a su vida era sin duda, aquel chiquillo.

El camino hacia la granja fue lento debido a las heridas que tanto el gran trasgo como el vigilante habían recibido. A Voran le costaba caminar, pues tenía una herida muy profunda en el muslo izquierdo y otra a la altura del tobillo derecho. Por ello se apoyaba en una rama a modo de bastón. Roht portaba al niño herido en brazos, pero no estaba mucho mejor que él. le dolía algo dentro. Podía ser que tuviera un pulmón perforado, pues le costaba respirar, pero tampoco se quejaba.

Lo cierto era que ambos eran tipos duros y no reconocerían que les dolía pese a haber estado moribundos hasta no mucho tiempo atrás. Más si estaban delante de una dama, por muy oscura que fuera su piel, seguía siendo una mujer bella. Tampoco mostrarían debilidad ante los chiquillos. Eran sus héroes en ese momento y no bajarían los brazos hasta que estuvieran puestos a salvo definitivamente.

Tras casi media hora de ardua caminata llegaron a la granja de los Thaboth. Se aproximaron poco a poco al edificio principal hasta que Tohere miró a sus salvadores y salió corriendo hacia la puerta de la entrada. En ese preciso momento ésta se abrió y de su interior surgió la abuela del niño.

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27/07/2018, 16:32
Vensean Thaboth

La anciana miró a su nieto correr hacia ella aún con tristeza en el rostro. Se frotó los ojos, pues no sabía si creer lo que estaba presenciando. Cuando tuvo claro que Tohere estaba corriendo a sus brazos y que no estaba siendo víctima de una broma de mal gusto que su propia mente le estaba jugando, inició la carrera hacia el pequeño. Tan sólo dos pasos después se detuvo y se giró hacia la casa.

- ¡Stewen! – Gritó con todas sus fuerzas. - ¡El niño, Stewen! ¡Ha vuelto! – Alzó todavía más el tono de voz.

Entonces si salió corriendo todo lo rápido que sus enclenques piernas le dejaron hasta fundirse en un emotivo abrazo con su nieto. Ambos comenzaron a llorar de alegría, pues tanto el niño como la abuela pensaron que nunca más volverían a verse.

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27/07/2018, 16:32
Stewen Thaboth

Entonces fue el abuelo el que apresuradamente salió de la casa. Portaba en la mano una taza de cerámica y un trapo con el que la estaba secando. Dejó la taza de forma descuidada sobre el rellano y corrió para reencontrarse con su nieto. Los tres se abrazaron mientras se besaban y parloteaban de forma enérgica sin que ninguno entendiera muy bien lo que que decía el resto. Para cuando la euforia hubo descendido un poco, Cavatina, Roht y Voran llegaron a su altura.

Stewen se puso en pie mostrando una sonrisa que no le cabía en el rostro. La misma que mostraba su esposa y muy parecida a la del niño que de nuevo se sentía seguro y en su casa. Stewen les dios la mano a cada uno de los héroes que habían salvado a su nieto mientras trataba de articular palabra. Estaba tan emocionado que tardó unos momentos en poder decir lo que tenía en mente.

- No saben lo que les agradezco que me hayan devuelto a mi nieto... - Dijo finalmente. - Les estaremos eternamente agradecidos. No sé cómo podré pagárselo... - Suspiró. - ¿Por cierto, el hombre joven que iba con ustedes...?

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27/07/2018, 16:55
Director

Tras el entierro Shalt recogió sus bártulos, como también el tesoro que había reunido decidido a emprender la marcha de vuelta a la aldea. Fue entonces cuando reparó en que no había registrado toda la caverna que acababa de abandonar. Por un momento le pudo la codicia. ¿Y sí en la otra zona había más tesoros? Se dijo a sí mismo que no valía la pena.

Por ello inició el camino de vuelta y pocos minutos después reparó en algo. ¿Y si en la otra zona de la caverna había más de aquellos chiquillos encerrados? Tras aquella reflexión no pudo evitarlo y regresó de forma apresurada a la caverna.

Dejó la manta con todos los objetos recuperados en la entrada de la cueva. Si había más de aquellos pieles verdes escondidos esperándole, no quería que aquella cacharrería desvelase su posición. Caminó a hurtadillas y llegó de forma furtiva a una caverna, cogiendo el pasadizo de su derecha. En esta caverna se hallaban varias mesas volcadas y algunas sillas de madera.

No había ni rastro de ningún ser vivo, ni de más pasadizos. Lo que realmente le llamó la atención fue que en el fondo de la caverna se hallaban varias cajas de madera repletas de innumerables figuritas de madera talladas a mano que representaban animales como osos, lobos o ciervos.

Notas de juego

Algo que decir o sigo?

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27/07/2018, 19:59
Roht «Martillo Invencible»

- No hay de qué dar las gracias, nobles gentes. Es nuestro trabajo proteger a los débiles contra la amenaza de cualquier criatura vil como esos ruines... - No quiso acabar la frase, pues era de la misma raza que el enemigo abatido.

Contestando a la pregunta del hombre sobre Shalt, Martillo Invencible comenzó a rascarse la cabeza compulsivamente en clara señal de estar pensando que decir, hasta que por fin levantó el dedo y habló.

- Está liado con una cosilla. Yo estoy bastante herido y no he podido ayudarle. Volverá pronto... En cuanto acabe... - Añadió.

Cargando editor
27/07/2018, 20:56
Shalt Goldfind
Sólo para el director

Notas de juego

Me llevo un puñado y sigo, una vez registrado todo bien