Partida Rol por web

Esa sensción que hasta ahora os había invadido, cada vez que habíais subido a un piso superior, estaba menguando. La sensación mágica en vuestro interior cada vez era más limitada. En cambio, notabais a cada peldaño que subíais como el mal crecía a vuestro alrededor.

Sabíais que aquello no estaba bien, estaba claro que tendríais que destruir la torre, y que cuanto más avanzabais entre sus pisos, niveles, habitaciones y acababais con sus monstruos estabais un poco más cerca de llegar hasta el final.

Vuestros compañeros habían preferido descansar en los pisos inferiores, ahora, tras terminar de subir todas las escaleras, estabais los tres solos ante un largo corredor que no parecía tener fin.

No se si alegrarme porque esta planta no nos conceda nuevos dones mágicos dije al no recibir ningún tipo de poder tras llegar al último peldaño de esa planta.

Si todo se va complicando, esta planta será más dura que las anteriores. Me pregunto cuántas quedaran...

El mal inunda esta zona, seguro que no debe quedar mucho. Veamos que nos depara el destino

Avanzais por el oscuro pasillo tratando de alcanzar la puerta. La sensación mágica y malvada de la torre os hace que os de la sensación de que aquella puerta está sumamente lejos y que cuanto más andáis más lejos la sentís. Era un efecto sorprendente y que hasta ahora no os habíais encontrado. Sin duda, aquello no era nada bueno.

Una sensación maligna rodeaba a Stanley. La notaba intentando meterse en su ser, tocar sus huesos, llegar a su alma.

Seifer comienza a correr por aquel pasillo hasta que llega un punto en el que se da cuenta que jamás alcanzará esa puerta y que lo más probable es que sea algún tipo de hechizo, pero cuando deja de intentar buscarla se da cuenta de que hay más posibilidades, cuando toma otro de esos caminos posibles termina cayendo por un precipicio.

Sigues corriendo por aquel pasillo, parece que llevases corriendo durante horas, pero a pesar de ello aguantas la marcha forzada. De pronto notas como bajo tus pies se abre una trampilla que evitas dando un salto en carrera. Cuando miras hacia el frente la puerta parece estar más lejos que antes. Y cuando miras hacia atrás, te das cuenta de que ya no está allí la escalera de bajada.

Pero no solo no está la escalera, si no que Seifer y Urkk tampoco están.

Aquello era de locos, y encima ahora se encontraba solo.

¡Maldita torre!

Urkk avanzaba receloso, intimidado por las cosas que no llegaba a comprender siempre se sentía molesto en presencia de la magia. Esta maldita torre había probado su resistencia en mas de una ocasión, ahora solo albergaba el deseo de temrinar de raíz con el poder de la maldita torre. 

Una nueva trampa se materializaba bajo sus pies mientras corrías por aquel interminable pasillo. Podías notar como el esfuerzo físico iba consumiendo lentamente tu energía vital, hasta que, de pronto te sorprendiste. Y entre tus manos pudiste notar el pomo negro de una gran puerta de piedra de doble hoja.

Muy distinta a la que habías visto en aquella primera ilusión.

Sigues corriendo por aquel pasillo, parece que llevases corriendo durante horas, y vas notando como aquel pasillo, lentamente te iba consumiendo la energía que aún te quedaba. De pronto notas como bajo tus pies se abre una trampilla que evitas dando un salto en carrera. Cuando miras hacia el frente la puerta parece estar más lejos que antes. Y cuando miras hacia atrás, te das cuenta de que ya no está allí la escalera de bajada.

Pero no solo no está la escalera, si no que Seifer y Stanley tampoco están.

El Orco se volvió adelante y atrás, estaba confundido y mareado. Pero sobretodo estaba muy cabreado. Vociferando decidió seguir adelante, sea como fuere aquel pasillo no podía vencerle. 

Una nueva trampa se materializaba bajo sus pies mientras corrías por aquel interminable pasillo. Podías notar como el esfuerzo físico iba consumiendo lentamente tu energía vital, hasta que, de pronto te sorprendiste. Y entre tus manos pudiste notar el pomo negro de una gran puerta de piedra de doble hoja.

Muy distinta a la que habías visto en aquella primera ilusión.

Esa sensción que hasta ahora os había invadido, cada vez que habíais subido a un piso superior, estaba menguando. La sensación mágica en vuestro interior cada vez era más limitada. En cambio, notabais a cada peldaño que subíais como el mal crecía a vuestro alrededor.

Sabíais que aquello no estaba bien, estaba claro que tendríais que destruir la torre, y que cuanto más avanzabais entre sus pisos, niveles, habitaciones y acababais con sus monstruos estabais un poco más cerca de llegar hasta el final.

Tras terminar de subir todas las escaleras, estabas completamente sola ante un largo corredor que no parecía tener fin. Y allí no había ni rastro ni de Stanley ni de Urkk.

Parecía que había llegado a algún punto de destino. Algo tangible y a lo que se podía aferrar.

Sin pensárselo giró el pomo de aquella puerta e intentó abrirla.

El orco deseaba quitarse aquella opresión de encima cuanto antes, con el pecho recogido y la respiración entrecortada giro repetidas veces el pomo de la puerta con la intención de abrirlo y cruzarla cuanto antes. Aquella maldita habitación le había consumido sus energías necesitaba salir de allí.

Finalmente conseguís atravesar la puerta que tanto os había costado cruzar. Desgraciadamente ahora estabais en un estado casi lamentable para seguir avanzando por la torre

Afortunadamente la torre os había dejado un par de camas en esa habitación para poder descansar y recuperar fuerzas. Más allá había otra puerta por donde continuar avanzando.