Partida Rol por web

Extraordinario dije al ver el nuevo camino. ¿Nos acercaría más a nuestro destino final? ¿Nos conduciría a la maldad de la torre? Solo había una manera de averiguarlo.

Adelante

Urrk miraba con recelo la puerta que se había abierto de la nada. sus otros compañeros parecían interesados en pasar por allí, pero el Orco esperó aún a que un par de ellos cruzaran el umbral para el atreverse a hacerlo. Cuando Seifer cruzó Urkk lo imitó con un gruñido, agitando sus cadenas en los brazos. 

Estaba tan atónito como Urkk.

-Bien hecho dice, si me la he encontrado de casu...- espera, déjalos que crean que eres un gran observador-. Hombre, gracias, no hay de qué- Sonreí a Seifer y Stanley, luego me puse tras el orco y le palmeé la espalda.- Yo tampoco me fío un pelo de este sitio.

Y antes de seguir miro bien a dónde nos estamos metiendo.

Una puerta escondida no resulta extraña en este lugar, pero la torre bien podía estar tendiéndonos algún tipo de trampa. O esa era la sensación que me daba éste maldito lugar.

La puerta estaba libre de trampas y llevaba a una sala de grandes dimensiones aunque esta se encontraba extrañamente vacía, sin adornos ni florituras simplemente libre de mobiliario. En la habitación había tres puertas, una hacia el sur otra que había al lado de la puerta secreta que habían encontrado y la tercera que llevaba hacia el norte y que en ella había un cuadrado verde idéntico al de la otra puerta. Lo más probable es que fueran la misma puerta.

Pero no estaban solos en aquel lugar, allí había tres criaturas custodiando cada puerta. Tres bestias parecidas a una pantera demacrada, con un pelaje negro azulado, seis patas y un cuerpo que es todo músculo y hueso. Un par de tentáculos que terminan en almohadillas cubiertas de crestas óseas brotan de sus lomos.

Stanley vio el peligro enseguida. Tres enemigos era un gran número, así que habría que trabajar en equipo para acabar con ellas de una en una rápidamente.

Para eso la clave era Urkk, el bruto de la cadena era el que más daño podía causar.

Vamos Urkk, a por los gatos.- dijo mientras se dirigía a por la pantera de la izquierda

Kaalim simplemente dejo paso a sus compañeros para el combate. Solo eran tres criaturas por lo que optó por dejar a sus compañeros luchar en el combate y guardar sus energías para otros enfrentamientos.

Urrk entró tambaleante y desconfiado por la puerta. Pero en cuanto Stanley llamó su atención sobre las criaturas su semblante dubitativo le abandonó, dejando paso a su impetu característico.

-¡¡¡Darah untuk Darah tuhan!!!- 

Soltó las cadenas de sus brazos con movimientos circulares y se desplazó hacia el centro de la sala, blandiendo las cadenas sobre la criatura que Stanley apremiaba.

Al ver a las criaturas trago saliva. Cierro los ojos y busco esa energía que la torre parece concederme. Vamos bonita, no me falles ahora.

Alzo las manos y dejo que el hechizo se materialice.

Agarré la espada con fuerza al ver a esas tres criaturas. No me acobardaría por nada, teníamos que llegar al final de todo esto.

Con una mezcla de grito y gruñido, me lancé sobre la criatura que tenía más cercana, y golpeé con fuerza

Avanzo firme con la firme intención de impedir que pudieran llegar a flanquar a cualquiera de nosotros y temrino por lanzar un fuerte espadazo contra una de las criaturas.

Seifer fue el primero en abalanzarse sobre una de las criaturas pero erró en su ataque y le devolvió el ataque golpeándole en un brazo. Las otras dos atacaron a Urkk y a la Dama Roselina, el orco logró esquivar mientras que la Dama recibió otro impacto.

Urkk trataba de moverse hacia el centro de la sala pero una de aquellas criaturas ya le había dado alcance y moverse era bajar la guardia, algo que no permitiría el orco así que prefirió golpearle con su cadena y cuando justo estuvo a punto de impactar la criatura se desvaneció por un instante y el ataque falló. 

Carlsson aprovechó la oportunidad que le brindaron las criaturas puesto que ninguna le atacó a él y aprovechó para canalizar el poder de la torre sobre él. De pronto notó como su magia invadía su cuerpo y poco a poco se iban materializando tres perros celestiales justo en el lugar que había pensado.

Stanley apoyó al orco en sus ataques y este imbuyó su arma de energía ácida haciendo el impacto fuera más doloroso, por suerte esta vez la criatura no se desvaneció y el atacante logró encajar el golpe de forma certera.

La Dama se protegía de manera eficaz contra la criatura, no lograba flanquearla puesto que le atacaban pero sí lograba impactar y herir a la criatura.

Kaalim se mantenía al margen esperando el momento preciso para lanzar sus ataques en caso de que fueran necesarios.

Aquello había enfadado a Urkk. ¿Como era posible que su golpe hubiese llegado perfectamente al dorso de la criatura y esta se hubiese desvanecido como si nada? Todo su cuerpo se tensó en un momento, apretando la cadena tan fuerte que un ligero goteo de sangre emanaba de sus manos, el cuello se tensó revelando dos gruesas venas en su garganta y los ojos se le inyectaron en sangre.

-¡¡¡BOOOOOOOOOOOAAAAARRRRRRGGGGGGGG!!!-

Sin perder la concentración y la fuerza, volví a atacar. Era vital acabar con esas criaturas cuanto antes

El guerrero volvió a usar el arma contra el extraño animal

Vuelvo a atacar a la misma criatura, aunque resulta obvio por el resultado de mi tajo que intento permanecer más tiempo protegida por el escudo que intentando alcanzar a mi oponente. Por fortuna, la torre tiene a bien no ponernos las cosas muy dificiles para acabar con ella y permite la entrada de más criaturas que parecen ponerse de nuestro lado.

Kaalim empieza a murmurar unas palabras y vuelve a surgir de sus manos un rayo de fuego que se dirige directamente hacia la criatura en la que se encuentra trabada Dama Roselina.

Vaya, esperaba otro grifo como ya ocurrió contra la hidra, pero supongo que no controlar aquel poder tenía aquellas consecuencias.
-¡Perros! ¡A él!- les grito indicándoles el bicho que ataca a Dama.- ¡Y ahora todos, ánimo joder!
Me concentro y evoco el regio poder del dragón, sonrío y ataco al bicho que ataca a Dama.

Seifer volvió a asestar de nuevo un espadazo contra la criatura, esta titileó por un instante pero el muchacho fue capaz de encajarle el golpe y herirla.

A continuación las criaturas volvieron a atacar de nuevo, la armadura de Urkk protegió las acometidas y la Dama Roselina esquivó los ataques, pero Seifer no sufrió la misma suerte y recibió un nuevo impacto con los dos tentáculos que le salían del lomo.

Urkk y Stanley descargaban sus ataques contra otra de las criaturas y, de nuevo, justo cuando iban a golpear, la bestia se volvía a desvanecer haciendo que las cadenas de Urkk golpearan la pared que tenían al lado. 

Los perros que convocó Mal rodearon a la criatura y comenzaron a lanzar varios mordiscos sobre ellas, además Mal y Roselina aprovechaban el flanqueo obtenido para encajarles algunos golpes, pero con cada ataque la criatura parecía desaparecer y aparecer en un instante evitando así que la dañaran.

Kaalim por su parte descargaba un rayo de fuego sobre la criatura que tenían rodeada pero una vez más la criatura lograba desvanecerse y el poder por poco impacta a uno de los perros.