Partida Rol por web

Die Glocke

Un mundo nuevo (Capítulo I)

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27/02/2017, 11:20
Ilse Dietrich

Le dedicó una sonrisa al teniente Fegelein ante su deferencia al abrirle la puerta del coche, dando a entender de esa forma que sería mucho mejor que no hiciera el recorrido a pie. Ilse estaba acostumbrada al ejercicio físico pero dudaba mucho que, con ese calor y en esas condiciones, fuera a aguantar durante mucho tiempo.

Lo sé teniente, muchas gracias. —No había dudado en ningún momento que era un miembro importante en esa misión, al igual que lo eran todos cada uno en su campo.

Esperó hasta que Krieg también se subió al coche junto a ella y, con un gesto de incredulidad y, hasta cierto punto, desagrado, miró a la pareja del sidecar antes de girarse al ingeniero.

¿Usted cree? —Enarcó una ceja que remarcaba sus dudas—. Dudo mucho que esa mujer muestre algún tipo de interés en un hombre a no ser que saque algún beneficio.

Nada más ponerse en camino, Ilse dejó de pensar en la aventurera, su acompañante y cualquiera de los que iban en aquella misión, sumida como estaba en la contemplación de todo lo que iba apareciendo ante sus ojos. Al poco, la enfermera ya se encontraba tomando notas y haciendo esbozos de la maravillosa fauna y biología con la que se encontraban.

Cuando se detuvieron a hacer un descanso para reponer fuerzas, Ilse se pasó el tiempo pensando en el empeño de Bernstein por matar los animales que se iban encontrando. Podía entender que, como científico, quisiera tener el máximo de datos, pero podía aprovechar la muerte natural de los animales y no empezar, nada más llegar a un planeta desconocido, a ponerse a dar tiros sin ton ni son, sin saber lo que estaban matando y si, por casualidad, estaría en peligro de extinción en dicho planeta.

El disparo la sacó de su ensimismamiento y, al igual que la mayor parte de sus compañeros, se dirigió a ver qué sucedía. La visión de la vaca la dejó desconcertada aunque, cuando se fijó mejor, se dio cuenta que se trataba de uno de los animales que habían enviado en un experimento previo.

Lo habían conseguido, aunque claro… ¿cómo se hubieran enterado?

Ilse iba a contestar al ingeniero Krieg respecto a la recogida de muestras o el enterramiento del animal pero no tuvo oportunidad de decir algo al respecto ni sobre un tema ni sobre el otro pues, sin perder ni un solo instante, Bernstein ya estaba dando sus órdenes y haciendo sus comentarios personales.

La enfermera apretó los labios con fuerza, sabía que replicar a una supuesta eminencia científica, sobre todo ella siendo mujer, sólo traería problemas añadidos. Se quedó observando como el ayudante de Bernstein volvía con el material pero pronto perdió interés agachándose sobre el cadáver del animal con un pañuelo sobre la boca para no respirar la fetidez tan cercana, mientras miraba con suma atención cada detalle del cuerpo, intentando descubrir cualquier mínimo detalle que pudiera significar una pista para saber qué había ocurrido al animal.

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27/02/2017, 18:58
Hagall Wirth

¿Y como iba a conducir si no? En Italia los apuestos chicos del fascio le habían enseñado a montar de pie sobre la moto pero no era el momento ni el lugar de vacilar de semejante estupidez ¿Acaso le resultaba indecoroso o… excitante? “Vaya, vaya…”. Hagall atravesó con la mirada al doctor -¿Salvaje yo?- dijo divertida por el comportamiento del doctor “Si tu supieras…”.
Se giró hacia atrás comprobando que todos estaban listos para emprender la marcha. Asintieron y ella saludó al teniente antes de calarse las gafas. Vio por el rabillo del ojo cómo Bernstein abrazaba la bolsa y aunque seguía en su pose temerosa le brillaban los ojillos. La arqueóloga le mostró su fiera y satisfecha sonrisa de tiburón a la vez que arrancaba el motor. Emitió un sonido muy sugerente.

El avance fue un poco lento y a trompicones por eso de ir parando en puntos estratégicos para reconocer el territorio o apreciar alguna singularidad que llamara su atención. El paisaje y sus estampas parecían extrañamente africanos y a la vez primitivos, pero ineludiblemente extraterrestres a ella le recordaba a una serie de novelas de temática marciana*. Le gustaban esos animales, parecían sacados del museo de historia natural de París o Londres, donde hacían reconstrucciones de dinosaurios, y los nexos estructurales eran desde luego interesantísimos. Se ve que la vida en ciertas condiciones tiende a organizarse de forma similar. Fuera de la fascinación por la megafauna y la flora, que era muy exótica en sus formas, le preocupaba la vida menos visible, los insectos, las bacterias y los virus… por desgracia se encontraban en esa parte de la “historia” en la que la mayoría de los descubrimientos se harían por casualidad, a veces felices descubrimientos, a veces fatídicos… y la colonia era tan pequeña… no podían permitirse el lujo de morir en masa como en el descubrimiento de América (en ambos bandos).
Por lo pronto aquella era una misión de reconocimiento visual, un primer contacto, por eso se opuso tajantemente a la sugerencia de Bernstein de andar cazando. Ya armaban bastante ruido simplemente desplazándose, eso alteraba el comportamiento de los animales, además Hagall no descartaba que hubiera algún tipo de vida inteligente (de tipo primitivo, al estilo de sus orígenes homínidos)y pegando tiros llamarían demasiado la atención.
-Doctor no sea impaciente, ya vendrán otras misiones de recolección de especímenes. De momento la prioridad es reconocer el terreno, encontrar agua y detectar posibles amenazas. Y para eso los seres vivos son más útiles que los muertos- Era una mujer racional muy seguidora del método científico, pero la parte que implicaba diseccionar animales y experimentar con ellos la llevaba muy mal. Las personas le importaba tres pepinos si querían destriparse entre ellas adelante, “Homo, homini lupus”, era su decisión hacerlo. Pero los animales (fuera de cuestiones naturales como alimentarse de ellos, pastorearlos y esa clase de cosas)no tenían por que sufrirles. Miró duramente al doctor por esta cuestión.
El mensaje fue para todos, no quería gatillos fáciles, ni bravuconadas, ni ideas de bombero para capturar nada, esas situaciones eran imanes de accidentes y desastrosas consecuencias.
Las cosas claras y el chocolate espeso “Mmmm… Chocolate…”.
Pensaba en esa, su pequeña e inconfesable debilidad (tenía otras debilidades pero no eran precisamente pequeñas…), mientras masticaba una de sus barritas energéticas. Se las había traído de la Tierra por palés, hechas por ella misma. Basicamente eran turrones y panes de frutos varios, comida completa, muy duradera y que le permitía continuar su dieta.
Observó los alrededores, no había hecho muchas fotos, el equipo científico trabajaba de maravilla así que podía permitirse dedicarse a la experiencia más que a la documentación. No obstante no perdía ripio y hacía sus propias cábalas estableciendo paralelismos.
Rechazó el vino ¿A quien se le había ocurrido la idea de llevar alcohol para beber con semejante calor? Esperaba que nadie se le cayera redondo deshidratado.
De vez en cuando echaba un ojo a la bolsa del doctor, por confirmar sus sospechas, y en otras ocasiones observaba a la enfermera. El teniente le había abierto la puerta del coche y eso le había causado un pellizco extraño, pensaba en eso, pero sobre todo pensaba en ella. Tan silenciosa, discreta y correcta… una mujer del Reich, eficiente, pero esos ojos… había algo en ellos que creía reconocer bien. No era un animalillo dócil. Debía encontrar la manera de conectar con ella, si era tal como sospechaba, la quería para su círculo.

De repente un disparo -Lo sabía- puso los ojos en blanco fastidiada y corrió siguiendo el ruido aun con la barrita en la boca. Iba a reprender a Topf “Tenía que ser un uniformado, como no” cuando reparó en el hallazgo -¡Coño!- se le escapó “¡Una vaca!” contuvo la sorpresa manteniendo su habitual compostura. De hecho seguía masticando como si nada, había olores que la desagradaban bastante más , pero mucho mucho más, que la peste a bicho muerto.
-Bien visto Topf- le felicitó. Esto confirmaba su teoría de los descubrimientos y la casualidad.
Mientras los demás debatían ella sacó su cuchillo y examinó el estado de la carne, los ojos. Tiró de la piel para ver algún resto de las vísceras. Se levantó una pequeña nube de mosquitillas que rápidamente se disolvieron aunque muchas siguieron a lo suyo pegadas al cadáver –Yo diría que lleva dos días muerta, claro que estando en otro planeta… es un diagnóstico con reservas- en cuclillas estiró la mano e hizo un gesto, sin llegar a tocarla, como de imponerle una mano –Tu sacrificio no ha sido en vano. Gracias…- balbució acercándose al cuerpo, luego se levantó poniendo un brazo en la cadera –Bueno… pues ya sabemos que sus primeros experimentos tuvieron éxito- señaló a Bernstein con el cuchillo como si fuera un puntero –Esto sí que me lo llevaba para examinarlo mejor. Primero para conocer las causas de la muerte y segundo para observar el comportamiento de la fauna que lo ha infestado. Por otro lado habrá que buscar alrededor si encontramos algún animal autóctono muerto o enfermo, las alimañas se han comido los mismos órganos que cualquier carroñero de la tierra, lo cual es un detalle interesante… ahora habrá que ver si la carne de la Tierra les es tóxica o no- limpió el cuchillo en la tierra y lo guardó -¿Están de acuerdo?- preguntó a los científicos allí presentes –Por cierto… ¿Mandaron algo más aparte de a esta pobre desafortunada?- parpadeó interrogante esperando que fueran sinceros, los secretos en torno al proyecto a esas alturas eran de todo punto absurdos.

Notas de juego

*Las novelas a las que hace referencia: https://es.wikipedia.org/wiki/John_Carter

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27/02/2017, 20:26
Director

Krieg respondió a su pregunta: "animales de granja diversos, vacas, cerdos, ovejas, algún perro...". Eso sin contar, por supuesto, los más de 100 científicos que desaparecieron en extrañas circunstancias durante el primer experimento, entre ellos, su esposa. Habían sido dado por muertos, pues se encontró el cadáver de alguno de ellos parcialmente fusionado con las paredes o el suelo. Algo muy inquietante, francamente desagradable. La campana no estaba bien calibrada todavía.

Examinaron a la vaca con precaución. La causa de la muerte parecía ser un ataque directo a su cuello, muy al estilo depredador. La habían cazado, realmente. Eso descartaba una muerte por bacterias, a priori. Pero todo dependía del tiempo que la vaca se hubiera pasado en el planeta. Si el tiempo corría paralelo al suyo, la vaca llevaría unos cuatro meses en al planeta. Pero quizá enviaban las cosas a un punto más o menos fijo en el espacio y el tiempo, por lo que quizá solo llevaba allí poco más de dos días.

Tomaron unas muestras de tejido y mucosas para que los científicos las analizaran en la colonia, y tras documentar el hallazgo con fotografías y notas, volvieron a ponerse en marcha. Recorrieron la sabana durante unas horas más, hasta llegar a la vera de un sistema lacustre más grande, donde bullía la vida. Los animales pacían a sus orillas despreocupadamente, y no parecían sufrir efectos adversos por consumir aquel agua. Desplegaron los prismáticos y pudieron ver que estaba libre de estromatolitos y aquellas colonias de bacterias. Además, y lo más interesante, es que los lagos estaban alimentados por ríos caudalosos que se perdían en el horizonte. La sabana terminaba poco más allá y comenzaba un bosque de ribera junto a las márgenes del río, pero la planicie todavía se extendía un poco más hacia el sudeste.

El día era largo, más que los de la tierra. Llevaban diez horas de luz y parecía que estaban aproximadamente a primera hora de la tarde, por que el calor iba en consonancia. Se acercaron al lago con precaución debido a los grandes animales herbívoros y los depredadores terrestres y acuáticos que los vigilaban en la lejanía. Uno de los animales estaba herido, moribundo, y como había dicho Hagall era un buen momento para aprovechar y hacer sus mediciones antes de que los carroñeros se emplearan a fondo con él.

Sin embargo, un extraño y familiar sonido terrestre les hizo girar la cabeza. Un silbido. Topf mandó a los soldados estar alerta y usó la mira de su fusil para ver en la lejanía. Un grupo numeroso de animales acompañados por figuras que caminaban como ellos, con dos piernas, se acercaba levantando mucho polvo. Tanto que les costó ver que demonios estaba pasando.

Se pusieron nerviosos, volviendo a los vehículos. Sin embargo, Hagall se acercó con mucha curiosidad, a pesar de que los militares la llamaron desde la distancia por que podía ser peligroso. Se quedó quieta, aguardando a que la comitiva de animales se acercara, con las gafas antiestáticas puestas. Finalmente, Oldenkamp se situó detrás suya, por si había que emplear la fuerza.

Lo que vieron les dejó helados. Entre el polvo distinguieron la figura de unas ovejas negras, muy lanudas. Un grupo de... ¡Seres humanos! se acercaba pastoréandolas. Vestían ropas coloridas, como los habitantes del Próximo Oriente o la India, aunque no parecían de esa raza. Al frente venía una niña, aunque detrás se adivinaban las figuras de un hombre más mayor y una mujer. ¿Una familia, quizá? No salían de su asombro, y no era para menos.

Como hipnotizados, se acercaron a la escena. La niña se detuvo, a pesar de que los animales siguieron caminando hacia la orilla del lago. Vieron que se giraba para decirle algo al hombre, en un idioma que a Hagall le resultaba extrañamente familiar. No parecían ir armados, aunque en el cinto el hombre llevaba algo parecido a un cuchillo o puñal. Empuñaban varas de pastor, y unas tiras de cuero que, imaginaban, eran algo parecido a una honda.

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27/02/2017, 21:17
Ara

La señora extraña la miraba, con sus ojos extraños. Más gente curiosa detrás, con un atuendo muy raro. ¿Serían los amos? Nunca había visto uno, aunque le habían hablado de ellos.

-पिता! पिता! पिताजी, अजीब लोग

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27/02/2017, 21:25
Gawhar

El hombre detuvo a las ovejas girando su bastón en el aire. Uno de los soldados le apuntó con su arma, confuso, aunque no parecía que él entendiera que aquel gesto era amenazante. Quizá no había visto un arma de fuego en su vida. Pero si sabía reconocer el miedo y la tensión en los ojos de los hombres. Miedo y prudencia hacia lo extraño.

-पिता अस्ति, तूष्णीं उपविशन्तु.

El hombre alzó las manos, mostrando que no llevaba armas en señal de amistad.

-वल्लभ. वल्लभ.

Notas de juego

Hagall, tira "Védico" dificultad 15+

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27/02/2017, 21:35
Hagall Wirth

Muy oportunamente Krieg omitió a los científicos implicados en el accidente de la primera prueba, esperaba que hubiera sido sincero con aquel asunto. Le observó con atención ¿Sabría algo que ella ignoraba? El hijo de puta de Kammler era de los que había que sacarle la información con sacacorchos y le costó mucho averiguar detalles en torno al proyecto de la campana. La pregunta ahora era… ¿Habría llegado alguno de esos científicos allí por accidente? ¿Cuánto tiempo llevaría en el planeta? Si el prototipo no estaba bien ajustado y por eso había fallado… bien podía haber mandado a alguien a un tiempo muy anterior, o a otro planeta, o al futuro!
Por lo pronto no había signos de población humana, parecía un planeta “virgen”, habría que estar muy atentos, las incógnitas empezaban a agolparse en tropel.
Las horas pasaban y el día no se acaba, tal parecía que solo llevaban la mitad de lo que el sol tardaría en ponerse, lo bueno era que cuanto más avanzaban más amable se volvía el terreno. Finalmente llegaron a un lugar paradisiaco similar, a su manera, a las zonas verdes a caballo entre la península arábiga y el Indostán. Una suerte de creciente fértil gracias a la inmensa cantidad de agua. Sonrió porque había acertado en su pronóstico.
-Recuerde los isopos- dijo, intentando disimular la sonrisa, a Bernstein. Los animales abrevaban allí así que había muchas papeletas para que fuera agua potable. Brillaba cristalina bajo el sol abrasador y le hubiera encantado zambullirse y bucear, sin nada, como a ella le gustaba*.
Para ser el primer día habían cubierto una gran distancia, claro que cuando fue a echar cuenta de las horas… llevaban en la tarea dos horas más que una jornada de trabajo normal. Quizás había llegado el momento de plantar el campamento y descansar. Era un lugar apropiado. Entonces ese chiflido que despertó todas las alarmas ¿Quién había sido? Se giró cual doberman  afinando vista y oído. Rápidamente estableció contacto visual con el equipo pero en lugar de ocultarse permaneció quieta en el lugar (un mecanismo animal de mimetismo que solía funcionar)con las manos cerca de las armas.
-No nos pongamos nerviosos…- susurró externalizando su monólogo interno. Entrecerró los ojos en un gesto instintivo de mejorar la visión. Eso era… ¿Cabras? ¡¿Ovejas?! Y había… bípedos… pastores! –¿Pero que…- dijo al distinguir figuras claramente de look Afgano, eran arios arios, arios de verdad! De los que tienen sangre de Darío y Alejandro Magno “QUE COÑO ESTÁ PASANDO AQUÍ?”, no daba crédito a lo que veía ¿Estaría alucinando por culpa de alguna cosa chunga extraterrestre? ¿Le habría dado una insolación? La guinda del asombro vino al oírles hablar.
No hablaban exactamente védico pero era muy similar, como un dialecto o así. La niña llamaba a su padre y el hombre dijo algo así como que no se preocupara, y lo que si entendió a la perfección fue “Amigo, amigo”.
Hagall levantó una mano indicando a los que apuntaban que se contuvieran.
- लोग- repitió ella entrando en el camino acercándose a ellos aventurandose a hablar en el védico que ella sabía - मेरा नाम Hagall- se señaló a sí misma (lenguaje gestual básico) - और वह है ... ¿Cuál es tu nombre de pila?- preguntó a Oldenkamp indicandole que se acercara. En la vida se imaginó que en Venus le iba a ser útil una lengua muerta. Ver para creer

- Tiradas (2)

Notas de juego

*Simpatiza con la filosofía de Hans Suren en su libro “El Hombre y el Sol” (1924), que gustaba mucho a Hitler, y que promovía la recuperación del nudismo (pagano) en las actividades deportivas. Él lo proponía solo para hombres pero Hagall pasa de ese rollo de exclusividad masculina.

*Traducción:
-Amigo
-Me llamo Hagall
-Y este es...

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28/02/2017, 09:13
Helmut Bernstein

Al ver la herida en el cuello a Bernstein le asaltó el alivio y el miedo a partes iguales. Los depredadores de allí podían atacar a seres que no estaban en su cadena trófica habitual. Estaban en peligro. Por otro lado no había muerto a causa de una enfermedad. Eso era bueno.

Con las muestras recogidas sabrían más cosas.

Ojalá encontráramos más de nuestros animales. Vivos. Nos daría muchísimos datos. Y daría moral a los trabajadores de la colonia.

Siguieron la marcha hasta un lugar que era poco menos que un paraiso. Agua en abundancia, tierras fértiles, fauna... Bernstein observa el vergel con satisfacción. Sabía que encontrarían agua, y ríos. Y todo lo que han encontrado.

La orgullosa aria hace un comentario al que responde con un gruñido.

Es usted una incorregible traviesa.

Le dice, sin apartar su extasiada mirada de los reflejos dorados de la superficie del lago.

Y ocurre una cosa. Un silbido. Bernstein se queda paralizado.

El silbido. La llamada de la Divinidad. Al igual que el chasqueo de dedos, son los dos símbolos universales de la manifestación divina. Y sí, allí aparece lo imposible. Un rebaño con sus pastores. Se queda petrificado. Parpadea confuso, analizando lo que ve. Buscando una razón a todo eso. No una razón racional. Una razón emocional. Una razón mística.

¿Qué es esto? ¿Qué mensaje nos quiere hacer llegar la Realidad con esto? Pastores, rebaño... Los símiles con nosotros son evidentes.

Wirth y  Oldenkamp avanzan hacia los pastores. Al ver que entablan lo que parece una conversación, intercambia una mirada con el resto de sus compañeros, como invitándolos a ir también. Tras ello avanza unos pasos, inseguro, hacia los pastores, con la intención de quedarse un par de pasos detrás de Oldenkamp. No se quiere perder detalle. Tiene varias suposiciones, pero ha de esperar para confirmarlas o descartarlas.

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28/02/2017, 12:23
Damien Krieg

-¡¡ Maldita Sea !! , ¿ puede decirle al pastor o lo que sea que llame a sus animales?, me están lamiendo .. - dice Krieg algo enojado pero sorprendido, de ver al pastor, la familia de este y las ovejas.

Al parecer las ovejas, parecían estar encariñadas con Krieg, cosa rara.

Intentando sortear las ovejas , se acerca a la señorita Hagall.

- Es solo una hipótesis, ¿ puede preguntarle como llegó aquí ? - la pregunta parecía tonta.

Si había una civilización, o una de dos, ellos eran los extraterrestres, los extraños, ya que esa gente vive allí desde mucho antes de lo que piensan, o en alguna parte, alguien ha usado la misma tecnología que han usado ellos y han viajado hacia allá.

Se queda en silencio, mientras con el pañuelo con el que se tapaba antes la boca, limpia las babas de las ovejas que le han dejado. Empieza a pensar, si tal vez, los científicos que desaparecieron en extrañas circunstancias, no fueran los antepasados de esa gente, dejando al pastor, la mujer y la niña, como los descendientes de los científicos que desaparecieron.

Tal vez, fueran al planeta muchos años antes de que llegaran el grupo de la colonia Sigfrido.

Notas de juego

No he podido resistirme XD

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28/02/2017, 15:37
Hans Topf

Terminó el Segundo tiempo de Saludo militar para dar a conocer que entendía y acataba las órdenes.

Lo que jamás hubiera imaginado el montañero. Animales terrestre pululando libremente por allí. Había visto además, animales abrevar en diferentes lugares, y cuando seguían las normas de supervivencia, decían: " - Si los animales beben de allí, esa agua se puede beber. Si tiene bichos también. Si ni animales tiene ni bichos beben, no pretendas ser más que los demás".

De todas maneras, eso no fue lo sorprendente. Encontrar personas si le dejó fuera de lugar.

Enseguida le ordenó al compañero: - ¡Baje el arma, baje el arma!. Y tras eso impartió las órdenes de seguridad. - Tropa, defensa en perímetro. En cuanto vio que se desplegaban, con el arma colgada del hombro a la altura de la cadera, se acercó a la doctura que intentaba comunicarse en un idioma que le parecía no solo extraño, sino que además tenía una extraña musicalidad que se le hacía conocida. - ¿Un viejo idioma de los celtas o de otra parte de la tierra? Su amplia sonrisa enmarcaba su rostro, y acercarse a este núcleo de problemas era una muestra de confianza en las habilidades de la sacerdotisa.

Todos tenían muchas preguntas, pero la mujer tendría sus propias prioridades. Ya vería si conseguía respuesta de algún tipo alguna de ellas.

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01/03/2017, 00:27
Ilse Dietrich

A cada instante que pasaba más sorprendida se encontraba Ilse de la semejanza que existía entre ese planeta y la Tierra que habían dejado atrás. Aquella vaca tenía todos los indicios de haber sido atacada por un depredador, detalle que resultó un alivio por una parte ya que la muerte no parecía haber sido producida por patógenos provenientes de la Tierra, pero por otra parte mostraba claramente que no todos los animales eran tan pacíficos como los que habían visto hasta el momento.

Poco se podía hacer por aquel animal, salvo coger alguna muestra para examinarla con más detenimiento cuando estuvieran de vuelta, así que, una vez recogidas dichas muestras, volvió al coche para protegerse del calor que, a medida que el día avanzaba, cada vez era más agobiante.

Siguieron recorriendo aquellos parajes tan increíbles y tan semejantes a los ya conocidos de su propio planeta, bajo la luz de un sol que parecía no querer ocultarse. Ilse miraba a todas partes emocionada y embobada por las maravillas que se presentaban ante sus ojos. Si encontraban agua potable entonces no cabía ninguna duda de que aquel planeta era perfecto para sus propósitos.

Maravillas que se fueron sucediendo una tras otra a medida que se adentraban en la sabana, un  lago, ríos caudalosos que llegaban hasta él y bosques que asomaban más alejados.  Mucha vida alrededor de ese lago, con una variedad de fauna y flora que Ilse estaría encantada de estudiar. Y también había rebaños de ovejas guiadas por pastores que caminaban entre ellas como si estuvieran en la India.

¿Ovejas? ¿Pastores?

Por unos instantes Ilse creyó que el sol le había golpeado con demasiada fuerza y en esos momentos estaba siendo víctima de un espejismo, pero las voces y comprobar que el resto de sus comentarios estaban viendo lo mismo que ella, consiguieron que se creyera de verdad lo que estaba viendo.

Humanos. Humanos en aquel planeta.

Con precaución, aunque llena de curiosidad, se acercó para enterarse mejor de lo que estaba sucediendo y de quiénes podían ser aquellas personas, algo de lo que seguramente se enterarían rápidamente ya que Doña Perfecta era capaz de comunicarse con ellos, como no, en su propio idioma. Aunque, por primera vez desde que conoció a esa mujer, a Ilse no le importó que en esa ocasión se luciera como tanto le gustaba hacer.

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01/03/2017, 16:15
Fritz Oldenkamp

Fritz aún estaba absorto con el cadáver del vaca momentos antes de que los pastores y las ovejas estuvieran a vista del resto del grupo. Había bromeado con un cabo de la unidad acerca del animal muerto y se encontraba colocándole la bayoneta al Kar 98k, pero cuando escuchó los asombros de todos y levantó la cabeza se quedó pálido, más de lo que ya era por naturaleza.

-Mein gott- Logró balbucear, mientras acababa de colocar el accesorio al bajocañón del rifle. Uno de los soldados, no muy lejos de él, alzó su arma y Topf no tardó en ordenar que se bajaran las armas y se mantuviera la calma. Como si encontrar una vaca de la tierra muerta primero y ahora lo que parecían ser, ¿habitantes de la India? no fuera para perder los nervios. Aunque él también sintió la necesidad de accionar el cerrojo de su arma y apuntar a los extraños, trató de seguir las órdenes de Hans, que parecía ser capaz de controlar la situación.

Entonces la misteriosa señorita Wirth se dirigió a él, aunque al principio pensó que no bastaron un par de miradas para que captara que era a él a quién le hablaba. 

Trotó hasta colocarse cerca de Hagall. Tosió varias veces y carraspeó antes de hablar, dejando el rifle a la altura de su cintura.

-Ehm...- No pudo evitar mirar con asombro a los pastores. -Fritz, señora... Fritz- Centró su vista en Hagall, lanzando diversas miradas a la niña y el hombre que acompañaban al rebaño. 

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01/03/2017, 19:13
Gawhar

La mujer de cabellos dorados se mantenía erguida como un hombre. ¿Sería de la raza de los amos? Sin embargo, había algo que le resultaba familiar de su forma de vestir, de los símbolos que portaban. Escuchó lo que ella le decía y asintió, despacio, con una sonrisa. Los extranjeros parecían estar nerviosos, aunque ahora no tanto. No les apuntaban con sus extrañas herramientas de madera y metal.

Se señaló el pecho y dijo algo que más o menos pudieron entender todos.

-Gawhar... Gawhar.

Reclamó a la pequeña que viniera, y detrás de ella se dibujó entre el polvo la figura temerosa de una mujer de edad similar a la suya, aunque de aspecto más juvenil.

-Ara... मेरी बेटी* -dijo, señalando a la pequeña.

Se giró luego hacia la mujer, que compartió una mirada de inquietud con él. Hablaron un poco en su idioma, pero tan rápido que Hagall no tuvo muchas pistas sobre lo que estaban diciendo. Finalmente, la mujer se acercó y él sonrió, señalándola con un dedo.

-Farah. फराह मेरी पत्नी है**

Se acercó a Topf, que tenía una gorra con el emblema de la Wehrmacth, el águila con la esvástica envuelta en una corona de laurel. Señaló su gorra, y él se la quitó, mostrándosela. El hombre la manoseó un momento, y luego se la devolvió con una inclinación de cabeza. Una idea le vino a la mente, así que usó su cayado para hacer un dibujo en la tierra arcillosa: una esvástica.

-Doischlan, Doischlan... -dijo.

Acto seguido, se puso tieso e imitó el saludo nazi con la mano derecha.

Notas de juego

* Mi hija
** Farah es mi esposa.

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01/03/2017, 19:41
Hagall Wirth

El hombre enjuto era muy alto y esbelto, más de lo habitual en esa etnia ¿Sería consecuencia de la menor gravedad? Le hizo sonreir que los civiles se aventuraran más que los militares acudiendo al encuentro de los extraños. Tenía sentido, eran personas curiosas, los militares son… prevenidos. Se giró hacia ellos –No nos agolpemos ni los atosiguemos, calma y paciencia. Voy a preguntarles-
El hombre entendió que se estaban presentando he hizo lo mismo –Él se llama Gawhar, su hija Ara… y ella es su mujer…Farah…- “Joder es casi una niña” Hagall traducía simultáneamente para que todos supieran que estaba pasando, pero cuando se pusieron a hablar rápido no entendió nada. Iba a preguntar si vivían allí hace tiempo, de donde venían, pero el pastor, ansioso por comunicarse con ellos rápidamente hizo algo que los dejó a todos mas blancos que las nieves del Himalaya "¿Que cojones está pasando?" Disimulaba el desconcierto claro y debido a aquel gesto ls preguntas tomaron otro giro – आप हमें जानते हैं? वे यहां लंबे समयहै? - las ovejas acabaron rodeandoles y una de ellas le dio un bocado en el culo haciéndole soltar un gritito muy gracioso.

Notas de juego

*¿Nos conoce? ¿Sois de aquí? ¿Llevais aquí mucho tiempo?

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01/03/2017, 19:50
Gawhar

Le había hecho bastantes preguntas, y muy complejas. Miró a su mujer con una expresión de inquietud, y luego le dijo algo a la niña. Ara comenzó a dar palmadas para espantar a las ovejas que jugueteaban con ellos y su ropa y que tan molestas resultaban a Krieg. La niña salió detrás de ellas para mantenerlas organizadas, pero a la vez apartadas del grupo. A tal fin, usaba la pequeña honda que llevaba encima, en la que colocaba una especie de caracola marina que al girar hacía un ruido fuerte, como un silbido. Aquello cuadraba con lo que habían escuchado al principio, y también se parecía a métodos que tenían pastores tradicionales en la Tierra para mantener al ganado vigilado en extensas llanuras y valles.

-मेरे पशुओं माफ कर दो, वे भूखे हैं। जल्द ही यह लगान होगी 1.

No sabía muy bien a que se refería con "nos conoce", por que era la primera vez que les veía. Se mesó la barba, respondiendo a lo que si sabía.

-हम इन देशों में यहां जाट, जीवन के हैं 2.

Señaló hacia el otro lado del río, en las montañas que se adivinaban al fondo, de donde nacía aquel río.

Notas de juego

1- Perdonad a mis animales, tienen hambre. Pronto será el lagaan.
2- Nosotros somos de Jat, toda la vida aquí en éstas tierras.

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01/03/2017, 20:23
Hagall Wirth

Parpadeó dándose cuenta de que sus preguntas eran muy abstractas y se veían gente sencilla. Frotó la cabeza de un corderito que destacaba muy adorable entre tanta oveja gordoncha y lanuda pero en seguida se fue con su madre, a la que le colgaban unas enormes ubres pendulantes.
¿Lagaan? ¿Había dicho Lagaan? Eso era el pago anual de los impuestos, así que… -Dice que está engordando a los animales porque dentro de poco tiene que pagar el diezmo…- hizo una pausa –que siempre han vivido aquí, que son de un pueblo que se llama Jat…- se giró hacia sus compañeros  –Me temo señores que no somos los primeros en pisar Venus… esta gente está más que asentada- tenían estructuras socioeconómicas… así que seguro que también jerarquía. Respiró hondo organizando las ideas en busca de las preguntas adecuadas –Emmm…  हमें पता नहीं था वहाँ अधिक लोग यहाँ थे, हम क्षेत्र की खोज कर रहे थे तो वहाँ अधिक लोग हैं? वहाँ अधिक लोगों को हमारे जैसे Doichlan हैं?-

Notas de juego

*Emm… no sabíamos que había más gente por aquí, estábamos explorando la zona ¿Entonces hay más pueblos? ¿Hay más gente de “Doichlan” como nosotros?

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01/03/2017, 20:27
Gawhar

Les observó con curiosidad. Tenían rostros muy particulares y las mujeres eran muy bellas, delicadas. Parecían de la raza de los amos, por que sus mujeres no se desgastan debido al trabajo físico y pueden dedicarse a mantenerse bellas todo el día. Pero aquella gente había venido andando y montados en extraños carros de metal con ruedas blandas que se acercó a examinar también. Por el camino, se cruzó con Bernstein, que se mantenía un poco aparte como un perrillo asustado. El contacto social no era lo suyo.

Dió con el palo en la rueda. El tacto era gomoso, duro y al mismo tiempo blando. Era un material extraordinario, aunque parecido al de los lejanos y exóticos "árboles gar" cuyas cortezas había visto alguna vez venderse en el gran mercado de Rajpur. Estaba fascinado, tal como si un grupo de extraterrestres hubiera aterrizado en su planeta de repente. En realidad, así era.

-Oh si, muchos pueblos, como nosotros*. Las historias dicen que nuestros amos nos trajeron desde las estrellas para poblar ésta fértil tierra. Nuestro poblado es... Jat, en las montañas. Somos pastores y ganaderos.

Se mesó la barba.

-Mi padre los ha visto. Él es uno de los ancianos del poblado, si. Dice que hace un duyti se vieron hombres muy raros en la pradera, desorientados. La gente de Umad los encontró, muy mal estaban. Mi padre fue al gran mercado de Rajpur a entregar el lagaan cuando vio a algunos de ellos, si. Los amos se interesaron, les compraron como esclavos. Mi padre decía, que pronunciaban esa palabra. "Doichslan" y la cantaban alzando así el brazo, y que lloraban.

Notas de juego

*Nos saltamos la barrera idiomática en plan "Deus ex Machina". Podéis preguntarles y ellos responderán, teóricamente usando a Hagall como intérprete.

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01/03/2017, 21:51
Helmut Bernstein

Todo aquello era irrtante. Por una parte cuadraba con sus teorías, pero por otra no. Era evidente que había alemanes allí. Nazis. La esvástica no probaba nada. Es un símbolo y como tal es lógico que lo conozcan, pero el tema de relacionarlo con Deutchland y el saludo romano era otra cosa muy distinta. Allí había alguien más, y por las palabras del hombre, no eran los científicos del incidente... Sí. Estaban vivos. No le emocionaba por el hecho de saber que estaban vivos, sino por el hecho de los datos que podrían aportar. Y había otra cosa. Otra cosa desconcertante.

Retrocedió un paso para evitar el hocico de una cabra pero otra metió la lengua ne su boslillo y le robó un pañuelo que empezó a masticar.

Chist! Chist! Quita! Dame!

La cabra retrocedió y Bernstein no insistió. No quería molestar al indígena.

Señorita Hagall... Pregunte a quien pagan ese diezmo. Quien es su señor. Y si lo podemos ver. Si se niegan, dígale que queremos comprar esos esclavos que lloraban. Ah! Y donde residen esos misteriosos amos... Podrían ser de los nuestros, pero si no han visto armas ni vehículos antes no sé que pensar... Bueno, sé que pensar pero no quiero aventurar hipótesis. Si tenemos suerte quizás nuestro proyecto avanza mucho más rápido de lo esperado.

Todo aquello era alucinante, rocambolesco. Increíble. No iba a ser la colonización que esperaba. Aquello ya estaba colonizado. Y faltaba por ver si los colonos los verían como amigos o enemigos. Empezaba a creer que necesitaban más hombres. Más armas.

Ah! Y pregunte si usan monedas. Si sabe lo que es, a ver si le puede mostrar una. Si es que tiene, claro. Una moneda nos diría mucho de esos amos. La vanidad es terrible.

 

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02/03/2017, 08:37
Damien Krieg

- Estoy mas que seguro, que se estila mas el trueque, pienso yo - Mira a la Doctora Hagall , como para que verifique si tiene o no tiene razón.

Luego se acerca a la doctora y enfermera, para decirles algo en voz baja..

- Debemos de hablar, tengo una hipótesis... - dice en voz baja al cuerpo femenino del grupo, para luego hacer señas a los demás para que se acerquen.

Una vez todos de cerca, empieza a explicar.

- Tal vez, los científicos que desaparecieron en las primeras pruebas de la campana, llegaran aquí, mas que con lo puesto, pero con una diferencia de años superior a la nuestra, quiero decir, ir a este tiempo, en este planeta, pero décadas antes. De ahí que el padre de nuestro amigo - hace un gesto con la cabeza a aquel hombre barbudo -.. su padre, encontrara a parte de los científicos.

Se queda meditativo..

- Si es verdad que en este planeta ya estaban ellos, que los trajeron de las estrellas, quien sabe si fueron los primeros pobladores de nuestra tierra, o alguien con mejor tecnología que nosotros, de conseguir tal tecnología. podría ponerme a ello con ingeniería inversa y adelantar cientos de años, nuestro objetivo - dice con una cara, como de un niño con nuevos juguetes.

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02/03/2017, 11:23
Hans Topf

Topf se quedó un tanto extrañado con que le tocaran la gorra de montañero. Se decepcionó. Esperaba que señalase al Edelwiss y señaló el logo del Ejército. Era demasiado iluso.

Sacudió la gorra contra la pierna, como tantas otras veces lo había hecho, para limpiarla y acomodarla para ponérsela. Era más un acto aprendido y de costumbre que otra cosa, pero que le mordieran el culo a alguien, no le hizo tanta gracia, a pesar de cracioso chillidoto. - Esperemos que no sea de la otra acera.

De todas formas, su mente, enseguida viajó a otras preocupaciones: - Si son de los nuestros, tendríamos que rescatarlos, y si fuera como fuere, aunque no lo fueran, han llegado aquí de alguna manera y podrían ser una buena fuente de información. ... si es que siguen vivos.

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02/03/2017, 17:24
Gawhar

Hagall hizo lo que pudo para traducir algunas de las preguntas e inquietudes de sus compañeros. El hombre se rascó la barba como si le picara y puso cara de pensar mucho. Después de todo, era posible que no se hubieran topado con el ser humano más inteligente del planeta, precisamente. Pero algo era algo.

-Los amos son aquellos a que debemos obediencia, los señores de la tierra. Ellos nos han dado muchas cosas, y nosotros les entregamos el lagaan como agasajo. Rajpur es la ciudad de la que dependen éstos territorios, si. Una gran ama vive allí, la que nos guía y protege. Ella compró a algunas de éstas personas de Doichsland.

Preguntó por la moneda, y le enseñaron una alemana. Él buscó en un saquito que colgaba de su cinturón y les enseñó algo parecido:

-Prínsipe hijo de la reina Madhuvanti, moneda solo para comerciar en Rajpur, si.

Era de oro puro, la puñetera moneda. A alguno le brillaron los ojos fruto de la codicia. Quizá podrían hacerse de oro, literamente, en aquel planeta. Con ese dinero podrían hacer muchas cosas en la Tierra. El pastor volvió a hablar con su mujer en aquella jerigonza, que parecía otro idioma. Quizá el védico solo se usaba como lingua franca para comerciar, o era la lengua "de los amos". De cualquier modo, él no parecía dominarla demasiado, o la hablaba con un fuerte acento "venusiano".

-Ancianos os pueden explicar más que yo, si. ¿Venís a Jat con nosotros?