Partida Rol por web

A Zak no le sorprendió demasiado el comentario de Vanila, le molestaba pero no le sorprendía.

-Joder, sí que te deben de ir mal las cosas para no poder pagar unos míseros 1.000 créditos de nada. Y yo que pensaba que ibas a lograr sobresalir en este negocio, es la vez que más me he equivocado en unas predicciones.-

Se encogió de hombros.

-Es una lastima que no tengas cabeza para hacer las cosas bien. Podrías pagar y tener una reunión  con Cargo y dejar las cosas claras, e incluso quedar a buenas y como una persona con principios, demostrando caracter y poder.
Pero no. Racanéas por una miseria y te metes en una guerra que no te va a beneficiar, si no todo lo contrario. Todo el mundo sabrá que no eres de fiar y no lograrás nada. Eso siempre y cuando sobrevivas a esa guerra claro, que yo no lo tengo tan claro.-

-Como digo, una lastima. En verdad había apostado por tí.-

Lady Vanila comenzó a reirse ante las palabras de Zak. 

— Al perrito le gusta ladrar... pero ¿Sabes que perrito? No tienes ni idea. No quiero quedar bien con Cargo, no quiero que la gente piense que soy de fiar. Yo seré la nueva Cargo, querido. Los tiempos de gloria de ese pececito ya han llegado a su fin. Solo era cuestión de tiempo. —

Entonces miró a Jade, y luego de nuevo a Zak. 

— Dime, quieres ganar algo de dinero. Ve a ver a Cargo y métele un tiro entre las cejas. Si lo haces te duplico lo que te esté pagando por este trabajo que, claramente... no tenías ni idea de en donde te estabas metiendo. —

Zak sonrió. No había duda de que era una cabrona con ovarios. Una carbona muerta, pero con ovarios bien puestos.

-Vaya. Esta vez acerté con mi predicción.-

El soldado hizo un gesto con el brazo y el blaster de bolsillo apareció en su mano, y acto seguido disparó.

-No vas a llegar a ver siquiera esa guerra.-

No dijo nada a la relación especial que parecían tener Andur y la twi'lek. Sin embargo sí que contestó a su otra pregunta.

— Puede que sí, si el transporte es lo suficientemente grande — Lyra estaba pensando en su compañero, las órdenes no incluían dejar cualquier persona atrás.

Miró el datapad y leyó el mensaje.

— Maldito Ryann — dijo para luego volver a escribir.

— Diles que llego en media hora, que si quieren que su transporte explote en medio de la galaxia por dejar en manos de ese inútil su preciado transporte, no van a tener tiempo de desear no haber hecho ese cambio

— Parece que no somos los únicos en querer salir de aquí — dijo señalando el datapad —. Tengo en el taller a unos VIP muy interesados en unas reparaciones para su nave, si esto no prospera habrá que plantearse jugársela y tomar su preciada nave — añadió quizá algo impaciente —. Están tardando mucho, ¿no?

En cuanto Jade vio lo que iba a venir se movió con rapidez y le quitó el arma que tenía escondida Lady Vanila para después apuntarle con ella. 

— Danos el dinero. — dijo sus palabras con un tono duro. — Nos iremos por donde hemos venido.

Jade se movió a toda velocidad quitando el arma al guardia que tenía a su lado con la destreza digna del entrenamiento imperial. Sus movimientos no eran los de una diplomática, sino los de una preparada y adiestrada soldado imperial. En un abrir y cerrar de ojos tenía su arma apuntando a Lady Vanila, junto con Zak... que había sacado su blaster de bolsillo listo para disparar^[1]. 

Parecía que de aquel jaleo se había percatado el guardia de la entrada, que había comenzado a subir las escaleras y en un santiamén había llegado detrás de los dos. Lady Vanila levantó las manos hacia sus guardias en el mismo momento que se disponían a sacar sus armas, deteniendo un conflicto más que inminente. Con sus dos manos abiertas y hacia delante se inclinó.

Ni Lyra ni Andur se percataron de lo que ocurría en la zona VIP, enfrascados en sus conversaciones, llamadas, mensajes y quizá buenas vistas de la planta de abajo... tampoco vieron como un nuevo guardia tomaba posición en la entrada de las escaleras después de que el que había subido dijera algo por el pinganillo.

— Calma todo el mundo, no quiero una fiesta en el local. — Lady Vanila trató de relajar los ánimos, si estaba intimidada por las dos armas apuntando sus ojos no lo demostraban. Miró a Jade primero y a Zak después. — Así que uno cuela un arma y la mosquita muerta le quita el arma a mi guardia sin que sea capaz ni de reaccionar... — Su mirada se dirigió al guardia que parecía dispuesto a disculparse cuando la mujer continuó.

— No tenéis ni idea de lo que estáis haciendo muchachos... Esto os va a salir mucho más caro que mil créditos. Ya no solo es Cargo. Ahora sois vosotros dos también. — Mientras hablaba llevaba su mano lentamente al interior de su chaqueta de la que sacaba un montón de créditos que arrojó sobre la mesa.

— Mil créditos. Cogedlos, iros... y esconderos. — La mujer sonrío, era una amenaza con todas las de la ley.

La cosa se había liado, pero parecía que todavía podrían salir de esta sin disparar...demasiado.

-Me parece muy bien. Has tomado la decisión correcta no me cabe duda. Y seguro que Cargo también lo tendrá en cuenta.-

Se arriesgó a echar un vistazo a su alrededor por si alguno de los matones intentaba alguna cosa.

-Jota, coge el dinero, y tú milady levanta. Nos vas a acompañar hasta la salida para que a ninguno de tus guardias les de por ponerse creativos, así el primer disparo te lo llevas tú. Luego nos vamos y ya nos buscas más adelante si quieres. Pero ahora será mejor que tengamos la fiesta en paz. Sobretodo por el bien de la gente, que no se alarme y encima tengas un aluvión de consumidores queriendo salir y rompiendolo todo a su paso.-

— Vas a pagar por esto Zak Atanna... lo vas a pagar muy caro —

Lady Vanila había indicado a sus hombres que los dejaran estar por ahora y "acompañaba" a Zak y Jade a la salida. No fue hasta ese momento que Andur y Lyra se percataron de la situación. Los guardias parecían bastante tensos, siguiendo de muy cerca a Zak, que mantenía de forma disimulada el arma apuntando directamente a la espalda de la mujer.

Lograron llegar a la salida sin mayores problemas^[1], en donde el guardia de la entrada, ajeno a todo lo que había ocurrido miró sorprendido a Vanila. Esta negó con la cabeza y no pareció que tuviera ninguna reacción agresiva o violenta.

Lyra miró a Andur con incredulidad, pero su misión en Aldera debía ser discreta, mantener el perfil bajo le había ayudado a llegar donde había llegado. Negó con la cabeza dando a entender que lo mejor era esperar para salir. Miró la escena de forma descarada y volvió a girar la cabeza ignorándola por completo, volviendo a poner sus ojos en las bailarinas.

Al verlos desaparecer por la puerta, le indicó a Andur que podían dirigirse a la salida.

-Ha sido un placer milady. Espero no volver a verte nunca.-

Una vez en la calle Zak no se lo pensó. Agarró a Jade y se puso entre ella y posibles disparos del local mientras la apremiaba a llegar al deslizador.

-Vamos, vamos. Muévete. Hemos de llegar al coche cuanto antes, ahora que esa zorra está libre no se van a andar con chiquitas y dispararan.-

—Joder —masculló el piloto al ver lo que estaba sucediendo, pero la advertencia de Lyra le mantuvo quieto en el sitio, aunque muy atento a cualquier movimiento sibilino por parte de la seguridad del local. Si intentaban pillar por la espalda a sus compañeros, quería poder reaccionar para ayudarles.

Cuando vio que salieron sin problemas, Andur se pegó a la mujer  que le acompañaba y, manteniéndose alerta, caminó hacia la salida.

—¿Qué demonios habrá pasado ahí arriba? —preguntó a Lyra.

Jade no daba crédito a lo que había hecho y conseguido. Ella no era una guerrera... pero había forzado sus límites debido a la situación y todo había salido bien. Pero no daba crédito todavía al movimiento que había hecho y a que hubiera salido bien.

Todo lo demás fue algo borroso y no fue consciente hasta que llegaron al deslizador de que todo había salido bien y de que tenían el dinero.

— Vamos, vamos. Hay que conseguir la nave orbital. No hay tiempo que perder. ¿Desde donde despegaremos? —  preguntó con la clara intención, al menos para Jade,  de llevarse a su hija con ella.

Cuando Andur y Lyra fueron a salir del local se encontraron de morros con una cabreada Lady Vanila que los obvió mientras llamaba a sus guardias. Subieron a la zona VIP y allí comenzó una discusión en la que la voz quedó aplacada por la música del local, pero no los gestos de la mujer. Al salir definitivamente se percataron de que el guardia de la puerta estaba inquieto, mirando a todos los lados... molesto. No había rastro de Zak y Jade.

El deslizador volaba por las calles del círculo exterior de Aldera. Tenían los créditos que Cargo les había pedido, y milagrosamente lo habían conseguido hacer sin disparar ni una sola vez. Ahora solo tenían que escapar del planeta antes de que Lady Vanila lanzara una ofensiva contra ellos o contra Cargo.

Zak y Jade no tardaron demasiado, no hubo interrupciones, ni disparos, ni sorpresas. El local de Cargo estaba tal y como lo habían dejado hace un rato. Quizá algún cliente más y alguno menos... El mismo guarda, ensimismado ahora mismo en su datapad, custodiaba la entrada a la zona trasera del local.

Zak no esperó a que Andur o Lyra saliesen del local, no pensaba arriesgar la vida de Jade. Así que en cuanto subieron al deslizador lo puso en marcha y salió de allí todo lo deprisa que se atrevió sin hacer demasiadas locuras.

-No sé donde está la nave. En teoría Cargo nos dirá ahora donde ir en cuanto le de el dinero. Espero que cumpla. No me apetece haber logrado todo esto sin demasiada violencia sólo para que me la juegue ahora. Pero no deja de ser una posibilidad. Aún así, todavía podemos usar una última baza.-

La mujer parecía un poco preocupada, era comprensible después de lo sucedido en el local de Vanila.

-Lo has hecho muy bien allí dentro. Puedes estar orgullosa. Ahora una vez dentro pégate a mí por si acaso. No quiero perderte de vista, recuerda que la misión eres tú.-

Al llegar al local de Cargo, Zak comprobó sus armas. Sólo por precaución, una costumbre que le había mantenido con vida hasta ahora.
Si estaba preocupado por lo que le pudiera pasar a Andur o Lyra no lo aparentaba.

Una vez fuera, los ojos de Lyra no la engañaban, no veía a su cliente ni a su compañero.

— ¿Los ves? — le preguntó a Andur una vez se hubieron separado un poco de la entrada del local.

Se llevó el comunicador a la boca para intentar contactar con ellos.

— Aquí Lyra ¿dónde estáis? — dijo al aparato.

Miró de nuevo a Andur y le habló.

— ¿El speeder sigue por aquí?