Partida Rol por web

Es de ese tipo- piensa Kaalim mientras esta vez apunta al pecho de la criatura para lanzar su conjuro. Sin embargo, debía estar atento, al fin y al cabo su energía era limitada. 

Si cortáis una cabeza, cerrar su muñon con fuego, eso impedirá que sigan creciendo mas- dice.

La rabia hace hervir mi sangre al ver salir de los muñones del cuello sendas cabezas. Algo en mi interior vibra como nunca había sentido. Es la torre. Lo sé. Apreto la mandíbula intentando retener la magia. Pero a la fuerza, como guiada por un poder superior a mis propios músculos y a mi férrea voluntad dracónica, las palabras de poder brotan por mi garganta.

Automáticamente me cubro con el escudo y doy un paso atrás. Por el Gran Dragón Rojo, que el hechizo no nos mate a todos...

El poderoso guerrero Orco recogió sus cadenas con un fuerte tirón, aprovechando el movimiento para hacerlas bailar sobre su cabeza. Cuando la criatura regeneró su cuerpo allí donde había sido cercenado Urkk soltó un chillido agudo y penetrante, como una bestia lupina en el extasis de la luna. El aullido terminó en otra carcajada como la de antes, los ojos de Urkk parecían desorbitados por el frenesí del combate.

-Hati anda akan menjadi...-vociferó Urkk antes de desatar su poderoso golpe contra el pecho del animal -milikkuuuu!!!

Mal siente la energía de la torre y entonces comienza a murmurar unas palabras: Intenta contenerse y de pronto una bestia aparece de la nada, posee el torso y los cuartos traseros de un caballo y las patas delanteras, alas, cabeza de un enorme águila. Esta parece estar ligada al pensamiento de Mal y a pesar del poco espacio que hay en la habitación la criatura estira sus alas y alza el vuelo dispuesta a atacar a la hidra con sus garras. El ataque es un éxito y logra clavárselas en su cuerpo.

Instantes después dos nuevas cabezas surgen de uno de sus cuellos, además de que parte de las heridas causadas al cuerpo comienzan a regenerarse.

Las tres cabezas que hay en aquel instante se reparten contra Mal y el hipogrifo. La bestia las esquiva con total naturalidad pero Mal no corre la misma suerte y uno de los mordiscos se clavan en su cuello. La sangre empieza a brotar y el chamán cae al suelo inconscientes. De pronto notáis como el aura del escudo de energía que recubría vuestros cuerpos desaparece.

Tras la crudeza de la situación Kaalim opta por continuar con su misma estrategia, solo que esta vez opta por golpear el cuerpo de la criatura, esta vez el rayo no logra impactar como debiera pues parece que ha logrado esquivar parte de él.

Stanley decide ayudar a sus compañeros y consigue que sus aliados se sientan más rápidos lo que les beneficia en el combate. Gracias a ello Urkk logra hacer una herida terrible en el pecho de la criatura, la cadena perfora el torso y la sangre brota por todas partes. 

Todo aquello no es suficiente y cuando la hidra ve como Roselina baja la guardia para invocar el poder de la torre esta ataca con cada una de sus cabezas. Pero la protección de la que dispone La Dama es casi inquebrantable no sufre ningún daño. Así que ésta comienza a absorber el poder de la torre y muchas sombras se acercan a su mano, cuando toca a su enemigo las sombras comienzan a dirigirse a todas y cada una de las heridas que habían causado sus compañeros.

La hidra pega tres grandes y potentes chillidos de dolor y cae al suelo totalmente muerta.

Ahora podéis continuar por la puerta que estaba custodiando vuestra enemiga.

Mierda, ¿qué está pasando? ¿dónde estoy? No puedo ver nada...

Tanta energía consumida casi deja sin fuerzas al guerrero. Pero eso no era lo importante ahora, uno de los suyos yacía en el suelo.....Mierda Mal, aguanta.- sus conocimientos en medicina eran pocos.

Dama, ¿puedes ayudarle??

Las sombras que habían aparecido para dar muerte a la bestia ya habían desaparecido, aunque dejando una gélida sensación en el ambiente, la misma que sensación que se arremolina en criptas o mausoleos y que se pega con una fuerza inusitada en aquellos que andan próximos a la muerte. Ese era el caso de Carlsson, poco a poco, veía como su alma decidía dejarnos para ir en busca de sus dioses. Es por ello que apesadumbrada, niego con la cabeza a la pregunta de Cardender antes de responder.

- La única magia que dispongo es la de ésta fatídica torre.

Resulta evidente que no me agrada la idea de no poder hacer nada para salvar al hombre.

Stanley miró a sus otros dos compañeros....¿Kaalim?, ¿Urkk?¿Podeis ayudarle alguno?

Lo siento, no soy especialista en el arte de la curación- responde- lo mejor que podemos hacer, si su estado es crítico es volver sobre nuestros pasos y llevarle a la sala principal. Quizás allí haya gente con mas capacidades para ayudarle que nosotros. 

Stanley no se lo pensó dos veces y cargó a Mal sobre sus hombros y volvió por el camino por el que habían venido.

Yo lo llevaré, a lo mejor el tal Kramoris pueda hacer algo por él. Esperadme o continuad, como veais. Me llevo a Rosenight para poder encontraros luego. Vamos chica, volvamos  con Drainee.

Sin mirar si sus compañeros le esperaban o le seguían, echó a correr cargado con Mal. No dejaría que uno de los suyos muriera si estaba en su mano evitarlo, otra vez no.

Rosenight enseguida comenzó a rastrear el olor de su dueña para poder llegar a ella y así curar a Mal. En cuanto lo percibe va deprisa hacia allí guiando a Stanley. Sin embargo tenía un mal presentimiento sobre algo.

Urkk respiraba de forma atropellada. Su mirada rojiza permanecía clavada sobre la criatura en el suelo. Aún parecía dominado por el frenesí del combate.

Con ojos desorbitados se acercó al cadaver arrastrando las cadenas, ignorando por completo a los demás que se afanaban con su compañero caído. Sus manos buscaban en su espalda a la altura del cinturón mientras recitaba de nuevo, en su lengua, aquella oración con la que comenzó el combate. 

Roh-roh adalah dengan saya.
Kematian adalah takdir kami.
Memberi atau cari ia.
Jadi saya datang ke sini.

Con su brazo derecho extrajo un gran trozo de metal moldeado en forma de cuchillo. Inclinándose sobre el cadaver de la hydra realizó un gran esfuerzo para volcarlo en una posición en la que dejase su pecho descubierto. Levantando el cuchillo con ambas manos gritó.

- ¡Kematian telah memberikan!... ¡Sekarang saya sebut roh Anda!.

Con la potencia de sus poderosos brazos descargo el cuchillo contra el pecho del animal. Sus movimientos toscos, espasmódicos y enloquecidos desgarraron, rompieron y resquebrajaron. La sangre brotaba a borbotones mientras Urkk como poseído se abría paso a través de la carne, enmarcándolo todo en un espectáculo grotesco.

Derrepente el orco se detuvo. Con un movimiento reverencial que contrastaba irónicamente con su anterior acceso de locura se levantó enarbolando un trozo de carne mas grande que su mano. Era el corazón de la hydra. 

-Yang kuat gruumsh. Terima menawarkan saya.- dijo con tono solemne antes de arrancar un trozo del corazón de un mordisco. 

Giro entonces hacía sus compañeros, con la sangre manando de su boca y ofreció el corazón a sus compañeros.

-Gran espéreto drágón mel cabesas pode bendesir a todosh- 

No era momento para costumbres bárbaras, o al menos yo así lo entendía, así que le dediqué una desaprovadora mirada al orco para poco después seguir a Cardender con muy pocas esperanzas.

Podemos investigar un poco mas la sala de la hidra y luego volver sobre nuestros pasos- le propone a Urkk- lo que esta claro es que no debemos avanzar mas solo nosotros dos. 

¿Que me dices?

Urkk se adelantó pasando delante de el hombre que intentaba hablarle. Con el corazón en la mano se apresuró a llegar a la altura del guerrero que transportaba al caído. 

-¡Pera!, ete no guanta mocho- Dijo mientras acercaba el corazón hasta el pecho de Carlson -Hay que tapa herida se queremo vivo.

Dejando el corazón en el suelo Urkk metió la mano entre los pliegues de su casaca buscando algo, en un momento saco un trozo de tela y se dispuso a tapar las heridas mas im0portantes de aquel hombre. 

Después del ritual que hizo Urkk tras matar a la hidra se acerca a Mal Carlsson tratando de vendar las heridas que tiene. Sus intentos son nefastos y no ayuda para nada a estabilizar a su compañero. Al revés el tiempo perdido hace que Mal continúe desangrándose.

Kaalim rebusca por la habitación en busca de alguna cosa de utilidad. 

Mientras tanto, la Dama Roselina y los demás toman el cuerpo inconsciente y se marchan en busca de Kramoris.