Partida Rol por web

Nos ponemos a trabajar a cambiar la rueda mientras el cura busca  la otra rueda pero parece que en la zona que ha estado buscando no hay ninguna que nos valga, recojo las cosas(gato.herramientas, guantes, guanteletes, escudo, maza etc etc) la rueda cambiada la dejo en el suelo no sirve para nada, cuando me dispongo hablar con el cura para decirle de ir un poco más lejos en busca de la rueda, nos damos cuenta de que ya no estamos solos, por él este  se acercan 3 muertos andantes y por el oeste se acercan unos 12 muertos, Hawker creo que va siendo hora de irnos de aquí la mejor opción seria por el este, ya que aparentemente son solo 2 los que vienen por allí y yo con esta rueda pocha no puedo ir muy rápido, más bien a paso de tortuga, necesito llegar a una tienda de recambio de coches, he reforzado el frontal de la camioneta para poder golpear, las puertas están algo reforzadas, los cristales los cambien por planchas de metal, con sus correspondientes, orificios para ver y para poder meter un cuchillo por la rendija.

Hawker si tiene teléfono démelo por si nos separamos

-de la ferretería la he semi vaciado cogiendo lo de mejor calidad y todas las cosas que pueda necesitar también me pille el botiquín, pero está semivacío y solo había unas gasas, tiritas y un par de vendas, las metí en el coche colocándolas algo y usando mi mismo botiquín para meter lo que había en el otro botiquín y ahorrar espacio, la caja vacía la deje en el suelo. También metí en la camioneta la comida/bebida de la hamburguesería, pero se me olvido coger el botiquín y no vuelvo a por el.

Regresé corriendo con la palanca en la mano hacia donde estaba aquel tipo con la armadura y mi moto. Lancé la palanca en el interior de su vehículo, para ponerme tan deprisa como pude la chaqueta de cuero y mis guantes. Luego me colgé el escudo en la espalda. Si supiese usarlo, me lo hubiera puesto en la mano izquierda y lo hubiese usado para derribar a algún zombi, pero lo más fácil era que acabase en el suelo por hacer semejante osadía. No estaba en la edad media y no tenía edad para estupideces. Además, otro golpe no sería sano para mí.

Ayudé a cargar lo que pude y miré la carne, sobre todo la congelada. - Que sepas que esa carne no durará mucho. Una vez descongelada o se hace o se pudre... como ellos. - Dije señalando a los hijos de Satanás.

- No tengo teléfono. Dudo que esas cosas funcionen de aquí a unas horas, si es que no han dejado de funcionar ya.  - Le respondí mientras me subía a mi burra. - Iré delante, atraeré a los dos a ver si se juntan y les pasas por encima con tu juguete. Y si vemos que no te les alcanzas, daré la vuelta y te los llevaré. Eso sí, mantente recto para dejarme sitio para pasar por los lados, no me apetece que tu máquina me mate a mí.

Dicho esto me puse el casco. Ya tardaban en llegar... y cuando vi que el hombre se subía en su coche y me daba el visto bueno, arranqué mi moto, que llamó más la atención de todos aquellos que deberían estar pasando su tiempo en el Averno y me dirigí a la calle donde estaban los dos zombis solos. Si pasaba deprisa y a una distancia prudencial de ambos, no me pasaría nada. Luego a bajar la velocidad y ver que pasaba...

- Señor, danos fuerzas y destreza para poder salir de esta ciudad que ha sido consumida por el mal y las encarnaciones de Satanás. Tú, que eres el Todopoderoso, cuida de este tu rebaño y protégelo del mal al que se va a enfrentar. Pues nuestras vidas están en tus manos y en las nuestras, la de recuperar el mundo y acabar con estos seres infernales en tu nombre, eliminando así la corrupción a la que el Demonio ha sometido a esta ciudad y a la Tierra. Amén. - Recé para mí mientras que cada vez estaba más cerca de aquellas dos criaturas sin alma y de cuerpo corrupto e infiel a la vida.

Si las hamburguesas duraran un par de días y el beicon más tiempo, pero las verduras a lo mejor mañana noche a tirarlas algo tenemos para comer.

Ok intenta ajuntarlos yo por detrás intentaré pasarlos por encima, aunque no los mate, les romperé las piernas, yo para esquivarte giraré al carril de  la derecha, pero a 10 km/hora, no tendrás problemas en esquivarme, intenta encontrar una tienda de recambio de coches o un taller, para cambiar las ruedas

cierro bien la puerta de atrás y me meto en el vehículo, cierro bien las puertas con el seguro, pongo el casco, la maza, guanteletes y el escudo en la bolsa, sujeto bien la bolsa al cinturón de seguridad del asiento del copiloto, dejando a mano el cuchillo y la pipa, me pongo el  cinturón de seguridad, arranco el motor y me pongo en marcha siguiendo el plan del cura, a velocidad max de 10 km/h, sujetando fuerte el volante cuando vaya a atropellar a eso inoportunos, para tener mas control del coche

El sacerdote era un auténtico maestro pilotando la moto, sin apenas esfuerzo esquivó tumbando la moto un poco a los podridos que había a la entrada de la calle por el este, haciendo que se moviesen lo justo para que el pandillero les embistiese, aunque llevase poca velocidad, aplastó a uno bajo las ruedas y lanzó varios metros a los demás, en varias direcciones, como cuando la bola blanca rompe el triángulo inicial en el billar.

Siguieron recto atravesando todo Selden St. hasta llegar a la biblioteca, en la que pudieron ver que allí había tenido lugar una auténtica batalla. Había sacos terreros y una alambrada alrededor, haciendo un perímetro de seguridad. Se veían varias ametralladoras de gran calibre y un par de morteros, en las entradas de la biblioteca. Desgracidamente, no habían podido contenter a la horda. Se veían varios jeeps, algunos volcados, otros con las puertas abiertas y soldados convertidos por todas partes, que miraban con sus ojos vacíos a la moto y la camioneta que pasaban cerca. Las puertas de la entrada principal estaban rotas y abiertas de par en par, un montón de zombies asomaron la cabeza al escuchar a los vehículos.

En una de las ventanas del segundo piso hay una sábana blanca con un mensaje claro: ¡ AYUDA ! SUPERVIVIENTES DENTRO.

Os entra la duda un momento, ¿deberíais parar y entrar a ver? ¿quedará alguien vivo?¿de cuándo es el mensaje? ¿merece la pena o es un suicidio?

El padre va delante con la moto y el pandillero detrás con la furgoneta. Ambos pueden detener sus vehículos o continuar por Selden St. hacia la salida de la urbe.

Voy despacito detrás del cura mientras coloca en buena posición a los 2 zombis, vaya parece que el cura es bueno manejando la moto me los pone a huevo para atropellarlos uno de ellos sale volando y da contra la pared dividiéndose en varios pedazos que decoraron la zona pero al otro si que lo atropello y lo paso por encima, continuamos la marcha. Cuando pasamos cerca de la biblioteca vemos lo que parece ser un campo de batalla donde los soldados se habían establecido poniendo un puesto de reunión, pero parece que no pudieron contenerlos y acabaron siendo del ejército zombi, continuo la marcha, ya que si paro nos seguirían, cuando estoy terminando de pasar la biblioteca veo un cartel en la segunda planta, pidiendo ayuda, pero creo que es demasiado tarde, sigo avanzando y cuando estamos en una zona donde no hay zombis, le hago señales con las luces al cura para que pare, no dejo de fijarme en los establecimientos y como esta la zona por donde vamos

No me gustaba lo que veía. Demasiada muerte andante por las calles que por un segundo me hizo cuestionar mi Fe en mi propio Dios. ¿Cómo se había rendido ante esto? Pero en ese momento recordé como en la iglesia, en el Templo del Señor, mi cuerpo ardió con fuerza y sentí la Ira de Dios en mis manos y vi como convertía en polvo a una de esas criaturas.

Él no me había abandonado.

Había colocado al estúpido ateo en el lugar preciso para que me encontrase y me recupersase de parte de mis heridas. Me ayudó a recuperar mi amada y consagrada cruz, con la que eliminaba el mal de la Tierra del Señor y, a pesar de mi edad, aún seguía siendo un gran piloto con mi moto.

Me preguntaba cuando podría volver a usar ese poder, cuando pasamos por delante de la biblioteca. Aquello parecía un campo de batalla donde la guerra la perdieron los humanos y ahora los impíos caminaban libres por las trincheras, sin duda poseyendo todo el edificio. Vi armas pesadas que no sirvieron para detener la horda que se les debió echar encima y nosotros íbamos armados como si nos hubiésemos escapado de la Edad Media Europea.

De golpe vi como el vehículo, que iba pisando huevos, me daba las luces, seguramente quería parar. Pero no había zona segura para ello, así que reduje la velocidad y me puse en paralelo a su lado. Si quería hablar, por mí adelante, pero yo no estaba en un vehículo blindado y detenerme no era una opción. - ¿Qué ocurre? - Le pregunté tras levantarme la visera del casco.

Había visto el cartel pidiendo ayuda. Pero si con lo que habían organizado fuera no pudieron pararles, nosotros dos solos no podríamos salvar a nadie y menos aún sin estar seguros de que había alguien vivo de verdad allí dentro.

Veo que el cura ha visto mi señal y se pone a mi lado: necesito que encuentres  un taller o tienda de recambios o alguna rueda, que pueda servir, voy demasiado lento, también puedes buscar un garaje, meter allí el coche y ayudarte a buscar, porque los de la biblioteca ya estarán muertos.ese lugar necesita fuego purificador

- ¿Y a la velocidad que vas no puedes mirar tú? No te lo tomes a mal, pero tengo que seguir tu ritmo, vigilar que no haya nada en el suelo con lo que pinche o me caiga, que uno de esos hijos de Satanás no me salga de sorpresa de entre los coches, porque estaría muerto y voy mirando cuando puedo.

» Tu estás cómodamente sentado en un vehículo en el que no entrarán y tenías los lugares marcados en un mapa... Te montas un pedazo de trasto impresionante y no sabes que tipo de vehículos llevan ruedas similares al tuyo sin tener que ir mirando rueda por rueda... piensa ¿furgonetas? ¿Jeeps? ¿rancheras? - Le dije un poco mosqueado. Era como si él fuese el amo y señor y yo su perrito rastreador...

Yo solo tenía que darle al puño y salir de allí. No le debía nada ni él a mí o quizás el me debía más, puesto que a estas horas yo podía estar ya fuera de la ciudad, buscando supervivientes y no haciendo de perro lazarillo para alguien que "tenía un plan" y que no sabía ni seguirlo.

Tienes razón, no se preocupe yo me encargo de mirar y buscar las ruedas que me hacen falta. Detengo el vehiculo y me pongo a mirar en el mapa, estando en Detroit capital de la industria del coche no creo que sea tan difícil de encontrar un concesionario de neumáticos y un taller , pongo rumbo hacia ese lugar

Seguís dirección Este siguiendo Shelden St. Detroit, la ciudad del automóvil y ni una puta rueda compatible. Tiene cojones, es acojonante, todos los americanos parecen haberse pasado a la puta moda del utilitario. Un huevo de hyundais, toyotas y demás basura, casi hasta hay más coches europeos que patrios. Una auténtica vergüenza, menos mal que el mundo se acaba, porque USA se ha convertido en una basura mugrienta de influencias extranjeras. Make America Great Again o algo parecido, un buen lema con toda la razón del mundo.

Pasáis frente al patterson dog and cat hospital, lo recordáis un lugar tranquilo con gente haciendo cola en la puerta con sus mascotas heridas,

Ahora se ha convertido en un verdadero infierno, hay trozos de carne en el césped, varios bultos sanguinolentos tiñen la acera de rojo, media docena de poseídos o zombies os miran con los ojos vidriosos cuando los vehículos se acercan. De las puertas azules, que están abiertas, emerge una manada de perros y gatos convertidos o poseídos.

La jauría se lanza contra vosotros a una velocidad pasmosa, tenéis que esquivarlos como podéis, el sacerdote* y el pandillero al ir tan despacio en la camioneta, no tiene posibilidad de esquivarlos, nota cómo los animales se chocan contra la carrocería, se suben encima del capó y el maletero, dos perros se suben a la parte de atrás de la camioneta, golpeando con los hocicos la chapa que tapa el cristal que hay entre los asientos, el habitáculo propiamente dicho y la parte para la carga.

- Hagamos una cosa, si nos separamos por lo que sea, le esperaré a las afueras de la ciudad y volveremos a adentrarnos para recoger lo necesario, moviéndonos por la periferia. Allí debería estar todo más tranquilo. - Le dije al hombre antes de acelerar un poco y colocarme delante suyo.

Según avanzábamos, iba mirando los vehículos que pudiesen tener ruedas compatibles con las del trasto de aquel sujeto al que parecía escoltar en mi moto y de quien aún no sabía ni su nombre. Al final acabaría llamándole Hojalata Man o algo así.

La ciudad parecía estar en calma y solo aquellos endemoniados se alzaban y movían a nuestro paso. A veces me tocaba acelerar un poco para dejarles atrás y luego esperar al vehículo, que actualmente lucía con un aspecto bastante repulsivo y apestoso. Llevaba sangre cohagulada sobre su estructura y a uno de esos cabrones clavado en la parte delantera, aún retorciéndose vivo, si es que en su estado se le podía llamar vivo a aquello.

De no ser por el sonido, si solo fuese por el olor, sin duda no nos harían ni caso, porque aquel coche apestaba a muerte y putrefacción. Vi alguna tienda donde me tentó parar, pero al ver lo que teníamos detrás algunas veces o lo que parecía estar dentro del comercio, me hicieron olvidarme del tema.

Pero seguía buscando ese vehículo que nos sirviese para reparar la rueda del carro que iba detrás mío. - Sólo encontraremos uno compatible en las afueras o en un concesionario. - Dije para mí sin detener mi rumbo.

Pasamos junto a un hospital veterinario y pensé en lo irónico que sería que los animales también fuesen infectados por Satanás con su poder e influencia. - ¡Santo Cielo! - Exclamé al ver que aquello que había pensado, se aparecían ante mí.

Adorables mascotas que ahora se lanzaban hacia el vehículo del hombre al que acompañaba y donde él estaba a salvo, pero yo no. Debía darle puño a la moto y comenzar a esquivar a aquellas cosas antes de que me diesen alcance y eso hice. Podía escuchar rugir el motor de mi bestia al tiempo que los quejidos de esas cosas al pasar el coche sobre ellos... pero no podía mirar hacia atrás para ver cuantos quedaban, no mientras gatos y perros siguiesen buscándome como su nuevo alimento.

Ok vato si nos separamos yo le dejaré alguna indicación, por si no consigo llegar a las afueras de esta ciudad. Suerte que el de arriba te acompañe

veo como el cura me adelante y se pone delante de mí  cuando de repente malamente por mi derecha veo que salen de un local una jauría de perros y gatos hacia nosotros alguno se estampa contra mi coche y pasa por encima de alguno, no doy volantazos sigo todo recto(si hay que girar se gira, no quiero comerme una pared XD) unos pocos de estos perros/gatos diabólicos persiguen al cura que acelera su moto para dejarlos atrás, ami se me han subido 2 de esos perros asquerosos en la parte de atrás del vehículo y están arañando la ventanilla trasera, bajo la velocidad al mínimo y con una mano busco el cuchillo para tenerlo a mano. Paro el vehículo si  apagar el motor y coloco el escudo entre los asientos y la ventana de atrás, por si rompen el cristal que el escudo los bloquee, me pongo el casco y los guanteletes y continuo la marcha a unos 5 kms/h. pero si tengo los barrotes o la chapa en la ventana de atras no paro

Aunque parezca increíble, el cura logra dominar la moto y no chocar contra ninguna criatura ni estrellarse, ni verse atrapado por uno de los perros. Esquiva todos los obstáculos como un verdadero piloto profesional. El pandillero no es tan sutil ni falta que la hace. Mueve la camioneta despacio sin preocuparse de los incómodos ocupantes, pues lo tiene todo convenientemente blindado. Los perros no logran traspasar las defensas y entrar en el habitáculo, sino que lo único que consiguen es mellar la chapa y hacerle unos agujeros sin importancia.

En vista de que se ha llegado a un statu quo y que la situación se mantiene estática, el pandillero pone en marcha la camioneta a una velocidad reducida y continúa tras el sacerdote. El grupo sigue vía Selden St. apenas un cuarto de milla hasta que la calle termina frente a la Autovía 96. Hay que tomar una decisión: el grupo puede incorporarse a la autovía dirección sur y luego coger la 94 hasta la salida de Detroit, al aire libre y con el peligro que conlleva la autovía o por el contrario, puede tomar un túnel para salir a Martin Luther King Boulevard y salir de Detroit callejeando.

En los alrededores el paisaje es más de lo mismo: podridos por todas partes a los que vais esquivando, por fortuna no presentan grandes aglomeraciones, sino dispersos, más bien tal y como se conviertieron o quizás de modo aleatorio, sin patrón de reunion, algunas tiendas abiertas con inquilinos no recomendables y otras cerradas. Algunos destrozos y el humo que viene del centro, a vuestra espalda con dirección a las afueras, lejos de los incendios, el caos y los combates.

Nuevamente hago gala de mi control y dominio con la moto y la giro y la muevo sin dificultad, alejándome momentaneamente del peligro y esquivando a aquellas cosas con maestría, mientras que mi compañero, en su vehículo blindado, no hacía más que aplastarlos y acabar con sus endiabladas vidas.

Seguimos avanzando sin demasiadas complicaciones y sin localizar un vehículo similar al que me seguía para cambiarle las ruedas. El único que vi, tenía ladrillos bajo el mismo y las ruedas se habían volatilizado. Así que ni me detuve hasta llegar a la intersección donde podíamos tomar dos caminos.

Miré que la zona fuese segura antes de pararme a la derecha y dejar que aquel hombre me alcanzase con su bunker de tres ruedas. - ¿Por donde seguimos? Yo no se como estarán las carreteras ni el túnel. Imagino que todo colapsado para huir de la ciudad. Después de tres días inconsciente son pocas las noticias que tengo del lugar. El túnel puede ser una trampa mortal. Si está colapsado de vehículos haría falta al menos un camión preparado para ello para abrirnos paso por él y a saber cuantos hijos del demonio hay allí encerrados.

» La autovía debe estar más o menos igual. La ventaja es que podemos salirnos de ella y movernos por el campo en un momento dado, con suerte el arcén estará despejado y solo arañarás la pintura de algunos coches y romperás espejos retrovisores. - Me atreví a bromear. - Pero dudo que te denuncien por eso.

En ese momento miré hacia el cielo. - Señor, debiste darnos alas para salir de esta... ¿o acaso no soy digno de tu poder? - Poder... en ese momento recordé lo que le hice a la vieja en el Templo de Dios. Usé la Ira de Nuestro Salvador contra ella y fue un rayo fulminante... y la electricidad pasaba de unos a otros... Me dejaba muy cansado y no estaba seguro de que pudiese volver a repetirlo, aunque después de tres días y encontrándome con fuerzas, quizás si pudiese hacerlo de nuevo. Pero si usaba ese poder, quería que fuese frente una gran masa de impios hijos de Satanás, para ver hasta que punto era útil aquello que me dejaba tan cansado después y en una situación donde hiciese falta de verdad.

Nada de hacer por hacer.

- ¿Y bien? ¿Sabes como está la situación o como estuvo en estos días? Con ese trasto no podrás moverte por un túnel bloqueado de vehículos y la autovía... pero está claro que cuanto más lejos estemos del centro y nos movamos por la zonas menos habitadas, menos problemas tendremos... y lo seguramente para acceder a la autovía tengamos un problema similar al del puente... un atasco de coches inertes y descerebrados endemoniados caminando por la zona.

Joder con el cura de los cojones como maneja la moto, para mí que este tiene poco de cura, cuando se calme esto le diré que me enseñe a montar en moto.

Pues sí que se pone la cosa interesante humanos infectados, los animales también contraen la enfermedad, tendremos que tener el doble de cuidado de ahora en adelante. Continuo por el camino y veo unos metros más adelante que el cura para y me espera me pongo a su lado para ver que quiere decirme y decidir que hacemos. tomar el camino del túnel para salir en Martin Luther King Boulevard, me parece el camino más peligroso es una ratonera con pocas salidas, en cambio la autopista parece que ofrece más opciones de libertad y escapatoria y alguna opción de encontrar una puta rueda para la camioneta, sino recuerdo mal por la salida 190b había un taller que arreglaba vehículos grandes, pero de eso hace más de 6 meses que no paso por esa zona así que no sé si existirá todavía.

El problema es que tú estás más expuesto que yo ,

- Me las apañaré. Además tu escudo me cubre las espaldas y las cosas estas los antebrazos. La chupa de cuero es de las buenas, por si me caigo no tener raspones, como los guantes, así que tendrán que morder dos veces para pillar carne ahí. De lo único que me arrepiento es de haber cogido la sotana y dejar los pantalones de la moto en la Iglesia.

» Y yo puedo meterme entre los coches y acelerar a voluntad y como te dije, salir de la carretera si es preciso. Yo estoy más expuesto pero veo que tus maniobras serán más complejas. Si quieres que lo intentemos por allí, por mí vale. - Solo espero que la Ira de Dios me acompañe de nuevo y pueda repetir lo de la Iglesia con la señora Reyes y podamos abrirnos paso los dos. - Pensé para mí.

Decidido el camino y tras terminar de conversar con aquel hombre, arrancaría de nuevo. Ya llevábamos demasiado tiempo parados y los motores de los vehículos atraían a aquellas cosas hacia nosotros. No me apetecía demasiado comprobar si mi chaqueta aguantaría uno o dos mordiscos como dije. Sería un mal momento para descubrir que me habían estafado.

Cuando el padre menciona que debajo de la sotana no lleva pantalones, me vino a la cabeza una imagen muy desagradable del padre en plan comando. De tu vestimenta tenemos que hablar cuando estemos en un lugar seguro,que solo te falta  el parche en la espalda, continuemos la marcha con precaución. sigo al cura a mi mega velocidad de 10km/h hora si el camino está bien y si está mal la bajo a 5 km/h, también me fijo en que clase de vehículos hay por la autovía (camiones, furgonetas) cosas que puedan ser interesantes