Partida Rol por web

Observas una de las armaduras, es de acero brillante trabajado, rigido y resistente, parece álgo incómoda a primera vista pero por dentro está acolchada con cuero y telas oscuras. En el pecho tiene un dibujo de unas llamas de fuego y en el casco hay una estatuilla de un águila. Parecen de buena calidad y utilizables, eso sí.

 Esta me la pido yo. Dice quitándose la armadura de cuero y empezando a enfundarse el metal de la armadura completa.

 - Kahan ayúdame mientras ellos intentan abrir la puerta.

- Tened  cuidado puede estar tramando algo ahí detrás, mejor sed precabidos, puede que esté esperando a que entremos con algo para golpear al primero que intente entrar o algo parecido, no sabemos que es lo que tiene ahí dentro, esa voz es la de el gordo de Sandro... Voy Hugh.

 Se encaminoa a la atención de Hugh para ver que es lo que quiere exacatamente...

 - Que es lo que estás pensando??

 Veís al joven poniendose la armadura, pero va un poco lento él solo, mira a Kahan señalándole unas hebillas y varis piezas.

 - Si me ayudas terminaré antes...

Hugh desmonta una de las armaduras ornamentales de la sala y se la coloca como puede. Una vez puesto el casco y la armadura, Hugh parece realmente temible.

Mientras tanto quedais mirando a la puerta, sin saber que hacer.

 Mirando a sus compañeros Hugh comenta.

 - Bien, terminemos ya con este feo asunto.

 Sin más abre la puerta que han logrado abrir sus compañeros. Con acero en mano.

Hugh empuja la pesada puerta de la sala y entonces veis una gran resplandeciente bola de fuego.

FLOOOOAAAAAAASHHHHHHHHHHH

La bola impacta sobre Hugh, pero es robotada hacia su lanzador gracias a su armadura, que ha empezado a brillar con tonos amarillos. Parece que su armadura refleja el fuego mágico gracias a su extraño grabado llameante.

La bola rebota contra su lanzador, que resulta ser un gordo con ropas de noble armado con un cetro dorado, el tipo cae humeante y sin vida por su propio ataque.

Esta habitación es la más lujosa de todas, en ella hay una gran cama de seda, un escritorio, un gran baúl y amplios ventanales con cortinas de cashmir.

Entra detrás de Hugh después de la espectacular entrada de este, ve como en el suelo yace el cuerpo del seboso Sandro, la estancia está llena de lujos y al moriri su dueño deberían recoger el pago ellos mismos...

 - Bien puesto que este está muerto deberemos buscar la manera de pagar a nuestro jefe...

Con paso firme se acerca hasta el cuerpo del seboso y recoge el cetro que tenía el fallecido, mientras espera que los demás inspecciones la habitación Kahan hace unos movimientos de manos cerca del cetro y conjura alguna palabras...

El cetro lanza bolas de fuego al agitarlo fuertemente, aún le quedan tres hechizos por hacer.

 Hugh permnece un tempo aturdido ante lo que ha sucedido. Por poco la diño, no llego a efundarme la armadura y... puto gordo de los cojones! Tienes lo que te mereces, cerdo!

 Tras menear la cabeza sale de su aturdimiento y entra en la sala.

 - A ver que tiene este cerdo para ofrecer... a ver si podemos hacer algo por Ishladar o Yukk.

 Sin más empieza a saquear todo lo que encuentra por la habitación.

Después de descubrir el funcionamiento del cetro ve como Hugh empieza a buscar cosas de valor en la habitación, Kahan se fija en el baul y antes de que alguno de sus compañeros lo fueran abrir intenta pararles de algún modo...

 - Tened cuidado donde ponéis las manos, no sabemos si algo de esto está protegido por trampas o algo de magia, dejadme comprobar primero...

Acto seguido empieza a repetir unas palabras apentas inteligibles mientras va haciendo gestos de runas con las manos...

 El felino vió su vida pasar por delante, cuando le pasó por su lado la inmensa bola de fuego que fue reflejada en el pecho de Hugh.

 * ... ¿pero que ...? ... por todos los dioses, ... ¿eso lo ha hecho ... la ... armadura? , ... una lastima que el metal no sea lo nuestro.- pensó

 -Bien hecho Hugh ... muy bien hecho valla pedazo de armadura has encontrado eh- le dice mientras le da unas palmaditas en la espalda  , despues llama la atención de Kahan - ... me parece una buena idea, ... mago, ... tu busca esas cosas raras de vosotros los magos y yo  buscare trampas de las de toda la vida - dijo girandose para dedicarse a buscar trampas, cuando de repente recordó algo que le tenia  intrigado-por cierto ... ¿como entraste en mi cabeza, Kahan? - le preguntó extrañado - ... bueno ya me lo contaras fuera- añadió y se puso a buscar trampas.

-Buena protección, sí señor... - comenta Shekaroth, complentado atentamente durante un rato la efectiva armadura. Después mira a los restos humeantes del odioso tipo- Vaya... espero que a nadie le sepa mal que este.... desaprensivo haya desaparecido, porque sino ya nosveo dando explicaciones. Realmente vamos a buscar todo lo que nos sea útil tanto para el pago como para pagarnos a nosotros las molestias. Aunque propongo hacerlo con premura no sea que vengan refuerzos.

Shekaroth también se pone a revisar la habitación.

Utilizas tu magia para abrir el cofre. Tu mente está un poco cansada.

En el baúl encuentras un libro de magia y otro prergamino. Para examinar el libro necesitarás unas cuantas horas, pero el pergamino lo identificas, tiene un hechizo de SANCTUM VIATAS "Tumba de los deseos", cuando se lee en alto, se crea un portal de teletransporte que lleva a la Tumba de los deseos. No sabes nada de ese lugar.

En los aposentos del rico noble encontrais joyas y oro, en cofrecitos y tras los cuadros. Hay suficiente dinero como para pagarle a vuestro patrón (las 300 monedas que os pidió) y además os queda un buen pico para repartir entre vosotros.

Mientras seguis saqueando vilmente la habitación, escuchais alboroto afuera. Os asomais y veis a unos guardias de la ciudad encabezados por un tipo de melena bastante fatigado. Los guardias son bastante temidos en la ciudad ya que su equipación es la mejor del reino y son entrenados desde niños para protejer el orden en la ciudad.

-Sí! Han entrado para asesinar a nuestro señor Sandro! Vayamos a por ellos!

 Hugh atisva, medio escondido por la ventana, atendidendo los sonidos.

 - Chicos, las cosas se ponen feas, muy feas, es el momento de largarnos. Pues imagino que no estaís lo suficientemente locos como para plantar cara a la guardia de la ciudad, verdad?

El lagarto se alegró al recibir su parte del botín, pues acababa de romperse su preciado arco. Cuando comenzó a revisar debajo de los muebles, escuchó unas voces nada discretas que provenían de afuera.
Uh. No estoy asustado, pero creo que deberíamos hacer retirada discreta. ¡Vamos!

Dicho esto, comenzó a correr por donde vino, y de un salto bajó un par de escalones. El resto los bajó lo más rápida y ágilmente posible.