Partida Rol por web

Sonreí ante el comentario impertinente y gilipollas de Andriel. Solo intentaba ser agradable pero aquella estúpida estirada debía de ser lesbiana o tenía un rabo entre las piernas. Aún así estaba de muy buen humor después de mi conversación con Sam como para mandarla a la mierda. En lugar de ello levante la botella a modo de brindis y me alejé a la mesa señalada por Isaias.

- ¿Qué tal West? Hace tiempo que no la veo – le pregunté para romper el hielo. Tras escuchar sus comentarios añadí, - Que quieres que te diga. Cuando hay chapas de por medio los mercenarios salen por doquier. Y esos son los que me tocaron!! Rusty es un bocazas sin cerebro pero reparte de lo lindo. Ella… - dije señalando a Andriel – Es diferente!!! Todo pasión y encanto como ya has podido ver. Se maneja bien con esas pistolas suyas y los cuchillos. Hemos llegado a formar algo parecido a un equipo aunque no te voy a decir que me fié de ellos… en especial de ella. Es como un crótalo del yermo. Venenoso y letal en las distancias cortas, pero no dudará en marcharse si se ve superada. – la mirada de Isaias dejaba entrever una amenaza velada – Joder Isaias!! No te pongas tan melodramático tio!!! Tu solo vigila mi espalda que yo vigilaré la tuya…

Tras aquello la tensión pareció relajarse un poco. A sus comentarios posteriores comenté:

- La verdad es que no tengo ni idea. Supongo que Moxxy podrá ayudarnos aunque sabes que no será gratis. Por mi parte que quieres que te diga!!! Estaba siendo demasiado fácil hasta que llagamos a la ciudad. Esas malditas Ratas nos intentaron matar a quemarropa. Tuvimos que salir de allí a las bravas. Hacía tiempo que no veía tanto zombi junto… por no hablar de esos mutantes forzudos. ¿Te puedes creer que esos cabrones les dabas un tiro en la cabeza y no caían? Las pasamos putas allí en la ciudad… aún no me explico como acabamos saliendo.

Las señales de nuestra habladora amiga Andriel nos hizo levantarnos para adentrarnos en las tripas de aquel sitio. Tras varios controles llegamos hasta donde estaba Moxxy. Una belleza extravagante y sin parangón. Exquisita en sus andares y en su forma de ser, pero en el fondo una arpía. No me sorprendió que se abrazar con Andriel. Los demonios tendían a juntarse siempre aunque nuestra Andriel parecía una puta desastrada al lado de aquella mujer morena de exquisitos modales.

Nos sentamos mientras nos servían un refrigerio. Se mostraba sorprendida de que estuviésemos vivos después de todo lo que habíamos pasado. Decidí no hablar. La última vez no gustó mi forma directa de hablar y no tenía ganas de volver a ver las caras de fastidio de los demás así que me senté a escuchar y a disfrutar de la bebida y de la presencia de Moxxy.

-West está mejor que nunca. Ahora tiene reunión familiar, ha sido una chica mala -bromeé.

No había sido una excursión al campo el viaje de Eagle y los suyos. Nunca lo es allí fuera. Me hice una idea, afirmé con la cabeza. Y aquí se acabó la reunión, el bicho de Andriel nos reclamó. Vi a West, no era bueno meterse en negocios con ella cerca, y, por un instante sentí la tentación de interrumpir su charla a fin de obtener la información que necesitaba para encarar a Moxxy con garantías. Decidí no inmiscuirme en su terreno y sus asuntos.

Así que era esto, las dos zorras eran amigas, o lo disimulaban bien. Moxxy vestía como siempre, enseñaba lo justo, suficiente para imaginar lo que escondía debajo. ¿Con quién se acostaría esta tía? Me gustaba su forma de presentarse al mundo, era descarada, amistosa, guardaba las garras y te pillaría desprevenido si no andabas con cuidado. Lo malo del asunto es que yo no tenía nada con lo que entrarle a la dueña del local. Óscar calló, Rusty no abría la boca de momento, tal vez era mejor dejar hablar a las dos mujeres. ¿Eso sería lo mejor? No estaba seguro. Aguanté su escrutinio y su mirada; ella la mía. Me fije en los detalles y eché un vistazo a los guardias. Solo veníamos a hablar, business. Me quité el sombrero y lo dejé sobre la mesa, pensé que sería una atención a la dueña en su casa que solo ella llevase el sombrero puesto.

Sonreí.

-¿A quién te gustaría joder en esta ciudad, Moxxy?¿A quién se la tienes guardada? No hablo de mutantes -añadí, para descartar a Hannibal- Siempre me he preguntado qué desea una mujer que está levantando un imperio con su voluntad y su inteligencia.

Seguramente no nos diría una mierda. Pero era probable que su interés hacia nosotros creciese unos puntos y que empezara a considerar que podíamos ser una oportunidad para ella.

Mis tres ... compañeros... me acompañan en cuanto me hacen saber que Moxxy nos recibirá y nos adentramos en las entrañas del local para toparnos con la mujer que me sacó de la vida de esclava para darme lo más parecido a una oportunidad en este endiablado mundo.

Sonrío con sinceridad, agradecida, mientras la estrecho entre mis brazos con total confianza sintiendo una agradable sensación

Yo también me alegro de Verte, Moxxy. Me alegra ver que sigues en lo alto -le digo tras separarme y sentarme de forma relajada - Estos tres que me acompañan con Oscar, Rusty e ... Isaias. De los dos primeros respondo, más o menos, del tercero no sé nada pero Oscar parece tenerle algo parecido a una amistad; en este mundo supongo que con eso basta para poder fiarte de alguien- añadí dando la cara por ellos en vistas de que nos movía un fin común... y eso no era moco de pavo dado con quien tratábamos

Dejé a Isaias soltar su bravuconada mientras Oscar optaba por un silencio diplomático, haciéndome el primero torcer el gesto ligeramente, no metiéndome no obstante en la conversación hasta que Moxxy le pusiera en su sitio

El tema Moxxy es que no tenemos chapas suficientes, eso es evidente, y necesitamos información bastante concreta... esa emboscada que has mencionado, nos jodió. Mucho. Y ahora estamos hasta el cuello a menos que nos encarguemos de devolver el favor a quien nos atacó y nos robó... estos son gente capaz, a mi ya me conoces, así que solo queda fijar el precio -expliqué sincerándome con ella

Era absurdo intentar ocultar algo, básicamente porque o ya lo sabía o lo podría averiguar, y mentirle solo nos traería problemas.

O lo solucionamos o Haníbal nos despedaza. A los tres.... a mi puede que algo más, me temo. Así que te necesitamos... aunque eso ya lo sabes, sino no estaríamos aquí

El abrazo de Andriel dice incluso mas que sus palabras y mis brazos la sujetan un segundo mas, mostrando mi cariño por ella antes de separarnos. Hace las presentaciones y sonrio a cada uno de los presentes... el pequeño detalle de Isaias hace que mire especialmente a este ultimo pero sin ninguna mala intencion. Interesante, Andriel fiandose de alguien o incluso aceptando... la confianza que otros depositan en terceros. Un grupo extraño... y justamente esos son los mas divertidos.

Os miro detenidamente mientras espero a que digais algo, levanto el vaso y le doy un breve trago, apenas un sorbito pequeño para no ser maleducada. Esta claro que no pienso emborracharme... aun. Isaias es el primero en hablar, el gesto de dejar el sombrero en la mesa antes me hace sonreirle levemente... interesante individuo sin duda. Mi sonrisa se ensancha tal y como habla hasta que mis labios purpuras se abren mostrando una sonrisa blanca. - Tus preguntas son muy interesantes Isaias pero tras el periplo de tus amigos aqui... dudo que tengais la potencia de fuego o los amigos para poder ayudarme en lo que yo deseo. Aun asi tomare en cuenta tus palabras para un futuro. - Te guiña un ojo sin malicia, solo para darte a entender que has hecho bien.

 Entonces habla mi dulce pequeña, ha cambiado mucho desde la ultima vez que la vi y para bien. La miro a los ojos y ve dureza en ella y eso me gusta. El vaso se alza de nuevo y mis labios unicamente se mojan en el dorado liquido. Escucho sus palabras, cuando comenta la embioscada mis ojos se endurecen pero sin duda es clara y directa... si estan jodidos y mucho. No solo no tienen para ponerme mejorar sus pertrechos sino que Hannibal les debe haber mandado en alguna mision suicida por el puto placer de hacerlo... y sin amigos estaran muertos antes de que alce la luna. Voy a hablar cuando aparece un ultimo miembro que ademas parece bastante perdido. Le señalo para que se acerque y se siente y espero a que lo presenten antes de continuar.

Andriel menciona el final que sufriran y no hace falta mencionar lo que le hara ella, de bien es sabido el placer que tiene ese cabron en violar y aprtir literalmente a sus victimas durante el coito. Son sus ultimas palabras las que ahcen que la mire con algo de ternura... y sonria mas amigablemente incluso que al principio. - Puedo ofreceros algunos trabajos... pero claro dependera de la informacion que querais o de lo que espereis conseguir. Me puedo hacer una idea de lo que quiere Hannibal de vosotros... y si es lo que creo... es mal asunto. Solo armamento y armaduras no seran suficientes por muy buenos que seais. Necesitareis informacion de primera, un plan de los buenos y algunos amigos. - Dejo el vaso sobre la mesa antes de continuar. - Lo primero sera caro no es mentire, suponiendo que sean ellos... la informacion dudo que baje de las 100000 chapas... y eso haciendoos un precio de amigos... y por supuesto de cuan concretos querais ser. El plan deberia correr de vuestra parte pero Hark es bueno en estas cosas, puedes preguntarle por sus servicios si lo deseas, no es un problema. - Señalo con la cabeza al hombre que esta con una chica guapa de pelo blanco, en una de las mesas cercanas. - En cuanto a los amigos... tendreis que encontrar gente que este tan loca como vosotros o dispuesta a esas cosas por chapas y no solo amistad. Aunque en ese caso tengo a alguien en mente que os puede echar un cable. Por lo que se esta loca, literalmente loca de remate y le gusta ir por ahi con un bate lleno de pinchos... pero visto lo que quereis hacer me da que su perfil se pega bastante a lo que buscais.

Espero a que lo que les he dicho les entre en la cabeza antes de decir nada, tienen que asimilar bien lo dicho... el juego en el que se estan metiendo es diferente a pegar unos cuantos tiros en el Yermo. Aqui cuando apuntas a alguien con un arma te ganas un enemigo o varios... y donde ellos quieren meterse o eso creo... implica llevar una diana muy gorda encima, a menos que los maten a todos y eso es simplemente imposible. - ¿Y bien? Contadme que quereis y de quien... y cuanta informacion necesitais.

Escuché con atención las palabras de Moxxy, así como las de Isaias y las de Andriel. Aún me escocía la forma que tenía de ser pero si era amiga de Moxxy habría que seguir aguantándola. Las ideas volaban por mi mente. Planes descabellados y atrevidos que no tenían ni pies ni cabeza, que podían estar abocados al más nefasto fracaso o que podrían tal vez salir bien… Pero eran tan descabellados como inútiles. Al final opté por hablar al aire, sin decírselo a nadie en particular. Eran ideas lanzadas al aire, una forma que había usado siempre para poner en orden mis prioridades… aunque por norm general estaba solo en medio del Yermo y no rodeado de gente en un local de alterne.

- Hablamos de las Ratas de Jade… Mueven drogas, prostitución y armas…posiblemente esclavos… Tal vez hayan algunas bandas menores que odien a las Ratas de Jade. Algunas operaciones precisas podrían provocar pequeñas trifulcas que nos permitirán actuar. O una guerra de bandas. ¿Tal vez actuar sobre varias bandas? ¿Disfrazarse de una de ellas y dar los golpes en su nombre? No serán grandes peleas, pero mantendrán ocupados a las ratas, y estarán mirando para otro lado. Pero ahora no tenemos dinero para poder pagar esa información… Malditas chapas!!! Tal vez podríamos intentar encontrar y bloquear las fuentes de suministro de armamento y demás cosas de las Ratas. Eso los debilitaría. Tal vez esa sea la información que necesitamos saber o simplemente donde están los almacenes principales… - miré a mi alrededor notando que sin darme cuenta había cerrado los ojos mientras hablaba en voz apagada… – Perdón!!! Pensaba yo que si los trabajos que tienes para ofrecernos nos sirven para deblitar a las Ratas de Jade serían tal vez los más apropiados, aunque no estamos en disposición de ser sibaritas ni selectivos, pues en tus manos estamos. Lo mejor sería empezar cuanto antes, para empezar a conseguir esas chapas que nos podrán servir para abrirnos algunas puertas. 

Moxxy, como de costumbre, nos abre de par en par las puertas de su amabilidad pero mostrando que cada paso que demos de su mano va a tener un precio, y no pequeño precisamente. Rápidamente se hace una idea demasiado aproximada de nuestro problema, hecho que me hace sospechar que nos ha estado observando... como todos en aquella maldita ciudad. Lo cierto es que nuestra entrada no ha sido precisamente discreta

Oscar empieza entonces a balbucear mil y una opciones pero sin decidirse sobre ninguna, como si el enumerar los múltiples caminos que podíamos tomar nos ayudara a ver aquel entramado de callejones sin salida más claro. Era evidente que las posibilidades eran muchas, más aun de las que había dicho mi compañero, pero ello no lo ponía más sencillo.

Observé como nuestro particular matasanos llegaba a la reunión, presentándoselo brevemente a Moxxy pese a saber que no hacía falta, pues sin saber quien era no habría llegado ni a cien metros de allí, antes de ponerme a pensar.

Tenemos una baza importante y un lastre. A Isaias no lo han relacionado con nosotros, o al menos no todavía dado que apenas nos hemos movido por la ciudad... el lastre es que todas las bandas, incluso las menos importantes, deben haber oido nuestra entrada triunfal en el jeep destrozado y cargado de munición... así que somos un blanco claramente identificable. No habrá paso que demos que no conozcan todos.... yo puedo infiltrarme sin demasiados problemas, pero el resto ... digamos que es mas fácil que paséis desapercibidos si os ponen un letrero luminoso y con altavoces... propongo que entre él y yo recabemos información en los bajos fondos, con lo que saquemos volvemos aquí y Moxxy nos echa una mano a cambio de algún trabajo que ella considere oportuno, que si puede ir en la línea que comentaba Oscar mejor que mejor, y a partir de ahi nos seguimos moviendo ... ¿qué me decís?- dije al resto mirando primeramente a Moxxy, por si no le parecía bien mi iniciativa dado que entonces no tenía sentido seguir por ese camino

Acompañé a Moxxy con la bebida. Un traguito. Buena calidad, sin duda. La mujer se mostraba amistosa, y hasta parecía que su actitud no era una pose. Daba la impresión que mis palabras le gustaron. Seguro que un día u otro me las recordaría. Para eso se lo dije. Ayudaba la amistad con Andriel, y el efecto emocional de esa relación y el apuro de la chica. Así que si Moxxy salvase a alguien, esa sin duda sería la gruñona y susceptible Andriel, eso ya lo tenía claro. ¿Tendría Moxxy la capacidad operativa de cargarse a una banda como las Ratas? ¿La ambición suficiente para subir otro escalafón en este podrido basurero? Pensé que sí a las dos cuestiones. Pero no tenía motivos para arriesgarse a eso, no ahora. La escuché con suma atención. Bebí otro trago pequeño, para ocultar mi cara de perplejidad y la risa nerviosa que me sobrevenía. Cien mil chapas. Con eso seríamos los reyes de Parody. Era una cantidad brutal. Si la conseguíamos hasta se la podríamos entregar a Hannibal. Seguro que compensaría sus pérdidas. De no ser por el detalle de que el Caníbal lo que quería era joder a una banda, y si eso no era posible, a los que tipos a los que robaron la mercancía. Es decir, a estos capullos que me rodeaban. A ellos. Y por extensión a mí. A nosotros. Debería recordar de agradecérselo a esa zorra de Rose. En su momento. Era una locura. El dinero, el armamento, la gente. La voluntad de Moxxy era buena, las propuestas de Óscar también. Para cuando tuviéramos todo eso, media puta ciudad ya se habría enterado. O quizá estaríamos muertos en esos “trabajos” . Demasiado ruido. -Eso está bien, Eagle. En la teoría. En la práctica lo veo…complicado. Bebí un poquito. Fue el turno de Andriel. Era otra opción. Ahora hablaba con más tino, con cierta sensatez, hasta casi se le entendía lo que decía. No dije ni que sí ni que no. No me parecía mal. Pero mis ideas corrían por otro sendero. -No vamos a empezar una guerra. O sí. A fin de cuentas, ¿de cuántas cabezas estamos hablando? Pensad en esto: perspectiva. Dejé caer la palabra, para que me prestaran atención. -Moxxy ,¿podrías introducir a alguien en ese barrio? ¿Eso nos conviene? Debemos explorar todas las posibilidades. ¿Os habéis planteado que, en vez de entrar, hacer que saliesen de ahí? ¿Se os ha ocurrido…un trato? Hannibal nos envía a un matadero, y vosotros pensáis en la mejor manera de cortaros el cuello. Me revienta que intenten joderme. Terminé mi bebida. Tal vez podría preguntar a Moxxy si podía sacar a unos cuantos capullos, a nosotros, de la ciudad, y hacernos desaparecer. Lejos, lejos

Rusty permaneció impasible con la mandíbula apretada, parecía que en cualquier momentos los dientes iban a saltar de la boca partidos en mil pedazos. E incluso cuando el bocaza de Eagle cuando hizo alusión a su falta de inteligencia, pero al menos sabía lo que les interesaba y entrar en un debate a puñetazos no era una buena idea en ese momento. Miraba a unos y otros ansioso esperando que sus compañeros hicieran alarde de sus dotes como interlocutores, él esperaba apretar el gatillo, no era bueno con las palabras. ¿100000 chapas, una loca?. Defin itivamente la cosa se estaba desmadrando pero o bien sacaba algo en claro o Hannibal cortaría sus pelotas y se las comería. En su mente se dibujó el rostro de aquel bruto y sintió un escalofrío.

Estas ahi en la barra del Bar de Moxxy de mala ostia, sabias que este dia llegaria, lo sabias perfectamente cuando se te fue la mano en aquella pelea. Darse de ostias en la Zona Roja estaba permitido, abrirle el cuello a un tio a dentelladas porque te ha quitado el vaso de whisky no. Khan no estaba, habia tenido que ir a hacer un trabajo fuera, uno de los trabajos solitarios que a veces le encomendaban y tu estabas de muy mala ostia y con ganas de tu fiera, pero él no estaba alli asi que recurriste a tu tercer mayor amor, el alcohol... y las cosas se desmadraron. El hecho de que supieras que seguias con vida porque Khan era conocido de Moxxy no ayudaba una puta mierda. El hecho de que el no dijera nada ni te reprochara nada, estabas segura de que Moxxy se lo habia cobrado en horas de algun trabajo, habia hecho menguar tu mala ostia, sobretodo tras el polvazo que te pego aquella noche. No querias ser su perra, y Khan no te trataba como tal.. solo por eso dejaste pasar el tema.

Pero ahora, en este puto dia estas, en la barra esperando a que te den permiso para ir a ver a Moxxy, no es que te caiga mal... simplemente odias deber algo a alguien, aunque sea a la jodida loba de Moxxy. Entiendes porque la respeta Khan, pero aparte de eso te la suda lo que sea, quien sea o lo que se crea.

Una camarera se te acerca, su mirada reslta claramente el miedo que te tiene y sus ojos estan ojiplaticos mientras mira tus dientes de escualo. - Ehhhh... Li... Ligeia ¿verdad? Puedes subir, Moxxy te espera arriba. Esta reunida pero simplemente ve y habla con ella. - La chica ni siquiera llega acercarse de verdad, rellena un vaso de whisky y te lo deja lo mas cerca que se atreve. Lo miras y notas aun parte de los fluidos de Khan salir de donde los dejo, de hace un rato. Hagas lo que hagas con el vaso te acercas a ver al guardia que cubre la entrada a la zona VIP. Al verte acercar te abre paso para cerrarlo de nuevo tras mover tu culo mas alla de su posicion. Subes unas escaleras hasta un salon mas privado, recorres el lugar hasta dar con Moxxy sentada contra el respaldo de uno de los sofas con lso brazos abiertos frente a un quinteto. Cuatro hombres y una mujer, los examinas mientras te acercas y caes en la cuenta de que ovejas no son, ahora falta saber que tipo de lobos son.

Observo con el ceño fruncido mi vaso de whisky, inspiro y al expirar un pequeño gruñido se escucha al fondo de mi garganta. Joder, vale, se me fue la puta cabeza, y de repente le estaba abriendo el cuello de un bocado a ese retrasado, pero se lo merecía, ese tipo no merecía un par de hostias…

* Lia… te había quitado el vaso de whisky, no te había hecho nada más.

Dejo caer el puño sobre la barra, joder, no me acuerdo de nada, Khan hace días que no está, la cama se me hace grande, siendo como el agujero que hay dentro de mí y engulle todo a su paso va creciendo. Normalmente él lo tapona, lo hace retroceder a pollazos, a hostias, a mordiscos ¿Y antes de él? Antes de él estaba el whisky, el Ron, el Vodka, el Alcohol de quemar, la ansiedad desaparecía, y todo estaba bien. Doy otro puñetazo, impotente, clavando mis uñas en la palma de mi mano, el agujero es un vacío de rabia infinita, que me tiene siempre cabreada.

* Estás viva porque Moxxy te conoce, porque te follas a ese leñador…

Joder, Poe me está tocando los putos huevos, y no quiero responderle, no quiero liarme a hostias otra vez, estoy aquí, tengo que hablar con ella, no quiero que Khan pague por mí ésta vez. No soy idiota, sé lo que pasa, sé que él arregla muchas de las mierdas en las que yo me meto y eso me cabrea más, pero no puedo despegarme de él, ya no. Ésta vez lo arreglaré yo sola, esa perra no mandará a Khan a más mierdas por mí, yo arreglaré mis putos asuntos y él los suyos.

Otro gruñido, me siento como un animal con las orejas agachadas frente a otra loba más grande, y eso me da rabia. Me la suda quien coño sea, no lo hago por eso, pero el mundo funciona así, y a veces hay que tragar, además, espero que sea divertido, Khan siempre vuelve con alguna cicatriz de más y yo quiero volver con algo que contarle, seguro que se cabrea por haber ido sola a hacer el cafre.

Sonrío, mirando el vaso, y es ahí cuando una camarera se acerca, balbuceando, la muchacha ni se acerca. Me rellena el vaso de whisky y lo deja a un metro de mí, sonrío, me bebo el vaso. Me levanto del taburete, y arrastrando los clavos del vate por el suelo, me dirijo a la zona VIP no sin antes lanzarle un divertido beso a la camarera.

- Gracias – gruño, en un tono que no tiene nada de agradecido.

El tipo de la entrada me deja pasar, yo no digo absolutamente nada, simplemente arrastro el bate, hasta llegar a la puerta de Moxxy, que para mí sorpresa está con cuatro lobos más y una loba. Sonrío de medio lado, cierro la puerta tras de mí, cargando el bate al hombro, asiento esperando a Moxxy se explique, no me presento, no los miro con curiosidad, está claro que no me hace ni puta gracia estar aquí, y que he venido porque debo algo a esta perra, y sea como sea se lo pagaré. Así pues, la miro como diciendo "tú dirás".

Os miro mientras hablais, dirigiendo mis ojos de uno a otro. El primero en captar mi atencion es Oscar, sus primeras palabras desvelan parte del misterio y hacen salir una mueca ligeramente desagradable al mencionar a las Ratas, una mueca que desaparece rapidamente, mientras mis ojos y oidos escuchan cada brizna de informacion que me da el mercenario. Habla mucho y de muy diversos planes... y no es que sean malo simplemente no parece darse cuenta de que no tiene ni el tiempo ni los recursos para algo asi. No voy a financiar una campaña contra las Ratas con un grupo de gente que Hannibal ha puesto una diana en la cabeza y sin ningun beneficio a la vista. Cojo de nuevo el vaso cuando algo llama mi atencion, sonrio de oreja a oreja antes de hacer una señal clara a alguien de detras vuestro.

-Esta sera vuestra nueva compañera. - Sonrio con amabilidad y dirijo mis ojos a Andriel. - Me debe una bien gorda, asi que no os preocupeis porque os deje colgados, hara su parte.- Alzo un poco mas la voz para que ella me oiga. - Ligeia. Acercate por favor. - La mujer se acerca portando un bate con pinchos. No se presenta, y tampoco se dedica a miraros mucho, su mirada parece centrada en Moxxy. Esta claro que le debe algo y que no le hace ni la mas puta gracia estar aqui. Sonrio obviando su mirada de perra con ganas de pelea y me aparto para dejarle sitio a mi lado nuestras miradas se encuentran, dejandole claro que no le conviene contrariarme delante de mis invitados. La mujer con boca de tiburon se sienta a desgana, mas antes de haberse siquiera podido acomodar ya tiene un vaso de whisky delante. - Escucha a tus nuevos compañeros... te hara bien saber de que va todo esto. - Dirijo de nuevo mi mirada a Andriel mientras es ella la que toma la palabra. Sus palabras podrian ser un insulto viniendo de otra persona pero estoy segura de que no es su intencion. - Podeis intentarlo, es mas ahora teneis tambien a Ligeia para que os acompañe... - Dejo una pausa dramatica donde se puede oir claramente un pero muy grande. - Pero, si haceis eso estareis alertando a cualquier espia de que vais a por las Ratas. Las fronteras cada vez son mas difusas en este lugar y la guerra se cierne con mas fuerza que nunca. La gente intenta sobrevivir  y cualquier brizna de informacion que consigan la usaran a su favor. Aun asi no sere yo quien os diga que no hagais esto o aquello. Mi recomendacion en ese sentido seria ir a ver a los Escorpiones Rojos. - Mi mirada se dirige sutilmente hacia Rusty sin decir nada mas. antes de seguir hablando. - son los que tiene durante mas tiempo una vendetta con las Ratas y es donde mas ayuda podreis recibir... pero tambien una puñalada si os usan como cebo. - Me encojo de hombros mientras vuelvo a saborear levemente mi whisky. Estoy a punto de seguir cuando es el estrafalario de Isaias quien habla, me gusta este hombre y sus modales. Ladeo la cabeza mientras habla sin perder la sonrisa... sacar a las ratas del lugar en vez de entrar a saco aprece un mejor plan que los demas, al menos segun mi punto de vista ahora solo falta saber como hacerlo.

- Tu idea es interesante y sin duda, menos complicada que las otras... aun asi aun tienes que conseguir saber donde esta el alijo de Hannibal. Para que una vez las ratas esten fuera puedas entrar e ir directo a lo tuyo. - Os miro mientras uno de mis dedos golpea mi labio que poco a poco toma forma de sonrisa. Esta claro que algo se me ha metido en la cabeza y bueno o malo... me resulta beneficioso. Levanto la mano y aparece Hark, el hombre que estaba sentado hace un momento con la preciosidad de pelo blanco.Escribo algo en un papel y se lo pasa. El hombre lo mira, sus ojos se abren y niega lentamente, mas en cuanto ve mi sonrisa se desrama y se va refunfuñando entredientes. - Hay una manera... de que considere la deuda por la informacion pagada y al mismo tiempo podais conseguir sacar a algunas ratas del lugar. Es arriesgada y necesitareis algo de apoyo, pero no tanto como si vais a saco a por ellas.... o podeis hacer varios trabajos menos arriesgados y ver como va la cosa. - Dejo que mi mirada pase por ellos a sabiendas que cual elegirian. Sonrio como la loba que soy pues no hay necesidad ni de que contesten* - El trabajo que tengo en mente implica las granjas que las Ratas tienen en el sur de Parody. Gran parte de sus existencias de droga salen de alli. Estan vigiladas no os mentire... pero es uno de sus pilares economicos y de poder. Un ataque alli, obligaria a las ratas a salir en busca del cabron que les ha jodido. Dejando ambas zonas expuestas mientras ellos se desplazan. El trabajo en las granjas tiene que ser sutil... o acabareis en mitad de un bocadillo de chinos, siendo jodidos por todos los lados... pero si sale bien simplemente os cruzareis con ellos en mitad de la noche e ireis directos a su siguiente agujero para follaroslo sin compasion. - Levanta el dedo para poneros sobre aviso. - Ahora bien, si haceis esto... no habra vuelta atras. Vosotros atacais y quemais la mayoria de sus reservas. Yo me quedo con las semillas y el cargamento que debe estar listo en un par de dias, como pago por las molestias. Ademas os dire por donde acceder al territorio de las Ratas y encontrare donde esta el alijo para que podais ir a buscarlo. - Os mira clavando sus preciosos ojos en cada uno de vosotros. - Si sale bien, os librareis de lo de Hannibal... pero los chinos no descansaran hasta haberos metido bajo tierra, es cambiar una muerte segura por una ligeramente mas incierta. Por otro lado, os abrira muchas puertas... porque hasta ahora por muy colgaos que esten por aqui nadie ha tenido huevos a atacar las granjas.

Dejo que pase el tiempo, apenas unos minutos para que puedan pensarselo bien antes de ampliar la informacion. - Si aun asi preferis hacer otras misiones menos duras para ganar algo de dinero no sera un problema. Hay un par que se pueden acoplar a vuestras necesidades y que requieren menos riesgo. - Le da otro leve sorbo al whisky. - La primera es asaltar un convoy de los Perros de Presa. Se dice que han encontrado algo en el Oeste y que sea lo que sea es importante. Lo suficiente para traerlo hasta Parody... eso si, el convoy llevara al menos varios vehiculos de defensa. La segunda es aqui dentro de Parody, estoy teniendo problemas con un grupo que usa las antiguas cloacas como entrada y salida a mi territorio... necesito que bajeis ahi abajo, los encontreis y los elimineis. Es bastante probable que se trate de hombres del Coleccionista... pero aun no esta confirmado. - Otro nombre mas que añadir a la lista, el Coleccionista, el mayor traficante de escalvos de la zona... otro enemigo que no es moco de pavo. Ahora recordais porque es mejor ir siempre al Yermo, las jugadas y las argucias dentro de Parody estan a la orden del dia y sino perteneceis a ninguna banda vuestro culo siempre acaba siendo el primero al que intentan follarse.

“Sí, perra, te debo una gorda, y te la devolveré, deja de recordármelo, joder”, y eso expresa mi mirada, algo que a ella parece divertirla por algún motivo. Inspiro y al expirar un pequeño gruñido primario sale de mi garganta pero me siento a su lado con cara de pocos amigos y de no haber dormido mucho.

Así que esta gente tiene un problema con Hannibal… los observo, ahora sí, con cierta curiosidad, menudo marrón, al mirar el whisky enarco una ceja y mido a Moxxy de rojo, dejo el bate lleno de clavos oxidados a un lado, apoyado en el suelo y recostado sobre mi pierna, me acodo en la mesa sin ningún tipo de modales, y le doy un trago al whisky mientras un hilo de sangre de uno de los arañazos que las garras de Poe suele abrir en mi carne cuando la llamo y viene a mí, se desliza por mi brazo hasta llegar a la mesa.

Por lo que veo parece que hay muchos planes y muy variados, el caos me gusta, aunque no cuando está mi cuello en juego.

* Lia… no me jodas, adoras el caos en todas sus formas. Y si estñá en juego tu vida, mejor.

Río, divertida.

- Vale, tienes razón – murmuro con naturalidad al comentario que Poe ha hecho en mi mente, no debe andar lejos, escucho su aleteo por la ventana.

Con varios tragos de whisky en el cuerpo, contemplo a los demás, Moxxy ha resumido varios planes pero quiero escucharlos antes de hablar.

La nueva pasa de nosotros, en apariencia. Se dedica solo a beber y a observarnos. Tiene las mismas ganas que yo de estar aquí, alguna historia con Moxxy le obliga a ello. Es una de esas tías que manipulan su cuerpo, o se lo jodieron como castigo. Me fijo en su palito con pinchos, un delicado juguete. Esta mujer no se controla, lo anoto en mi mente. La puede cagar o sacarnos las pulgas de encima. Así que me limito a saludarla con un ligero cabeceo mientras clavo mis ojos en los suyos: "vamos a llevarnos bien, se lee en mi mirada. Aunque no creo que sirva de much, nunca se sabe.

-Ligeia.

Escucho a Moxxy. Por mi parte lo tengo claro.

"Hagámoslo. Puedo traer dos tipos, se meterán en el asunto a cambio de tus chicas, bebida, y entrar en tu nómina. Y algo de la droga para sacarse un extra, los puedo convencer. *

Me rasco la barba incipiente, miro y le devuelvo la sonrisa a Moxxy.

-Demos entrada a los Escorpiones. Les das las granjas, tú les facilitas las semillas, les proponemos exterminar a las Ratas, o dejarlas sin rabo ni dientes, y que se queden parte del negocio de las drogas a repartir contigo.

Escucho los planes de los demás. Son variados. Algunos se podrían solapar y otros no… Pero está claro que aquello no encaja con lo que la señorita Moxxy necesita. Para empezar, y obviando todas las posibilidades que le hemos dicho hace llamar a una tia que más parece un depredador por su forma de andar y sus miradas envenenadas. Joder!!! ¿Es que no vamos a parar de tener tías locas en el grupo? Para colmo lleva un “palito” que deja clara cual es su especialidad… Perfecto!!! Una demente para azuzar las ratas…

Los planes de Moxxy son ambiciosos…y peligrosos. Pero no mucho más de lo que es actualmente nuestra situación. Podemos elegir entre varias acciones menores pero esas no nos acercarían a nuestro objetivo y por supuesto no servirían nada más que para eliminar algunos cabos sueltos de aquella mujer de sonrisa arrebatadora. Isaias subió la apuesta. Quería meter a los escorpiones y que estos entrasen a formar parte de un trato que no estaba seguro que fuese del gusto de Moxxy.

- No se si poner al mando a los Escorpiones sería lo más adecuado. Estas bandas tienden a subirse a la parra a la que se encuentran con poder adquisitivo. Si les limamos las uñas y los dientes, ellos sabrán sacar el provecho adecuado. A quien poner al cargo de las granjas tal vez deberíamos dejarlo a cargo de nuestra anfitriona… Así aún sería más beneficioso para ella. Por cierto!!! Estaba pensando que en nuestra pequeña excursión a la ciudad y antes de que las Ratas nos jodieran el día, había uno de los líderes, uno con un tatuaje característico en la cara y que no debería de ser muy difícil de conocer… Era como una especie de dragón. Ese cabrón fue el responsable de dejarnos en la estacada y de intentar matarnos… Me gustaría devolverle el favor!!! Por no hablar de que tendrá información valuosa para nuestro…trabajito…

Y lo deje ahí mientras daba un sorbo al whisky y seguía observando a Ligeia la cual parecía estar atenta a algo. Como si alguien le hablase…legando incluso a contestar al aire… Mis ojos bizquearon ante el grupo que se estaba formando. La nueva desde luego no iba a ayudar demasiado a convertirlo en algo normal…

Termino mi whisky, saboreando el último trago con los ojos cerrados, y luego lo dejo en la mesa, mientras ellos van hablando. Pongo mi bate sobre mis piernas, y con los dedos, voy limpiando sangre reseca de éste. Joder, hace mucho que no lo limpio, lo tengo hecho una verdadera porquería.

Frunzo el ceño, molesta conmigo misma, pero algo llama mi atención, y miro al tipo del pañuelo verde en la cabeza.

- Li Han, ese tipo siempre está en territorio de Ratas, rodeado de unos cinco o seis hombres, igual de feos y de hijos de puta que él, todos acorazados como putas cobardes, dan hostias difíciles de encajar. – Gruño, recordando algo... luego agito la cabeza, sacudiendo el recuerdo – odio a ese puto retrasado. Si lo primero que queréis hacer es  ir a por él, necesitaremos refuerzos, y no os garantizo que salgáis de ahí con todos los miembros de vuestro cuerpo sanos – y lo digo sin acritud, tranquilamente, como si hablara de una receta de cocina.

Miro a Moxxy un momento de reojo, sí, perra, ya lo sabes, tendré que hablar con Khan, seguro que no quiere perderse la fiesta.

Una nueva incorporación, de aspecto difícil de olvidar y con aires de no estar del todo cuerda... en especial por la rudimentaria arma que porta. Sin duda debe saber usarla con soltura o no estaría aquí aunque eso no implica que vaya a ser útil en todo esto si no sabe mantenerse en su sitio antes de que empiecen los tiros, porque seguro los habrá.

Escucho entonces las opciones de las que disponemos así como las variaciones que mis compañeros añaden a las mismas, teniendo muy claro por cual decidirme antes de dar "el gran golpe"

Acabemos con los seguidos del Coleccionista. Eso nos brindara una ruta segura para desplazarnos sin ser vistos por la ciudad, nos congraciaremos con Moxxy y... joderemos a ese hijo de puta al que pienso degollar algún día- dije sin mas, obviando todo lo demás por el momento

Después de eso iría directamente a por las granjas. No tiene sentido arriesgarnos en el tema del convoy- me giro hacia la anfitriona y le dedico una sonrisa cansada y triste - Lo siento Moxxy pero el Caníbal no es famoso por su paciencia y necesitaríamos planificar mucho ese golpe- hago una pausa, incómoda por haber captado la atención de los presentes. Normalmente actúo en silencio, sin ser vista, aquello es mi anatema

En cuanto a meter a otra banda en el juego... es arriesgarse mucho. Estoy con Oscar. Jodamos las granjas y solucionemos esto rápido. Las arrasamos, acabamos con los que idiotas que las guarden y nos metemos en la ciudad por las cloacas sin que nadie sepa que hemos sido nosotros... al menos no durante un tiempo.