Partida Rol por web

Había estado pendiente de toda la acción con una ceja alzada, que menos, en un principio aquel ninja le había trasmitido un aura de respeto, como si fuera Batman, pero al final resultaba más una especie de Booster Gold. El justiciero tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no llevarse la palma de la mano a la cara en más de una ocasión. Pero finalmente la situación se tensó todo lo que podía, la chica salió disparada mientras el monstruito hacía lo propio con el científico como si fuera un saco de patatas.

-Ufff... niños...- Dijo para si mismo sin dejar claro a quien se refería.

Dicho aquello el hombre se levantó, se sacudió el polvo y entró tranquilamente en el local a sabiendas que aquello podía acabar a tortas.

-No tenemos tiempo para más tonterías.- Dijo entrando tranquilamente mientras se ajustaba el traje.- Vamos a llevarnos a ese borrachuzo.- Dijo con un tono bastante autoritario.- Y ustedes nos lo van a permitir, a no ser que quieran oponerse a los deseos de Superman.

Le fastidiaba usar el nombre de Superman y no el suyo propio, pero era consciente de que su nombre no era nada en comparación con el del kryptoniano, y que estando en Metropolis, puede que incluso aquellos gañanes mostraran respeto por la figura del héroe de su ciudad, aunque tampoco tenía tiempo para entrar en detalles.

Metrópolis, turno 14

A pesar de que uno de los moteros intenta quitarle la máscara a Shadow, éste sigue hablando acerca de apostar la salida de Dunlay en la partida de billar. Con sus reflejos no le supone un problema evitar la mano que intenta desenmascararlo, y hace un quiebro y una vuelta antes de terminar frente a la mesa golpeando una bola.

Puede que su intento de confraternizar hubiera tenido éxito, (o puede que no, hubiera sido difícil ya que la cosa se está saliendo de madre), pero eso nunca se sabrá.

De repente el sillón junto a Thomas Dunlay sale por los aires cuando un fulano feo y enorme aparece desde ninguna parte, (desde un ratón en realidad), y coge al científico sobre el hombro, dirigiéndose a la puerta. Los moteros presentes se sorprenden bastante, y con los ojos abiertos como platos se llevan las manos a los bolsillos, a los pantalones, al cinturón o a cualquier sitio en el que lleven cuchillos o pistolas. Una de las putillas del fondo pega un chillido y desaparece en el (proverbialmente sucio) baño de señoras de la tasca.

Pero ahí no acaba la cosa. De repente la puerta de entrada se abre a tanta velocidad que casi se sale de sus goznes, y una figura pequeña, de tez color café claro y montada sobre unos borrones tecnológicos, (hola, Tass), entra a toda velocidad y libra a Clone de su carga.

Se genera un extraño impasse en el local, con Clone junto a la puerta un tanto desconcertado, Shadow junto a la mesa de billar, y una veintena de matones armados hasta los dientes apuntándoles con sus armas alternativamente. Parece que se va a montar la de San Quintín cuando Moonshine atraviesa la puerta con tranquilidad, tirándose de las mangas y ajustándose el uniforme. De casualidad, un nuevo tema comienza a sonar en el garito.

Un viento entra por la puerta recién abierta, y agita el caro traje blanco de Moonshine mientras él suelta; "No tenemos tiempo para más tonterías, vamos a llevarnos a ese borrachuzo. Y ustedes nos lo van a permitir, a no ser que quieran oponerse a los deseos de Superman".

Los matones parecen algo desconcertados, y se miran entre ellos intentando encontrar a alguien que les diga qué hacer. El barman toma la palabra. "Bueno... dicen que él está ahí arriba, intentando cerrar ese esfinter del infierno o algo... y a nosotros tampoco nos gusta esa mierda, ¿eh?".

Otro de los más grandes asiente. "Además no queremos más problemas con ese tío, ya nos cruzamos una vez con él*". El grupo de matones se retira un poco, y los tres salís del garito sin haber roto ni un vaso.

Diez minutos después os encontráis con Tass en un descampado cercano, mientras Thomas Dunlay esparce la cena de ayer sobre unas bolsas de basura después de la carrerita que la joven le acaba de proporcionar. Un poco más sobrio, os mira algo tambaleante y termina fijando la vista en Clone.

(Sigue...)

"¡Tú, es tu culpa!", afirma. "¡Me cité contigo, ahora esa cosa ya es demasiado grande, ha abierto ese túnel interdimensional y estamos... estamos condenados!", termina sollozando y cayendo de culo contra una oxidada alambrada.

(Sigue...)

Parece que el bueno de Thom está en malas condiciones para hablar. ¿Lo interrogaréis de todas formas?. ¿Lo consolaréis?. ¿Le daréis de patadas en el culo?. Es vuestro turno, y vuestra decisión.

Salgo caminando mientras saludo a los del bar, tras Clone transformado y la aparición de Moon parece que la situación se calmó del todo. Fuera observo como Dunlay parece echar la culpa a Clone pero él es el que ha abierto el portal y él debe cerrarlo.

- Creo que sería mejor meterle la cabeza en una fuente y ver si espabila...necesitamos que nos diga cómo cerrarlo si él no puede...Clone tú que lo conoces mejor...¿en su lugar de trabajo puede haber algo que nos ayude a cerrarlo? Algo que pasaras por alto por la urgencia de la situación... - comento mirando a Clone.

Dunlay no puede ser interrogado en ese estado pero es necesario, sólo el miedo puedo hacerle superar la borrachera. Aún recuerdo cómo se me pasó a mí la que llevaba cuando mi aparecer a mi madre con la zapatilla al llegar a casa arrastrado tras una noche de fiesta. Hay que meterle miedo...

- Hay una forma para que espabile y es metiéndole miedo...mucho miedo...como enfrentarse a la furia de Supermán.

Clone miró al ninja tras haber escuchado la acusación del científico. Había llegado tarde a la cita pero ahora no le iba a dar vueltas porque había que encontrar la forma de cerrar aquello. El hombre miró fijamente a Dunlay conteniéndose para no soltarle un sopapo, más que nada porque si perdía el control de su propia fuerza podrían haber consecuencias muy graves.

- Thomas, aún estamos a tiempo para cerrar ese portal. Superman ya está avisado y quizá podamos contar con otros héroes. Estamos a tiempo, así que tan sólo reponte y dínos qué hacer o dínos dónde está tu laboratorio para leer tus notas. ¡Ahora!

Le gritó porque no parecía reaccionar y era urgente que abriera la bocaza. 

No sabía como, pero habían conseguido enteros del bar sin liarse a mamporros, la verdad era que la situación allí había sido de lo más tensa. El vigilante se despidió educadamente de los caballeros que regentaban aquel tugurio y siguió a sus compañeros sin perder más tiempo.

Durante el camino aprovechó para repasar las actitudes de sus compañeros, para empezar el motero había desaparecido, aunque le había quedado claro que era el más extraño de todos, por no hablar de el que era más difícil de controlar.
El resto había actuado de una forma bastante poco profesional, y aunque habían demostrado ciertos recursos, dejaban mucho que desear individualmente, y aun más como equipo.

No pudo menos que arrugar la nariz al ver al doctor devolviendo, era un hombre peculiar, por no decir que daba bastante vergüenza ajena, si el mundo dependía de él, estaban jodidos.

No intervino en el "interrogatorio" o lo que fuera aquello, pero como el doctor no respondiese rápido tendría que tomar algún tipo de medida.
Había acusado al bicharraco de ser el culpable, y aquello no le gustaba un pelo, pero tampoco ahí tomo partido, ya habría tiempo para discutir y ver hasta que punto estaba implicado, o a que el maldito doctor respondiera por sus actos. Pero ahora mismo lo importante era que aquel enorme ser era el mejor posicionado para convencer al doctor para que les ayudara a cerrar aquello.
Gracias a los segundos que tenía mientras sus compañeros hablaban con el doctor, Moonshine se fijó en la joven patinadora.

-Hey.- Dijo sin más para llamar su atención.- ¿Estás bien niña?

Al fin y al cabo seguía sin entender que hacía allí en medio una niña en patines, y le preocupaba que toda aquella situación la superase. Aunque claro, él mismo se sentía superado, estaban colaborando con al hombre de acero ni más ni menos.

Tras sacar al hombre de nuestro supuesto altercado, y digo supuesto porque al final se quedó en eso, espero a mis compañeros en un descampado sin mediar palabra con el científico. No parece estar en un buen estado y entre vómito y vómito no entiendo muy bien sus balbuceos.

Cuando ya todos están conmigo permanezco callada mientras ellos se encargan de interrogarle para sonsacar algún tipo de información sobre como cerrar los portales. Tengo conocimiento sobre ciencia pero no sé si este llegaría a tanto y menos sin tener más información. Quizá sea buena idea ir al laboratorio de Dunlay e investigar. Cuando voy a tomar la palabra el caballero blanco se me acerca algo preocupado por mí.

-Si... Estoy bien.- le miro extrañada, "¿por qué se preocupa tanto por mí? ¿Me conocerá? ¿Quién hay tras esa máscara?" pienso bastante interesada por la identidad del hombre.

-Estaba pensando. Quizá sea buena idea ir al laboratorio de Dunlay e investigar, tengo buena mano con la ciencia y quizá pueda encontrar alguna solución o ayudar al jefe.- señalo al hombre ebrio que más que un científico parece una persona acabada.

Metrópolis, turno 15

No podéis evitar mirar hacia arriba cuando algunos rayos comienzan a asomar entre las nubes rojizas y violetas, tiñéndolo todo de extraños colores. En el barrio deprimido en el que os encontráis nadie se atreve ni a salir de casa; en las calles a vuestro alrededor sólo estáis vosotros y algunos viejos automóviles aparcados. El agujero sobre vuestras cabezas se ha abierto todavía más, e incluso a la figura roja y azul que se mueve como un relámpago parece costarle mandar de vuelta la ingente cantidad de criaturas que están saliendo de él.

Thomas Dunlay es un guiñapo contra una verja oxidada, y cuando Shadow habla de meterle miedo parece temblar todavía más. Finalmente recurre a Clone, que se dirige directamente a él.

"Thomas, aún estamos a tiempo para cerrar ese portal. Superman ya está avisado y quizá podamos contar con otros héroes. Estamos a tiempo, así que tan sólo reponte y dínos qué hacer o dínos dónde está tu laboratorio para leer tus notas. ¡Ahora!"

(Sigue...)

El científico acabado se levanta tambaleante y todavía algo borracho. "Yo... pensé que podría acceder a una fuente de energía limpia... sólo quería arreglar las cosas...". Se encoge de hombros, con un sonoro eructo alcohólico. "Pero la energía tenía dueño... una cosa interdimensional, me expulsó de mi laboratorio... casi me mata... y comenzó a traer energía de su dimensión, a crecer... yo no podía pararla, por eso te llamé", le dice a Clone.

Después señala hacia una bocacalle cercana, con algunos periódicos de hace dos días revoloteando en el aire generado por el anormal accidente atmosférico. "Esa cosa ya es demasiado grande, ni siquiera sé si vosotros podéis pararla. Está generando todo ésto, y lo seguirá haciendo si no acabamos con ella. Si no la elimináis las nubes seguirán extendiéndose, y aparecerán otras entradas para sus huestes. Acabará con el mundo", se estremece.

"Mi laboratorio está siguiendo esa calle. Es la zona más cochambrosa y abandonada de este barrio, ya nadie pasa por allí. Sólo tenéis que seguir las anormalidades, a medida que os acerquéis habrá más viento y olerá más a ozono. Yo... yo no quiero acompañaros. Ese monstruo me conoce, me matará si me ve...", termina.

(Sigue...)

Podéis liberar a Thomas, retenerle u obligarle a ir con vosotros; él está demasiado borracho y derrotado como para resistirse a vuestra decisión. Con o sin él, os adentráis en las calles más deprimidas de este barrio deprimido, en las que os encontráis varios bloques de viviendas abandonados y ruinosos, algunos con los techos hundidos y las paredes combadas.

Una vez explicado, lo cierto es que no os es difícil detectar un extraño olor eléctrico en el aire que se hace más fuerte a medida que os encamináis en determinada dirección. Finalmente llegáis a un complejo industrial totalmente abandonado, lleno de suciedad y de basura. Un almacén central, grande y fabricado con metal corrugado, se levanta al otro lado de las vallas metálicas, tan deterioradas que no es difícil encontrar agujeros por los que colarse.

Aquí hay un olor penetrante a ozono inundando toda el área. La estructura metálica en la que se encontraba el laboratorio de Dunlay tiene algunas claraboyas en el techo, desde las que se ven fogonazos de luz ultravioleta. Tiene dos puertas; una grande, frontal, del tamaño suficiente para que entre un camión, y otra detrás, de servicio, a la que se llega a través de una escalera metálica.

Sabéis por Dunlay que ambas puertas pueden abrirse sin llave, y que el interior del lugar es un espacio diáfano en el que se amontonaban mercancías en el pasado. Cuando él huyó lo que había era material tecnológico y científico, pero cree que la cosa que le atacó, y que está generando la situación, lo habrá destrozado todo. Lo único que puede deciros de la criatura es que tenía el aspecto de un gusano grande, y que pulsaba y crecía continuamente. No sabe el tamaño ni el poder que puede tener actualmente, pero supone que mucho.

¿Cómo os aproximáis al almacén?. ¿Qué entrada utilizaréis, principal o trasera?. Para llegar a las claraboyas sería necesario trepar, (tirada de Fuerza vs dificultad 4), o usar algún poder. ¿Lleváis con vosotros a Dunlay?. ¡Es vuestro turno, y vuestra decisión!.

En algún momento del trayecto hacia el abandonado complejo industrial recibes una llamada entrante de Sophia, que te manda un vídeo en tiempo real del edificio de Lexcorp en la ciudad, (a unos veinte minutos en coche de aquí, sin tráfico, aunque probablemente Tass podría llegar mucho más rápido). Escuchas la voz en off de tu ayudante mientras ves las imágenes de un hombre ataviado con una armadura azul y dorada que llega a la azotea del edificio saltando desde un helicóptero, y que recibe varios balazos de guardias de seguridad cuando aterriza. Las balas parecen rebotar en una especie de campo de fuerza.

"Jefe, parece que alguien está aprovechando la situación para llevarse algo sin permiso". Mientras el hombre de la tecno-armadura reparte unas ostias como panes y deja inconscientes a los guardias, el helicóptero aterriza y de él emergen media docena de operativos con pasamontañas y portando armas automáticas. El grandote de la armadura se acerca a la puerta de seguridad de la azotea, y dos hojas afiladas emergen de sus antebrazos. Se ve cómo recorta la puerta como si fuera una lata de sardinas, y él y sus hombres entran en el interior. "Lo llaman Agente Libertad o algo así, jefe. Lidera una fuerza crítica con el gobierno de Luthor, que lleva ya varios golpes contra sus infraestructuras. Roban tecnología y dinero de Lexcorp, y lo usan para sus propios fines y para ayudar a los más desfavorecidos. Legalmente son delincuentes, pero tienen cierto apoyo social... comprensiblemente", termina. "Probablemente ya hayan avisado a la policía, pero... ¿intento contactar con la Liga o la Sociedad? ¿Para ésto o para... lo que sea que estoy viendo a través del visor de su traje?".

Vale que el científico era bienintencionado pero eso era una gran cagada, mucho mayor que el que él se hubiera retrasado. Había hecho caso omiso a sus acusaciones porque no servía de nada ponerle las cosas claras. Había que detener ese flujo de energía.

- No nos dices la forma de detener la energía así que entiendo que es destruyendo las máquinas. ¿Alguna es más importante que las demás?

Le decía a Dunlay esperando que le confirmara aquello porque había que tener al menos una mínima pista.

- Podemos entrar por la puerta trasera, sería menos visible, y Thomas, nos puedes esperar allí por si te necesitamos. No te largues y de hecho, si te abrimos paso, quizá puedas parar tus aparatos tú mismo. Podrás demostrar a todos en Metrópolis que los tienes bien puestos.

Había que darle un empujón a ver si reaccionaba con un poco más de valor. Un poco de reconocimiento quizás le llamaría la atención.

Podía seguir hablando pero seguro que el resto tenía cosas que decir, así que prefirió esperar.

"¿Aparatos?", se pregunta entre borracho y confuso. "Mis aparatos estarán destrozados, es a ese enorme gusano al que tenéis que destruir si queréis que deje de invocar singularidades...".

Moonshine estuvo casi más pendiente al comunicador que a lo que pasaba allí mismo, aquel tipo había elegido el momento perfecto para encararse con Luthor, pero el gusano aquel parecía el problema más apremiante.

-Contacta con todos los grupos de superheroes, tanto para eso como para nuestro problema más apremiante.- Dijo serio a su compañera del otro lado del comunicador.- Nosotros ahora mismo no podemos encargarnos de cuidar los bienes de Luthor.

Aunque aquel asunto no le hacía ni pizca de gracia, había algo muy raro en todo aquello.

-Perfecto,- Dijo entonces volviendo a la conversación de sus compañeros.- Entonces solo tenemos que enfrentarnos a un extraño gusano.- Ironizó el hombre.- Muy bien, iremos por la puerta de atrás, y que nadie haga ninguna tontería. Lo primero es evaluar la situación.- Entonces miró a la muchacha.- Si algo va mal quiero que saques al doctor borrachín lo antes posible y te pongas a cubierto.

No le gustaba ni meter a la cría en algo tan peligroso, ni a un civil, pero desde luego si había que hacer algo científico no parecía que nadie más estuviese capacitado, por mucho que el tuviese su contacto al otro lado de la linea o una empresa para apoyarlo. Además estaba convencido de poder protegerlos.

La idea de enfrentarme a un gusano gigante no es que me hiciera mucha gracia, pero si con ello terminábamos con esto podría descansar.

- Bueno si nos vamos a enfrentarnos al gusano debemos planearlo bien...sobre todo para que no se descontrole la situación. Yo puedo atravesar paredes por lo que podría echar un vistazo sin necesidad de abrir una puerta que puede generar ruido...

Digo mientras pienso en el siguiente paso que podríamos dar. Debido a mi intangibilidad podría incluso ser el cebo para atraerlo hacia algún sitio concreto donde poder atacarla. 

- ¿Qué tipo de empresas había o hay por esta zona?  - le pregunto a Dunlay esperando a ver que recuerda. No vaya a ser que las naves de al lado sean de productos químicos y liemos una parda.

Froto las manos al escuchar que tendremos pelea y no una cualquiera sino CONTRA UN GUSANO GIGANTE. Alucinante. Mi primera batalla como superheroina y es contra un gusano gigante de otra dimensión. -¡GUAU!- digo en voz alta sin darme cuenta que me escucha el resto. Echo la mirada al suelo algo avergonzada de mi actitud infantil.

-No te preocupes, si algo se pone feo pondré a cubierto al científico y no solo a él. A todos.- guiño un ojo al caballero de blanco.

-Por mi bien la puerta de atrás pero... Deberíamos saber antes algún punto flaco de la criatura, quizá tiene alguna debilidad, algo que le haga más daño. Dunlay ¿sabes algo? ¿Qué clase de energía trae ese ser? Quizá podamos neutralizar ese tipo de energía con otra y así anular su fuerza para acabar con él.- mi mente piensa como un ratón de biblioteca pero ¿y si quizá funcionase algo así? -Tranquilo profesor, yo le mantendré a salvo.- pongo mi mano en su hombro con cierto reparo, ese olor a alcohol me echa un poco para atrás y es que en ese viaje a toda velocidad sujetándolo me había embriagado un poco.

Metrópolis, Turno 16

Dado que actuais como si el Dr. Dunlay se encontrara presente presupongo que lo habéis llevado con vosotros. Os ha guiado correctamente hasta su antiguo laboratorio, pero lo ha hecho con expresión cansada y arrastrando los pies. Una vez allí el científico parece mucho más tranquilo cuando Clone le propone quedarse fuera de la enorme nave industrial, y se da una carrerita ebria hasta detrás de unos contenedores; cuando apoya la espalda en ellos se desliza hasta sentarse en el suelo, y se queda mirando una botella de cerveza medio vacía tirada en el suelo. Os da la impresión de que se la va a beber cuando no miréis.

Tanto Clone como Moonshine parecen decidirse por la puerta trasera, así que se dirigen a ella caminando. Sombra y Tass se acercan de nuevo al borracho y le hacen algunas preguntas;

(Sigue...)

"¿Empresas?", pregunta algo aturdido mirando el misterioso interior de la capucha de Shadow. "La mayoría eran almacenes, y había una cementera un poco más allá. Nada peligroso", se encoge de hombros. Después pasa a responder las preguntas de Tass; "¿Otra energía?. No sé, es una fuente de energía alienígena. No sé si hay algo que la contrarreste, como el agua al fuego o algo así. Ni qué debilidades puede tener esa cosa. Yo no estudiaba las formas de vida de esa dimensión, sólo la posibilidad de extraer energía de su medio ambiente", suspira.

Después echa la mano a la botella de cerveza y da un largo trago. "Quizás ése fue mi error".

(Sigue...)

Aunque Shadow se ofreció a hacer un reconocimiento el 50% del equipo votó por utilizar la puerta trasera, así que el corpulento mutante y el elegante hombre de blanco llegan a las escaleras metálicas que suben hasta la puerta trasera y comienzan a subirlas todo lo sigilosamente que pueden.

Tras la infructuosa conversación con Dunlay, Shadow emerge misteriosamente de la sombra que hay bajo las escaleras y Tass llega como un borrón, levantando algo de polvo, y ambos suben también los escalones de rejilla metálica.

Como no habéis detallado quién es el que sube primero las escaleras el héroe de cabeza será el que dio la idea en primer lugar, Clone. A medida que os acercáis notáis cómo una extraña vibración de perfil bajo sacude el metal corrugado que forma la nave industrial desde el interior, y cómo unas extrañas luces ultravioletas de gran potencia parpadean por las claraboyas que hay en la parte superior del edificio, todo ello acompañado por un zumbido de aspecto eléctrico, permanente y casi inaudible bajo el fuerte viento.

El mutante llega hasta la puerta, también de metal, y acerca su manaza dispuesto a abrirla cuando, debido a su peso, parte del escalón sobre el que se encontraba cede con un crujido seco, "Crack", y un sonoro chirrido, "Ñieeeec", hasta que el héroe aparta el pie y pasa al siguiente escalón.

Os miráis esperando los próximos acontecimientos, y os dais cuenta de que poco a poco el zumbido del interior de la nave se va apagando, y la vibración que hacía temblar las paredes desaparece. Los tonos rojizos y violetas de las nubes sobre vosotros parecen apagarse al mismo tiempo, y el agujero en expansión que se estaba abriendo también deja de hacerlo, aunque las criaturas siguen entrando por él, (y siendo rechazadas a tortazo limpio por la figura azul y roja que se desplaza volando por el cielo). Las luces ultravioletas que surgían de las claraboyas también han desaparecido.

Entonces todos sentís una voz extraña y hueca en vuestras mentes. Os dais cuenta de que, sea lo que sea lo que la emite, lo hace directamente en el interior de vuestro cerebro. Lo único que se escucha es el viento.

(Sigue...)