Partida Rol por web

La música de la banda invitada sonaba en todo el lugar, tenue y segura mientras el bar comenzaba a moverse más y más.los pedidos de cervezas y algun que otro licor eran tan incistentes que las camareras no tenian un minuto de descanzo.

Habias entrado al rededor de las 21 horas y ya siendo las 22:30 el bar se movia como un dia cualquiera aunque hoy parecia diferente.... nuevas caras en la ciudad y mira que tu las recordabas casi todas..

- Hey Camille!!! cuatro jarras para la mesa 15!!! - Grito Sam desde la barra

-¡Voy para allá!-respondo, casi chillando a Sam, mientras terminaba de servir otro de los pedidos previos en una mesa cercana a la barra.

Cuando terminé me dirigí hacia Sam, moviéndome lo más rápido posible -embutida en el absurdo uniforme que me obligaban a llevar-, que me esperaba con la bandeja de cervezas, la cual cogí inmediatamente. Me fuí derecha hacia la mesa quince, y empecé a posar las cervezas con delicadeza.

Un grupo de sujetos ya al ver la cantidad de jarras alli sabias que algo ebrios estaban.... uno de ellos te miro como si te deborara con la mirada..

- Hey hey lindura a que hora sales de trabajar, quizas tu y yo podriamos ya sabes.... tomar unos tragos -

Veias como el resto le alentaba con silbidos y alguna que otra guarrada..

- Anda di que si primor.... la pasaremos bien -

-Lo siento, no me interesa-les suelto. Están borrachos, me dige para mí misma.

Aprovecho para hacer bien mi trabajo y retirar las jarras ya vacías de aquella mesa, ignorando las guarradas que aquel grupo me soltaba cada vez que me movía. Contiué mi labor recogiendo jarras y más jarras, hasta que ya no pude cargar con más. haga lo que haga, voy a tener que volver para recoger el resto, pensé. Así que cuanto antes mejor.

Emprendí rumbo de nuevo para la barra, mirando hacia atrás para observar al extraño y ebrio grupo de la mesa quince, que aún seguían mirándome. Posé las jarras, y regresé hasta la mesa.

-No os hagáis ilusiones-comencé-. Sólo vengo a recoger el resto de vasos

Ven aqui Dulsura! Dijo tomandote del brazo sentandote junto a el tomandote por la cintura  Tu y yo la pasaremos de puta madre ahi estabas con una panda de borrachos y ahora uno de ellos queria besarte.... el olor a Alcohol era penetrante y cuando este tuvo la intencion de querer besarte nuevamente la mano de un hombre que tenia tatuajes en sus brazos apreto el hombro del sujeto que te molestaba.

Tomo tu brazo suave para sacarte del lugar que ocupabas...

- La Señorita Camille a dicho que no te acompañara - Le dijo al sujeto que ahora estaba dispuesto a levantarse para golpearle..... pero como habia acertado en tu nombre? dah claro tenias un gafete con el.

- Te rompere los Huesos niño bonito - Se levanto el sujeto pero algo ocurrio ante las palabras siguientes de este extraño caballero...

- Dijo que no, ahora hagan el favor de pagar lo que deben y larguense de aqui... nadie quiere problemas y menos ustedes... - Los sujetos no dijeron ni Mu dejaron el dinero sobre la mesa y se retiraron del bar..., cuando te giraste para dar las gracias el hombre de los tatuajes no se veia por ningun lado.

-Gra...-al girarme, me dí cuenta de que aquel hombre que acababa de ayudarme, ya no estaba-...cias.

Aún tenía trabajo, así que decidí seguir a lo mío. Lo primero que hice fue meter el dinero en la caja registradora, y seguí repartiendo las bebidas que Sam me ordenaba. De vez en cuando echaba miradas fuertivas dentro y fuera del bar, ya que aún tenía ganas de agradecérle a ese extraño lo que había echo por mí.

Me estaban entrando ganas de vomitar de tanto olor a cerveza; esa noche estaba resultando peor de lo normal.

-Sam, necesito ir al baño-anuncié-. Ahora mismo vuelvo

Me dirigí hacia los aseos. Intenté relajarme mojádome la cara y el cuello. No lo conseguí, y aún seguía mareada por el holor del alcohol. Para trabajar en un bar tengo muy poco aguante, me reproché. Me dirigí hacia uno de los retretes y me senté allí, para ver si se me pasaban las náuseas. Aunque el olor del baño no ayudaba mucho.

Mientras te encontrabas inmersa en tus pensamientos dos mujeres entraron al baño tambien para quien sabe que.... oias las voces...

- Lo viste? -

- Que si lo vi, cre que se quien sera mi compania esta noche-

- eres una mujersuela -

- No lo soy, soy una mujer que ve oportunidades - le respondio a su amiga al parecer

- Creo que sus tatuajes son Sexy`s es mas creo que es el dueño de la nueva casa de tatuajes Two Hearts.... voy a verle afuera.... esta alli solo y quizas necesite mi... nuestra compania -

las mujeres seguian hablando mientras tu escuchabas....

¿Tatuajes? Mucha gente tiene tatuajes, pero ahora que estaba menos mareada era una perfecta oportunidad para comprobar si era el hombre que la había ayudado a escapar de las garras de aquellos cerdos degenerados.

Salí de mi ''escondite'' sorprendiendo a las mujeres, que nada más pasar yo de largo, se puesieron a murmurar de nuevo. Salí del servicio, dirigiéndome al patio del bar, y al instante ví aquel hombre: era él. Tenía un extraño porte exótico, como una especie de mezcla latina y estadounidense.

No lo dudé un momento, y me dirigí a él. Afortunadamente estába solo. Me moví lo más rápido que pude, para no perder mucho tiempo de trabajo. Cuando llegué hasta su posición, me miró intensamente. Me puse algo nerviosa.

-Esto...-comencé, tímidamente-Muchas gracias por lo de antes, de verdad... 

La mesa estaba sola con una copa de Martini que nisiquiera habia sido tocada, el sujeto miraba el lugar hasta que digamos te presintio antes que hablaras, te miro por unos instante y sonrio negando.

- No deberia agradecerme a mi Señorita, agradezcale a los sujetos que amablemente colaboraron en retirarse del lugar. - Explico....

- Si lo se suena imposible que sin violencia se llegue a algo como eso..... Puedo creer lo imposible pero no lo improbable. - Sonrio nuevamente

Vaya, qué amable,pienso.

-Aún así, cabe agradecerte que me hayas defendido-me sonrojo-A veces no hay nadie ahí para ayudarme, y lo paso realmente mal. Si todos los días viniesen al bar g¡personas tan amables como usted, no me habría metido ni en la mitad de líos en los que me meto.

En el fondo sabía que no debía contarse esas cosas a un extraño, pero aquel hombre me inspiraba confianza... Pronto reparo en que sabía cómo me llamaba, y eso me provocó un escalofrío realmente penetrante. De todos modos, decido presentarme:

-Me llamo Camille Chance-digo, tendiéndole la mano a modo de saludo

Se levanto del asiento que ocupaba, casi como un caballero de la edad media cuando una mujer se presentaba...

- El placer es todo mio Camille - Cuando tomo tu mano sentiste un escalofrio y quedaste paralizaba cuando te dio un beso en la mejilla - No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos. Sonrio apartandose unos centimetros - Christopher Nuñez, ese es mi nombre.... - Contesto en un tono de voz suave qu epese a la musica podias escucharle sin problemas

Paralizada, sólo se me ocurrió decir:

-Interesante teoría. Si así fuese muchos hombres me habrían besado a lo largo de mi vida

Tenía trabajo, pero sinceramente, me daba igual. Aquel hombre  parecía tener poderes: te nublaba la mente, y cuando te dabas cuenta, sólo existía él. Desapareció todo: mi mareo, el trabajo, la gente del local, la música... Sólo estaba él, con mi mano agarrada por la suya.

- Bien fue un gusto conocerte - Sonrio - Por cierto.... dare una fiesta en mi local, si gustas podrias pasar con alguna amiga o tu novio.... ten - Dijo entregandote una tarjeta.... sera mañana la vengo planeando desde hace tiempo....

-Sería estupendo. Pero no tengo novio-admití, algo avergonzada. Así todo, iré sola, si no te importa.

Genial, me acababa de invitar a una fiesta, y acababa de conocerme. Aquello pintaba bien.

Entonces nos veremos alli, estare mirando al horizonte.... ya que desde alli te vere llegar - Dijo mientras comenzaba a caminar fuera del local, la ilusion no te duro mucho.... Sam estaba desde la puerta otra vez a los gritos - Camille! Lucy y Cinthya no dan a basto puedes ayudar? - Siempre en el momento menos indicado....

-Um, claro, ¡ahora voy!- dije, volviéndome a dirigir hacia la barra, en la que Sam ya me estaba esperando con otra bandeja de bebidas alcoholicas varias, que tenía que llevar a la mesa 5.

Hice bien mi trabajo, y cumplí todas las ordenes que Sam me encargaba con paso rápido, mientras aquella noche tan movida transcurría con paso implacable.

Ya eran las 4 de la mañana cuando el ultimo cliente dejo el bar algo tambaleante... Lucy y Cinthya comenzaron a desarmar las mesas y entrar junto a los tios de seguridad las cosas del patio.... Sam estaba contando el dinero pues debia pagar por noche como hacia siempre y vos estabas terminando de ordenar las botellas y sacar al basura.

- Siento tratarte asi pero hago lo mismo con Lucy Y Cinthya.... hoy fue un dia de mucho movimiento - Comento mientras terminaba de contar el dinero....

separando el pago de cada uno en sobres.... Una vez terminaron de acomodar todo Sam les entrego los sobres antes de cerrar el local...

- Nos vemos mañana -

-Gracias-susurré-Adiós chicas.

Y así comenzó mi trayecto hasta el piso donde me alojaba en esos momentos. Las calles estaban oscuras y frías, y las faloras proyectaban una luz fantasmagórica sobre las aceras. No pasaba ningún coche. Lógico, ya son más de las cuatro de la madrugada, pensé.

Lo peor de mi trabajo, incluso más que el horrible olor al alcohol concentrado, era la vuelta a casa, siempre tan solitaria.

Tras salir del bar caminaste hacia tu casa, el cansancio se hacia presente y tambien las ganas de tomar una ducha para relajar el cuerpo y quitarte el olor a alcohol de encima; No tardaste mucho en llegar pues tampoco vivias tan lejos. Una pequeña casa alquilada justo frente a la playa era acogedora y barata, proporcionaba teche y calor en invierno.

En fin llegaste a tu casa y al entrar lo primero que hiciste fue ir directo a la ducha.....

Según iba caminado, me fui quitatando la ropa también: al fin y al cabo, vivía sola. Posé la tarjeta que Christopher me había entregado encima de la cama. Cuando llegué al cuarto de baño, me metí en la ducha como un volador. Ya dentro me desaté el pelo, y abrí el grifo del agua caliente. Me lavé fondo, para segurarme de que me había quitado aquel horrible olor de encima.

Cuando di por hecho que cualquier olor existente había sido sofocado por el jabón, salí de la ducha, y me envolví en la primera toalla que encontré.

Me dirigí hacia mi habitación, y me puse a leer la tarjeta de Christopher.