Partida Rol por web

[D&D 3.5] El Caso de Nav Hidad

Prólogo 2. Raptada.

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07/12/2017, 16:52
Director

Cavatina abrió sus ojos de roja mirada. Todavía veía bastante borroso tras la tarrascada que se había llevado no sabía cuánto tiempo atrás. El traqueteo de aquel carromato no contribuía a que aminorara el dolor de cabeza producto del golpe de porra que se había llevado en toda la nuca. Suerte había tenido de que el animal que la había golpeado no la hubiera matado en el acto.

Fuera quien fuera su captor, la había amarrado bien. Las ligaduras que mantenían sus piernas unidas a través delos tobillos estaban bien hechas. Los grilletes que inmovilizaban sus muñecas a su espalda, eran todavía un impedimento más insalvable. Por si fuera poco, una red se cernía sobre ella imposibilitando aún más sus posibilidades de escapatoria.

Tan solo recordaba estar caminando por aquella inmensa tundra helada. No podía seguir viviendo en las profundidades, por eso abandonó el submundo que la vio nacer. Sus hermanos eran como alimañas que no dudarían en acabar con ella en cuanto se despistara. Demasiada presión, demasiada maldad, demasiado tiempo había logrado esquivar a la muerte.

No obstante, fue poner un pie en aquel helado mundo y empezar a arrepentirse de no haber sido ella quien diera buena cuenta de sus hermanos e ir acabando uno a uno con ellos. Lentamente, sin levantar sospechas, quizás envenenándolos, quizás de alguna manera aún más sutil. Fuera como fuera ya estaba hecho. Las decisiones habían sido tomadas y la fortuna le había conducido a la parte trasera de aquel carromato destartalado.

A la mina voy

Minero soy

A la muerte voy

Minero soy

Todo para qué

Nada para mí

Fue entonces cuando Cavatina escuchó la ronca voz de un hombre canturreando una vieja canción que nunca antes había escuchado. Se trataba de una voz seca y cazallera. Una voz desgastada por el paso de los años y la mala vida. Sin duda se trataba la voz de alguien veterano, sin mucha duda de un humano, pues su timbre para nada era el de un elfo. Un simple humano era quien la había atrapado y a saber con qué intenciones.

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13/12/2017, 14:28
Cavatina

Cuando abrió los ojos, los cerro fuertemente, pues le dolía la cabeza como si una roca enorme le hubiese caído encima, pero no recordaba que ninguna roca se hubiese derrumbado y le hubiese caído, al revés, se acordaba que había estado distraída, distraída ella, con lo atenta que solía estar siempre a todo... no recordaba con que, y luego... un buen dolor de cabeza y negrura.

Se miro las manos y pies, bien y fuertemente atados, y aquella voz.... que horrible voz, sin duda no era elfo, y tampoco parecía trasgo ¿humano? se extraño bastante, con un fuerte acento, aunque con voz agradable, pues el común lo hablaba, pero con un acento marcado, forcejeo con las ataduras -¡¡Suéltame!! ¿¿quien te has creído que eres?? ¡¡suéltame inmediatamente si no quieres comerte tus propias tripas!!- estaba cada vez más furiosa, no sabía si consigo misma o con el humano, ella por descuidarse y el humano por tenerla atada.

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14/12/2017, 15:49
Director

- ¡Maldita sea la zorra de las profundidades! – Gruñó el cochero.

En ese preciso instante el carruaje se detuvo en seco y se escuchó un ruido seco de algo que golpeaba contra el lateral del carruaje.

- ¡Tranquilo, Tak! – Exclamó una voz algo más joven. - ¡Déjala diantre! ¡No sirve de nada hablar con una bruja! – Trató de argumentar.

- ¡Le daré su maldito merecido, Rannarg! – Respondió el tal Tak con un tono de voz aún más alterado muy posiblemente debido a la intervención del segundo hombre.

- ¡Siempre igual! – Escuchó la elfa oscura de una tercera voz que hablaba a la vez que las otras dos personas discutían los pormenores de lo que debían hacer o dejar de hacer con ella. Aquel tercer hombre parecía disgustado con la actitud tanto de uno como de otro y por su color de voz se trataba de una persona madura.

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14/12/2017, 15:51
Voran Tak

En ese preciso instante un hombre de piel pálida, canosa melena larga hasta el cuello y barba blanca, se personó frente a Cavatina mirándola con expresión de rabia con su único ojo azul, pues el otro estaba oculto por un parche. Portaba en la mano una porra de madera bien sujeta y apoyada sobre la palma de su zurda.

- ¿Ves? – Le dijo al fin señalando a su ojo tuerto. - ¡Los tuyos me lo arrebataron, pero daría el otro por tener conmigo a mi familia! ¡También acabasteis con ellos! ¡Sin piedad, sin medir las consecuencias!

En ese preciso instante aquel hombre se agarró a la parte trasera del carromato dándose impulso y subiendo junto a Cavatina. Fue entonces cuando golpeó con violencia contra el suelo del carromato. La elfa pensó que aquel golpe iba dirigido a ella, pero por suerte al escuchar el estruendo y no sentir dolor comprobó que no la había tocado, no todavía al menos.

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14/12/2017, 15:52
Rahill Rakro

Un segundo hombre le siguió a la parte trasera del carruaje. Se trataba de un hombre calvo que lucía una barba rubia bien recortada. Se trataba de un hombre algunos años más joven que el primer y más violento individuo con los que los ojos de Cavatina se habían cruzado. Aquel hombre se frotó la cara negando con la cabeza y acto seguido se cruzó de brazos. Parecía no importarle demasiado la seguridad de la elfa oscura, pero tampoco quería que Tak, si así se llamaba hiciera una sangría sobre el carromato, a saber por qué.

- ¡Venga, déjala! – Le pidió aquel hombre. – Tenemos que llegar a Nav Hidad y dejarla allí. Es lo que manda el protocolo. ¡Tengo ganas de llegar a casa!

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14/12/2017, 15:52
Voran Tak

- ¡Entonces la mato aquí miso y resuelvo el problema! – Respondió el anciano tuerto. – Podrás volver a casa, Rahill. – Tak alzó de nuevo la porra, ésta vez con la intención de agredir a Cavatina hasta la muerte.

La elfa pudo notar el odio con el que aquel ojo azul la miraba. Estaba decidido a matarla a porrazos. Una muerte indigna para una mujer como ella. Sintió miedo, no podía negarlo. Más aún cuando el brazo de aquel hombre que pese a sus años se mantenía en buena forma física, descendía velozmente hacia ella. De nuevo cerró los ojos resignada, pero de nuevo no sintió dolor, sino como alguien se encaramaba de un salto al carruaje.

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14/12/2017, 15:53
Rannarg Thunu

Al abrir los ojos vio a un tercer hombre que había agarrado el brazo de Tak antes de que golpeara sobre la cabeza de la prisionera. Éste era algo más joven pero vestía de igual manera que los otros tres. Una chaqueta tres cuartos azul marino, unos calzones oscuros y botas negras hasta las rodillas. Los tres iban armados con espadas en envainadas a la cintura y una pequeña daga situada en el costado contrario.

- ¡Voran Tak! – Dijo el chico, pues sin duda aquel hombre de oscuro pelo corto, barba poblada y mirada penetrante era el más joven de los tres. - ¡No vuelvas a joder con tus heridas del pasado! – Le recriminó. - ¡Cada captura que perdemos por ti son treinta droblos que se van a la basura! ¡Puede incluso que sea inocente, maldición!

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18/12/2017, 21:15
Cavatina

Por un momento con la mirada baja, pareció llorar, pues su espalda se movía espasmodicamente, pero luego soltó una  sonora carcajada y levanto su roja mirada con una sonrisa fiera, cruel -Lo único que lamento es que no te arrancasen el otro ojo, seria cómico ver como llorarías sin ojos, tu familia.... oh cuanto lo siento....- no pudo reprimir otra sonora carcajada, sabía que estaba en la cuerda floja, sabia que ese humano estaba deseando matarla, pero no podía reprimir esa lengua afilada, ni su veneno, era superior a ella, además eran humanos, débiles, estúpidos humanos los que la habían raptado, no se iba a callar.

-¿Bruja? ¿a quien llamas bruja criajo? ¿te parezco una bruja? ¿crees que si lo fuese seguiría aquí atada? no, seríais todos sapos que es a lo poco que podéis aspirar- volvió a reír doblándose de a risa -claaaro, escucha al criajo, ¡¡soy inocente!!-

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19/12/2017, 19:10
Rannarg Thunu

Aquel joven humano quedó n silencio por unos breves instantes. Sin duda aquella bruja era aguerrida y no conocía el temor. ¿Criajo? ¿Eso le había llamado? Era él quien la había defendido de una muerte más que segura. De una especialmente terrible de hecho, pues morir a palos era una forma cruel y despiadada de abandonar el plano material.

- ¡Un poco de respeto! – Exclamó Rannarg.

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19/12/2017, 19:11
Voran Tak

En ese preciso instante Voran miró con su único ojo al guardia más joven. ¿Aquella bruja le había insultado y no iba a hacer nada más que pedir un poco de respeto? Voran Tak escupió al suelo y frunció el ceño mirando con desprecio y de arriba abajo a Rannarg.

- ¡Gente como tú! ¡Guardias jóvenes que creen que la vida viaja sobre las alas de una bonita mariposa, son los que hacen del cuerpo de vigilantes de caminos una vergüenza! – Gruñó aquel veterano guardia que más bien parecía un cazarrecompensas que un instrumento de la ley.

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19/12/2017, 19:11
Rahill Rakro

- ¡Basta, por la Cierva Dorada! – Intervino el guardia que hasta la fecha se había mantenido más moderado e indiferente. - ¿Veis lo que está consiguiendo? – Preguntó de forma retórica. - ¡La bruja quiere enfrentarnos! ¿Es qué no lo veis?

Quedaba claro por las palabras de Rahill Rakro que para aquellos tres vigilantes de los caminos, no había duda alguna de que Cavatina no era otra cosa que una bruja. Sin duda, en la cultura de los atheloi, los elfos oscuros, especialmente las hembras, eran sinónimo de brujería y en cierta manera no se equivocaban dada su natural facilidad para la magia y la hechicería.

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19/12/2017, 21:15
Cavatina

Se estaba divirtiendo de lo lindo, viendo como los humanos se peleaban entre ellos, casi se alegraba de que la hubiesen raptado unos humanos tan tontos. Pero ¿como no? ya había uno que iba  a aguarle la diversión, miro fijamente al otro humano, el conciliador, igual podía aprovechar su supuesta brujería -¿y tu? ¿que has perdido? ¿que anhelas? los humanos no sois tan incorrompibles, todos tenéis un precio, seguro que quieres algo, igual mis poderes te puedan ayudar, o devolverle a tu amigo a esa familia que tanto anhela....- miro de reojo, a ver si el del parche atendía a lo que decía.

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20/12/2017, 15:48
Voran Tak

Rannarg y Rahill se quedaron unos instantes petrificados a la espera de la reacción de su compañero Tak. La oferta de la bruja era generosa aunque bien sabían que cualquier trato con los de su clase, difícilmente resultara beneficioso a la larga. No obstante, era con Voran Tak con quien hablaba y era él quien debía determinar si aceptaba la negociación o todo lo contrario.

Voran miró a Rannarg y negó con la cabeza con gesto de decepción. Algo muy similar se llevó Rahill por su parte. De los tres era Voran quien estaba al mando. Era de los tres el más experimentado como vigilante de caminos y quien se había topado con elfos oscuros en más ocasiones. Aunque oficialmente no estaba al mando, la suerte de Cavatina estaba en sus manos y ella no tenía ni idea de ello.

- ¿Intentas engañarme, piel oscura? – Dijo aquel hombre llamando de forma despectiva a la elfa, con un clásico insulto que solían utilizar los humanos de la zona contra los de la raza de la cautiva. - ¡Que tan poderosa eres, que puedes devolver  la vida a los muertos! – Exclamó ironizando sobre los supuestos poderes de la bruja. - ¡Desde la caída de los dioses hace más de cuatrocientos años no se ha constatado una sola resurrección en toda Gea! ¿Crees que soy tan estúpido como para creer que una simple bruja apestosa como tú tiene ese milagroso poder? ¡Me ofendes, bastarda! 

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20/12/2017, 15:49
Rahill Rakro

- La Cierva Dorada dice en sus escrituras que todo aquello que muere, debe reposar en la tierra. – Intervino Rahill. – No creo ni tan solo que de ser posible, las almas de los difuntos quisieran retornar a este mundo de penurias y sufrimiento.

Aquel hombre no paraba de mencionar a la Cierva Dorada. Cavatina había escuchado hablar de ella. Era el nombre que le otorgaban al avatar en la tierra de una de las diosas nuevas surgidas tras el cataclismo que dio inicio a la tercera edad de la historia. La diosa que mayor número de fieles tenía en aquella región de Gea, al menos en la superficie de la misma. Una diosa que protegía los bosques y que amaba la vida y la naturaleza por encima de todas las cosas. Una diosa para palurdos humanos que algunos estúpidos elfos traidores habían adoptado también como propia.

- Voran, no debemos hacer caso de las blasfemias que esta joven escupa por su bocaza de elfa tenebrosa. – Le dio Rahill al que de los tres parecía más decantado a zanjar el asunto en ese momento y en ese lugar y con la máxima violencia. – Rannarg tiene razón, hermano. Si queremos que nuestros jefes estén satisfechos con nuestro trabajo y que nos premien por nuestra labor, debemos entregar a este ser salido del Gran Abismo a las autoridades de Nav Hidad.

Voran golpeó con su porra y de forma violenta el cuelo del carromato, justo al costado de la cabeza de Cavatina. Inmediatamente después se marchó hacia la parte delantera el vehículo mientras gruñía y maldecía para sus adentros. Era evidente que los argumentos de sus compañeros le habían convencido de no acabar con aquella mujer, al menos de momento.

- ¡Rannarg, si tanto aprecio tienes al oro o a la bruja... - Hizo una pequeña pausa. - ...viaja con ella en la parte trasera! ¡Asegúrate de que no intenta nada! - Le ordenó.

Acto seguido Rahill y Rannarg se montaron en el carromato siguiendo la última instrucción de Voran y reemprendieron la marcha de nuevo dando lugar a un constante traqueteo debido a lo accidentado del camino. La mirada de aquel joven criajo, como Cavatina le había llamado, se centró en ella, aunque en todo momento trató de evitar el contacto directo de las miradas y en cuanto los ojos púrpuras de la elfa oscura se centraban en él, apartaba la vista para mirarla sólo de reojo.

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21/12/2017, 21:22
Cavatina

Se removió un poco incomoda, aun tenía la red por encima y no sabía muy bien para que creían esos humanos que la red le serviría estando atada. En ese momento se percato de que el criajo estaba allí con ella y sin duda era un humano tímido.

-Siento haber sido tan brusca antes y haberte insultado, tu "amigo" estaba queriendo matarme y.. me asuste, te agradezco que me ayudases, pues ciertamente soy inocente de los crímenes cometidos contra la familia de ese pobre hombre- Lo miro, suavizando su mirada roja todo lo que podía -¿Podrías quitarme la red por favor? estoy atada, no voy a poder hacer nada, la red solo sirve para incomodarme y arañarme la piel, tranquilo no te pediré luego que me sueltes, no te insultaría, pareces bastante inteligente y avispado- le sonrió.

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22/12/2017, 16:19
Rannarg Thunu

Rannarg alzó las cejas mientras esbozaba una sonrisa. Ciertamente ese cambio de comportamiento era algo inesperado, algo que no esperaba ver en aquella elfa oscura. No era con la primera de su clase que trataba. Tampoco había conocido a mucha y aunque era cierto que ninguna de ellas había demostrado capacidades sobrenaturales, si era cierto que habían demostrado ser astutas. Astutas y mentirosas.

- Toda precaución es poca con los de tu estirpe. – Respondió el humano. – Es cierto, no soy un estúpido. No va a servir camelarme para que obtengas la tan esperada oportunidad de escapar a tu destino.

Pese a que las palabras de aquel hombre eran contrarias a las intenciones de Cavatina, su voz había adoptado un tono algo más dulce. De hecho aquel hombre se acercó unos centímetros a ella mientras simulaba acomodar su trasero sobre la dura superficie del carromato. Estaba algo más relajado, era buena señal para los intereses de la elfa oscura.

- Sé que no mataste a la familia Tak. – La miró más detenidamente. – Iba a decirte que cuando pasó aquello debías ser demasiado joven, pero...  Aunque no aparentas tener más de veinte años, eres una elfa y los años no te afectan igual que a nosotros. – Se encogió de hombros. – Lo cierto es que el reino de Athellolis tiene leyes. Mi misión es cumplirlas y hacer que se cumplan. Una de ellas dice que todo aquel elfo oscuro que rondara por los caminos o las inmediaciones de las ciudades, villas, feudos o aldeas, será arrestado y conducido ante la autoridad más cercana para su interrogatorio.

Aquellas clases de derecho barato le sonaron a Cavatina como una mera excusa para atrapar a todos los de su estirpe y dar un espectáculo al pueblo con su ejecución pública. De esa manera el populacho se creía más seguro y además se olvidaba por unos momentos de sus problemas reales. Finalmente con ese tipo de actos se convertían en una advertencia a modo de ejemplo de lo que le sucedería a uno en caso de rompes las normas y leyes del reino. 

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23/12/2017, 00:40
Cavatina

Dejo que se acercase sin dejar de sonreirle, esta vez tímidamente, como una colegiala.

-Entiendo que tu reino tenga leyes, pero ¿te parecen justas?- lo miro a los ojos -Hablas de los elfos oscuros ¿todos los humanos sois iguales? ¿eres tu como tu compañero? me condenan por salir de la oscuridad que me impusieron los míos al nacer, por nacer en un mundo del que no me siento parte- suspiro mirando hacia abajo y luego soltó, casi a punto de llorar (o eso parecía) -¿crees que si fuese bruja no habría usado ya mi poder para liberarme? generalizáis sobre los elfos oscuros y no todos somos iguales, no negaré que parte de mi raza a cometido atrocidades y no son lo que se dice "buenos", pero hay excepciones, por eso yo no estoy con ellos, no me siento como ellos, y por tener la piel oscura, los ojos rojos y el cabello blanco ¿tengo que ser condenada?- lo miro casi suplicante.

-Tu no pareces como los demás humanos, mírame y dime si te parezco "malvada" "bruja"....- negó tristemente.

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23/12/2017, 09:01
Rannarg Thunu

Cavatina podía sentir el nerviosismo de aquel humano. Un nerviosismo que expresaba las dudas que aquel hombre podía estar empezando a sentir gracias a la exposición que acababa de realizar. Rannarg se oponía a hacer lo que su intuición le decía. Las palabras de Cavatina en cierto modo eran lógicas. ¿Qué acto malvado había cometido aquella elfa oscura más que el de nacer perteneciendo a la raza también conocida como drow? ¿Eran justas las leyes? Podía ser que no, pero él no estaba para cuestionarlas, sólo para hacer cumplirlas.

- Yo… - Comenzó diciendo, pero se detuvo y miró hacia la carretera tratando de buscar las palabras más adecuadas. - ¡Mira, no creo que todas las leyes sean justas, pero es mi deber…!

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23/12/2017, 09:01
Voran Tak

- ¿Qué carajo sucede? – Voran alertado por la conversación de Rannarg con la elfa oscura, se puso en pie y de un salto pasó a la parte trasera del carromato. - ¿Qué te dice la puta? – Le preguntó a Rannarg. - ¿Quieres joder con ella? ¡Luego habrá tiempo!

Rannarg trató de responder, pero Voran le calló golpeando fuertemente con la planta del pie contra el suelo del carruaje muy cerca de donde se sentaba el segundo guardia. En ese momento el humano más joven se apartó de Voran colocando la espalada contra la pared lateral del carromato y interponiendo sus manos entre su cara y el cuerpo de Voran Tak.

De inmediato Cavatina dedujo cierto miedo por parte de Rannarg a ser golpeado por el impulsivo humano tuerto. También dedujo cierto sometimiento por parte de Rannarg hacia Tak. Bien podía ser que por jerarquía o antigüedad en el cuerpo, Voran tuviera algún tipo de mando directo sobre el criajo.

- ¿No te estarás creyendo una sola de las mentiras de esa mala zorra, verdad? – Preguntó Voran Tak.

- ¡No! Yo es que… - Trató de explicarse Rannarg.

- ¡Pasa adelante, majadero! – Le ordenó y rápidamente acató el mandamiento.

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23/12/2017, 09:03
Director

Notas de juego

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