Partida Rol por web

 San Pedro mira a todos extenuado. No puedo creer lo que acaba de pasar... Se toma el pecho, esperando aliviar su angustia y desosiego. 

- Como es posible que uno de ustedes haya echo esto?

Se sienta en el piso y se agarra la cabeza....

- Oh mis hermanos, estamos sucumbiendo ante el malvado

 ...y pedro tira la primera piedra. Ibn Jaldún, sabias son tus palabras y dignas de escribirse con una aguja muy fina en el angulo de un ojo para sabiduría de quien quiera aprender. Pues las tretas de Shaitan destacan por su silencio. Hermanos, de todos nosotros. ¿Quiénes han permanecido callados?,¿quienes aún no se atreven a dar la cara por miedo a ...?

¿Miedo a qué Ruhollah? - dije con cierta molestia - todos somos tan culpables como aquellos que se han quedado callados; la diferencia es que ellos al parecer aún no salen del shock - me puse frente a Ruhollah y lo miré a los ojos, me agaché, tomé una piedra con la mano izquierda y se la ofrecí, estirando mi mano en su dirección - Toma. si quieres  golpear a alguien puedes hacerlo; nadie te detiene de culpar a quien quieras, pero asegúrate de no equivocarte, porque con la vara que midas serás medido...

 Miedo a muchas cosas Ratzinger, miedo a muchas cosas..- le observo fijamente -me das una piedra en lugar de a Pedro. Muy curioso...

La pequeña niña musulmán era de las que permaneció todo el rato callada, compungida entre sus ropajes que la camuflaban del resto. Se veía a ella misma como alguien fuera de contexto. Alguien que no debería estar allí.

Pero como Sharbat es una niña desafiante, se atrevió a decir:

-Pues si él está muerto, volverán las guerras. Volverá el odio y las peleas por saber quién tiene la razón. Volverán a exterminarnos. a nosotros, a los niños. Vosotros no condenáis nuestro sufrimiento...-

 Sharbar Gula. Por la misma razón nadie aparte de nosotros se enterara de esto. Al menos no hasta que hallamos cobrado justa venganza. Y que así quede escrito, para que así sea hecho.

San Agustín se sacudió un poco de la saliva de Martin Luther de su hombro, que le había quedado luego de su grito. Grito que había escuchado con rostro paciente y poniendo los ojos hacia arriba, en gesto de impaciencia. 

"Hermanos, creo que para comenzar a buscar al culpable podríamos preguntarnos quien es el principal beneficiado de la muerte de nuestro Señor.  ¿Alguno de los ángeles tal vez?" 

El santo se dirigió rápidamente hacia Metatron y Sandalfon, moviendo las manos como calmando. 

"No, no, no, shhhh, tranquilos, sus señorías... no es que sospeche puntualmente de ustedes, pero si nos basamos en la historia la primera vez que alguien intentó hacer esto terminó siendo un ángel, ¿no es así? Es hasta casi natural que pensemos en sus personas..."

Tranquilo amigo San Agustin - dije mientras me calmaba y dejaba caer la piedra al piso - No nos comportemos como bestias humanas primarias; señalándonos entre nosotros. Por que no dejamos que los ánimos se calmen y decidimos, luego de que hablen todos, para que escojan quien es el culpable...

Busqué un asiento, me senté y saqué un papiro del bolsillo en donde empecé a anotar los nombres de cada uno de los que estábamos en la sala - Estamos 3 religiones diferentes... Sacamos a Buda, a monesvol y a Chuck Norris... - sonreí - Estos mortales y sus ídolos de oro jajaja - guardé el papiro y miré a los chicos - mejor respiramos lentamente y pensamos acerca de quien tendría motivos - miré a San Agustin - sin señalar - volví la mirada al grupo - y vemos quienes podrían haber atacado a nuestro señor...

 -Faltan Abraham, Abú Talib, Gauchito Gil, Issac el ciego, Judas Iscariote, Ludwig Wittgenstein, y Nescoobar A

Las palabras de San Agustin le estaban irritando, como un simple humano podría tener tal desfachatez. Metatrón desplegó sus alas y se acerco a San Agustín.

- ¿Si nos basamos en al historia dices?, ¿Acaso estabas cuando Lucifer se rebelo? Te voy a contar lo que sucedió. Lucifer siempre se creyó más de lo que era y un día de borrachera se lo hizo saber a Dios de la peor manera posible. El resto ya sabes como acabo, fue mandado a las profundidades por debajo del mundo terrenal y Dios como el más sabio de los sabios desde el principio de los tiempos hasta los últimos días del universo nos prohibió el alcohol a los ángeles previniendo que volviese a pasar una de esas situaciones. Te voy a contar una cosa más yo siempre he sido feliz con el puesto y el deber que Dios me había otorgado, no ganaría nada con su desaparición.

 Paso la mano por su frente y se dejo tranquilizar con un suspiro casi llorando al recordar la reciente desaparición del Padre.

- Ni si quiera sospechaba que podía morir, el no estaba registrado en el libro de la vida como habéis estado o estáis los presentes. Dice sollozando.

 Cuanta humildad y sabiduría en tus palabras Metatrón. Tal y como se esperaría de el "Rey de los ángeles"

 Jibrail se había mantenido en silencio pero la acusación contra los ángeles excedía el límite

-En mi caso, aunque mi fe sea diferente a la de mi padre, aunque mi nombre haya cambiado de Gabriel a Jibrail siempre lo respeté y solo mantenía la religión como esperaba que fuese, no como el libertinaje que su hijo, Jesús, le dio al cristianismo en su peor momento... Él demostró después que todos estábamos en lo correcto y no veo razón de mi parte para asesinar al hombre al que le debo mucho, pues incluso cuando me separé de sus ángeles, cuando decidí buscar otro profeta, decidí dar una nueva religión... Cuando me acusaron de hereje por "dejar a Dios" solo porque el cristianismo era demasiado laxo... Cuando todo esto sucedió ese ser que acaba de morir me apoyó en silencio... Quién quiera acusarme de su muerte que tome la piedra que el santo padre católico tenía en su mano y se golpee con ella los dientes hasta romperlos, pues no existen razones para siquiera pensar semejante atrocidad...-

Intentó respirar con calma, se había exaltado demasiado y ahora estaba acelerado con algunas gotas de sudor en su rostro... Pero es que... Acusarle a EL de ser capaz de matar al único que creyó en él cuando los otros ángeles del cielo lo acusaron de hereje... Por amor a Dios...

Apreta la mano de Malcolm agradecido y se enjuga las lágrimas para intentar seguir como pueda. Su voz antes melodiosa, acostumbrada a deleitar en cada uno de sus sermonos suena quebradiza y falta de toda belleza. Carraspea un poco y reanuda la discusión.

- Creo que ya he dicho lo que pensaba, los que pare mí son más sospechosos son aquellos a los que el cambio menos ha gustado y pocos son tan reacios a los cambios como aquellos que ostentan mayor poder. Los ángeles antiguos son los que más me preocupan. Son los únicos que podrían tener alguna idea de la mortalidad del Señor.

Aunque me cuesta acusar de esta forma a nuestros señores alados -digo mirando hacia al suelo de la habitación -creo que Marvin tiene toda la razón -añado sumándome a la propuesta del "reverendo".

Como ya dije con anterioridad nosotros, simples mortales, pensabamos que el Señor era inmortal, solo ellos podian saber este detalle de tanta importancia -finalizo con la voz temblorosa.

- Reverendo Marvin Williams, si, te conozco, tenemos una cita dentro de un tiempo. - la cavernosa voz de Sammael helaba el corazon de los mortales - Como bien sabras yo soy Sammael, el angel de la muerte. Yo conozco y vigilo el momento en el que cada uno de vosotros, miserables humanos, os reunis con el hacedor en el cielo, o con el angel caido en el infierno. Nadie mas que yo tiene conocimiento de estos asuntos que a vosotros e incluso al resto de mis hermanos les estan vetados, y os aseguro que ningun angel podia saber que dios podia morir, me cuesta creer que un humano lo supiese. Yo hubiese tenido que saberlo antes que ningun otro, si yo no lo sabia nadie mas podia conocer este hecho. - una nota de dolor apenas acertaba a adivinarse en su fria voz - Ninguno de nosotros mataria a nuestro padre, siquiera podriamos pensar en hacer algo como eso. Nosotros somos sus hijos, y nos creo para servir sus propositos. Fue a los hombres a los que doto del mas grande de los dones, el libre albedrio, y son por tanto los hombres los unicos que podrian haber pensado o imaginado una manera de matar a mi padre.

Joseph se paseaba por la estancia mirando a todos los que hablaban con suspicacia, pero su desconfianza era total y abierta contra aquellos que permanecían en silencio, sin expresar ni pesar, ni dolor ni opinión alguna. Le recordaban mucho a ese romano que había condenado por su inacción a su señor Jesucristo.

-Hermanos en la fe, aunque cada uno tiene su manera de rezar al Santo Padre, creo en vuestro dolor. Sin embargo, aquellos que callan me inspiran desprecio. ¿Acaso pretenden lavarse las manos como lo hizo Poncio Pilatos una vez? ¿Ellos buscan que nos acusemos unos a otros mientras miran sin intentar averiguar quién mató a nuestro Señor? No lo tolero. No soporto a los tibios. Ellos serán expulsados del paraíso. Para ellos no existe el reino de Dios.

"Se, se, se" dijo Agustín en respuesta a Smith "Nadie tolera a los tibios y esas cosas, pero ¿de quién estás hablando puntualmente?"

Dio unos pasos adelante, con rostro preocupado "Sigo diciendo que lo mejor que podemos hacer es ver quién es el más beneficiado de esta situación. Y sigo creyendo que son los ángeles. Obviamente es la razón, hermana de la fe, la que me lleva a estas concluciones, y estoy más que dispuesto a que me den razones sustanciales de que me equivoco en mi primer observación. Ser un ángel, señores, no es razón suficiente para no cometer el deicidio."

 -Yo ya he señalado ese punto sobre los callados. Por eso tengo que reconocer que las sospechas recaen de nuevo en quienes han ostentado mayor poder, ¿como no saber que el mal se ha engendrado en ellos?. Nosotros los mortales hemos sido probados y hemos sido encontrados dignos. Los ángeles no necesitan serlo por que de ellos es el reino de los cielos. Y todos ellos, exceptuando a Jibrail que bajo en repetidas veces a la tierra, han permanecido en ese estado.

 -Todos sabemos quién es el hijo predilecto de nuestro padre... Jesús, arcángel del poder como nosotros, siempre fue de sus predilectos... El segundo al que nuestro padre le tenía más confianza era a Yves Saint-Laurent, arcángel del origen... Y a Miguel... Yo, ahora, soy solo un arcángel que decidió formar otra religión para adorarlo como se debe, no me interesa matarlo...-

Suspira y niega con la cabeza

-E incluso más, me atrevo a decir que ninguno de los ángeles presentes ganaría algo con la muerte del padre... Porque nuestros poderes empezarían a marchitarse sin la fuente de todo el poder... Y además, el segundo al mando sería Jesús, Yves o Miguel, con lo que Sandalfón, Sammael, Metatrón y yo hemos quedado fuera de la adquisición inmediata del poder... Es ilógico matar de esta manera... ¿No?-

El ángel se sienta en el suelo, negando lentamente con la cabeza, los ojos algo enrojecidos y un suspiro largo y profundo indican una clara decepción

-Además, probado está en la historia del mundo que siempre han sido los humanos quienes asesinan más que nadie...-

- Yo lo unico que me pregunto en este momento es, no habiendo ninguna evidencia en favor o contra de ninguno de los presentes, porque algunos buscan cualquier escuda para lanzar acusaciones, porque yo seguro de mi inocencia y dudando de la culpabilidad no me atrevo a acusar fríamente a cualquiera sin ninguna razon. ¿Acaso no seria de esperar en un culpable que buscase cualquier ocasión para acusar a otros? ¿Acaso no es verdad que pecador, acusaría a unos y despues a otros sin importarle quien fuese el culpable mientras ni fuese el el señalado? Tem la actitud de algunos de los presentes que primero cargaron tintas contra el papa, despues contra san Agustín, y ahora contra los angeles. Parecería que alguno de los presentes solo quiere asegurarse de que todos votemos a alguien que no sea el.

Hice una pausa y me volví hacia Ruhollah Jomeini.

- Entiendo que san Agustín acuse a los angeles si esas son sus sospechas, pero usted, mortal, Ruhollah, primero afirmo seguro "para mi Agustín, tu eres el asesino" al ver que su acusación no era bien recibida ni recibía apoyo alguno cargo contra quienes no se han pronunciado "malditos sean aquellos que callan" y volvió a insistir en que "qza Agustín tenga algo de razon, pero no por ello deja de ser sospechoso". Y pregunto, ¿Acaso no lo somos todos? Pero Ruhollah no se detuvo aqui y despues Cuando San Pedro hablo, fue tambien a por el "y Pedro tira la primera piedra" Y a por el papa " Miedo a muchas cosas Ratzinger, miedo a muchas cosas.. me das una piedra en lugar de a Pedro. Muy curioso..." al no ver germinar sus acusaciones ni sus insinuaciones ahora Ruhollah a decidido unirse a qen acuso en primer lugar, es decir a San Agustin quie era el asesino y no era de fiar. Ruhollah, que tienes que decir a esto? Te da lo mismo coger al culpable y solo quieres sembrar el caos? Acaso mataste tu a mi padre?.