Partida Rol por web

Cuenta con piscina, gimnasio, yacusi (o como se escriba xD) y demás.

Vaya, que Sheenes mas inoportunos, podian haber esperado una hora para aparecer

Comento mientras dejo el entrenamiento y me acerco en busca de una toalla para secar un poco el sudor y le lanzo otra a Diokles

Y vamos a ver si sale bien, acuerdate de que si vamos a por el mismo yo entro por la izquierda y tu por la derecha, acuerdate que no querras que acabe otra vez tumbada tan rapido

de nuevo me doy cuenta un segundo despues de hablar de que la frase puede ser malintepreteada y me sonrojo ligeramente, asiq ue hago lo que suelo hacer ultimamente para que diokles no se de demasiada cuenta que es acercarme para darle un beso

Venga vamos, no vamos a retrasar al grupo

digo por ultimo tirando de su mano

Sin entender demasiado lo que acaba de decir, deja la toalla sin usar (mas que nada por que Diokles no ha sudado NAD) - venga, vamos - y es él el que arrastra a la chica, pero sin brusquedad y controlando su fuerza

Parece que la mayor altura de Diokles le permite correr mas rapido y pronto me siento arrastrada por el

EEEEeeee, un poquito mas despacio o cogeme en brazos pero asi voy a acabar llegando arrastrando

digo mientras corremos, divertida

Mientras vamos corriendo hacia la sala del transportador recuerdo algo y trato de parar, lo que hace que por un par de segundos siga arrastrada por Diokles

Diokles, para, tu lanza, hay que recogerla

Mejor no, puede que vayamos a alguna otra ciudad, si me ven con ella armaria mucho revuelo - le responde de buena gana

Llegas al gimnasio de la zona de recreo y entrenamiento sin toparte con nadie más. Realmente es un castillo muy grande para tan poca gente.

En el gimnasio, en cambio, te encuentras con dos caras conocidas.
Altair y Akira están en él entrenando. Conversando mientras Altair descansa y Akira está en una máquina de pesas.

- ¡Hombre, Adri! ¿Cómo está mi chico? - Te saluda alegre y burlón. - ¿No teníais una misión esta mañana? ¡Qué rápidos que sois! jejeje.

-Maestro Altair, maestro Akira... -Saludo a ambos muy respetuosamente, demasiado teniendo en cuenta lo habitual, cosa que Altair puede interpretar fácilmente, debido a que hemos estado conviviendo juntos toda la vida. -Ya hemos vuelto de la misión, según creo. Caí en combate, no sé qué ocurrió después... El resto podrán contaroslo... -Comento, escueto, cogiendo un par de mancuernas para los brazos y después colocándome en una máquina de pierna. Comienzo a realizar series de la máquina al mismo tiempo que realizo las de brazo, trabajando ambas partes del cuerpo al mismo tiempo, serio y ceñudo.

Akira guarda silencio con respecto a tus palabras, mientras que a Altair no le resulta muy difícil intuír que estás de mal humor y cabreado por lo de caer en combate, seguramente. Pues te conoce como si fueras su propio hijo.

Con estas, le murmura unas palabras a Akira y se dirige hacia ti.
Con las mismas, se acucliya junto a ti, fijando una mirada entrecerrada y sonriente en tu ceñuda cara. Mas notas que no es del todo esa mirada bromista y juguetona de siempre, sino que hay cierta seriedad en ella.

Y ahí se te queda, mirandote, seguramente esperando a que le preguntes o a que le mandes a tomar viento.

Esto ya me lo veía venir... Su reacción es más o menos la habitual, aunque con matices, le gusta sorprender incluso en la seriedad. Puede que no lo prepare, pero le sale de forma instintiva... Aún con todo no puedo dejar de quererle por ello como un padre. Sin embargo ya soy mayor, no necesito de sus consejos... Me mantengo haciendo los ejercicios, desviando la mirada, haciendo que el casco de la armadura surja de nuevo, para que no pueda mirarme a los ojos. Continúo haciendo ejercicios y él erre que erre, que no se va... Continúo... Soy un puto torpón, joder... Pero no necesito ayuda, sólo mostraría más debilidad. Continúo haciendo mis ejercicios. Mantiene la mirada. Diokles no ha caído. Nunca cae, él es así... Le tocan pero no le hacen casi nada... Nunca cae... Joder... Continúo haciendo ejercicios. Debería poder hacer más de lo que hago... Pero nada... No salen las putas cosas, mierda... Continúo con los ejercicios. Altair sigue sin dejar de mirar... Ya me empieza a poner nervioso. El casco desaparece nuevamente, poco a poco, como siempre. Detengo el entrenamiento y apoyo los codos sobre las piernas, aún sentado en la máquina. Suspiro profundamente, bastante dolido conmigo mismo, a decir verdad, antes de hablar:
-No sirvo más que para detectar a los sheenes... El resto del tiempo sirvo de cebo, mal, además, o puedo cargarme sheenes pequeñitos, de los mierdas... Ethan hace el resto, el tío es muy bueno... Y Diokles... Joder, ¿qué pasa con él? Es un torpón, pero nunca cae... Nunca falla del todo, sólo hace amagos de fallo... ¿Qué demonios pasa, maestro? No lo entiendo... -No puedo continuar hablando. Simplemente mantengo la mirada, ausente, al frente. Necesitaría más poder, más poderes... Pero eso es imposible, todos los poderes de mi condición de sheene están activos y al nivel más alto que pueden estar desarrollados a mi edad. Y aún con todo no es suficiente... Diokles en ese sentido es inferior, el maestro me lo dijo, pero da igual... Él se mantiene en pie y yo caigo... Al final todo se reduce a eso...

¿En serio eso piensas? - Te dice soltando una leve carcajada. - Sieeempre igual. Es que los jóvenes os centráis en las cosas más estúpidas. Queréis ser dioses y sólo sois personillas, jejeje. - Vuelve a reír, aunque no con toda la fuerza de siempre.
Entonces para la risa, silencia un poco más serio, pero no quita la sonrisa de su cara. Una sonrisa seria pero amigable que tú y Diokles conocéis de siempre.

- Mira Adri, eres muy duro contigo mismo. Sí, ya se que siempre te lo digo, pero bueno, te lo diré hasta que se te meta en la cabecita. - Dice, con un tono más suave y amigable de lo normal, que sólo usa con vosotros en momentos como este. El cual siempre te ha tranquilizado. - Si crees que la fuerza de alguien se mide por el tamaño de sus músculos, es que vives en la prehistoria, ¿Sabes?
Puede que Diokles tenga más resistencia que tú, o que el rubiales pueda lanzar rayitos muy bonitos y tal. - Te explica con leves y algo cómicos gestos. - Pero tú también tienes tus puntos.
Un haze fuerte también es el que reconoce y acepta sus debilidades, y no creas que eso es fácil de hacer. - te sigue animando. - La fuerza no sólo reside aquí... - Te señala con el dedo tu bien marcado bíceps. - Sino aquí... - Te remarca entonces tu cabeza. - Y eso es algo que Diokles no tiene, lo que le sobra en fuerza le falta en luces, como yo, ya sabes, jajajajaja. - bromea.

No sólo músculo... Bueno, eso no es nuevo... La cuestión es otra, pero de todos modos se agradecen los intentos de Altair por hacerme sentir mejor. Suspiro nuevamente, sonriendo y sacudiendo la cabeza tras su último comentario. -Entonces eres de los que vende consejos pero no tiene para él, ¿no? -Comento, algo más animado a la fuerza. Tampoco quiero hacer sentir mal a mi maestro-padrastro. Reconocer y aceptar las debilidades... No, no es fácil... Y menos ahora mismo, cuando sigo estando caliente y lo único en lo que pienso es en tener más poder. Quizá cuando se me enfríe el seso las cosas cambien, no lo descarto. -De todas formas puede que tengas razón, maestro... Pero también lo has dicho: no es fácil... -Suspiro de nuevo, rascándome la nuca, algo pensativo. -Quizá si tuviera un arsenal más completo... No lo sé, tampoco voy a echar las culpas a mi escasez de armamento, eso es una gilipollez... Pero es verdad que vendría bien. Ojalá existiera una maleta capaz de transformarse en cualquier arma que se desee*... -Mantengo la sonrisa, algo más animado, aunque consciente de que hay mucho entrenamiento por delante. -Mañana me gustaría que entrenásemos, maestro. Ya sabes, combate real, como siempre... Las últimas semanas dieron muy buenos resultados, mis reflejos mejoraron aún más y mi vista se hizo más aguda...

Altai rse ríe leve y bonachonamente ante el primer comentario que le haces, rascándose la cabeza y mordiéndose el labio sonriente.
Mas por lo general, mientras hablas y terminas de hablar, su sonrisa se amplía mucho más, pero es una sonrisa más sincera que bromista.
- ¡Eeeese es mi Adri! - Dice frotándote la cabez brusca y cariñosamente. - ¡Recuerda, cuando pierdes el ánimo es cuando realmente caes derrotado! - Te guiña un ojo, divertido. - Jajja, di que sí, que ya me hubiera gustado a mi ser tan serio y cabezafría antes. ¡¡¡A que sí Aki!!!
Akira emite un leve Hmmm, asintiendo. Le puedes ver una cierta sonrisa en su cara.
- Bueno chico, pues eso, tranqui, y cuando quieras podemos entrenar como siempre, peque. Jajaja. - Dice mientras vuelve con Akira, pero dispuesto a compartir su tiempo allí con ambos.

-¿Serio y cabezafría? ¿Pero de verdad sabes lo que significan ambas cosas? -Vuelvo a decir, divertido. Paso el resto de la tarde junto a Akira y Altair. Realmente quitando el tiempo de ocio junto a ellos puedo aprender bastantes cosas de ambos. No por nada son poderosísimos hazes, muy respetados y tenidos en cuenta dentro de éste silfarion.

Tras una mañana de entrenamiento en la que se han juntado a ultima hora para nadar y tras una hora oasi de pegar largos en la piscina Hime ya estaba cansadisima y descansando un poco en la piscina de jacuzzi, sentado uno junto al otro y Hime ha comenzado a hablar un poco de su familia, parece que estss fechas la han puesto algo melancolica, tras comentar que era hija unica y alguna cosilla de sus costumbres en navidad (que aunque no sea demasiado tradicional en japon poco a poco se va celebrando, pero el espiritu que hay en el silfarion quiza sea lo que la ha hecho recordar)

Y tu?, ya me contaste que habian sido tu familia siempre Altair y Adri, pero no se, ¿que haciiais en estas fechas?, cuando no estabais en el silfarion

Diokles por su parte no estaba nada cansado, si sudó, pero como si se hubiera levantado hace poco - pues, celebrar la navidad como cualquier otra familia... solo que con un padre como Altair todo era algo mas alocado ¿Por?

No se, supongo que hariais cosas distintas, sois de Grecia, no creo que hicierais como hacia yo galletitas de arroz de colores rojo y verde

Me estiro un poco, se nota el cansacio, dejandome resbalar un poco mas en el agua, quedando solo fuera la cabeza

No me hagas demasiado caso, se ve que me andan poniendo las fechas un poco melancolica.

Despues me sonrio un poco

Alocado?, que cosas haciais alocadas?

No hace falta que lo jures, se te nota "morriñosa" - le dijo con una tierna sonrisa - ya sabes como es Altair, un tipo alegre y un poco salvaje, pero se agradece, sin duda ha sido un buen padre