Partida Rol por web

- Muy bien, que no se diga.- El noble despidió con un gesto a la camarera que le atendía, aunque a la joven le quedó claro que no debía irse demasiado lejos.- Por muy grande y musculoso que sea el ogro, no dejan de ser cuatro luchadores. Dos de ellos, además, están armados con lanzas...- Un bostezo ahogó sus palabras. Recuperó el ritmo chasqueando la lengua en un par de ocasiones.- Quizás tardes, pero hasta los mosquitos y las sanguijuelas pueden desangrar a un elefante por muy dura que tenga la piel...

La sonrisa del noble se acentuó, mientras sus ojos (uno verde esmeralda y otro de un azul tan pálido que parecía un trozo de hielo) se paseaban por la reunión de hedonistas apostadores.

- No quisiera insultar la inteligencia de aquesta distinguida compañía explicando a que me estoy refiriendo...- Lánguidamente se levantó y caminó hacia la sirvienta, paseando en torno a ella mientras ronroneaba como un gato. Súbitamente la atrajo frente a sí y le mordió el cuello hasta hacerla sangrar. Ignorando sus quejas, la alejo de sí y saboreó la sangre que manchaba sus labios.- ¿Verdad?

Si aquello fuese posible, el rostro del noble se iluminó con una mefistofélica sonrisa ensangrentada.

Un lobo silencioso reposaba en un rincón. Su mirada era penetrante, y observadora, como si desde su rincón pudiera ver todo lo que sucedía, pero no quisiera inmiscuirse demasiado. Al sentir el aroma de la sangre su hocico se movió de forma peculiar, como si quisiera más de ello.

Pero mantuvo el silencio. Claro, ¿cómo iba a hablar un lobo?

Desde luego Pasansias era todo un profesional. Ni siquiera aquellos extraños arrebatos de los invitados hacían que mudara su rostro sereno. Es más: cuando el lobo se sentó en uno de los asientos no dejó de poner ante el animal viandas y vino en un cuenco. La nobleza a veces era así de rara. ¿No había nombrado aquel emperador loco a su hipogrifo como legítimo heredero del reino? Claro que luego pasaron a cuchillo tanto al emperador como al hipogrifo (por aquello de asegurarse de extinguir la línea sucesoria).

Drawnin estaba exultante. Podía estrenar su capa nueva en un evento tan señalado como aquél, pero temía haber llegado tarde y haberse perdido los primeros tajos. Cuando comprobó que no era así, respiró aliviado. Quería aprovechar el pase VIP al máximo.

—Bueno, espero que esto valga la pena... 

Vio que había algunos conocidos suyos por allí. Erawen, Kiusack, Matute, Kalep... Les saludó con un movimiento de cabeza y buscó un asiento cómodo.

—¡Anda! Pero si vale poner negritas —se sorprendió—. Pues nada, que no se diga. No me molan, pero aquí las pondré. Por joder.

Sonrió de oreja a oreja. Aquello pintaba bien.

... me acomodo en un lugar discreto, fresco y a la sombra, copa en mano y canapés al alcance de la otra, buen uso del reposapiés, y lo más repantingado posible...

-Bueno, bueno, bueno... poco más tendremos que esperar para que empiece el espectáculo... no tengo aún ningún favorito; veremos como se desenvuelven y que habilidades "especiales" tienen. Aunque siento más curiosidad por ver las sorpresas con que pueda regalarnos nuestro anfitrión. El oro en la bolsa quema y quiere salir para diversión nuestra.

Conservo gran agilidad para mi peso y me encamino al palco VIP correteando por las zonas altas del edificio. La construcción está deteriorada por el paso del tiempo y los duros enfrentamientos contra los elementos. Pero lo que más la empeora es el turismo y la manía que tienen de llevarse una piedra de recuerdo. No se dan cuenta de que a pesar de que está construido con rocas de la mejor calidad, traídas por esclavos de distintas partes del mundo, estan todas colocadas con precisión unas sobre otras y si se quita la que no se debe todo se puede venir abajo... - Como ocurrió en el Coliseo Romano. Si lo se no cojo esa piedra para el recuerdo.

Perdida en mis pensamientos, llegué a la zona que teníamos reservada los mejores de los mejores del lugar. Observé cual era el mejor sitio para mí y vi un espacio libre cubierto de pieles. Con la agilidad que me caracterizaba, salté desde lo alto del muro y, cayendo como el plomo, hice resonar y vibrar el lugar en mi aterrizaje. A parte de eso, escuché un apagado lamento de un can, algo a lo que no di importancia, pues mi grueso trasero había amortiguado el impacto a la perfección de nuevo. Me levanté para saludar a los presentes y me sacudí el polvo del camino, así como la parte de atrás, donde algo me molestaba.

Mis gruesos dedos apresaron en ese momento al perro, o más bien tullido lobo que había quedado aplastado y pegado a mi culo y lo estendí ante mis ojos. - Lo siento. Pagaré una nueva mascota a su dueño. ¿De quien era el chucho? - Pregunté antes de depositarlo donde se suponía que estaba, al ver que aún era capaz de respirar por si mismo.

Tomé asiento y observé al encapuchado que acaba de entrar. - Ostras! Drawnin! Con ese corte de pelo no te había conocido. - Tras esto, esperé a que me sirvieran algo de beber y ver si mi campeón estaba listo para empezar a pelear.

Acomodándose en su asiento, Lord Matute miró a su alrededor y se dio cuenta, sorprendido, de la cantidad de leyendas de umbría que lo rodeaban, ubicados en las gradas que rodeaban la arena de combate

- Uhm... veo muchos conocidos, y otros no tanto. Pero bueno, eso significa que las apuestas serán más interesantes - comentó como al pasar - Será cuestión de ver contra que se deben enfrentar. Y en que podemos "ayudarlos" a no sobrevivir -

El público ruge, y desde las sombras, se escucha mi sonrisa malévola... la gente quiere sangre

Y yo

-Esto empieza, veamos como se mueven nuestros juguetitos...  -Miro a los demás... también se están acomodando para ver mejor lo que suceda en la arena- El Aperitivo ... y coincido en eso de... "no sobrevivir"

... sigo con mi sonrisa malévola, hasta que me ataganto con una palomita de maíz, me caigo de culo, echo mano frenético mano de mi Kalimotxo, me recupero de la asfixia, y vuelvo a la posición original intentando mantener la compostura.

Esta vez sí había llegado a tiempo aunque, a decir verdad, el palco estaba atestado de personalidades todos con evidente intención de disfrutar del espectáculo, y de apostar. Con curiosidad echa un vistazo, para ver si está cerca algún servidor o esclavo que se ocupe de apuestas y demás zarandajas.

El lobo gruñó ante el peso sorpresivo que cayó sobre él. Todavía no se había recuperado de la sorpresa, cuando unos gruesos dedos lo apresaron y lo colocaron frente a un rostro.

-¡Qué mascota ni qué mascota!- ladró y gruñó, pero era en la lengua que hablaban todos por aquí.

Tiró un tarascón que apenas se llevó ropa, y se dispuso a lamer sus heridas antes de que comenzara el combate.

-Gente irrespetuosa... uno es un animal y creen que lo pueden andar levantando, acariciando, aplastando...- murmuraba entre dientes.

Drawnin se recostó en el asiento que había reclamado, entrelazando las manos sobre la panza y ensanchando aún más su sonrisa. Los combates estaban a punto de comenzar, empezarían por algo sencillito y luego se irían complicando para ser cada vez más desafiantes para los contendientes.

—Ah, esto me recuerda tanto al Golden Axe... Maravillosos viejos tiempos.

No pudo evitar que le viniera una cancioncilla a la cabeza y se puso a tararear.

Pasansías apareció repentinamente en el Palco de la Gloria, quizás usando uno de los múltiples pasadizos secretos que recorrían el Coliseo. Los VIPs observaban silenciosos aquel combate que parecía ya ganado para los gladiadores sin grandes dificultades.

—El Dueño me manda para comentarles que el siguiente combate tendrá bastante más espectáculo. Se montarán unas plataformas elevadas sobre el suelo con una serie de puentes colgantes sobre un foso de agua que harán la cosa bastante más espectacular a la par que dividirá a los gladiadores. Sabiendo que algunos de ustedes han vivido aventuras y se han enfrentados a terribles peligros ¿tienen alguna sugerencia sobre los monstruos que podemos intentar adquirir tanto para las columnas como para el agua? ¿Alguna predilección especial?

El hombrecillo permanecía a la escucha mientras miraba de reojo la arena:

—La verdad es que siempre he pensado que los goblins son tirar el dinero. Salen gratis pero dan un pobre espectáculo salvo que se suelten en hordas enormes. Nitch, nitch, pena que el Dueño no haya escuchado mi consejo esta vez.

Los luchadores no tenían mucho tiempo para fijarse en el Palco de la Gloria, pero vieron que Pasansias charlaba con los invitados en él mientras les mostraba un pergamino.

- Coincido.- Musitó el joven noble, interrumpiendo por un momento las atenciones que le dedicaba a la camarera.- Sobre todo si solo envía a media docena... Estamos hablando de un luchador que puede rebajar a unos cuantos de un solo sablazo...- Chasqueó los dedos para solicitar que rellenasen su copa, mientras seguía con su exposición.- Con respecto a su pregunta... Se me ocurre que puede llenar el agua de lampreas... Con suerte, engordar gracias a la magnífica sangre de los gladiadores y disfrutaremos de un manjar aún más exquisito... También podría ser interesante dotar a esos pequeños goblin con arcos h flechas con los que asaetear a ese grandullón.- El noble hizo una breve pausa.- Siempre y cuando se garantice la seguridad de tan augusta concurrencia, claro.

Absorto con lo que sucede en la arena, apenas he oído las palabras de Pasansías, y tardo en reaccionar... básicamente, porque mi cerebro está demasiado ocupado disfrutando con los borbotones de sangre que salpican la arena...

- Bueno,... sugerencias sobre qué tipo de criaturas... los demás conocerán más tipos, yo me centraría más en complicarles la situación táctica; ya vemos que, salvo uno que ha intentado trabajar de forma coordinada, los demás han ido por libre, coincidiento en el objetivo.... Sería curioso... pero ya depende de como estén las pasarelas, hacer que sus oponentes pudiesen rodearles, es decir, que cada uno de ellos, esté amenazado de ser atacado tanto por detrás, como por delante

(sonrisa diabólica)

-... así tal vez se convenzan de que tienen que luchar cubriéndose las espaldas, y de que si van por libre, estarán en desventaja en algún momento

(más risa)

Tras escuchar a sus compañeros, Lord Matute meneó la cabeza y propuso - Uhm... quizás ir a lo clásico? Algunos cocodrilos en el agua y sobre las plataformas... algo que tienda a empujarlos al agua para que deban combatir con los cocodrilos mientras son atacados, a su vez desde la altura. Quizás... - tras pensarlo un momento Matute sonrió - ... algunos enanos entrenados para empujar a los gladiadores al agua pero que a su vez sean difíciles de empujar cubriendo a algunos medianos con hondas para atacar a distancia... -

La sonrisa se ensanchó aún más al imaginarse la situación - Incluso los honderos podrían atacar a quienes estén viéndoselas con los cocodrilos en el agua -

Pasansias sonrió ampliamente.

—Diablos... es usted de lo más taimado. Como se nota que fue gladiador en el pasado...

Suspiró.

—El problema es el presupuesto. ¡Siempre es el presupuesto! Tendremos que ver con que nos podemos apañar y quizás sea hora de ir abriendo las apuestas... Por suerte tenemos todo el fin de semana por delante para preparar el evento.

Luego se quedó mirando a los otros dos:

—¿Ataque desde todos los ángulos? Hum... eso me recuerdo a aquel pedido de estirges ¿habrá llegado? Y lampreas... vaya, son más baratas que los cocodrilos, pero los cocodrilos son siempre tan espectaculares...

El noble desvió la mirada hacia el veterano gladiador, meditando sobre las tardes de gloria que su padre había vivido y sobre las cantidades que su familia había ganado y perdido gracias a su sangre, su sudor y sus lágrimas.

- Coincido.- Respondió, dedicándole un asentamiento a su anfitrión.- Y aplaudo la propuesta... La carne de cocodrilo me parece un poco insípida con respecto a la de la lamprea... Pero hay que admitir que ver a uno de esos reptiles dando vueltas sobre sí mismo, chapoteando mientras un pobre desgraciado se ve en la tesitura de respirar o llamar a gritos a su madre...

Por un instante, el noble emitió un sonido que caso era el ronroneo de un gato, mientras entrecerraba los ojos, soñador. Emitió un bufido de desagrado al ver interrumpida su fantasía con algo tan mundano como el dinero.

- Lo entiendo. Pero algunos de los presentes estamos dispuestos a aflojar los nudos de nuestras bolsas para poner en dificultades a esos bribones... Diga una cantidad y la cubriremos...