Partida Rol por web

     Surga sonrió cuando vio a su oponente dar un respingo. Aunque Kalith no le había herido mortalmente, ahora tenía algo en qué pensar. Él por su parte se dedicó a desviar sistemáticamente todos los envites del gigantón con golpes de su escudo y molinetes con su espada corta.

- ¡Muere perro!- gritó Volker antes de atacar a su oponente. Esta vez se dejó de magias y zarandajas para usar el buen acero de Reikland que llevaba en la mano. Alzó su espada y la descargó de un brutal tajo contra el diablo que se les oponía. Menos mal que el bueno de Magnus le estaba echando un cable, y eso se notaba en que cada vez más lo iban arrinconando.

Había conseguido acaparar la atención del enemigo. Y, viendo cómo estaba Volker, pudo darse cuenta de que tampoco sería fácil acabar con él... Magnus continuó presionando a su contrincante. Quería mantener su atención.

- Vamos, ¡ven aquí! ¿Eso es todo lo que sabes hacer? - le gritaba, intentando desconcertarle. Aprovechó un segundo de indecisión por parte de su enemigo para lanzarse hacia delante y dirigir la lanza contra su cara intentando dañarle.

{{ NUEVO TURNO, 8º }}

Kalith: (8/14)
Serpiente: 4 Heridas (8/13)
Jefe Bandidos: 6 Heridas (7/18)
Sura Raudi: (1/12)
Volker Hammet: Aguanta (-8/12)
Magnus Berger: 1 Herida (11/12)

Kalith ataca con fiereza amaga dos veces en busca de un hueco para meter su espada, tras dos golpes consigue encontrar un hueco aunque golpea en armadura que desvía su espada sin dificultad...

Al ver que el guerrero Nórdico no tomaba la iniciativa y ya le costaba mucho respirar, y notando los continuos impactos en su espalda por parte de aquel ser de piel oscura que se empleaba a fondo en sus ataques, con una media vuelta realizó un barrido doble contra ese ser. El miedo guiaba su arma, pues solo había oído hablar de aquellos seres en los cuentos de terror que se contaban en las tabernas cuando los feligreses estaban muy calientes ya. !Pero no eran mentira! !Ahí estaba! !Y pretendía hacerse con su piel a modo de capa! Estaba claro que no iba a permitirlo. Antes se haría el con la piel de aquel ser que dejar que lo desollarla vivo.

El hombre afilado no prestó atención al mago que tenía a su espalda, pues algo había oído a cerca de que cuando los magos sangraban en abundancia, sus poderes quedaban mitigados. Habladurías y demás cosas que se decían por las zonas rurales donde aquellas cosas eran muy desconocidas. Así que se enfrentó contra el guerrero que lanza en mano le acometía con muy malas intenciones. Como siempre sucedía con aquellas cosas. No decía nada, ni hacia malos gestos, tan solo permanecía concentrado en la lucha, con el ceño fruncido y los labios apretados, intentando encontrar un espacio entre aquella larga lanza y el escudo de su oponente.

Del bosque salió una tercera figura, era una joven cubierta con un manto. Rápidamente la reconocisteis como la joven que había salido corriendo por aquel bosque y a la que Berger había perseguido por aquella zona. !Demonios! Muchas cosas debían ser explicadas si todos salían con vida de esta situación. La cosa pintaba muy fea para todos los presentes, y para colmo encima aparecía aquella joven que les iba a anular el factor numérico en alguna de las dos peleas...

Todos vieron a la joven con el hacha y el escudo lanzada a la carga desde los arboles cercanos... y fue directamente hacia el combate que Kalith y Sura libraban contra el jefe del grupo de los bandidos. Estaba a diez metros, a siete, a cinco... el hacha elevada sobre su cabeza... a dos metros... y por fin el hacha bajó... contra el jefe de aquellos bandidos de los bosques.

El hacha bajó y lo hizo con relativa precisión, impactando sonoramente contra el jefe del grupo y haciéndole rugir de rabia y frustración ante lo que estaba viendo. El pelo de la joven se movía en el aire mientras daba una vuelta sobre sí misma y colocaba el escudo por delante, con el brazo derecho sujetando su hacha hacia abajo y tras de sí. !!¿A que estáis esperando?!! !!ACABAR CON EL MALDITA SEA!! !!Ahora no me hagáis esto!! Gritó con una bonita pero enfurecida voz.

     Su compañero acababa de recibir una herida gravísima y todo parecía perdido cuando, sin saber muy bien lo que estaba pasando, Surga vio a aquella mujer, salir de la nada para ayudarles, como las valkirias de las leyendas. Esa interrupción fue suficiente para él, y sacando fuerzas de flaqueza arengado por la chica, le asestó un golpe al gigantón con inercia suficiente como para causar graves daños.

-¿pero qué puñetas...?- acertó a decir Volker cuando vio pasar a una mujer que se trabó en combate con el mastodonte que amenazaba con reventar a Surga. Parecía que ese combate estaba sentenciado después del brutal ataque del nórdico así que el mago se concentró en lo suyo. -¡Sufre maldito, te vamos a cortar a tiras!- le gritó al tipo cuando descargó su arma contra él.

Magnus esperaba un error de su contrincante, se movía con su juego de pies, consiguiendo mantener una distancia que le permitiera defenderse y contraatacar. Al parecer, la Serpiente humana se puso ligeramente nervioso y atacó con su daga derecha dejando su cuerpo al descubierto durante un instante y errando el golpe.

Magnus aprovechó la ocasión y clavó su lanza en el cuello del contrincante con fiereza. La sacó rápidamente y, antes de que su enemigo pudiera reaccionar giró sobre sus pies en el sentido de las agujas del reloj, dando una vuelta casi completa para agredirle desde la izquierda con la parte trasera del mango de su lanza. Fue un golpe seco en la sién, un golpe duro que abrió una brecha en su cabeza y le hizo tambalearse hacia la derecha de Magnus.

El patrullero no dudó ni un momento y realizó otro giro, pero esta vez en el sentido contrario, para dirigir la punta de su lanza en una curva desde la derecha. Serpiente comenzó a caer lentamente debido al shock producido por el golpe, pero no llegó a tocar tierra. La lanza de Magnus, dirigida desde abajo y en un ángulo ascendente se interpuso entre el suelo y Serpiente.

- Aaaaaaaaaaaaaaaaargh!!! - Gritó con furia empujando hacia arriba para que la lanza se hundiera en la carne de su presa, pero su enemigo reaccionó a tiempo para apartarse de la amenazante punta que se dirigía hacia él.

{{ NUEVO TURNO, 9º }}

Kalith: Tirada desangrar (-8/14)
Serpiente: (8/13)
Jefe Bandidos: MUERE (0/18)
Sura Raudi: (1/12)
Volker Hammet: Aguanta (-8/12)
Magnus Berger: (11/12)

Con su espada y su escudo todavía en mano carga a serpiente ya rodeado tres contra uno. Buscando un lugar donde golpear al enemigo.....

!!!! NOOOOoooo !!!! Le ois gritar por primera vez en toda la contienda al tipo extraño cuando ve caer al que hasta ahora habia sido su jefe y mentor. Tampoco parecia que le hubiera hecho ni puta gracia que aquella tipa a la que ahora miraba con los ojos entrecerrados por el odio, hubiera hecho aquello colaborando con la muerte de su jefe. Con un rapido movimiento dio un empujón a Volker, que casi no podia mantenerse en pie por la perdida de sangre, y salio corriendo bosque adentro dandoos la espalda al trio que intentaba acabar con el.

No huirás cobarde -dijo mientras golpeaba al oponente

-Pero si saber sanar y nos sanas te dejaremos vivir -

El último contrincante en pie se dió cuenta de que estaba solo. Dudó un momento y comenzó a correr hacia el hueco más cercano de la batalla.

Magnus aprovechó el momento para clavarle la lanza en un costado, pero su enemigo había comentazo a tomar velocidad y, a pesar de haber recibido dañó, no cayó al suelo y continuó desplazándose.

TODOS HABEIS HECHO EL ATAQUE DE OPORTUNIDAD.
(Volker, quiero 1 o 2 lineas en ese post al menos ¿Va?)

Ahora seguimos con los turnos normalmente.

Le toca:

Sura
Volker
Berger

No es necesario seguir el orden tal cual.
Conforme veais esto, escribis. ¿Ok?

- ¡A él! ¡Que no escape! - Gritó Magnus. Se tomó un segundo para pensar en vez de lanzarse como un poseso y actuó antes de que fuera demasiado tarde.

Cerró el ojo izquierdo, separó un palmo su escudo del cuerpo para equilibrarse y cogió la lanza como una jabalina, dispuesto a jugársela. La levantó y se tomó un par de segundos para apuntar... Acto seguido arrancó en un impulso y, recorriendo dos metros de carrerilla, lanzó su arma la cual voló por el aire dirigida a su enemigo. Éste seguía alejándose, pero no había recorrido espacio suficiente para estar fuera del alcance de Berger.

Se oyó un silbido agudo pero suave y la lanza cayó sobre el único enemigo en pie, clavándose en una de sus piernas a la altura del muslo. Magnus dió un disimulado brinco de alegría. - ¡Sí! ¡Vamos camaradas, es nuestro, a por él!

Por el movimiento que realizó al lanzarla, Berger pensó que lo había alcanzado en una pierna, pero era difícil haberlo visto bien con el ágil movimiento y la visión medio cerrada al apuntar con un ojo. Nada más realizar el lanzamiento salió corriendo tras su objetivo, que se había perdido de vista tras un árbol a unos metros de distancia. Fue una carrera rápida de apenas quince metros.

Cuando Berger rodeó el árbol encontró a su presa... El hombre con las pintas de serpiente estaba de rodillas en el suelo, y junto a él, sus dos espadas estaban tiradas pues con las dos manos agarraba la lanza que le emergía del pecho, cruzándole el mismo casi un metro de mástil rematado en una afilada punta metálica, teñida de rojo y goteante. El serpiente agarraba el palo de la lanza como si esta fuera a caerse de improvisto.

Estaba vivo, vivo e indefenso. El lanzazo había sido definitivo, le había roto la columna por debajo de los brazos, y por ello se encontraba de rodillas, sentado sobre sus piernas mientras de la herida emergía roja sangre. Una expresión de odio acudió a sus afilados ojos cuando te vio aparecer tras el árbol. Nada pudo decir, su boca estaba llena de sangre que goteaba por sus comisuras. Ghhhhha, Ghhhhaaa... Probablemente sus pulmones estubieran encharcados.