Partida Rol por web

La mujer la emprende a golpes con la puerta utilizando la cañería, intentas derribarla pero no llegas a tiempo. Rompe el cristal de la puerta, la mujer era más fuerte de lo que parecía, el cristal de la puerta se agrieta y durante unos segundos ves cómo se va formando un bonito mosaico parecido a una araña, hasta que el cristal revienta del todo.

Los cinco que hay al otro lado sin inmutarse cruzan el cristal roto y se abalanzan sobre la mujer, tirándola al suelo y mordiéndole en el cuello, la mano izquierda, la pierna derecha y en el abdomen.

Tienes a una mujer de espadas a ti lista para probar tu maza.

Mierda he fallado por poco voy detrás de ella pero veo que ha empezado a golpear el cristal y en 5 segundo se ha hecho añicos, así que no me acerco demasiado y espero a que se pongan a devorarla una de esas criaturas se pone a tiro y aprovechó para darla con mi maza por detrás ( no en el culo ehhh que si lo tiene gordo, rebota) la doy de lleno y me preparo para dar otro golpe pero algo me dice que mejor retroceda unos metros atrás en uno de los pasillos para tener una distancia de seguridad y planear el siguiente movimiento, en el pasillo que estoy veo algún bote/botella de aceite o algo que pueda hacer resbalar? o algun cable?

Golpeas a la mujer en la parte central de la espalda, en plena columna. El golpe es tremendo, escuchas un chasquido que sin duda es el hueso al romperse. De hecho la mujer queda laxa de cintura para abajo, pero aunque parezca mentira, sigue devorando a la pobre Carla sin acusar el golpe.

¡Joder! ¿es que esos hijos de puta sólo mueren si les rompes la cabeza? ¿no les afectan los golpes en otras partes del cuerpo? Escuchas justo en ese momento, desde la calle, el ruido de una motocicleta.

Miras en los pasillos a tu espalda, en el siguiente a la izquierda hay aceites para candiles, es una especie de aceite de palmera o algo del estilo, bastante pringoso. En el otro extremo de la tienda hay un cable. Uno de los cinco, quizás saciado, quizás más inteligente que el resto, se incorpora se tambalea hacia ti.

Uno de los zombis deja la comida y me mira, poniéndose a caminar en mi dirección, sigo retrocediendo y viendo si el zombi me sigue mi intención es ir alejándole de sus amigos, le llevo hasta el siguiente pasillo a la izquierda donde esta esos botes de aceite, cojo uno de esos botes y lo abro vertiendo el contenido delante de mí y enfrente del zombi continuo retrocediendo un poco más y dejando más distancia entre el zombi y yo, poniéndome en posición, con el escudo casi pegado ami y la maza preparada para golpear, listo para actuar a la mejor ocasión, esperando que reslabe y pierda el aquilibrio

Escuchas perfectamente el claxon de un vehículo y ves que los podridos se dan la vuelta y salen afuera, dejándote solo. Por fortuna la treta que tenías ensayada, no la tienes que poner en práctica. En apenas cinco segundos, estás solo con el cuerpo de la pobre Carla, lo que queda de él.

El vehículo parece estar atrayendo a los zombies porque les escuchas caminar hacia el final de calle. El vehículo se mueve y oyes cómo sale de la calle.

Cuando estoy preparado para una épica batalla, suena un claxon por la calle y mis víctimas salen detrás del ruido, dejándome solo en la tienda, compruebo que estoy solo en la tienda y acabo de destrozar las cabezas de los restos que han quedado, no quiero sorpresas.hecho un vistazo con sumo cuidado para ver quien es el que está pitando y que vehículos hay a la vista. Me tomo "5" minutos para recoger algunas cosas de la tienda, cuando tenga todo lo que me interesa me vuelvo acercar a la puerta y mirar, si el campo esta libre meto lo que he encontrado en mi camioneta, me dirijo hacia la hamburguesería que esta enfrente en busca de comida, entro con cuidado en el establecimiento esperando que este vacío gracias al del claxon, si es así, meto la comida que esté empaquetada en unas bolsas de basura y la bebida no alcohólica en una caja de cartón/plástico y la meto en mi coche, intento localizar un vehículo grande(camioneta, furgoneta) donde pueda meter todo lo que he encontrado y lo que pueda encontrar

Tras cerciorarte de que están todos kaput, sales por la puerta para cruzar a la hamburguesería de enfrente a por comida pero en ese momento ves cómo por la entrada de la calle aparece una motocicleta, que viene muy muy despacio montada por... ¡un cura! ¿Es la misma que hace apenas un momento se ha llevado a todos los podridos como el flautista de Hamelín? lo desconoces, pero ahí le tienes, un sacerdote que viene más chulo que un ocho montado en una moto tipo chopper ¿es una Harley?

Regresé al edificio el cual había dejado limpio de zombis y detuve el motor de mi motocicleta. No quería que el sonido les trajese de vuelta. - ¿Hola? - Pregunté llamando a la puerta tras desmontar de mi montura de metal y coger las llaves. - Ya pueden salir, no quedan endemoniados paseando por las calles... - Dije y esperé a que alguien se asomase o que la puerta se abriese. La presencia de aquellas cosas me indicaba que había gente viva dentro pero... Nada.

Ni una respuesta.

- Desagradecidos... ni que estuviese pidiendo limosna. - Murmuré para regresar a mi bestia de dos ruedas y largarme de allí. Era lo mejor que podía hacer. Ya había ayudado al prójimo, solo que este no quería nada con un sacerdote en una moto. No iba a perdermanecer más tiempo allí parado, arriesgándome a que aquellos cabrones volviesen de nuevo por mi olor o el de aquellas hamburguesas. - ¿Hamburguesas?

Giré la cabeza y entonces le vi. Un tipo alto, con pinta de ser el matón del barrio, su cara llena de tatuajes, seguramente igual que todo su cuerpo, generaban una sensación de rechazo por mi parte. No estaba en contra de los tatuajes, pero lo que aquel tipo tenía en la cara ya se pasaba de lo normal. - ¿Eras usted el que estaba encerrado ahí dentro por culpa de esos hijos de Satanás? - Le pregunté al ver como caminaba con cierta chulería hacia el edificio mientras me quitaba el casco.

- Debería abandonar la ciudad. Lo están recomendando en la radio. La zona rural es el lugar más seguro ahora. Y si ese es su trasto y funciona bien... - Dije señalando el vehículo que había junto al edificio y que me recordaba esas películas apocalípticas. - ... debería darle provecho y acabar con unos cuantos por el camino. Así facilitaría la salida a otros. Y bueno... si decide quedarse, en mi iglesia se quedó un ateo que de golpe cree que la Casa de Dios le protegerá de todo mal... Me pidió que le enviase ayuda para refugiarse con más gente en la ciudad. - Y ya había cumplido.

- Por cierto, soy el sacerdote de la Iglesia Católica de San Josaphat, el padre Hawker. - Me presenté mientras ponía mi santo trasero sobre el asiento de mi monto, dispuesto a irme de allí. No buscaba caridad ni limosna. Solo hacer lo que debía y ya estaba hecho. Ahora solo debía seguir mi camino y salir de allí.

Cuando salgo de la hamburguesería con 2 bolsas de basura llenas de provisiones(bebida, comida, sobres de tomate, aceite, vinagre, mostaza, especias etc etc) veo que enfrente de la ferretería se detiene un motorista con pinta de cura con alzacuellos y todo, que se pone hablar solo con el establecimiento.

Buenos días, Padre si era yo el que estaba hablando con esos hijos de Satán, Gracias por llevarte a pasear a esos hijos del demonio, si ese vehículo es mío, pero he pinchado 2 ruedas y tengo que cambiarlas, Le miro de arriba abajo, miro si lleva algún arma encima, o que se vea en la burra, mi intención es salir de la ciudad con calma, pero antes de poder salir tengo que cambiar las 2 ruedas y hacer 3 paradas más por el camino padre,no dejo de vigilar

Con el olor a grasa y a hamburguesa y el rostro de aquel tipo, no me paré a mirar su atuendo hasta que me subí en la moto. Le miré en silencio unos segundos, algo que fue recíproco. Iba vestido con mi sotana, una cazadora de cuero sobre ella, con protecciones por si me caía. La verdad era que también tenía pantalones para ello, pero no quedaban bien con la sotana. Mi alzacuellos se veía con claridad y el casco lo sostenía en mis manos, cubiertas ahora por unos resistentes guantes de cuero. No había armas a la vista, ni en la moto ni en mi ropa.

- ¿Salir con calma de la ciudad? - Le miré con sorpresa. - ¿Tres paradas? - Negué con la cabeza. - La ciudad se está viniendo abajo, hijo mío. Hay explosiones y derrumbamientos en el centro de la ciudad que pronto alcanzarán esta zona. Salvo que sus tres paradas sean cuestión de vida o muerte, yo las dejaría y saldría de aquí ya.

» Nadie va a venir a ayudarnos. - Dije bajando la cabeza con pesar. Estábamos todos vendidos. - Veo más factible que decidan bombardear las ciudades antes de que se arriesguen a rescatar a... ¿mil supervivientes contra cincuenta mil hijos del demonio? Pero eso, claro, no lo dirán. Seguramente fuera de aquí pueda encontrar lo mismo que en sus paradas previstas y aunque su armadura y su maza sean una gran idea para sobrevivir contra esas criaturas del averno, no le servirán cuando un edificio se le caiga encima o una explosión le deje K.O. varios días, como me ocurrió a mí.

Un ateo, rescatado por un miserable ateo que me dejó durmiendo y sin curar durante tres días en el banco de mi iglesia mientras se dedicaba a buscar y rebuscar por todo el Templo sel Señor, como saqueador que era. Aunque si no llega a ser por él no hubiese llegado hasta aquí, no quiere decir que aquel hombre me gustase lo más mínimo.

Si padre una salida con calma nada de ir como pollo sin cabeza-jeje (risa forzada). tengo que cambiar 2 ruedas a mi camioneta, eso conlleva quitar 2 ruedas a 2 vehículos y ponérselas a mi camioneta, después cargar la mercancía que tengo en la ferretería, robar algo de combustible de los vehículos para no quedarnos tirados por el camino, ponerme en marcha para salir de la ciudad y hacer esas 3-5 paradas que pillan de camino mientras salimos de esta ciudad- mientras continuo hablando, abro la parte de atrás de la camioneta y saco el gato, la rueda de recambio y las herramientas necesarias para el cambio de ruedas. Puede quedarse, ayudarme y así aumentar las posibilidades de sobrevivir suyas y mías o puede irse dejándome solo e intentar salir solo de la ciudad. Las paradas que tengo que hacer nos darán alguna ventaja

- ¿Cree que un pollo sin cabeza le hubiese quitado a esos poseídos de la puerta? - Le pregunté a Calmaman. Iba a llamarle Hombre de Hojalata, pero empezaba a pensar que le pegaba más ese segundo apodo. Pero tenía razón en una cosa, con ese cacharro delante, me resultaría más fácil salir con mi moto detrás suyo. - Hijo mío, recuerda que robar es delito y pecado ante los ojos del Señor. - Miré hacia el cielo. - Pero tomar prestado por necesidad ni es delito ni es pecado.

Me bajé de la moto, coloqué el casco colgando en mi brazo y la empujé hacia su coche. No quería arrancar el motor y que apareciesen de nuevo esas cosas. - Pero también es mi deber ayudar al necesitado y sí, creo que necesitarás ayuda con esas ruedas al menos. - Le indiqué mirándolas al llegar a su lado.

Colgué el casco en el manillar de la moto y me quité la chaqueta de cuero junto con los guantes, después de dejar mi bestia sobre su pata. - ¿No tendrás unos de trabajo para no mancharme de grasa las manos? - Le pregunté mientras me remangaba las mangas de la sotana. Al quitarme la chaqueta de cuero, se dejó ver en mi cuello una sencilla cruz de madera, colgada en mi cuello con una cuerda. Nada caro ni obstentoso, simplemente artesanal.

El último pollo sin cabeza que he visto hoy esta ay-señalando a una masa de carne cerca de la puerta-creo que el señor en estos momentos tendrá los ojos puestos en otras cosas, pero solo tomaremos prestado lo que necesitemos, si necesito una mano con las ruedas, no puedo estar cambiándolas y vigilando al mismo tiempo, me llevaría bastante tiempo, déjeme pensar un segundo, creo que metí unos guantes en una de las cajas que están encima del mostrador de la ferretería, en la segunda caja con unas herramientas pequeñas. ¿con la ayuda del cura calculo que en 30 minutos tenga las 2 ruedas puestas, más otros 30 en cargar la camioneta y recoger algo de gasolina y algo que se vea a simple vista, mierda se me ha olvidado de coger los botiquines de la ferretería y de la hamburguesería, luego los cogemos, crees que cambiaremos las ruedas y cargaremos de gasolina y mercancía en 1 hora?

- El Señor siempre está con nosotros, solo que Satanás ha ganado esta batalla, pero no la guerra. - Dije con seguridad en mis palabras. - Ha querido hacer algo tan grande que sus posesiones han salido lentas y sin cerebro. Reagrupándonos y evitando el contacto directo, creo que podremos recuperar terreno. Pero lo principal es salir de Detroit y cualquier ciudad y sobre todo, evitar en la huída edificios que contengan a grandes cantidades de gente. Así pues, hijo mío, si una de sus ideas es ir a un centro comercial, mejor olvídela, como la de ir a un hospital. Es más seguro ir a farmacias o clínicas privadas.

Estaba claro que buscaba provisiones para sobrevivir fuera de allí y yo solo llevaba comida para tres días en la moto. Luego me preguntó por el tiempo en cambiar las ruedas y cargar su vehículo. - Si tiene las ruedas a mano, no tardaremos demasiado. En cuanto a lo demás, no se que cantidad de cosas querrá mover. Pero le ayudaré con ello. Eso sí, recuerde que el silencio lo es todo, no podemos dar golpes fuertes o les atraeremos.

Menos mal una persona con 2 dedos de frente cuando dijo de no ir por sitios donde pudiera haber mucha gente como hospitales, pabellones deportivos y encima dice que no hay que meter mucho ruido, pensé han subió las opciones de sobrevivir. eso tenía ya pensado y le iba a decir cuando fuéramos a buscar las cosas a la ferretería, lamentablemente solo tengo una rueda de repuesto, la otra hay que pillar la de repuesto de uno de esos vehículos mi idea es salir de la ciudad  y en el mapa que tengo en el coche, tengo marcadas varias tiendas de interés que pillan en la ruta, no pilla cerca ni un hospital, ni el depósito de cadáveres, ni pabellones deportivos, mis objetivos son tiendas de alimentación, farmacia, tienda de recambios de coches- miro a la burra- motos y las armerías.

-sabe manejar algún arma? como una espada, lanza o un hacha?un escudo? me fijo en la cara de pero este tio que se piensa que vivo en la edad media??

- De no tenerlos, hijo mío, no hubiese llegado hasta aquí en moto y no hubieras salido de tu refugio. - Le respondí con una sonrisa, tratando de tener paciencia y ser amable. Cuando me dijo lo de la rueda de repuesto me puse a mirar los coches a nuestro alrededor. - Esta bien, mientras cambia esa y me dice la medida, iré mirando con cuidado los neumáticos de los coches cercanos, a ver si tenemos suerte...

Luego habló de la ruta con las paradas. Estaba claro que había una gran diferencia entre él y yo. Yo me había paso tres días inconsciente y él aprovechó el tiempo para montarse ese... cacharro con ruedas, prepararse una ruta de escape y valorar por donde moverse. Yo simplemente... huía. Ya había pasado demasiado tiempo allí sin hacer nada.

- Por cierto, con la explosión de hace tres días junto a mi iglesia, quedé bastante magullado, por lo tanto, procure no dejarme cargar con los objetos que más pesen o me temo que tardaré siglos en moverlos. - Y es que aún me dolía todo el cuerpo. - Y en la farmacia necesitaremos mucho antinflamatorío y analgésico. Porque cuando se me pase el efecto de la pastilla...

Le miré durante unos instantes, tentado a decirle que mi arma era el poder que me había dado Dios o mostrarle mi cruficijo. Pero contra lo que nos enfrentábamos no era algo normal y no era el momento de confesar según que cosas a un desconocido. Aún podía ocurrir que tras ayudarle le diese un mazazo, me quitase lo poco que tenía y me dejase herido de muerte en la ciudad. - Se usar una pistola y creo que sería capaz de usar una daga, un punzón o un cuchillo sin demasiada dificultad*. - Dije pensando en mi crucifijo. - Y supongo que un escudo no será complicado de usar...

Así que el cura se pasó 3 días durmiendo por una pequeña explosión que ocurrió cerca de su iglesia, me pongo a mirar en la parte de atrás de la camioneta para ver que tengo y le pueda servir al cura, pero antes doy un vistazo para comprobar que estamos solos y que no estamos en mitad de la calle sino algo ocultos, miro en el botiquín y busco algo para los dolores y los golpes, padre solo tengo Omeprazol, Nolotil e ibuprofeno, tendrá que conformarse con eso hasta encontrar otra cosa, a no ser que quiera coca de la buena. le doy un Omeprazol y un ibuprofeno, sigo buscando en la camioneta y cojo un cuchillo de los míos, una palanca, uno de los escudos y unos brazales. Tenga padre esto le puede servir, todo está fabricado por mí y son más resistente que lo que puedas comprar en cualquier tienducha.la palanca para abrir los maleteros, pero antes asegúrese de que no hay ningún muerto dentro del coche. si mira dentro de la caja del vehículo verá que todo esta asquerosamente bien ordenado, colocado y atado para aprovechar el espacio al máximo

el tamaño de neumáticos es el "excelente"  que no llevo LT275/70R18, otras medidas  LT265/70R17, LT245/75R16, LT265/75R18

-seme olvidaba si abre los maleteros mire por si acaso tienen algún botiquín, herramientas, mantas

- El ibrupofeno me irá bien. Con contusiones y bueno... un buen golpe. - Aún así cogí el omeprazol también. No solía tener problemas estomacales, pero con todo lo que estaba pasando, a saber como me sentaba la futura alimentación. Miré los brazales cuando me los tendió y los coloqué bajo la sotana. No quería que se viesen a simple vista.

El escudo me pareció bastante original y el color no me desagradaba. Ya estaba acostumbrado al negro, así que, no cantaría demasiado. - ¿Esto me lo puedo colgar en la espalda de alguna manera? - Le pregunté al hombre después de examinar el escudo. - Porque ahora no me importa llevarlo en la mano... pero cuando conduzca la moto será otra cosa.

El cuchillo lo dejé en mi bota, puesto que mi crucifijo estaba en la cazadora de cuero en aquel momento. Con la sotana solamente era difícil llevarlo encima sin que se notase. Demasiado grande para ser una cruz como la que colgaba de mi cuello, pero el tamaño perfecto para ser un instrumento del Señor.

-  LT275/70R18,  LT265/70R17, LT245/75R16, LT265/75R18 - Repetí en voz alta. Debía pensar que iba a abrir todos los maleteros de todos los coches. Lo principal ahora era el neumático, así que lo que hice fue ir mirando con cuidado si alguna de las numeraciones coincidía con el que estuviese puesto, antes de forzar nada, hacer ruidos innecesarios y andar pendiente de que ningún hijo del averno me pillase por sorpresa, mirando por donde me metía antes de seguir avanzando.

Si te quieres colgar el escudo en la espalda tendrás que usar alguna cuerda para que te lo cuelgues a la espalda.no estaría nada mal encontrarnos por el camino algún vehículo militar abandonado cuando el cura se pone a buscar una rueda, yo saco la rueda de repuesto y la pongo  cerca de donde la voy a usar, cojo el gato y lo pongo en su sitio, me quito los guanteletes y los dejo a mi lado e inicio el procedimiento de cambiar la rueda con orden y conciencia, ya que de ellos pende mi integridad, cuando consigo desmontar la rueda,

hecho un vistazo a la zona para ver que todo está en calma y luego continuar poniendo la rueda.espero que arreglemos esto pronto y nos pongamos en marcha, hacia el próximo objetivo, que ahora siendo 2 iríamos más rápido haciendo las cosas,incluso si uno trabaja y el otro vigila iriamos bastante bien

La conversación se alargaba más de la cuenta, en realidad, más de lo que sería prudente en aquellas circunstancias. Mientras hablaban notaban el ambiente cargado, el humo flotaba y de hecho pasaban bancos  o nubes de humo casi periódicas, que venían del centro de Detroit. No hacía falta ser un lince para darse cuenta de que la situación se degradaba por momentos, de hecho mientras hablaban, se escuchaban explosiones y golpes no tan lejanos como a ambos les gustaría.

En un momento habían intercambiado armas y medicamentos. El pandillero era un verdadero supermercado, un conseguidor nato, de esos que hacen fortuna en las cárceles californianas. Pero el asunto de las ruedas no iba a ser tan sencillo. Cambiaron una de las ruedas por la de repuesto*, desechando la reventada. Buscando entre los coches que había en esa casa, en vano, ninguna rueda de los utilitarios se adaptaban a la furgoneta tuneada de JH.

Lógicamente, las voces, el olor o su mera presencia, ese sexto sentido que empezábais a intuir que tenían los endemoniados o podridos, les hizo aparecer por ambos lados de la calle, un grupo de dos hombres y una mujer a vuestra izquierda, por donde ambos tenéis claro que hay que salir, hacia el este dirección Lansing y Ohio, y por el otro extremo un grupo más nutrido de una docena de hombres y mujeres, con dos bomberos al frente, equipados con trajes ignífugos amarillos, cascos y botas, todos de amarillo.

No queda más remedio que refugiaros en algún local o salir de allí, dirección este que hay menos o intentar atravesar la horda que viene del oeste. La furgoneta con una rueda reventada no correrá más de las 10 M/H aproximadamente, pero es robusta y está bien preparada. Puede llevarse a algunos por delante, al menos intentarlo.