Partida Rol por web

Domingo 16 de Octubre, Primera Hora de la Mañana.

Jesucristo Hitler Paracelso Zeta Montoya Hernández, miembro destacado del cartel de Sinaloa desde que era un niño. Un delincuente habitual, un asesino nato. Un narcotraficante encargado de controlar el movimiento de droga del cártel en todo el norte de EEUU, a través de una red de contactos.

En concreto su tarea es lavar el dinero del cártel que se obtiene con la venta de droga en todo el norte, a través de una serie de contactos que visitan su taller de armaduras y se llevan una armadura malucha, de baja calidad, por miles de dólares, con su correspondiente factura. Todo legal a ojos del fisco americano y si noticias de la DEA.

Durante los primeros años en Detroit, Jesucristo viajaba por Michigan, Wisconsin, Illinois, Indiana, Ohio... todo el norte del país estaba a sus pies. De hecho fue el encargado de montar toda la red recaudadora para el cártel. Había varios niveles: el camello de calle que pasaba la papelina, el jefe de zona que controla a los camellos de la zona y el jefe de la ciudad, que controla toda la ciudad. Son estos últimos los que visitan el taller para recoger sus armaduras, sus armas de baja calidad, sus encargos.

Ese dinero legal es ingresado en la cuenta de Jesucristo, que una vez deducida su comisión del 3%, es enviado a otra cuenta en las Caimanes a nombre de una sociedad pantalla y de ahí a cuentas mejicanas, legales, a nombre de testaferros del cártel.

Los últimos años han sido especialmente buenos. La cocaína es consumida por todo el mundo: políticos, maestros, amas de casa, deportistas, pandilleros... ahora el cártel, al menos en el norte, no hace prácticamente ruido. Quitando algunos asesinatos aislados, siempre adjudicados a algún "negrata yonki".

La policía está totalmente controlada, cuando no sobornada. Ahora se soborna a eslabones débiles, de manera muy sutil. No es como antiguamente cuando se sobornaba a todo quisqui con uniforme. Ya no les ves el pelo, salvo para cobrar una vez al mes. Además el Midtown con el resurgir de Detroit, se ha quedado muy muy tranquilo.

Te lo has montado de tal manera, que vives en el taller. Tienes un piso abajo con toda la maquinaria, materiales y una puerta de garaje que da al exterior, además de una puerta comercial frente a la que tienes una pequeña oficina: escritorio, ordenador, papelera, archivadores con facturas y pedidos. Luego tienes la parte de arriba como domicilio con un salón, baño y dormitorio. Con todas las comodidades pero sin llamar la atención.

Estás de puta madre. Algunos domingos incluso, vas a misa a la Iglesia de St. Josaphat. Allí hay un cura... muy peculiar. Tiene una mirada, parecida a la tuya, estás convencido de que ese cura oculta mucho bajo el pelo, es más de lo que parece. Tiene pinta de ser una buena pieza. En sus homilías hace referencia siempre al castigo divino, al Apocalipsis y jurarías que ese hijo de puta se ha cargado a más de uno.

Pero hoy no vas a ir a misa. Vas a quedarte viendo la tele en casa y luego quizás veas a la 13 el partido de los Lions. No sabes contra quién juegas pero esperas que este año lleguen a Playoffs, a ti te va más el soccer, pero el football tampoco está mal. En la televisión cortan la emisión de la serie que estás viendo, una serie de mierda sobre vampiros, para emitir un noticiario especial:

- El virus de Wuhan sigue causando muertos en Estados Unidos. Ya son casi cien mil personas fallecidas en todo el país. Especialmente virulento es el brote de Nueva York, seguido por el de Los Ángeles y Chicago. También hay focos importantes en Houston, Boston y en menor medida en Cleaveland y Detroit. Siguiendo con las noticias locales, nos informan que ayer por la noche hubo varios tiroteos en el centro y media docena de peleas. Los sábados por la noche cada vez son más sangrientos, incluso se reportaron varias mordeduras en peleas etílicas...

Joder cómo está el panorama, piensas para ti. Bueno que sepas, nada relacionado con vosotros. En ese momento escuchas golpes en la puerta de fuera. ¡Joder quién será!

Piensas en abrir la grande pero te lo piensas mejor, decides abrir la pequeña frente a la oficina, te asomas y ves a una mujer aporreando la puerta. Va vestida con un traje muy elegante, como de fiesta, pero te das cuenta de que le faltan los zapatos.

Estoy espatarrado en mi buen sofá de 50€  viendo la una mala película de vampiros(pero mejor que crepúsculo) por mi nueva televisión de plasma de 60 pulgadas, cuando cortan la emisión  de la película para dar una noticia de última hora sobre el virus que está creando estragos en el país y que ha llegado a la ciudad hace poco, pero que ha creado extraños disturbios en la ciudad.que raro, serán los negros quejándose de tontadas como hacen siempre queriendo de ir de víctimas. Cojo uno de mis teléfonos móviles desechables para ponerme en contacto con alguno de mis hombres.cuando voy a marcar escucho golpes en mi puerta, quien coño tiene narices para llamar así a la puerta de mi casa, cojo mi pistola y bajo a la planta baja, no espero a nadie, nadie viene sin avisar, así que tomo mis precauciones y abro la puerta pequeña la que está más alejada del portón donde están dando los golpes,,me asomo con cuidado y veo a una puta pija fiestera aporreando mi puerta, pero algo no me cuadra en lo que veo, vuelvo a cerrar la puerta con llave y pestillo, me aseguro que este todo bien cerrado y me voy detrás de mi escritorio y enciendo el monitor del ordenador para ver por las cámaras de seguridad, quiero ver lo que pasa por fuera del negocio no quiero caer en una emboscada de algún grupo rival

La mujer es una blanca de unos cuarenta y cinco, tiene pinta de ser la típica putilla del centro, quizás mujer de algún ejecutivo, la verdad es que tiene su punto, aunque no es tu tipo. Parece estar borracha o drogada, porque aporrea la puerta del garaje balbuceando y emitiendo gemidos sin sentido, según puedes oir cuando te asomas.

Sigues observándola desde las cámaras un rato, pero no parece cansarse ni hacer otra cosa que golpear la puerta aleatoriamente. En apenas un par de minutos, aparece un hombre de unos cincuenta y alguno, con el pelo canoso y mono de albañil azul. ¿Y qué es lo que hace? se pone a aporrear la puerta con la pava. Los dos a la vez, ves desde las cámaras que abren la boca como subnormales. Te dijas en que el albañil tiene sangre en el mono, al parecer tiene una herida en la parte de la chepa y el mono desgarrado. Ha debido sangrar bastante pues toda la parte trasera del mono está enrojecida. La hemorragia ahora parece haberse detenido por arte de magia.

No das crédito a lo que estás viendo. ¡Joder ! si es que a este paso, te va a tocar llamar a la policía... tiene cojones la cosa, qué ironía. Pero los dos cabrones no paran de darle a la puerta. Han pasado unos veinte minutos y sigues ojiplático observando a los drogados, en un momento dado la mujer se gira y parece mirar a la cámara fijamente, hace una mueca y puedes ver que tiene los dientes ensangrentados. ¿Pero qué se ha metido esta tía?

Pero que puta pendejada es esta, una yonqui aporreando la puerta de mi taller, llega otro drogata que parece que se ha pegado una paliza, esto de la droga caníbal ya se está pasando, me levanto de la silla y me dirijo al taller me ponga una chaquetilla de trabajo, los guantes  de trabajo y mi mazo. ¿Voy a darles un aviso para que se larguen a joder la marrana a otro sitio, me dirijo otra vez a la puerta y miro por el cristal a ambos lados abro con cuidado la puerta - largaros de aquí  putas mierdas si no queréis que os rompa el culo- todo eso enseñando la maza.ese tío como puede estar  si quejarse con esa herida en la espalda y la otra tonta que se cree que es un vampiro de crepúsculo y ha estado bebiendo sangre??

J.H. se acerca con la maza amenazante a los dos colgados, que se giran y quedan apenas un segundo quietos mirando al narco fijamente. Ves en ellos algo que no habías visto nunca: La nada más absoluta. Esos ojos no dicen nada, están totalmente vacíos, no te trasladan ninguna expresión. Por un momento sientes lo más parecido al miedo que has sentido nunca. Esos dos, son algo que no habías visto nunca. Quizás una droga experimental, una enfermedad o qué sabes tú.

El caso es que ves más allá casi al comienzo de la calle, cómo un muchacho es derribado por dos transeúntes que se tiran encima de él. No te quedas a mirar más, retrocedes mientras la mujer y el albañil se acercan despacio hacia ti, emitiengo esos gemidos tan desagradables y extendiendo los brazos.

Cierras las puerta de la calle que da a la oficina (que es una puerta blindada imitando madera blanca) y te quedas al otro lado, esperando  aunque dudas mucho de que esos dos vayan a tirarla abajo. La pusiste aposta por lo que pudiera pasar.

La mujer y el albañil aporrean ahora esa puerta mientras emiten sus gemiditos.

Bueno ya se acabaron las tontadas con la puerta "principal" cerrada voy al taller y me pongo  unos brazales de una de las armaduras de pega de las baratas que uso para blanquear el dinero y una cuerda, retrocedo otra vez a la puerta y ato un extremo de la cuerda a la manilla de la puerta y el otro extremo a una de las estanterías fijas que hay en la pared dejando  un tramo de cuerda para que se pueda abrir algo la puerta con seguridad de que no se abra completamente y puedan entrar los 2 yonquis en mi propiedad. Al tener así la puerta me aseguro de que ellos no pueden entrar y que yo los puedo golpear hasta hacer papilla su cabeza, una vez que he conseguido eliminar a esos 2 yonquis vuelvo a cerrar bien la puerta con llave y pestillo . Me siento en la silla a pensar un poco y me pongo en contacto con mis 2 hombres de confianza para ver que coño está pasando y dar instrucciones, luego me pongo en contacto con uno de los policías que tenga en nómina para que me diga que narices está pasando .sigo controlando las cámaras mientras hablo sobre todo  lo que estaba pasando al principio de la calle con esos 2 transeúntes y con su pobre victima.

Dicho y hecho.

Haciendo el truco de la cuerda con la puerta, logras que entre la mujer por la puerta , pero sin entrar del todo, sólo medio cuerpo. Ahora que la tienes delante, ves que está anormalmente pálida, tiene la boca ensangrentada, los dientes se le están empezando a poner negros, desprende un aliento pestilente. En un primer momento te parecía drogada, pero ahora que la tienes justo en frente, te parece jodidamente enferma. ¿Qué tipo de enfermedad? no tienes ni la menor idea, pero desde luego no está sana.

Entonces piensas en la cantidad de películas de zombies que has visto a lo largo de tu vida y piensas ¿y si han soltado un virus y la gente se está volviendo zombie? te encoges de hombros y piensas : ¡Qué les follen! y haces descender el mazo con todas tus fuerzas sobre el cráneo de la mujer, fracturándoselo como una sandía, escapando la masa encefálica por la nariz. Es asqueroso, pero tú eres un tipo duro y continúas a lo tuyo.

El cuerpo de la mujer atranca la puerta y ahora viene el albañil, el hijoputa es igual de tonto que la mujer y esta vez aplastas el cráneo contra la puerta, doblándola un poco hacia dentro y dejando una gran mancha roja a modo de corona de navidad.

Ves a media docena de personas que viene desde el principio de la calle, incluyendo al chico que había caído unos minutos atrás. Caminan tambaleándose hacia tu puerta y decides tomarte un descanso para llamar por teléfono.

- J.H tío... ¿qué pasa? ¿has visto la puta tele? la gente se ha vuelto loca. Están atacando a cualquiera que va por la calle. Te aconsejo que hagas como yo, que te metas en casa y cierres la puerta- te dice Pablo, tu recaudador de Lansing, una ciudad cercana -mira he visto hace un rato a mi vecina Paula que no pesa más de cincuenta kilos, tirar a hombre enorme al suelo y morderle en la cara. Ahora ese hombre está frente a mi ventana totalmente pálido y gimiendo. Lo estoy viendo en la tele, pasa por toda la ciudad.

Después de terminar con la vida de estadas 2 cosas me aseguro de cerrar bien la puerta con llave y pestillo, muevo  mi escritorio para bloquear la puerta de entrada, una vez hecho esto, me siento en la silla y me pongo en contacto con uno de mis hombres- Hola pablo, si tienes razón esto es todo muy raro se parece a las películas de zombies yo acabo de eliminar a 2 de esas criaturas y diría que tienen todo el aspecto de ser zombies. Avisa a los chicos y que tomen todas las provisiones que puedan (comida, agua, energía, medicinas, armas, munición etc) y que se refugien en la casa franca y cuando estén preparados que intenten llegar donde los nuestros(Sinaloa) allí seremos más fuertes y abra más opciones. BUENA SUERTE AMIGO.

- en el despacho venta a clientes cojo un par de cuadernos y unos bolígrafos, el dinero en efectivo de la caja fuerte, mi teléfono móvil (antiguo sin internet) el cargador, un mapa, no veo nada más que me pueda servir en esta habitación, así que salgo y cierro la puerta que da acceso al taller que es de medio cristal la puerta.

- subo al primer piso a lo que es mi vivienda, cojo una bolsa de  deporte y en ella meto la comida que tenga en casa y los medicamentos(aspirinas, vendas gasas, lo que se suele tener en casa normalmente)  cojo el cuchillo cebollero y el de pelar los envuelvo en papel de periódico y los meto en la bolsa de deporte, también meto una manta.

- una vez ya en el taller hecho un vistazo de todo lo que tengo en el taller, busco por todo el taller las cosas necesarias y que me puedan hacer falta y las acerco a la camioneta y me pongo hacer algunas modificaciones en la camioneta, pongo unas rejillas en el cristal delantero y trasero, unos barrotes en las  puertas para que no se pueda colar nadie ni meter las manos, refuerzo la defensa de la camioneta y el radiador, también fabrico un aparta vacas, cada xx tiempo miro por las cámaras como esta el panorama fuera y vuelvo al curro, una vez terminado, descanso durante 5 minutos y me pongo a llenar la camioneta de herramientas y materiales útiles, palanqueta, soldador, soplete, etc, meto 2-3 escudos medievales, alguna arma medieval (lanza, hacha, brazaletes) abro el botiquín del taller y meto el contenido en la bolsa donde estaban los otros medicamentos.relleno el depósito de la camioneta y lo que sobre de la garrafa me lo llevo, también cojo cuerda, todo lo sujeto firmemente para que no se mueva o caiga

- si tuviera algún alijo secreto en el taller, lo examinaría para ver que puedo llevarme

-  ya va siendo hora de buscar un lugar más seguro, así que me pongo mi armadura al ponerme el casco me pongo antes un pasamontañas para no sentir el casco en mi cabeza y me pongo una gafas de seguridad mi maza, mi cuchillo  y mi pistola que la    pongo bajo el asiento para tenerla a mano, cojo un frasco y meto unos cuantos rodamientos en él y subo a mi casa, abro la ventana con cuidado sin asomarme mucho y lanzo el bote lo más lejos posible para que cuando reviente contra el suelo haga ruido gracias a los rodamientos y llame la atención de los pesados de abajo, me subo a la furgoneta y voy en dirección contraria al ruido. No conduzco a lo loco

- Haré como manda patrón. Buena suerte J.H.- te desea Pablo antes de colgar.

Ahora que crees saber a lo que te enfrentas, es hora de tomar la iniciativa y pasar a la acción. El 95% del género humano gritaría, lloraría, se mearía en los pantalones, no haría nada, se quedaría en shock, perdería la cabeza, fornicaría sin control, se suicidaría, se dedicaría a asesinar a los vecinos, etc. Pero Jesucristo Hitler, J. H. Simplemente actuó de forma fría y calculada, como si el fin del mundo fuese un leve contratiempo.

Mientras hacía acopio de material tenía la tele puesta primero y luego la radio. Se reportaban ataques por todo el país. Durante aquel primer día, mientras se ponía con el coche, escuchaba en la WDTK the Patriot cómo tras la confusión de la mañana, nadie sabía lo que pasaba, sólo ataques de unos hombres contra otros, a primera hora de la tarde se empezó a mencionar la palabra zombie.

El Secretario de Defensa primero y luego el Presidente a la hora de cenar, confesaron a la nación que de nuevo, otra vez, un laboratorio del Partido Comunista Chino, al parecer sin  querer, había soltado un nuevo virus. Esta vez el virus desconocido, que reportaban originario de Wuhan como el coronavirus y Pekín en una segunda cepa, se transmitía por el aire y básicamente, con palabras rimbonbantes, venían a decir que animaban a los muertos, a los cadáveres.

TODOS LOS MUERTOS DEL MUNDO SE HABÍAN LEVANTADO.

El segundo día, mientras seguías tuneando el coche, ya había ahí afuera una decena de... zombies aporreando tu puerta. Cualquier otro se habría vuelto loco, pero J.H. era un hijoputa muy duro y seguía concentrado en su tarea, la camioneta iba a reventar a unos cuantos de esos hijos de perra.

Ese segundo día confirmaron que los zombies que se habían levantado, al atacar a los vivos, de alguna manera les contagiaban y les convertían en zombies.

Viste la segunda noche un debate en el que se especulaba, el DR. Millar Rausch en concreto, que esos zombies al morder arañar o cuando su sangre entraba en contacto con la de una persona viva, la infectaba. Según este doctor, la única manera de acabar con ellos era destruyéndoles el cebro. Cosa que según tu experiencia, tenía lógica, aunque no estabas seguro porque les habías reventado el cerebro de primeras.

Este doctor fue el primero en sugerir que había que encerrarse en casa, no salir, armarse y pertrecharse y atrancar todas las salidas para que el virus no siguiese contagiándose. En ese momento el Gobierno estaba organizando centros de control seguros, con material, soldados, hospitales, transportes, etc.

Durante el tercer día seguiste con el coche, ya lo tenías casi como querías. Entonces oiste en la radio que la situación se estaba yendo de madre. Nueva York y Los Ángeles estaban tomadas por los zombies, había núcleos de resistencia pero las medidas del Gobierno no estaban funcionando. El Ejército se estaba replegando al interior del país, a las zonas menos pobladas. De hecho Trum tuvo que abandonar la Casa Blanca y el Gobierno de pleno se ha trasladado a Iowa.

Recibiste el segundo día una llamada de Sinaloa: Se había perdido el contacto con más de la mitad del cártel estadounidense. En el DF las cosas estaban jodidas y todos se estaban replegando sobre Sinaloa. Te daba la sensación de que el cártel podría funcionar próximamente como un verdadero gobierno o como señores feudales haciéndose la guerra unos a otros. Pero para verlo, tendrías que sobrevivir.

Tenías un alijo con :

- Cuatro fardos de medio kilo de coca pura

- Quinientos mil dólares en billetes grandes y medianos (menos de una bolsa de deporte)

-Dos AK.47 y 10 cargadores de 30 balas, 300 en total.

Así que según el DR. Millar Rausch dice que si te muerden o te hacen un rasguño estás jodido y que para matarlos hay que destruir el cerebro, entonces es como cualquier vivo , le jodes el cerebro y ya los eliminas.

Después de estar 4 días modificando la camioneta parece que por fin está terminada, le he dado un poco de pintura negra en spray de grafitis para tapar las soldaduras y las piezas puestas para no llamar mucho la atención.reviso que no me dejo nada indispensable en el taller y que todo lo he metido en la parte de atrás de la camioneta, el alijo lo meto en la cabina ami lado a buen recaudo y a tenerlo a mano en caso de necesidad, lleno una botella con agua y la meto también en la cabina., cojo una lata de aceite viejo y lo subo a mi casa ,del mueble bar cojo la botella de tequila y vierto en ella unos 2 centímetros de aceite usado de mis sabanas cojo una tira de ella y la pongo en la botella fabricando así un cóctel molotov, cojo la botella y el bote con rodamiento(trozos de metal) y me acercó a la venta, abro la ventana y hecho un vistazo veo debajo de la ventana a un grupo de personas golpeando la puerta de mi oficina, miro a ambos lados de la calle- ya es la hora- cojo el cóctel molotov y prendo fuego a la mecha y estampo el cóctel contra la gente de abajo y nada más lanzarlo me meto a dentro y a los 15 segundos me vuelvo asomar si es seguro, miro el panorama y si todavía queda gente lanzo el bote de rodamientos a la derecha de la calle para llamar su atención y así poder marcharme sin complicaciones.

Bajo las escaleras me meto en la camioneta y cierro bien las puertas pongo el vehículo en marcha, doy al botón del mando para que se abra la puerta del garaje y voy por la parte izquierda de la calle, evito ir por el barrio dela pandilla de los negros, no voy por la calle principal.

Sé que no soy el mejor conductor del mundo, bueno tampoco de los del medio, más bien diría un pésimo conductor, pero quien tiene huevos a decirme lo contrario, así que conduzco con precaución y voy a un máximo de 50 km/h, no quiero matarme en un accidente de tráfico, además como he modificado el coche quiero ir despacio y seguro, evito el hospital

Cuando sales ves cómo los tipos enfermos que había en tu puerta, la mitad están ardiendo y la otra mitad en la otra punta, siguiendo el bote. Sales con toda tranquilidad, conduciendo despacio. Lo primero que observas es que hay muchísimo humo. No te cabe duda de que la ciudad está ardiendo, de hecho cuando tomas alguna calle dirección centro, te percatas de que lo que arde es el puto centro,  el downtown. El Renaissance. La ciudad está literalmente destrozada. Hay coches hostiados, cadáveres por todas partes y luego... están ellos. Desde el primer giro los viste: hombres, mujeres y niños, deambulando de aquí para allá convertidos en putos zombies. Enfermos o lo que quieras, pero al fin y al cabo convertidos en zombies de las películas.

Lo bueno es que son lentos y estúpidos, de hecho ves a más de uno atrapado en los coches, o entre escombros. Hay edificios destruidos, recuerdas haber escuchado explosiones, disparos, helicópteros... pero no te imaginabas que hubiese sido tan grave.

Al otro lado de la Avenida Woodward, perpendicular a tu taller, tienes dos hospitales juntos: el DMC y el Children´s. Puedes intentar llegar a los hospitales y buscar ayuda, puedes ir dirección norte siguiendo E. Canfield St. hasta un tercer hospital, el Detroit Receiving Hospital o puedes ir al oeste, dirección al aeropuerto y salir de la ciudad.

Me pongo en marcha dejando atrás mi querido hogar si un rumbo fijo predefinido, pero estando seguro de evitar los hospitales, cementerios, campo de futbol eso lo quiero evitar a toda costa, ya que si esto es lo que pienso, los hospitales estarán llenos de gente enferma, después de unos 10 minutos de marcha me paro en una ferretería y subo el coche a la acera bloqueando la ferretería mi puerta del coche coincide con la puerta del establecimiento, nadie puede entrar ni salir desde dentro del vehículo intento ver lo que pasa en el interior, si es seguro salgo con cuidado, llevando, la armadura, mi maza, escudo y entro con cuidado en la tienda cerrado la puerta del coche

Arrancas despacio y tratas de dar varias vueltas a la manzana recordando dónde había una ferretería...