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Dentro del laberinto

⫷ Capítulo 2: Laberinto de setos ⫸

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22/06/2022, 20:53
Reina de los Goblins

Capítulo 2: Laberinto de setos

 

Una extensión verde y deliciosa de enrejados cubiertos de hiedra y espesos setos verdes se expandía ante ellos.
Mirando hacia atrás, vieron que el pasadizo por el que habían llegado,
ahora estaba completamente cubierto de vegetación. 

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22/06/2022, 20:58
Reina de los Goblins

El sabio

Frente a un gran reloj de sol, un viejo con un sombrero con forma de pollo estaba sentado, durmiendo. Cuando notó que alguien se aproximaba a él, comenzó a despertarse. 

Más allá, al otro lado del reloj, había un macetero del que brotaban grandes hojas verde esmeralda y flores de lavanda. 

 

 

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22/06/2022, 21:10
Sabio

—¿Eh? ¿Qué pasa? —dijo aún somnoliento—. ¡Oh, vaya! Hola, no os había visto. Hrrrm. 

Tenía cara de tener mucho sueño y estar a punto de volver a quedarse dormido en cualquier momento.

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22/06/2022, 21:12
Sombrero

El pollo de su sombrero tomó la palabra entonces, hablando con un tono que solo podía definirse como carraspeante. 

—Será mejor que le preguntéis algo rápidamente —dijo, mirándolos con sus ojillos saltones a todos—. ¡No estará despierto durante mucho tiempo!

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22/06/2022, 23:54
Doña Agustina

No, no, no es buena la violencia. El sobrino de la Conchi —En realidad, doña Agustina se refería al sobrino nieto de la Trini— era un gusanito muy violento. ¡Oy, oy, oy! ¡Qué barbaridad! ¡Un fresco! Pues bien, terminó como todos terminan, ¡ay! Todo es culpa de esos peinados modernos, que les reconcomen el cerebelo por dentro.

Así venía la doña hablando desde la cabeza de Molsa, pero no pudo terminar la historia porque justo terminaron las paredes de piedra y llegaron a un lugar en el cual las paredes eran de vegetación y, después, llegaron a una plaza con un señor muy anciano y muy dormilón.

Buenos días, buenos días. Despierte, caballero, buenos días, buenos días. Ya es de día, no está bien dormir hasta tan tarde. ¡Eso es cosa de frescos!

El pollo que tenía en la cabeza parecía un insolente y un fresco, pero —todo sea dicho— les dio un buen consejo. Doña Agustina refunfuñó un poco mientras se ajustaba la bufanda.

Bueno, bueno, caballero, entonces, díganos, ¿cómo llegamos al centro del laberinto para rescatar nuestro té? ¿Y mi aguja? ¿Ha visto usted mi aguja, caballero?

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23/06/2022, 10:41
Sir Globz

Aún fue un buen rato contando batallitas, como había esquivado el disparo de la goblin verde y como se había lanzado detrás del goblin del casco precioso para estar seguro de que no se escapaba.  Pero, a final, lo motonono y repetivito de los pasadizos le hizo tranliquizarse y andar al pausado ritmo de Molsa en vez de corretear incesante a su alrededor.

¡Cuántas plantas! — dijo en un momento en que todo estaba especialmente silencioso. —Es como si estuviesemos en el larebinto, pero a la vez, es como si no. ¿Se podrán comer las hojas? ¿A qué sabrán? ¿A legucha o a enbidias?

Pero ya estaba a punto de comprobar a qué sabían cuando el pasadizo se abrió y se encontraron en una plazuela.  En ella había un anciano con cara de sabio con un ¡Gorro parlante! y, tras él, más plantas.  Globz daba saltitos a pies juntillas debido a la excitación.  

Qué lista que es Doña Agudina  comentó con admiración desde la parte de atrás de Molsa, tras asomarse  —Mira que preguntar cómo llegar al centro del larebinto.  Es una genia.

 

 

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23/06/2022, 13:09
Molsa

Molsa iba andando a su ritmo mientras prestaba atención al soniquete emocionado de Globz y el de Doña Agustina, contándole las maldades de la violencia y lo fresca que era la juventud con esos peinados tan estrambóticos. Puede que alguien pudiese llegar a pensar que la pobre gusanita estaba un poco gagá, pero no era el caso de Molsa desde luego, que asentía a sus palabras, imaginando que esos peinados a los que se refería eran como una de esas plantas que echaban raíces demasiado hondo y te resquebrajaban por dentro. Justamente como la hiedra que los rodeaba ahora. Algo similar a una sonrisa ancha se plantó en las facciones monstruosas de Molsa en cuanto el verde de la vegetación se abrió paso ante ellos. Hasta sus pasos lentos y basculantes parecían tener una cadencia más alegre. 

— Nooooo comeeeer hieeeedraaaaaaa... —Advirtió a Globz asintiendo.— Saaaaabeeer venenooooooosaaaaaa... No enviiiiidiaaaa...

Al toparse con el señor, Molsa ladeó la cabeza y se rascó el cuenco. ¡Qué señor y sombrero tan curiosos!

— Bueeeeeen díaaaaaaaa... Yooo Molsaaaaa —se presentó educadamente—. Preguntaaaaaar...

Pero claro que Doña Agustina era mucho más rápida preguntando. Y además era más útil saber cuales eran las indicaciones hacia el laberinto que las preguntas que surgían en el leeeeeento cerebelo de Molsa. Que todas estaban relacionadas con aquella plantita con flores de lavanda que había al fondo.

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23/06/2022, 23:27
Sabio

Los contempló a todos con ojos llenos de tanta sabiduría como somnolencia, y asintió tras las preguntas de Doña Agustina mientras se mesaba la barba, con parsimonia, con esa calma que da la longevidad. Pero al fin, tras varios segundos, habló de nuevo. 

—Cuando te veas yendo en círculos, algunas veces es porque ¡estás exactamente en el sitio en el que necesitas estar!

Tras decirle aquello a la gusana, ocultó un bostezo tras los dedos y sus ojos volvieron a cerrarse: se había quedado profundamente dormido de nuevo en apenas un segundo. 

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23/06/2022, 23:30
Sombrero

El sombrero inclinó el cuello para mirar al hombre que lo portaba. Lo escuchó con cierto aire insolente y cuando vio que se dormía otra vez, emitió una risa que parecía un cacareo. 

—Pues ahí tenéis vuestra respuesta. ¡Brrrr! Si queréis preguntar más os tocará esperar. Por lo menos una hora, nunca duerme menos que eso.

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23/06/2022, 23:57
Sir Arthur el amarillo

El caballero, agarrado como estaba en su pollo, trató de hablar.

—Peeeeeeeeero estoooooo no nossssss sirveeeeee, ¿no? —preguntó algo desconcertado. Esperaba que pronto se pasara el efecto del mega realentizador que le habían echado por encima. Estaba dolorido, muy dolorido, pero dolorido por no poder moverse.

—Nicolasiiiiiin.—añadió a lo que había preguntado Doña Agustina, porque la gusana se había dejado, seguro que por olvidona, a su humano. Lo que pasaba es que el gatete iba tan lento que no llegó a agregarlo a la pregunta de la gusana sino que lo añadió cuando la otra gusana ya se había vuelto a dormir.

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24/06/2022, 10:56
Sir Globz

Y yo soy Globz — dijo con cierto retraso, cuando el sabio ya se había dormido.  Por supuesto, aunque la respuesta que les había dado era difilicísima de comprender, Globz no escatimó en pensativos "mmmm" y ocurrentes "Aaaah", por lo menos hasta que se dio cuenta de que nadie había entendido nada tampoco y se relajó

Y tú, sombrero. ¿Cómo te llamas? Seguro que llevas tanto tiempo ahí que también serás sabiísimo.  Se retorció algo nervioso, se le había ocurrido algo pero no se atrevía a decirlo. 

¿Conoces un.. un...un....un...a...at... tajo, eso, un atajo para llegar al centro?

Y corrió de nuevo a esconderse tras Molsa, aunque un sombrero no era de esas cosas que deberían ser peligrosas.

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24/06/2022, 17:43
Doña Agustina

Doña Agustina no era una señora gusana de esas de pensar. Eso de pensar era cosa de frescos que no tenían nada mejor que hacer con sus vidas. Y, sin embargo, el caballero dormilón les tiró una frase como esas de pensar.

¡Qué barbaridad! ¡Ya se ha vuelto a dormir! Qué vergüenza, un hombre de su edad dando este ejemplo y espectáculo. Qué vergüenza. ¿Adónde iremos a parar? ¡Y encima dice frases de pensar! ¡De tanto pensar se le quemó el cerebelo! —refunfuñó—. Menos pensar y más hacer cosas, que para descansar ya estará la muerte. Hale, hale, a moverse, jovencitos.

Ni bien hubo dicho esto, doña Agustina se bajó de Molsa y empezó a arrastrarse hacia el fondo de la plaza, donde había una maceta. ¿Quién cuidaría de ella para que estuviera tan lozana? Desde luego, no podía ser aquel hombre dormilón de pensar. Llegó hasta la maceta y sintió el olor agradable de la lavanda.

Molsa, bonica, ven a ver esto. Esto te gustará.

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24/06/2022, 18:01
Molsa

Molsa escuchó al sabio. Que inteligentes palabras era capaz de pronunciar aquella vieja pasa con barba blanca, bueno y algunos matojos de pelo blanco aquí y allá, ahora que se fijaba. Hasta tenía mechones saliendo de sus orejas. La monstruo cornuda, más allá de interpretar la sabiduría de aquel viejales como un sabio consejo, se limitó a hacer lo que decía: Dar vueltas. Así que giró sobre sí misma hasta quedar en la misma posición que antes. 

— OoooooooooOoooOoOOohhh... —Emitió mientras asentía, porque creía haber entendido perfectamente aquello que les decía el sabio. Así que sin que sirviese de precedente, creyó que se había vuelto lista ella.— Saaaaaaaabiaaaas palaaaaaabraaaaas, sí... —Miró al sombrero parlanchín parpadeando mientras Globz le preguntaba más a él.— ¿Dooooooormiiiiiiiiiiiiiiiir?

Se rascó la cabeza confusa mirando el reloj aquel enorme, seguro que les ayudaba a saber cuanto tiempo pasaba para esperar. Claro que no parecía Sir Arthur muy conforme y tampoco Doña Agustina, que se bajó de ella mascullando alejándose de allí. Escuchó cómo se dirigía hasta la planta que le había llamado la atención antes y la llamaba desde allí.

— Lavaaaaaaandaaaaa gustaaaaaaaaaaar... —Dijo dirigiendo sus pesados pasos hasta allí agachándose un poquito para tocar sus hojas verdes con una sonrisota.— Plaaaaantaaaa bueeeeeenaaaaaaa...

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24/06/2022, 22:23
Sombrero

—Uy, ya me gustaría a mí conocer un atajo —respondió el sombrero, rodando los ojos con hastío—. Sería muy estimulante. Más que ser el sombrero de este viejo que solo duerme y duerme. A veces se queda dormido a mitad de una respuesta y hay que esperar otra hora para escuchar el final. ¡Brrrr!

Mientras tanto, Molsa y Doña Agustina habían llegado hasta el macetero. La lavanda parecía bien lozana y emanaba un aroma dulce y embriagador. Pero, por lo demás, a simple vista no había nada de raro, parecían flores perfectamente normales.

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25/06/2022, 15:56
Doña Agustina

La planta aquella parecía una plantita común, nada mágico como otras cosas del laberinto. Tras ver eso, doña Agustina se empezó a arrastrar hasta el reloj de sol y se subió a lo máááááááás alto de la aguja para mirar desde allí.

Estás en el sitio en el que necesitas estar. ¿Será este el centro del laberinto, jovencitos? ¿Y dónde está el té? —preguntó mientras miraba hacia un lado y otro, por si desde esa altura lograba otear algo más del laberinto.

Miró también al viejo dormilón desde allí y refunfuñó:

¡Otra hora! Globz, bonico, pégale en la cabeza a ver si así se despierta antes.

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25/06/2022, 18:48
Sir Globz

Globz dio un pequeño bostezo mientras el sombrero hablaba y, cuando terminó, empezó a andar hacia donde Molsa estaba.  Dio un par de saltitos sobre el reloj de sol y se quedó mirando la sombra que proyectaba el gnomo. Nunca entendió por qué lo llamaban así,  si solo era un palo clavado en el suelo. Ni barba tenía.

Seguro que hay un emigna aquí, segurímiso.  ¡Oh! ¡Es que estoy super segurímiso! Si tan solo supiera de qué se trata..

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25/06/2022, 18:55
Molsa

Molsa todavía se quedó un ratito observando la planta antes de darse cuenta de que Doña Agustina se iba hacia el reloj. Y cuando la gusanita subió a lo alto de la aguja, Molsa giró su cabeza para escuchar y asintió. Qué sabia era la doña, segurísimo que era el centro. 

— ¿Dóndeeeeeeeeeeee té? —Repitió y se encogió de hombros, moviendo sus orejitas.— Vieeeejo dueeeermeeee muuuuuchoooo sí...

Se levantó, dispuesta a acercarse al reloj y ver dónde estaba aquel emigma segurímiso del que hablaba Globz tan entusiasmado. Solo que cuando se levantó volvió a mirar aquel macetón tan bonito y le dieron ganas de llevárselo por si acaso. Era una planta demasiado bonita para quedarse en un macetón, tal vez podría plantarla en la ribera de un río o una colina. Así que haciendo acopio de todas sus fuerzas, se agachó así un poquito flexionando sus rodillas y agarrando los lados del macetón intentó llevárselo consigo.

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25/06/2022, 19:46
Reina de los Goblins

El reloj parecía ser un simple reloj de sol, cuya sombra marcaba el doce, sin nada fuera de lo normal. 

Sin embargo, cuando Molsa tiró del macetero con toda la intención de llevárselo como souvenir del Laberinto, la piedra se movió y, aunque no fue capaz de levantarlo, sí destapó un agujero en el suelo que parecía llevar a un pasadizo secreto y misterioso. ¡Tenía toda la pinta de ser un atajo!

Notas de juego

Si salís por el agujero del suelo, el último en postear que lance 2d6.

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25/06/2022, 23:45
Doña Agustina

¡Uy, un agujero! —exclamó doña Agustina desde lo alto del reloj de sol cuando vio aparecer aquel atajo.

No hace falta decir lo mucho que aman los gusanos los agujeros en el suelo. ¡Viven en ellos! En cuanto doña Agustina vio aquello, añadió:

Se parece a mi casita. Seguro que ahí está la aguja que llevo buscando tanto tiempo.

Bajó de la aguja del reloj todo lo rápido que una vieja señora gusana podría hacerlo y, cuando llegó al agujero, miró hacia el viejo dormilón y movió su cabeza en señal de desagrado.

¡Tantos años y tanta frescura! ¡Qué vergüenza!

Y, tras decir eso, ni corta ni perezosa, dio un saltito y se arrojó al agujero para salir por allí.

Creo que me dejé unas galletitas en el horno —musitó mientras entraba, confundida, pues pensaba que estaba entrando de nuevo en su casa la pobre señora.

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26/06/2022, 08:36
Sir Globz

Molsa y Doña Avulpina no dejaban de sorprenderles con su genio.  Mientras Globz miraba, tocaba y saltaba la sombra del reloj de sol, su gran amiga había descubierto un agujero en el suelo, que Doña había idenfiticado inmetiadamente como un..

—¡Oh! Un ATAJO. Es la primera vez que veo uno, pero me han contado muchímisas cosas de ellos, casi todas malas, eso es verdad, pero no por el atajo en sí, si no porque da muy mala suerte después, como eso de que caerse no hace daño, solo darse contra el suelo.  Seguro que acabamos en sitio horrible, lleno de Fireys cerebrando una fiesta.  O peor aún, en las mazromas del castillo de la reina.

Miró al agujero un segundo. Sus tripas rugieron y saltó al interior.

Hasta en las mazromas daban algo de comer.

- Tiradas (1)