Llegas a tu apartamento, automáticamente después de entrar suena el teléfono.
Me doy prisa en contestar al teléfono Me pregunto quién será en estos momentos, espero que no sean de la organización, tengo demasiadas cosas en la cabeza para tener que trabajar...
Descuelgo el auricular y exclamo Residencia Ryuzaki ¿en qué puedo ayudarle?
Hola chico. No preguntes quien soy, pero normalmente la gente normal me llama Detective L. Me han echo una llamada y me decian que te llamara a este número de teléfono. Un hombre con una voz muy rara, algo distorsionada, e de decir, me ha llamado advirtiendote que esta noche vallas a la azotea de tu apartamento. Alguien te espera.
Auntomaticamente, L cuelga el teléfono.
Sobresaltado por los acontecimientos cuelgo el teléfono. ¿Será una broma? me pregunto Primero lo de las libretas pienso mientras saco mi death note y paso lentamente las hojas y ahora esto...¿tendrá alguna relación?
Cojo una cerveza del frigorífico y me tumbo en la cama con la mirada clavada en el techo dándole vueltas al asunto mientras vacío lentamente la lata en mi garganta.
Así paso el tiempo hasta que comienza a oscurecer. Por fin tomo la decisión de presentarme por la noche en la azotea. Al fin y al cabo, ¿Qué puedo perder?
Decidido saco de mi chaqueta la pistola que me proporcionaron los yakuza cuando ingresé. Se trata de una Colt 1911. Junto a una katana con el kanji del clan Yamaguchi-gumi, que reposa en mi armario bajo llave, fueron las armas entragadas para defender el honor de la familia.
Tras asegurarme que está debidamente cargada la coloco en mi espalda, aguntada por el cinturón y la cubro con la camisa por encima. Manteniéndola escondida pero preparada para usarla en cualquier momento. Me dirijo a la azotea con mucha precaución, estando atento a cualquier cosa.
Ryuk sorprende por detrás a Shiro.
¿Que pretendes con tantas armas, chico?-le dice Ryuk a Shiro mientras le muestra las balas de la Colt 1911, recién sacadas del arma.
¡¡Pero qué cojones...!! Exclamo ante el espectáculo que se muestra frente a mi atónita mirada. Busco sin éxito mi arma al comprobar que las balas que me muestra la extraña criatura son las mías.
Esto no puede estar pasando... froto mis ojos una y otra vez deseando que ese ser deaparezca como una alucinación. Debo dejar de tomar tanta cerveza
Retrocedo lentamente mientras mantengo la mirada con el recién llegado, no puedo salir de mi asombro, finalmente logro balbucear... ¿¿Quién o qué demonios eres??
Nadie, solo un coleguita-responde poniendole una mano en el hombro a Shiro-¡Me llamo Ryuk! Y según las reglas, tengo que acompañarte.
¿Ryuk? repito todavía exaltado por la presencia de la terrorífica criatura un coleguita... ¿Será cierto? supongo que si quisiera matarme ya lo habría hecho... ¿Tienes que acompañarme segun las reglas? ¡¡Pero qué cojones está pasando!! ¿¡según qué reglas!? Mis palabras van adquiriendo un tono de nerviosismo y locura pasajera.
Tomo una larga bocanada de aire y emito un largo suspiro con el fin de tranquilizarme. Mi mano temblorosa saca del interior de la chaqueta un cigarro y lo enciendo costosamente mientras me siento en el suelo intentando ordenar mis ideas.
Eh... ¿todavia no has leído las reglas del Death Note?
El Death note... te refieres a esa extraña libreta ¿no es así? ¿Entonces es cierto lo que decía Misa acerca del cuaderno, realmente se puede matar a alguien escribiendo su nombre?
Poco a poco el miedo se desvanece y comienzo a acostumbrarme a la presencia de Ryuk, mis palabras adquieren ahora un tono más de curiosidad que de pánico.
¡BINGO! ¡Exactamente chico! Porque no lees las instrucciones?
Está bien lo haré... Apago la colilla con el talón y me acerco a Ryuzaki, ¿me devuelves lo que es mío, por favor? exclamo, refiriéndome a las balas que todavía están en su mano, con la mano extendida y la palma hacia arriba. Se que no son muy necesarias teniendo una de esas libretitas, pero me siento más seguro...
Comienzo a caminar con las manos metidas en los bolsillos hacia la puerta de la azotea.
Vente conmigo, tengo mi death note abajo, en mi apartamento, si quieres te puedo ofrecer una cerveza... invito al shinigami intentando parecer calmado y desinteresado aunque realmente estoy carcomido por la curiosidad, deseando correr escaleras abajo y tener de nuevo el cuaderno en mis manos.
Hoy posteo más de lo normal; para adelantar un poco que no tengo que currar. Espero no darte mucho trabajo XDDD
Bajo a mi piso y cojo antes que nada la libreta. Reconfortado por su tacto me dirijo a la nevera y saco dos latas de cerveza bien frías.
Dejo una sobre la mesa y abro la otra tras colocar la libreta frente a mí ¿Sabes lo bien que me viene esta libreta? ¿Sabes a qué me dedico? le pregunto mucho más calmado y amistoso.
Mientras espero su respuesta busco las reglas con el fin de memorizarlas lo antes posible.
Abres el cuaderno, las instrucciones estan en la contra-portada.
- - -Death Note- - -
-El humano cuyo nombre este escrito
en este cuaderno morirá.
-Este cuaderno no tendrá efecto a menos
que el escritor piense en la cara de la
persona mientras escribe su nombre. De
esa manera, las personas que compartan
el mismo nombre no se verán afectadas.
-Si la causa de la muerte se escribe en los
40 segundos después de haber escrito el
nombre, eso sucederá. Si no se especifica
la causa de la muerte, la persona morirá
simplemente de un ataque al corazón.
-Después de haber escrito la causa de la
muerte, los detalles deben ser escritos en
los siguientes 6 minutos y 40 segundos.
-Este cuaderno se convertirá en propiedad
del mundo humano una vez que toque el
suelo (aterrice sobre él) del mismo.
-El propietario del cuaderno puede reconocer
la imagen y la voz del propietario original, es
decir, el shinigami.
-El propietario del cuaderno no debe pensar
que puede ir al cielo ni al infierno al morir.
-Cuando el propietario del cuaderno muera,
el shinigami debe poner su nombre en su
cuaderno.
Intento memorizar cada una de las reglas mientras sigo esperando la contestaciónb de Ryuk.
¿¿Shinigami?? pienso al llegar a la última regla ¿Así que Ryuk es un shinigami? ¿Un dios de la muerte? Esto es increíble...
Si, eres de la yakuza, ¿verdad?-responde Ryuk-Bueno, yo me voy, cualquier duda preguntasela a tu shinigami. Esta en esta habitación, haber si lo encuentras.-seguidamente, despliega sus alas y se marcha volando.
Todavía sorprendido por la repentina desaparición de Ryuk comienzo a buscar frenéticamente por la habitación mientras sus palabras todavía resuenan en mi cabeza ...Está en esta habitación... está en esta habitación...
Mientras busco una fugaz mirada se posa sobre la libreta encima de la mesa, un escalofrío me recorre al verla desatendida, rápidamente me lanzo a cogerla, poco a poco, la obsesión por el extraño objeto se acrecenta en mi interior.
Una vez libreta en mano continúo con la busqueda Eh! ¿Estás ahí?... pregunto al aire.
Estoy... aqui... ¡humano incompetente!-dice mientras cae del techo atravesandolo-Desde luego, por culpa de ese Ryuk me toca hacer de niñera de un insignificante humano...
Al sentir como el ser cae del techo ruedo por el suelo llevándome la mano a la pistola por acto reflejo. Tras unos segundos, reflexiono y vuelvo a guardarla en su sitio.
Joder! ¿Es que no sabéis usar la puerta? pregunto retóricamnte al nuevo y extraño shinigami que se alza ante mí. Yo tampoco he pedido una niñera, no las pagues conmigo!
Sin cesar de observar al recién llegado cojo de nuevo la lata de cerveza y continuo vaciándola en mi garganta.