Partida Rol por web

El chaval continúa andando por las callejuelas y miran sin detenerse a Otto con gesto claramente despectivo. Vaya, no tienes finos gustos ni nada viajero, trucha con jamón, y del bueno... Fiuu. He oído que eso existe en algún lado, pero aun no he llegado a verlo. Jijiji. Te habla de frente mientras camina de espaldas y cuando termina de hablar da la vuelta y sigue normalmente. Las calles en esa zona son más estrechas y poco transitadas. En dirección contraria tres hombres con capas y espadas al cinto caminan charlando en voz baja. A parte de ellos no parece haber más transeúntes. El chiquillo parece fijarse de pronto en ellos y aminora el paso.

Si, realmente parece mejor sitio para informarnos que la taberna. Una visita sería una gran idea comento con aire pensativo mientras como tranquilamente las gachas con huevo.

No deberías de ser tan ansiosa. Si demuestras ansia por algo la gente se puede aprovechar de ello. Fíjate si no en lo que te ha pasado hace nada digo entre cucharada y cucharada, mientras sigo comiendo sin prisa ninguna. Si salimos corriendo prácticamente nada más entrar la gente sospechara que tenemos algo entre manos, y puede que alguno incluso le de por seguirnos.

Hum... Si, probablemente ahí podamos encontrar a algún patrón, esperemos que no quede muy lejos. De todas formas, habrá que ir más tarde hacia el centro de la ciudad, donde está el monumento donde hemos quedado. Comenta el Capitán en voz baja mirando a los presentes en la mesa. Cuando ustedes digan señoritas.

Diego deja resbalar casualmente la mano sobre el cinturón cerca de la espada y sonríe al joven.-Ocurre algo chico?.-Si eran problemáticos no pasaría como en la taberna,esta vez no vendrían 3 a por el,calculó la distancia y calculo a cuantos podía matar antes de que llegaran a él.

No te preocupes, mientras estés con nosotros no te pasará nada.

Se situó junto al muchacho, en la posición más cercana a los hombres, por si acaso.

El animal de Diego camina tranquilamente a buen paso con contoneantes movimientos mientras mira de vez en cuando arriba para ver a su dueño y si requiere algo de él. El animal está tranquilo y contento tras la mañana con cierta actividad y su participación en el rescate de su amo.

Los tres hombres caminaban afablemente por la calle aparentemente enfrascados en sus asuntos, pero el avispado Dinit había visto en sus ropas, sus formas y sus gestos algo que en muchas ocasiones había visto como peligroso. Y así fue, sin mediar palabra los tres hombres desenvainaron sus aceros y se lanzaron a por los aventureros. !A ellos! !Son nuestros! Estos no había percibido la amenaza que a sus espaldas acechaba, y los dos hombres que los seguían también se unieron a la refriega. El joven Dinit dio un salto que acompañó de un grito de miedo sin sabe hacia dónde correr !AH NOO!. Los hombres de detrás corrían para unirse a la refriega. Seguramente esos hombres trabajarían en esas calles atrapando a los transeúntes venidos de fuera.

Torpe, lento, el golpe entró certero y dañino...

Diego aún estaba rumiando antes de que pudiera darse cuenta los vió cargar y cuando intentó empuñar su rifle uno de ellos estaba encima,alzó el escudo esperando un espadazo descendente,la espada se hundió en sus tripas profundamente,escupió sangre y sintió el frío recorrerlo¿Este era su fin?.

Y una mierda.-Fue el grito entre dientes de Diego cuando de una patada  y un escupitajo de saliva ensangrentada se quitó de encima al asaltante y la espada de su vientre,la sangre cayó abundante de la herida pero la espada de Diego ya estaba en su mano y este lanzó algunos espadazos al aire para alejar a su contrincante mientras que con la mano siniestra sacaba de su bolsa en la cadera una de aquellas pociones,caras..pero ahora el dolor le había explicado por qué fueron tan caras,el tapón saltó y a una simple Orden de Diego el mastín se preparó para matar a los que se acercara.-Asche,MATA¡.

Bebió de la pócima rápidamente mientras regueros del fluido de la misma caían por su barba,Diego había caído de rodillas por el dolor.

Asche se puso tenso en un segundo y agachó la cabeza adelantando las patas delanteras mientras las abria y enseñaba los dientes. GGGggrrrrr !GUAAAAuuuu! Tan solo necesitó un ladrido emitido en un segundo, y luego aquel fiero animal se lanzó como loco contra el primero de los dos hombres que acudían desde retaguardia a la pelea. Partió a por su objetivo como un rayo, y el hombre sobre el que se lanzó intentó esquivarlo, pero no lo logró y las fauces del animal se cerraron sobre su brazo izquierdo. Tendones y músculos se rompieron y el sujeto dejó caer el escudo que portaba en ese brazo. Mientras Asche mantenía su mordisco tan solo se oía: Grrrrrggrrrr. Proveniente de su garganta, y los gritos del hombre que tenia atrapado. !!AAAAHHHH QUITAMELO QUITAMELO GUNIER!!

El hombre que tenia aferrado al perro en su brazo intentó asestarle una puñalada con su arma, pero el dolor impedía que acertase contra el cuerpo del animal y solo golpeo el aire. Su compañero abandonó su carrera e intentó ayudarle, lanzó un mandoble contra el animal que le dio de lleno, provocándole un buen tajo en su cabeza.

Por su parte, el hombre que luchaba contra Erick la lanzó un tajo bien dirigido, y los dos bandidos que acosaban a Otto también se aproximaban con sus estocadas bastante al aprendiz de caballero. Las espadas silbaban, cortaban el aire, y en ocasiones, no lo que es el aire. En medio de todo eso Dinit estaba petrificado apoyado contra una pared, viéndolo todo con el rostro tan blanco como la superficie de a su espalda.

¡A mí la guardia!

Otto notó como alguien le hería en el brazo y cómo una espada se chocaba contra su escudo, pero no cesó de atacar por ello buscando herir a sus contrincantes y mantenerles a raya hasta que llegara la ayuda.

¡Chico! ¡Sálvate y ve a buscar ayuda!

!ASCHE¡...DEJAD A MI PERRO CABRONES.-Diego gritó con toda la fuerza de sus pulmones,lanzó el frasco de la poción a un lado y de un salto se puso en pié,bajó la espada para dar un tajo descendente sobre el vientre de su enemigo y este se apartó rápidamente,Diego sonrió con malicia y giró la mano lanzando un violento mandoble en busca de la pierna izquierda.

Asche abrió sus mandíbulas y soltó a su presa cayendo al suelo, pero con un rápido salto, volvió a lanzarse a por su atacante, y esta vez aprovechó que este estaba más preocupado por su brazo gravemente herido para dirigir sus mandíbulas a los puntos más vulnerables de todas las presas que conocía. El cuello. Su salto le llevó y la garganta del hombre, y sus mandíbulas se cerraron en torno a su carótida, yugular y su tráquea, rompiéndolo todo con los fuertes tirones que daba para un lado y otro. El bandido cayó al suelo gorgoteando mientras la sangre salía hacia los lados entre los dientes de Asche. El animal se encontraba sobre el hombre caído, sin dejar de tirar y soltar, hasta que por fin, con un horrible crujido de carne, Asche se despegó de su atacante, pero llevándose toda la parte delantera del cuello, y dejando al aire la tráquea rota y los tendones y venas del hombre, que ya muerto, estaba tendido en un charco de sangre.

El joven Dinit no es que sea muy valiente pero ¿Quien lo seria viendo semejante barbaridad? El pobre chico se queda pegado a la pared de la calle mientras se orina encima, y mantiene los ojos abiertos, muy abiertos sin peder detalle de todo lo que suecede. Ante las frases de Otto solo logra articular: ¿Q...que? ¿Co..com...COMO?

El bandido que se aproximaba al combate se queda sorprendido por lo que en menos de tres segundos le ha sucedido a su compañero. Aquella era una bestia salida del infierno, que no era posible entender fuera de las llamas y las nubes de azufre. El hombre dejó caer su espada y su rodela y salió corriendo en dirección contraria a donde había venido. Sus pies se movían rápidamente mientras su capa se agitaba tras de sí.

Nada de lo ocurrido en la retaguardia fue percibido por los otros tres combatientes que se enfrentaban a los dos aventureros. Y los tres, lanzaron tajos contra sus contrincantes con la intención de dejarlos en el sitio y saquearles todo lo que llevaban encima. Los dos bandidos que acosaban a Otto seguían sin darle tregua, pese a que uno se había llevado una buena herida por parte de un ataque no había logrado detener. Diego también había conseguido introducirse bajo la guardia del su adversario pero la herida que le había infligido había sido superficial.

Otto había recurrido a la guardia de la ciudad con su voz mientras paraba y desviaba estocadas a pares, pero por ese callejón parecía que no acudiría nadie. La situación comenzaba a pintar un poco mejor para los aventureros, pero ello no impidió que Dinit, el joven, siguiera aterrorizado en aquella pared, muy pegado a ella.

Otto detuvo uno de los golpes pero había demasiadas armas intentando herirle. Sólo esperaba que llegara algo de ayuda pronto.

¡Iréis a la horca por esto!

Diego volvió a incorporarse para luchar contra su contrincante y esta vez lanzó un par de golpes mas uno salió demasiado lejos, el segundo era un golpe estaliano,rápido y eficaz directo a la cabeza de su contrincante.-Os arrepentiréis de haber tocado a mi perro.-El tono de diego era amenazante y cargado de ira.

El perro de guerra de Diego se volvió hacia el combate que se estaba dando en el callejón y se lanzó a la carrera a ayudar a su amo, que se debatía por quitarse de encima a un sujeto. El animal desde luego no era tonto, y se dio cuenta de que debía hacer algo rápidamente. Haciendo caso omiso del dolor de su cabeza se lanzó a la carga contra la nueva presa sin que esta pudiera evitarlo. Sus dientes se cerraron en torno a la pierna.