Partida Rol por web

Luego de una noche de dudas, Ítati y compañía salen del bosque endemoniado y en los lindeles de este se encuentran con dos hombres y una joven que parecen estar indecisos con respecto a que camino tomar. Uno de los hombres parece bastante herido mientras que el otro no esta mucho mejor pero al menos se mantiene mejor en pie.
El mal herido tiene aspecto de criollo (mixto entre gringo y aborigen), mientras que el de las pistolas y la joven tiene aspecto de gringos.

Mientras los tres están dudando si entrar o no al bosque, ven salir de este a tres aborígenes montados a caballo y escoltado por un hombre sin rasgos de alguna raza en particular que se desplaza a pie y sin calzado .

Muchachos... Esténse alerta, no me gustaría esperarlos de este lado.

Cristian se mueve suavemente a un lado de Itatí.

hola ¿hablan nuestro idioma? estamos perdidos

Aún me sorprendo al escuchar la voz del ánima que nos acompaña, pero sus palabras están cargadas de sabiduría, pues expresan en voz alta mis propios pensamientos.

Mis ojos recorren el lugar, buscando una posible trampa añadida a la presencia de aquellos desconocidos, pero el herido no parece ser un engaño....aún así me resisto a acercarme a ellos, pues esas pistolas no me dan buenas sensaciones.

pero bueno ¿que educacion es esa de no contestar? ¿y que me miras con esa cara? no mate un lobizno de esos y llege asta aqui para que me toquen las bolas

Menudas contestaciones las de este extranjero...
Bacacay se acerca al cuerpo del Tano helándolo con su presencia.

El Tano siente un escalofrió que recorre su columna vertebral.

Itatí, Alon... creo que me voy a divertir un poco con este tipo...
No se acerquen, voy a registrar cuanto pueda de estos tres extraños.

Cristian se acerca a los tres desconocidos y tras rondarlos mira detenidamente si llevan armamento o algo que identifique su propòsito en esa parte del bosque.

Cristian tan solo nota las dos armas del italiano y un enorme facon por el cinto del criollo, la "doncella" parece bastante indefensa por su parte. Haciendo un leve sondeo de su mente Cristian nota más cansancio que rencor en estos viajero.

Miro la situación, Mierda que se pone feo esto Vamos, respondan; estamos perdidos, tenemos hambre, y recién nos atacó el lobizón, no creeran que estoy asi porque cai de un árbol, no? balbuceo como puedo

Nosotros no es que hayamos estado dando un paseo precisamente - respondo con un tono ciertamente cortante, manteniendo las distancias y vigilando cada movimiento de los allí presentes.

La voz de Cristian sigue llegando a mis oídos, y un leve gesto de asentimiento de mi cabeza muestra la conformidad con lo propuesto....un gesto que sólo pueden entender él e Itatí, de la cual no me separo por el momento.
En mi mano sostengo el bastón que me ha sido entregado.

Cuidado, ambos hombres vienen armados... la mujer no trae nada consigo... lo único que me es visible es que se encuentran muy cansados: Los hombres no mienten, sin embargo repito cuidado.

Cristian vuelva a acercarse a Itatí y a Alon.

buenooooo ¿queréis salir? tirar por ay y unos metros ay un campamento destruido allí esta la salida le señalo la dirección y me pongo serio y dejen la arrogancia en sus casas si no quieren morir, las tonterías las cobro muy caras

Escucho las palabras del tipo que ha hablado el último y los músculos de mi rostro se tensan cuando aprieto los dientes, intentando contener una respuesta que pugna por salir de entre mis labios...una respuesta que desea ser acompañada por mis manos.

Inhalo todo el aire que son capaces de almacenar mis pulmones, buscando una tranquilidad que se me hace esquiva.

No confundas arrogancia con precaución - respondo - ese es un error que suelen cometer los ignorantes.