Partida Rol por web

[D&D 3.5] El Destino de Lucarrion

Capítulo 7. La Pista de Dol-an Humdul.

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06/02/2019, 09:35
Narrador

El Ensanche Mercantil era un barrio prominentemente comercial ya casi a las afueras de Malaken. Se trataba de una zona relativamente nueva en aquella ciudad, aunque las primeras construcciones tuvieran un par de siglos de antigüedad. Lo cierto en que en una primera etapa de aquella zona de Malaken, aquel territorio estaba destinado a la agricultura. No obstante, con el aumento de población tras las migraciones desde el sur y desde el norte, el ensanche fue cambiando hasta ser lo que es hoy en día y si bien antaño fue un territorio alejado del centro y el bullicio, las construcciones habían acabado por fusionar la ciudad con aquella zona antiguamente rural.

El Ensanche era sin duda alguna uno de los barrios más concurridos de todo Malaken, aunque lo cierto era que en las últimas décadas, aquella ciudad se había convertido en el centro de comercio más importante de las Du-Haib y de Calandria. Se trataba del último punto antes de llegar a la ciudad más importante de todo el territorio sureño, que no era oro que la capital de las Du-Haib, la ciudad amurallada de Hoptus.

Por suerte, las calles de aquella zona eran bastante más cuadriculadas que en la zona más antigua de la ciudad. Eso podía ser clave para evitar que su exploradora se perdiera en las laberínticas y retorcidas callejuelas del centro. Los edificios eran bajos, como en prácticamente toda la ciudad. Los más altos ostentaban un máximo de tres pisos y casi todos ellos estaban construidos en madera. Tan solo algunos estaban hechos en su base con piedra o ladrillo, pero a partir de cierta altura los materiales volvían a ser madera y en algún caso adobe, pero eran los menos.

Las calles estaban muy concurridas, lo que no era novedad en Malaken. Decenas de puestos de venta de fruta, carne, pescado, tela, ropa, utensilios de metal o de arcilla y un sinfín de productos más, se agolpaban en las calles y la gente compraba, negociaba e intercambiaba bienes alegremente. Por suerte, el ambiente no era tan agobiante en aquella zona como en la gran avenida que habían dejado atrás comercial de Malaken y no era necesario ir golpeando a la gente para avanzar.

Niren guió a sus compañeros a través de aquellas callejuelas. Iban hacia el centro del barrio y en menos de diez minutos encontraron lo que buscaban. Una antigua construcción, posiblemente lo que hace siglos fuera una granja, había sido reconvertida en un gigantesco almacén. Sobre una gran puerta doble rezaba un cartel de madera con la inscripción: "Almacenes Dol-an Humdul". Ya desde el exterior se podía observar que en el interior de dicho almacén, se acumulaban infinidad de artículos de todo tipo.

Aparejos de labranza, objetos de hojalata, redes de pesca, ropa, mobiliario, vajillas, cuberterías... lo cierto es que parecía haber cualquier cosa que uno buscase en aquel lugar. Incluso había una sección dedicada a armas y armaduras. También era cierto que todo aquello no parecía nuevo, sino que más bien era de segunda mano. Lo que al menos a primera vista no lograron encontrar fue ningún producto perecedero, como tampoco tabaco.

Varios dependientes se encontraban atentos en todo momento a lo que hacían y dejaban de hacer los compradores. Se trataba de hombres fornidos y robustos, que más que comerciantes parecían matones. Posiblemente esa era la mejor opción en un lugar tan grande como aquel, en el que pequeños hurtos debían estar a la orden del día. Era el momento de ponerse en acción y empezar a tirar del hilo.

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15/02/2019, 09:24
Sir Haldir

Haldir miró los productos que se ofertaban en aquella tienda con desinterés. 

La última vez que se interesó por la mercancía de una tienda malakina, acabó clavando el filo de su guadaña en la espina dorsal del hombre que la regentaba, en un callejón oscuro plagado de ratas de dos y cuatro patas. De modo que decidió que fuera Niren quien tomara la iniciativa.

—Aquí no venden lo que andamos buscando —señaló lo obvio—. Quizá debamos preguntar al jefe. Podría ser una clave, como en una de esas absurdas historias de capa y espadas escritas por Anarion. 

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26/02/2019, 22:44
Gambrinus

El mediano observó el lugar detenidamente con las manos guardadas en los bolsillos de la casaca, un gesto muy habitual en él.

Vaya Haldir, no te hacía leyendo a Anarion—dijo con algo de sorpresa—. Mi maestro decía que sus libros no servían ni para dar de comer las cabras. Ni que decir tiene lo enormemente errado que estaba.

Era curioso que el caballero rubí precisamente hubiera mencionado las historias de Anarion. Posiblemente fueran lo lo único en común que tuvieron Borgrim y Gambrinus en toda su vida. Algo por lo que hablar y no discutir.

¿Quieres hacer los honores Niren?

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13/03/2019, 22:03
Niren

Ese es el tipo que se inventó su propio género, ¿verdad?—comentó Niren—. ¿Cómo lo llamaba? ¿"Medieval y acción"? Personalmente creo que debería buscar algo con más gancho.

Se encogió de hombros con conformidad cuando Gambrinus le preguntó.

No conozco a ese Humdul pero no creo que dejen pasar a cualquiera a hablar con el jefe. Habrá que inventarse alguna milonga—dijo rascándose la cabeza—. Lo que dice Haldir mismamente parece una hipótesis tan buena como cualquier otra.

»Busquemos a algún "vigilante"—hizo un gesto de comillas con los dedos ante el claro eufemismo—. Primero sólo le diré que necesitamos hablar con el jefe a ver con qué nos sale, ya veremos luego.

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15/03/2019, 20:43
Askanio

Un comercio tan lleno de todo tipo de baratijas, abalorios y otros objetos de toda clase, sin duda alguna olían a tapadera, pues nadie en su sano juicio contrataba tanta seguridad para vigilar un simple almacén de productos de un valor tan asequible en el mercado. Nadie excepto quizás alguien muy paranoico. No obstante, teniendo en cuenta que se encontraban en Malaken, tierra de ladrones y cortabolsas por excelencia, toda seguridad era poca...

No hizo falta que buscaran más o siguieran planteándose la mejor forma de afrontar el momento en que inevitablemente tendrían que preguntar por el dueño de aquel comercio, pues un vigilante se acercó a ellos. Se trataba de un hombre rudo y de aspecto peligroso. Portaba una larga melena oscura y totalmente despeinada y olía a rancio. Su ,mirada era dura y lucía varias cicatrices en el rostro. Podía ser que tuviera un ojo ciego, aunque con el pelo por delante de la cara y la oscuridad que prevalecía en el interior del almacén no llegaron a distinguirlo del todo.

Buenos días... - Dijo aquel hombre. - Mucho hablar y poco comprar... ¿Eh? - Les dijo. - Llevan un tiempo a las puertas del negocio. No son la clase de clientes que viene por aquí. ¿Qué quieren? - Les preguntó en tono de sermón.

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20/03/2019, 12:36
Sir Haldir

—Teníamos entendido que aquí se podía comprar tabaco —soltó Haldir de sopetón, tras advertir la timidez de sus compañeros—. Hemos estado echando un vistazo a la tienda pero no hemos encontrado nada. 

El clérigo de Iakhesis esbozó una sonrisa entre socarrona y provocadora.

—Quizá puedas resultarle más útil al dueño del negocio indicándonos cómo podemos adquirirlo: lo de cruzarse de brazos y parecer imponente no se te da muy bien.

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20/03/2019, 13:01
Askanio

¿Qué? - Preguntó extrañado aquel hombre. - ¿Cruzar de bra...? 

Enseguida se dio cuenta de que aquel hombre vestido con un atuendo tan característico le estaba tomando el pelo. Era algo que no le solía suceder, pero que en ese caso había pasado y estaba francamente desconcertado. Se miró de arriba abajo, posiblemente para comprobar su aspecto y entonces volvió a mirar en dirección hacia Sir Haldir con el ceño fruncido y un gesto de cierto enfado.

¿Me estás tomando el pelo, bytheño? - Le preguntó. Aquel gentilicio parecía haber sido pronunciado con desprecio. - ¿Crees que el jefe atiende a cualquier perdonavidas que pregunte por él? 

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20/03/2019, 13:28
Gambrinus

Gambrinus quería que Niren llevara el peso de la situación, a fin de cuentas ella jugaba en casa, pero al descubrir el imbécil que tenía ante él no pudo controlarse. El magodiano, con las manos dentro de la casaca,  miró al vigilante con una auténtica expresión de perdonavidas.

¿Estas suponiendo acaso que somos cualquier perdonavidas? Me resulta irónico que el más vulgar sea el que acuse a los demás de ser cualquiera. Y por cierto, llamar a alguien por su lugar de origen es xenófobo y de mal gusto.

El mediano hizo una pausa sin mudar el gesto antes de seguir hablando.

En fin, queremos comprar y no hablar. Y mi amigo no ha dicho nada de hablar con tu jefe pero visto lo visto, lo mejor será tratar con él. Así que si eres tan amable, los clientes están esperando.

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20/03/2019, 13:51
Askanio

¡No me gusta su actitud! - Dijo entonces aquel vigilante levantando el dedo y señalando hacia aquel variopinto grupo de humanoides. - ¡No se puede venir a casa de uno insultando! ¡Bytheños...! - Escupió al suelo. - ¡Siempre armando camorra! ¡Les voy a dar un consejo...!  - Y entonces fue interrumpido por una voz profunda y cavernosa.

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20/03/2019, 13:53
Dol-an Humdul

¡Askanio! - Pronunció el nombre de aquel vigilante un hombre gordo como pocos.

Su orografía era muy peculiar. Se trataba de un ser enorme y redondo como una bola. Casi se podría decir de aquel hombre que además era alto como un gigante, debía medir más de dos metros, que de ser posible, tendría que tener su propio código postal. Se acercó tambaleante. Cada paso suyo retumbaba contra el suelo y casi podían sentir cierta vibración bajo sus pies. Se mecía de lado a lado como si estuviera en un barco y cabía destacar de él, que era calvo y de piel blanca como la nieve y que portaba sobre la nariz unas diminutas lentes que hacía servir para enfocar la vista cuando tenía que leer documentos escritos.

¿Qué es éste alboroto? - Preguntó. - No me gusta que ahuyentes así a los clientes. - Miró entonces a los recién llegados. - Curioso grupo... - Dijo sonriente. - Soy Dol-an... ¿Qué les trae por aquí?

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21/03/2019, 17:38
Niren

Niren esgrimió un dedo con gesto anecdótico

—Nativa—desmintió el gentilicio usado por el tal Askanio, al siguiente segundo miró su propia cola de demonio, luego volvió a mirar al tipo con una sonrisa de oreja a oreja—. Bueno, ya me entiendes.

Entonces apareció un nuevo interlocutor. En principio lo confundió con la luna que había bajado y se había puesto gafas pero no, resulta que era el tal Dol-an Humdul.

«No te habrás comido a Tavriss, ¿no?» pensó mirándolo de arriba abajo.

Le comentábamos a nuestro dicharachero vigilante que teníamos entendido que aquí se podía comprar tabaco. Pero no hemos encontrado nada... —respondió—. Así que pensamos que quizá podríamos hablar con usted al respecto.

La verdad es que no tenía ni la más remota idea si Haldir estaba en lo cierto o no, pero su idea sobre que lo del tabajo fuese una especie de clave o significase algo especial era una teoría tan buena como cualquier otra. Y primero quería comprobarla.

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22/03/2019, 16:12
Dol-an Humdul

¿Tabaco eh? - Preguntó aquel hombre tan redondo como una rueda de carro, pero mucho más pesado que un carro tirado por una mula, incluida la mula. - ¿Queréis tabaco...? - Miró al vigilante. - ¿Askanio, tú les has dicho que vendemos tabaco aquí? - Le preguntó. 

Askanio miró a su jefe sorprendido. Negó inmediatamente con la cabeza. Parecía como si creyera que si su jefe pensaba que les había hablado sobre tabaco, pudiera meterse en un buen aprieto.

Si Askanio no os ha dicho que aquí se vende tabaco y no lo habéis encontrado en el almacén... - Se cruzó de brazos, o al menos lo intentó. - ...es que aquí no se vende tabaco... - Dijo.

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22/03/2019, 16:16
Askanio

- ¡Sí, así es! - Saltó entonces el vigilante. - ¡Aquí no vendemos tabaco! - Repitió alterado e interponiéndose entre su jefe y el grupo. - Si no queréis nada más y no buscáis problemas... - Frunció el ceño tratando de parecer amenazante. - Será mejor que volváis por done habéis venido. 

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25/03/2019, 08:27
Sir Haldir

Haldir asintió de manera entusiasta a las últimas palabras de Askanio.

—¡Buena idea, Askanio, amigo! ¿Qué decís? —les preguntó a Gambrinus y a Niren—. Si no encontramos tabaco podemos buscar problemas. 

Borró su sonrisa antes de mirar a Dol-an Humdul. Se resistió al tirón del campo gravitatorio de tan enorme ser y dijo:

—Créame, señor Humdul. No tiene a nadie aquí que pueda detenernos si buscamos problemas así que ¿por qué no escuchar lo que mi amiga la nativa tiene que preguntarle? De esa manera nadie resultará herido.

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25/03/2019, 10:54
Gambrinus

A Gambrinus, o en este caso específico a Borgrim, le gustó la actitud ofensiva del caballero rubí. Siempre que trabajaba en grupo tenía que contenerse porque “no era adecuado”, “llamaba la atención” o “si no hubieras hecho esto Keshir no habría muerto”. Keshir era un imbécil y si tienes el poder para conseguir algo, dar rodeos es perder el tiempo.

Nadie quiere que una tienda tan bonita acabe en llamas, ¿verdad Sir Haldir? Con los métodos de venta tan violentos que se utilizan en Malaken, no parece un lugar en el que las compañías de seguros hagan negocio. Y sería una pena que se perdieran tantas cosas tan bonitas e inútiles.

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25/03/2019, 16:38
Askanio

¡Pero seréis...! - Saltó Askanio muy alterado ante el tono de amenaza de aquellos fanfarrones que acababan de llegar al establecimiento del que se suponía tenía que ser garante de su seguridad. Enseguida se llevó la mano a la empuñadura del arma y a punto estuvo de desenfundar, pero entonces...

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25/03/2019, 16:40
Innos Tharan

Yo no haría eso... - Dijo Innos con tono serio pero tranquilo y sin elevar la voz.

Lo cierto fue que aquella pequeña frase surtió el efecto deseado, pues Askanio se quedó petrificado instantes después. No es que Innos fuera un hombre con dotes mágicas que pudiera paralizar a la gente pronunciando tan solo un verbo, o que fuera un enano realmente convincente, pero si se reforzaba aquella leve amenaza con el filo de un arma en el cuello del amenazado... la cosa cambiaba.

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25/03/2019, 16:42
Liadrel Rethrir

Y lo cierto era que no había tenido que ser el quien desenfundara ningún arma. Allí había gente con muy poca paciencia y la del enano era infinitamente superior a la de Liadrel Rethrir. Aquella elfa huraña y malhumorada había sacado una espada corta de su vaina a gran velocidad y la había situado bajo la yugular de aquel hombre dejándolo pálido como la nieve y con el corazón alterado hasta el punto de casi infartar.

Me he cansado de tus tonterías, hombrecillo... - Dijo aquella mujer.

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25/03/2019, 16:44
Sir Alois

¿Pero qué? - Sir Aloir se había mantenido en un segundo plano desde que llegaran al almacén.

Lo mismo que habían hecho Innos y Liadrel, pero las malas formas de Askanio habían sido un detonante de acontecimientos que le obligaba ahora a poner paz. El caballero de la orden Rubí se interpuso entre Askanio y Liadrel, Innos, Gambrinus y sobre todo Sir Haldir.

Ya hemos matado a demasiados civiles hoy... - Dijo con tono serio. - ¿No creéis? - Les preguntó y lo cierto fue, que aquello que acababa de decir surtió efecto de inmediato.

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25/03/2019, 16:47
Dol-an Humdul

¡Señores, señoras! - Alzó al voz aquella mole de grasa tan grande como una rueda de molino. - ¡Por favor, bajen las armas y bajen los malos modos! - Exclamó en tono conciliador. - ¡Askanio! - Miró a su empleado con furia en los ojos y este primero se sorprendió, pero ante un gesto de su jefe se marchó cabizbajo y murmurando por lo bajo. - Vamos a ver... - Dijo entonces aquella cabeza de sandía. - Podemos hablar de lo que quieran. Pero no aquí... - Observó. - Si quieren pasar a mi despacho... - Les ofreció dándoles paso y señalándoles el camino a seguir. - Si me acompañan...  

El despacho de Dol-an Humdul era un lugar del todo desordenado. Tanto o más como el resto de su almacén. Se trataba de una estancia bastante pequeña, rodeada de estanterías llenas de tomos y archivadores y que constaba de una mesa de escritorio en el centro con tan solo dos sillas frente a la misma. Por el suelo, se encontraban distribuidos en columnas más tomos, más archivos y tochos enormes de documentación encuadernada y sin encuadernar. Todo sería más o menos normal salvo por el evidente desorden, salvo porque en el suelo había restos de comida, huesos de pollo, peladuras de fruta y otros desechos y cuatro o cinco gatos alimentándose de aquellas sobras.

Es pequeño... - Dijo tratando de pasar al lado opuesto de la mesa para sentarse en su butacón y en el intento por conseguirlo, provocó que una de aquellas columnas de tomos se viniera abajo tras un golpe de trasero. - No se si cabremos todos dentro... - Soltó una carcajada. - Pero al menos ustedes no están tan gordos como yo... - Y rió todavía más. - Bien... ustedes dirán... - Dijo finalmente cuando pudo sentarse en su butaca.