Partida Rol por web

A petición de Kurai, se hace con mas botellas y alguna bandeja de comida, pues la velada parece que va a ser larga y el pelirrojo parco en detalles y oro. Según se va acercando, la niña le mira directamente y comenta que es un luchador.

-Yo, ¿luchador? creo que me habéis confundido con uno de esos señoritingos nobles con brillante armadura y espada al costado.- sonríe descaradamente, pensando en decir una obscenidad pero prefiere respetar a las dos jovencitas de la mesa.- Yo soy un humilde catador de vinos y carnes, un habitual de posadas y tugurios, solo ocasionalmente musculo por dinero y sin espada como podéis observar. - Realiza un gesto amplio con la mano-Más no os preocupéis pues haré todo lo que este en mi mano para no defraudaros...-mirando a Kirai  guiña un ojo y continua-sobretodo después de la generosidad de nuestro empleador.

Posa las botellas ofreciendo una a cada uno de los comensales.

-Y bien ¿como llegamos a un sitio que se mueve? ¿esperamos aquí sentados?-

Calista asintió ante la explicación de Alice. Lo cierto es que hubiese preferido a alguien que se le diesen bien las trampas, pero ya se las arreglaría para hacer algo con lo que le había tocado...

-Yo... -fue a responder a la pregunta que a su vez le había hecho la muchacha, pero se percató de algo- ¿Ves mis patrones? En ése caso tú también tienes unos ojos como los míos... -comentó antes de cambiar de tema- Bueno, mi especialidad es el ataque a distancia.

Y ante las bromas de Mesh, Calista le correspondió con una tibia mirada.

-He conocido a gente que no necesita más armas que su cuerpo para estropear el día a otros... imagino que eres de ése tipo de luchador. -le respondió simplemente.

No aceptó la botella, ya había bebido suficiente y ahora ya estaba oficialmente trabajando. Necesitaba la mente lista.

-El interior de mueve, pero no creo que todo el lugar lo haga... ¿o sí? -dijo mirando de reojo a Shura.

-Sería interesante que así lo hiciera, pero considerando las dimensiones que debe tener no habría pasado desapercibido por mucho tiempo, habría sido un lugar más fácil de localizar-. (Aunque era obvio que el comentario de Calista iba dirigido a Shura me fue imposible suprimir el mío).

Reclinándome en la silla bajando la mirada haciendo el típico gesto de frotarse la barbilla dando a entender que más que dirigirme a ellos estoy pensando en voz alta:  -A menos claro que se desplace por el aire a gran altitud, bajo la superficie del agua, o que mantenga algún circuito predefinido en algún lugar demasiado aislado, peligroso o de difícil acceso para toparse con seres racionales-. -Ah cierto-, (retomando la posición original para dirigirme a los presentes) -Ya que estaban con lo de sus habilidades, les confirmo que si soy un usuario del Don, lo he estudiado desde que tengo memoria, pero mi especialidad no es el ataque, de hecho no tengo ni un solo sortilegio del tipo ofensivo, me especializo en la Defensa y Curación, así que mientras les quede algún aliento de vida yo me encargare de que su espíritu no llegue al más allá-.

-Entonces Shura, que paso con lo del adelanto y el mapa- digo sonriendo mientras relleno mi tarro.

Tras el rechazo de trabajar primero y cobrar despues, el pelirrojo ofrece un metal de calidad que bien puede servir para hacer buen equipo o venderlo por un buen puñado de oro y, tras un nuevo rechazo, el hombre muestra un sentimiento en su rostro diferente a la seguridad que mantenia hasta el momento: decepcion. Parece que vino con la idea que aceptasen la primera oferta, como mucho la segunda, asi que su rostro muestra como ver simples cazafortunas en lugar de los heroes que buscaba llena su corazon de tristeza y decepcion. Emitiendo un largo suspiro, saca una modesta bolsa de uno de sus bolsillos y la deja sin muchas ganas sobre la mesa, al lado de la araña

-No pense que a esto fueramos a recurrir, asi que no traje mucho encima. Aqui dentro deberia haber unas 6 o 7 Oros, en su cambio en monedas de plata; si os sirve, os puedo llevar al proximo punto de la mazmorra-se dirige a Calista, pues va a corregir su idea-Y si, cuando dije "se mueve" me referia tanto al interior como al exterior, aunque no hay datos que confirmen lo segundo, pero una certeza del 80%. -sobre la mesa, debajo de la araña, estaba todavia el mapa que mostro antes, asi que simplemente mueve la maquina y lo señala de nuevo-La mazmorra se podria comparar como un topo, se mueve por un complejo laberinto de tuneles subterraneos que abarcan toda la region, emergiendo periodicamente para que se pueda llevar a cabo la revision si esta o no la Corona, pero mis aliados lograron encontrar el patron que sigue y por eso se donde aparecera. Por su parte-coge el mapa y le da la vuelta, donde habia dibujado un largo rectangulo con varios cuadrados dentro-El interior es alargado y, como ya dije, las primeras salas estan confirmadas: 

-Nada mas entrar se encuentra una gran sala completamente vacia en apariencia, pero con varias trampas de presion repartidas por el suelo, nada que un buen trampero no pueda superar facilmente. La siguiente, de un tamaño similar, no tiene nada, solo una extraña estatua humanoide al fondo, "leyendo un libro"-hace el gesto de comillas con los dedos, a fin de cuentas, las estatuas no leen-y entonces la cosa se complica. -en el dibujo, detras del segundo cuadrado, en lugar de un tercero igual, habia dos mas pequeños de forma paralela-Hay dos puertas, pero solo tengo datos de lo que hay detras de una: un enemigo. El superviviente no quiso entrar en detalles, por mucho que le presioné, estaba traumatizado, aunque una cosa quedo clara: sea lo que fuera que habia detras de esa puerta, acabo con un grupo soldados de elite bien armados, por eso recurro ahora a lo mejor-os mira, esperando que acepteis acompañarle a la mazmorra

Volteo a ver a los que serán mis compañeros –Ustedes necesitaran comprar algún equipo o armamento, digo aparte de provisiones normales, no sabemos que encontraremos ahí, ni cuánto tiempo nos tomara-.

Y volteando hacia Shura –Por lo que dices me parece bien, solo me queda un par de dudas, cuanto tiempo tenemos hasta la siguiente aparición en la superficie y cuanto tardaremos en llegar desde aquí-.

Como ya he dicho, yo estoy dentro.- digo mientras me levanto de la mesa dispuesta a salir cuando escucho a Kurai.- Supongo que si hay ciertas compras que podrían ser útiles pero supongo que el equipo básico lo tendrá preparada la gente de Shura.- le contesto encogiéndome de hombros y estirándome mientras espero a ver si se levantan también.

-Bueno, parece que esta todo atado y decidido.- Dice mientras se levanta, alza la jarra y con voz seria y profunda realiza un brindis.- ¡Por nosotros los buscadores de la Corona! ¡Qué la fortuna nos sonría!- mientras una idea se le pasa por su cabeza- La ultima copa hasta el regreso triunfal.- 

Si nadie hace ademan de coger las monedas y el autómata de metal, lo guardaría en la mochila comentando- Yo custodio esto hasta que se haga reparto, ¿alguna objeción? Tranquilos, con el dinero de los demás no juego.-

Finalmente se acerca al pelirrojo y le dice en voz baja, que no en secreto. -Quizás no somos los héroes que buscabas, pero somos lo mejor que tienes, y yo, personalmente, me voy a dejar la piel en que recibas lo que has pagado.-

Calista miró seriamente a Shura y asintió.

-En tal caso no queremos perder la oportunidad. -la joven se puso en marcha y señaló a Alice- Irás la primera. Una guerrera ágil y con buenas habilidades perceptivas como tú será útil en el frente. Yo te seguiré y de ofreceré apoyo con ataques a distancia. -miró a Kurai- El mago detrás de mí para estar alejado de primera linea y ofrecernos ayuda con sus conjuros. Y Oso, tú cerrarás la marcha para evitar que cualquier ataque trasero por sorpresa nos deje sin hechicero. -agregó lanzando una mirada al eludido- Nos mantendremos cinco metros separados entre nosotros, así si terminamos activando una trampa de área solo uno de nosotros se llevará la peor parte. -ordenó más que propuso al grupo- ¡En marcha! Si llegamos tarde quién sabe cuánto más tendremos que esperar para entrar.

Sonriendo, Shura se levanta y os invita a acompañarlo. En el exterior, estaba esperando un carromato de aspecto anodino al que el pelirrojo se sube. A medida que entrais, podeis ver que el interior oculta una curiosa exposicion de armas y armaduras, ademas de diversos objetos que pueden servir para soportar diversas y extrañas situaciones.

-La ultima expedicion cayo hace dos dias y segun mis calculos, la mazmorra aun permanecerá otros tres antes de ocultarse nuevamente, por lo que es recomendable partir cuanto antes. Este vehiculo posee equipo creado por mi familia, asi que la calidad esta garantizada, podeis coger lo que querais, lo que nos ahorra tener que esperar que os prepareis individualmente

Tras recoger un nuevo equipo, tomais asiento en el carro, que se desplazaba a gran velocidad por las calles de la ciudad. Shura no parece tener mucho mas que decir, asi que se queda mirando por la ventana. Parece que el viaje va a durar un rato, tiempo que se puede aprovechar para planificar como vais a actuar una vez dentro de la mazmorra o simplemente descansar, nunca se sabe cuando tengais otra oportunidad para hacerlo.

Calista entró en el carruaje sin decir nada e inmediatamente se puso a revisar los objetos que allí había. Finalmente encontró un colgante con un cristal psíquico que se puso al instante, y tras desprenderse de su antigua gabardina armada se vistió con una de buena calidad.

Tras ello, dejó el resto al lado y se puso a rebuscar entre las pociones. Tomó dos de curación para ella, que colgó de su cinturón, y tendió tres a cada luchador, así como las dos de zeón para Kurai.

-Hay varias cosas interesantes, me quedo con una de esas Gabardinas-

Cuando Calista pasa las Pociones  -esas pociones se ven interesantes- Volteo a ver a Calista para ver si tiene algún tipo de mochila o morral para cargar equipo, -para los Luchadores llevar esas cosas en cima será complicado en plena pelea-. -En mi mochila ya llevo una botella de Ron que tome antes de salir-

-Por cierto Calista déjame aportar algo a la formación que mencionaste hace rato, ya que dices que te especializas en ataques a distancia, quizás sea más conveniente que te mantengas cerca de mí, uno al lado del otro, en caso de necesidad puedo cubrirnos a ambos de un ataque en área-.

-En tal caso será mejor que tomen ellos mismos una bolsa para llevarlas y que se hagan responsables de no perderlas. -dijo Calista muy seria- Vamos a entrar a un laberinto que cambia de forma, es posible que en un momento dado parte del grupo termine separándose. Si tú posees el acceso completo a todas las formas de curación y quedas aislado, el resto del grupo se verá sin posibilidad de curarse. -explicó con tono de no comprender por qué debía explicar algo tan elemental.

Sobre el cambio de formación que propuso el hechicero, Calista lo pensó por un momento. Ella pensaba que el alcance de los magos debería ser mayor a los cinco metros que ella había propuesto, sin embargo, quizá no era así para aquel hombre... puso cara de decepción.

-De acuerdo. Indícame la distancia máxima a la que puedes lanzar tus escudos y trataré de mantenerme dentro de ella. -le respondió dando su brazo a torcer.

-Si hablamos de un escudo convencional 100, 200 o 500 metros no es ningún problema pero dependiendo de la situación proteger a alguien a distancia no siempre es fácil, sin embargo conozco un sortilegio que me permite cubrir de ataques en área a quien se encuentre cerca sin mayor dificultad-, -para los que ataquen a distancia es conveniente estar cerca-. 

-y que tan cerca, supongo que lo suficiente para maniobrar y no estorbarnos mutuamente, supongo que unos 2 metros en promedio-.

Calista escuchó a Kurai y asintió enérgicamente, indicando que había entendido.

-De acuerdo. Entonces es mejor que caminemos prácticamente a la par. -respondió escuetamente mientras se giraba para continuar revisando las pociones.

Terminó tendiendo un par más a Alice y a Oso, que según la etiqueta les permitirían recuperarse del cansancio físico. Y guardó para sí misma una poción relajante, aunque dudaba que fuese a usarla.

Tras eso tomó asiento y, como Shura, se quedó mirando por la ventana con expresión vacía.

Deja pasar a los compañeros y una vez estos han montado en el carruaje accede a el. observa las panoplias con las distintas armaduras, observa una gran armadura de esas llenas de placas, -Siempre he querido probarme una de estas, cuando salgamos de aquí pediré que me hagan una a medida- descartandola por su poca movilidad opta como sus compañeros por una gabardina de  gran calidad.

Entre las armas encuentra unas coderas con sus rodilleras a juego,son de buena factura-Shura, si no te importa me quedo con estas no suelo usarlas pero me dan opciones- Sin esperar su respuesta las guarda en la mochila.

Tomando las pociones que le ofrece Calista - Gracias, peque Jefa-  Mientras sigue rebuscando entre las cosas  del carruaje. Murmurando repasa sus necesidades.- Provisiones, saco y manta para descansar, yesca y pedernal, cuerda... siempre es importante, alguna antorcha-mira a Kurai-seguro que puede hacer luz pero mejor que dedique sus energías a otras cosas. Un poco de madera bien para tallar o para hacer fuego. Termina con su lista mental bastante satisfecho, aunque siempre queda ese pequeño rescoldo de duda "¿se me olvida algo?".

-Voy a descansar la vista un rato,Kurai amigo, avísame con tiempo antes de llegar, pues me cuesta despertar.- Recostándose, coloca sus grandes brazos detrás de su cabeza y se dispone a dormir,posiblemente roncando sonoramente.

Ya que había sido una reunión, no había traído mi equipo de aventura por lo que me acerco agradecida al carro y despues de escoger el equipamiento básico, cojo una de las gabardinas armadas de mi talla y empiezo a repasar las armas cuando me fijo en cierta caja. Al abrirla me encontro con una grata sorpresa, unos preciosos de monofilos. Apenas había maestros que se molestaban siquiera en hacerlos, pues si ya eran pocos los capaces de hacerlos aun menos los había que supieran controlarlos.

- Creo que esto va ser mi adelanto para esta misión.- digo con cierto brillo en los ojos para nadie en particular mientras me pruebo las sujeciones de estas comprobando que casi parecía hecho a medida para mí. En ese momento me la pequeña me pasa varias pociones en las que ni me había fijado y las acepto con una sonrisa mientras compruebo si quedan bien ajustadas en la bolsa de mi cinto.

Una vez equipada escucho la discusión entre Calista y Kurai y espero hasta que esta acaba para mi sorpresa con la niña cediendo. Una vez ya dentro del carro viendo que el grandullón duerme y los otros dos se quedan mirando al paisaje, me dirijo a Kurai.

- Antes has comentado que tus campos son curación y apoyo. ¿Por apoyo te refieres a los escudos que le has comentado a Calista o hay algo más entre tus habilidades?- le pregunto curiosa.

Entre los diferentes objetos uno llamo grandemente mi atención cuando valoraba las pócimas, un colgante con una gran piedra, sin pensarlo dos veces lo tomo y me lo coloco al cuello por debajo de la camisola.

Al escuchar la pregunta de Alice volteo hacia ella –no fueron exactamente mis palabras, pero si, entre curación no solo puedo sanar heridas, puedo curar hasta cierto grado de enfermedades y purificar venenos-

-Por otro lado, sí me especializo en la defensa con escudos, pero también podría potenciar algunas de sus habilidades pero por un tiempo limitado- también podría aumentar la resistencia de sus cuerpos a algunos efectos o daños que puedan sufrir, aunque eso toma un poco de tiempo prepararlo y el gasto de Energía es considerable, aunque sus efectos son de una duración más prolongada, si están dispuestos podría hacer el gasto de energía y consumir una de las opciones que me paso Calista, pero tal vez sea mejor esperar a estar ya adentro de la primer habitación, si como comento Shura el lugar sube principalmente para hacer mantenimientos, va a haber guardias o trabajadores, ocultar una mayor cantidad de sortilegios activos sería más complicado. Pero esa decisión ya sería vuestra, muchos guerreros no aceptan ese tipo de ayuda de los Magos-.

- Pues esos guerreros son idiotas, quizás podría entenderlo si fuese un duelo o algo personal. Pero esta misión es peligrosa y cualquier ayuda sera de agradecer, al menos por mi parte.- le comento a Kurai mientras miro al dormilón preguntándome si sera tan pragmático como yo en este aspecto.- Por otro lado no te voy a obligar a usar conjuros, tu eres el experto, así que cuando estimes que es necesario no te cortes.- aclarado ya los últimos detalles y viendo que nadie parece tener ánimo para una conversación me quedo en silencio recostada intentando descansar un poco antes de llegar a nuestro destino.

El viaje duró bastante, por lo que aprovechar y descansar fue una buena idea, al llegar a vuestro destino estabais al maximo de fuerzas, listos para enfrentaros a cualquier cosa... que es lo que parece aguardar dentro de la mazmorra.

Cuando el carromato se detiene, un joven, de unos 16-17 años, se acerca y os abre la puerta para facilitaros el acceso. Lleva una armadura ligera y se le nota bastante nervioso, parece que es su primer dia, o por lo menos entre los primeros. Shura baja primero y, tras darle una palmada de animo al chico, os invita a seguirlo. Unos pocos pasos mas adelante, se encontraba una pequeña gruta que a simple vista pasaria desapercibida pero, al saber de su existencia, el pelirrojo se dirije directamente a ella.

Dentro, una extraña estructura se alzaba ante vosotros. Emergiendo de la tierra, una piramida metalizada, de unos 3 metros de alto, brillaba de forma opaca frente a la luz que desprendian vuestro candiles. La parte frontal tiene una apertura y unas escaleras de barandilla que invitaban a bajar hacia una oscuridad carente de toda vida.

-Bueno, como podeis suponer, es aqui-os indica-Yusuke y yo estaremos vigilando el perimetro, asi que no os teneis que preocupar de vuestra retaguardia, por aqui no pasara nadie mas... salvo que traigan un ejercito, cosa que dudo; las veces anteriores apenas aparecieron a revisar dos o tres personas, asi que podremos con ellas en caso de que vengan, estad tranquilos

Con esas ultimas palabras, espera a que os adentreis en esa especie de tumba metalica.

Una vez salimos del carro me estiro para desperezarme, al fin y al cabo tantas horas encerrada aletargan a cualquiera. Una vez me siento más a gusto saludo al nervioso guardia con un simple gesto de cabeza y sigo a Shura al interior de la cueva con el resto.

Al ver la entrada no puedo evitar mostrarme impresionada, incluso con la única iluminación de nuestros candiles y mi poco conocimiento sobre arquitectura estaba segura de que la construcción y elaboración del lugar era de primera. 

- Seguiremos la posición que propusisteis antes. Kurai, tu diras si necesitas tiempo para preparar algún sortilegio que estimes necesario. Sino es así sera mejor empezar.-  me dirijo a mis compañeros con un tono autoritario por primera vez, para acto seguido despedirme serenamente del pelirrojo, como si fuera a dar un paseo por el parque y no entrando a una peligrosa mazmorra.

Una vez empezamos a adentrarnos voy con pies de plomo comprobando la zona para evitar sorpresas desagradables.